Nacionalismo perifericos

LOS NACIONALISMOS:


EL CENTRALISMO DEL LIBERLAISMO ESPAÑOL: El sistema político liberal había nacido la Guerra Civil de 1833-1840. Luego, para sustentarse, se dejó controlar por unas élites militares y políticas que representaban a los sectores más conservadores del liberalismo. Estas élites crearon un régimen político y un modelo de Estado, a imitación del francés uniformista, que daba por supuesta la unidad nacional.
La nueva organización centralista del Estado, pretendió desconocer las realidades comunitarias existentes y disolverlas en un proceso de integración común.
BASES DE NACIONALISMO PERIFÉRICOS: Siempre se ha afirmado que el movimiento regionalista y nacionalista inicialmente fue burgués. Es preciso puntualizar de qué burguesía se trataba. La gran burguesía industrial y financiera en la vida política de la Restauración, aunque de distintas regiones, estuvo plenamente vinculada a los interés de la política oficial y colaboró con su poder económico en hacer o deshacer gobiernos. Proporcionó poder a Madrid, y Madrid devolvió el favor otorgando un proteccionismo especial a sus negocios.Los regionalismos periféricos fueron originariamente manifestaciones de las medianas y pequeñas burguesías.

EL CATANALISMO: Bases sociales e ideológicas.
, que abarcaba los más diversos campos de la actividad intelectual que tuvieran relación con Cataluña, utilizando como instrumento lengua vernácula.En este movimiento se fueron reuniendo los diversos intereses de la burguesía: industriales, forales, descentralizadores, románticos o incluso religiosos.La exclusión del federalismo republicano, obligaron a ambas fuerzas a abandonar sus dogmatismos doctrinales y a optar por un regionalismo prenacionalista. El federalismo primó sobre el republicanismo, y los fueros históricos, sobre la cuestión dinástica carlista, de modo que ambas corrientes acabaron confluyendo en un catalanismo político.
Almirall abanderó la línea del catalanismo moderno, centrando la cuestión en el hecho del federalismo como la fórmula idónea para superar y unificar las distintas posiciones antagónicas de las burguesías particularistas. Su planteamiento era regenerador autonomista y no independista, de modo que la unidad de los pueblos dentro del Estado no debía ser impuesta a la fuerza desde el centro, sino que debía ser consecuencia del desarrollo industrial y comercial. La propuesta era una Cataluña capitalista y europea que debía estar dirigida por una burguesía urbana e industrial. LAS ORGANIZACIONES CATALANISTAS: Cuando Almirall fundó el Centre Catalá, pensado como una entidad patriótica que estuviera por encima de los partidos existentes y que sirviera de nexo de unión entre la burguesía federal y la conservadora, se encontró con la resistencia de esta última, procedió a formar su propia asociación. Los conservadores fundaron la Liga de Cataluña y presentaron a la reina regente María Cristina de Habsburgo.

EL NACIONALISMO VASCO

BASES SOCIALES E IDEOLÓGICAS
El nacionalismo vasco surgió en un clima compartido de defensa de los fueros, aportó dos tipos de reacciones y filosofías que iban a entrar en el siglo XX: la de los que, supieron rentabilizar perfectamente la situación para transformar la pérdida en conciertos económico defendieron la recuperación íntegra de los fueros.

Estos últimos no eran los burgueses industriales transigentes, sino los perdedores de la guerra carlista.
Historiadores e ideólogos añoraban la pérdida de la “edad dorada”. La industrialización y llegada masiva de inmigrantes eran señaladas como enemigas de la sociedad tradicional vasca, junto con el gobierno liberal español que había abolido sus fueros.
EL PNV
Para un pueblo “diferente” – de raza y, sobre todo, lenguas distintas- recuperar los fueros totales era recuperar la plena soberanía, la cual significaba la independencia.
Alcanzarla no era sino volver a la libertad originaria, a la esencia histórica del pueblo vasco, a la Ley Vieja. El lema nacionalista vasco era “Dios y Ley Vieja”, o sea, fueros y tradiciones.
El primer Partido Nacionalista Vasco con una solemne declaración antiespañola y con una voluntad de restaurar en el territorio el orden jurídico tradicional. Pero el partido no fue capaz de conseguir nada, por lo que se vio obligado a ampliar sus bases hacia una burguesía más moderna e industrial. Fue entonces cuando apareció la tensión interna entre los defensores de la independencia y los que buscaban la autonomía dentro del Estado español.
Estos últimos se impusieron en el control del PNV y entraron en una línea autonomista “catalana”, copiando la idea de “rehacer España” desde, el País Vasco-
De este modo, y con la mezcla de ambas posturas, el partido encontró un relativo equilibrio que iba a permanecer durante décadas.

OTRAS MANIFESTACIONES NACIONALISTAS Y REGIONALISTAS

EL GALLEGUISMO
El nacionalismo gallego muestra diferencias específicas con respecto al catalán o al vasco. Fracasó en su intento de construir una fuerza política galleguista homogénea, pero, edificó una ideología diferencialista que, superando los niveles políticos regionalistas, teorizó con radicalidad sobre la naturaleza nacional de Galicia, de forma que los planteamientos de sus principales ideólogos serán recogidos sin alteraciones sustanciales por los pensadores nacionalistas del siglo XX. Este galleguismo pretendía alcanzar un modelo jurídico político de descentralización designado con el término de autonomía.
EL ANDALUCISMO
El regionalismo andaluz comenzó a caminar a partir de los movimientos cantonalistas de 1873. El primer acto andalucista clave fue en Antequera, donde se proclamó la Constitución Federalista Andaluza y se solicitó expresamente una “Andalucía soberana y autónoma”. No se alcanzó la consolidación de un partido andalucista burgués, posiblemente por la vinculación de la propia burguesía andaluza con el poder central o por la derivación del movimiento obrero andaluz hacia el anarquismo, contrario a todo pacto con la burguesía.

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