Orígenes y Desarrollo del Fascismo Italiano y el Nazismo Alemán

El Ascenso del Fascismo en Italia y el Nazismo en Alemania

Italia de Mussolini

Los factores que propiciaron la ascensión del fascismo en Italia fueron diversos. Destacaron los deseos de revisar los acuerdos de paz, la crisis económica, el miedo a la revolución social y la fragmentación parlamentaria. Para la opinión pública italiana, la paz de París fue humillante, ya que consideraban que no había recompensado al país por el esfuerzo realizado. Benito Mussolini, un ex socialista, abandonó el movimiento obrero debido a que este no apoyó la intervención de Italia en la Primera Guerra Mundial. Fundó los fasci di combattimento, combinando en su programa el nacionalismo furibundo con el sindicalismo revolucionario y anticlerical. Aunque sus resultados electorales fueron pésimos inicialmente, logró atraer la atención de muchos excombatientes de la Primera Guerra Mundial.

Crisis Económica y Miedo a la Revolución Social

La economía italiana quedó muy dañada después de la contienda. Los capitalistas querían conservar los beneficios obtenidos gracias al conflicto, mientras que las clases medias perdían sus ahorros y disminuía el poder adquisitivo de los asalariados. Los obreros se mostraron muy activos, pero el movimiento obrero italiano no fue lo suficientemente fuerte para desencadenar una revolución e incluso se dividió. El partido comunista atrajo a buena parte de los obreros desencantados del socialismo. En estas circunstancias, empezó el ascenso del fascismo. Sus escuadras atacaron violentamente a las organizaciones sindicales y obreras, sobre todo en el campo. La violencia y el antisocialismo fascista suscitaron el apoyo de terratenientes y capitalistas, que vieron a los fascistas como protectores. Por otro lado, el movimiento fundado por Mussolini pronto eliminó los aspectos revolucionarios de su programa y comenzó a obtener diputados en las elecciones, aunque continuó siendo minoritario.

Marcha de Roma

La Marcha de Roma fue una manifestación masiva de fascistas que ocuparon los principales edificios públicos de la capital y exigieron todo el poder. Esta acción contó con la simpatía de buena parte de la opinión pública, del ejército y de muchos políticos liberales y conservadores. El rey se negó a conceder plenos poderes al gobierno para reprimir esta marcha y encargó a Mussolini la tarea de formar gobierno. Este acto simboliza la nula voluntad de resistencia de la sociedad italiana frente al ascenso del fascismo.

El Nazismo en Alemania

Alemania fue vencida en la Primera Guerra Mundial. El régimen tras la derrota, en sustitución del desaparecido Imperio Alemán, era democrático y parlamentario y fue conocido como la República de Weimar. La República de Weimar tuvo numerosos problemas que permitieron el desarrollo del nazismo. Entre estos problemas cabe destacar la derrota en la guerra, el desorden económico de la posguerra, la debilidad del régimen, la división del parlamento y la crisis de 1929.

La Derrota en la Gran Guerra

El ejército y los conservadores acusaron al régimen de traición por engañar a los soldados que estaban en el frente. Incluso le responsabilizaban de la derrota. Muchas fuerzas políticas alemanas pretendían revisar el acuerdo, sobre todo en lo relativo a las amputaciones territoriales sufridas en el este. Los partidos nacionalistas, antiliberales y militaristas que rechazaban el nuevo régimen eran muy numerosos en la zona de Baviera. En este ambiente, Hitler refundó el Partido Nacional-Socialista Obrero Alemán (Partido Nazi).

El Desorden Económico de la Posguerra

La Primera Guerra Mundial provocó una catástrofe económica sin precedentes y un periodo de hiperinflación. La crisis se acentuó, el dinero se devaluó y los más afectados fueron los modestos ahorradores, pensionistas, viudas, funcionarios y asalariados. Era frecuente que se acusara a algunos grupos sociales de conspirar para enriquecerse a costa de los buenos alemanes.

La Debilidad del Régimen

La República de Weimar tuvo que hacer frente a los intentos de revolución promovidos por el partido comunista, a los intentos de separación de varios estados y a los golpes de estado de grupos de extrema derecha. La República de Weimar se hizo más derechista y reprimió con mayor dureza al movimiento obrero que al golpismo. La tolerancia hacia los golpistas llegó a ser escandalosa y se consintió la violencia callejera de las milicias paramilitares del partido nazi.

División del Parlamento

El sistema electoral impedía que los partidos obtuvieran mayorías suficientes para gobernar en solitario. Esto obligó a formar gobiernos de coalición inestables en los que asumía un importante papel el partido socialdemócrata. El partido nazi resultó útil debido a su antimarxismo y a que amedrentaba a comunistas y sindicalistas. El propio Hitler abandonó en sus discursos todo aquello que sonase a revolucionario y recibió el apoyo de grupos sociales y la financiación del gran capital. Esta estrategia le permitió acceder al poder.

Antisemitismo Furibundo

La ideología de Hitler combinaba un antisemitismo furibundo con cierta demagogia anticapitalista contra los ricos, las finanzas y la sociedad moderna.

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