Transformaciones en España: Siglos XVI-XVIII – Cultura, Sociedad y Reformas

  • Cultura y Mentalidades en la España del Siglo XVI

    El Renacimiento y sus Desafíos

    El Renacimiento llegó a España en el siglo XVI, impulsado por la presencia española en Italia. Durante el reinado de Carlos I, se extendió el erasmismo, con Luis Vives como principal exponente. Sin embargo, la Iglesia y la Corona reaccionaron contra cualquier manifestación de libertad de pensamiento.
    En 1559, Felipe II prohibió a los castellanos estudiar en el extranjero, salvo en Roma, Bolonia y Coimbra, y censuró la publicación de libros considerados peligrosos para la fe católica. Esto provocó un retraso en el conocimiento científico, excepto en geografía.
    A pesar de ello, destacaron actividades como:
    • Derecho internacional (Francisco de Vitoria y Bartolomé de las Casas).
    • Economía (Escuela de Salamanca).
    • Bellas artes:
      • Arquitectura: Juan de Herrera (El Escorial).
      • Pintura: El Greco (El entierro del señor de Orgaz, El caballero de la mano en el pecho).
      • Escultura: Escuela de Valladolid (Alonso de Berruguete – Retablo de San Benito).
    • Literatura: San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
    La sociedad española del siglo XVI se caracterizaba por valores aristocráticos y religiosos, basados en el orgullo del cristiano viejo y del hidalgo, quienes despreciaban el trabajo manual y el espíritu de lucro, lo que tuvo un impacto negativo en la economía.

    La Inquisición

    La Iglesia, muy poderosa e inmovilista, controlaba la enseñanza y poseía una sexta parte de las tierras. La intolerancia religiosa, iniciada por los Reyes Católicos, se acentuó en el siglo XVI.
    La ortodoxia católica se impuso con el apoyo de la Corona a través del Consejo de la Suprema y General Inquisición, institución común a todos los reinos. La Inquisición detenía y juzgaba a sospechosos de judaizar y herejía, entregándolos a las autoridades civiles si eran condenados.
    Los estatutos de limpieza de sangre se utilizaron contra descendientes de judíos conversos y moriscos que se resistían a la asimilación, impidiéndoles ocupar cargos en la Administración, la Iglesia y el ejército.
  • La España del Siglo XVII: Crisis Económica y Social

    El siglo XVII fue una etapa de crisis económica en Europa y España, con la excepción de Holanda e Inglaterra. Los factores específicos de la crisis española fueron:
    • Descenso demográfico: Pérdida de un millón de habitantes respecto al siglo XVI, debido a epidemias, expulsión de los moriscos, emigración a América, escasez de matrimonios y aumento de la mortalidad.
    • Agotamiento económico: La política exterior absorbió los ingresos ordinarios, obligando a recurrir a medidas extraordinarias como el aumento de la presión fiscal y la devaluación de la moneda.
    • Disminución de la producción agrícola por malas cosechas, favoreciendo las hambrunas.
    • Descenso de la ganadería bovina y ovina.
    • Caída de la demanda que afectó a la artesanía y al comercio (crisis de la industria textil catalana).
    • Prejuicios sociales de las clases adineradas contra el trabajo, perjudicando el desarrollo económico.
    • Atraso tecnológico respecto a Europa, obligando a recurrir a importaciones.
    Con la crisis, aumentó el peso social de los grupos improductivos (nobles, clérigos, mendigos) frente a los productivos (campesinos, artesanos, comerciantes). La nobleza incrementó la presión fiscal sobre los campesinos, empobreciendo a las clases populares. La burguesía prácticamente se extinguió.

    El Cambio Dinástico del Siglo XVIII: Los Primeros Borbones

    La muerte de Carlos II en 1700 sin descendencia supuso el fin de la casa de los Austrias y la llegada de la casa de los Borbones con Felipe V tras la Guerra de Sucesión. Felipe V impuso un nuevo modelo de Estado, el absolutismo regio, siguiendo el modelo de Luis XIV.
    En esta fórmula política, el monarca era la encarnación del Estado, con poder ilimitado. Los monarcas, con el apoyo de consejeros, fortalecieron el poder real, reformando las instituciones para adecuarlas al fortalecimiento del poder monárquico y para que la autoridad real llegara a todos los territorios y súbditos.
    Era necesario centralizar el poder, cuyo núcleo era el rey, e implantar la uniformidad legal e institucional. La reorganización política y administrativa fue obra de Felipe V, Fernando VI y Carlos III, quienes establecieron una monarquía fuerte, centralista y unificada, siguiendo el modelo francés.

    Reformas en la Organización del Estado: La Monarquía Centralista

    Las reformas de los Borbones buscaban modernizar el reino y mejorar el gobierno, la economía y la cultura, sin transformar el Antiguo Régimen ni su estructura social.
    La Guerra de Sucesión y la posición de los reinos de la Corona de Aragón a favor del archiduque Carlos fueron la ocasión para iniciar las reformas del Estado.

    Decretos de Nueva Planta

    Los Decretos de Nueva Planta (1707-1716) eliminaron las instituciones político-administrativas de la Corona de Aragón, unificando el Estado siguiendo el modelo castellano. Se abolieron los privilegios fiscales y militares, el virrey fue sustituido por el capitán general, y se suprimieron las Cortes de cada reino, la Generalitat y el Consell de Cent de Barcelona.

    Otras Reformas

    • Se estableció un nuevo sistema de sucesión al trono con la Ley Sálica (1713).
    • Las Cortes de los reinos desaparecieron, reuniéndose solo como Cortes Generales del Reino.
    • Se crearon las Secretarías de Estado y de Despacho, origen de los actuales ministerios.
    • Los Consejos perdieron influencia, excepto el Consejo de Castilla.
    • Se implantó una nueva administración territorial dividida en provincias y capitanías, con audiencias, capitanes generales e intendentes.
    • Los municipios perdieron autonomía.
    • Se reformó el ejército y la armada, introduciendo el sorteo de quintas, regimientos, departamentos marítimos y escuelas de guardiamarinas.
    • La reforma de la Hacienda pública fracasó parcialmente, pero aumentó los ingresos y se igualaron los impuestos de la Corona de Aragón con los de Castilla.
    • Se impulsaron reformas culturales, creando instituciones como la Real Academia de la Lengua y el Gabinete de Ciencias Naturales.
  • La Práctica del Despotismo Ilustrado: Carlos III

    Los monarcas del siglo XVIII llevaron a cabo reformas para mejorar el bienestar de sus súbditos sin renunciar a su soberanía. Esta política, conocida como Despotismo Ilustrado, se basaba en la Ilustración francesa, que defendía el uso de la razón y el conocimiento para transformar la sociedad.
    Los objetivos del Despotismo Ilustrado fueron: desarrollar la economía, hacer más eficaz el gobierno, racionalizar la administración, fomentar la cultura, extender la educación y limitar la influencia de la Iglesia. Sin embargo, las reformas tuvieron un alcance limitado, ya que no pretendían alterar las bases sociales del Antiguo Régimen.
    Carlos III personifica el Despotismo Ilustrado en España. Su impulso reformista se acentuó tras los motines de 1766. Se apoyó en ilustrados como el Conde de Campomanes, el Conde de Floridablanca y el Conde de Aranda.

    Política Reformista de Carlos III

    Su política reformista actuó en dos frentes:
    a) Política eclesiástica: Reforzar el patronato regio, retener documentos del Vaticano, luchar contra las supersticiones y expulsar a los jesuitas en 1787.
    b) Política económica:
    • Hacienda: Creación de la lotería nacional, emisión de vales reales y creación del Banco de San Carlos.
    • Agricultura: Adopción de ideas fisiócratas, introducción de nuevos cultivos, explotación de nuevas superficies, ayudas estatales a los campesinos, limitación de los privilegios de la Mesta y colonización de Sierra Morena.
    • Industria: Creación de manufacturas reales, fábricas de indianas, liberalización de los oficios artesanales y estímulo de las pequeñas industrias locales.
    • Comercio: Fin del monopolio de Cádiz, libertad de comercio con América, libre comercio de cereales, construcción de carreteras, canales y protección de la producción nacional.
    Reformas culturales y urbanísticas: Fomento de la enseñanza y adecuación de la capital (Madrid), con limpieza, alumbrado, numeración de casas y el plan del Salón de los Prados.
    La Ilustración española terminó con el reinado de Carlos III en 1788. Su sucesor, Carlos IV, adoptó posturas antirreformistas y conservadoras tras el estallido de la Revolución Francesa.

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