Crisis Energética de 1973: Causas, Consecuencias y Políticas Económicas

La Crisis Energética de 1973

Antecedentes de la Crisis

En la década de 1970, una serie de acontecimientos frenaron el crecimiento económico que experimentaban los países desarrollados tras la posguerra. El primer acontecimiento se produjo alrededor de 1971, generando inestabilidad en el sistema monetario internacional. Esta situación fue causada por la caída del dólar, provocada por la decisión del presidente Nixon de desligarlo del patrón oro, poniendo fin a los acuerdos de Bretton Woods.

Estados Unidos abandonó el sistema Bretton Woods debido a:

  • Pérdida de competitividad en la economía frente a la mejora en la productividad de los países europeos y Japón.
  • Inflación de precios, surgida de los crecientes gastos militares de la Guerra de Vietnam, en la que participó con el objetivo de evitar la unificación de Vietnam bajo un gobierno comunista.

Consecuencias del abandono del patrón oro:

  • Estados Unidos aumentó su liquidez mundial.
  • El dólar siguió siendo la principal moneda de reserva internacional.
  • Se pasó del patrón de cambios dólar al patrón fiduciario dólar.
  • Inestabilidad económica internacional debido a la desintegración del sistema monetario y la flotación del dólar en 1973.

La Crisis Económica de 1973

Después de la Guerra de Corea (1950-1951), en la que Estados Unidos participó para evitar la propagación del comunismo, los costes de la energía, los alimentos y las materias primas disminuyeron, favoreciendo el aumento de la oferta de energías y materias primas. Este aumento propició la aparición de nuevos sectores energéticos dependientes del petróleo. En los años sesenta, el 50% de las exportaciones se concentraban en los países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).

Causas de la crisis petrolera:

  • Los países de la OPEP se vieron afectados por la decisión de Estados Unidos de eliminar el patrón oro, ya que la devaluación del petróleo se realizaba a través de esta moneda.
  • La Guerra de Yom Kippur, donde Estados Unidos apoyó a Israel.

La Guerra de Yom Kippur

Se produjo un enfrentamiento entre Egipto e Israel por la ocupación de territorios que Egipto había perdido. Para recuperar estos territorios, Egipto contó con el apoyo de Arabia Saudita y, el 6 de octubre de 1973, lanzaron un ataque sorpresa a través del canal de Suez. A pesar de la ventaja inicial de Egipto, Israel se recuperó gracias al apoyo de Estados Unidos y la URSS.

Ante la ventaja israelí, Egipto decidió usar el petróleo como arma. Se celebró una reunión en Kuwait con seis países representantes de la OPEP, liderados por el ministro de Arabia Saudita, acordando subir el precio del petróleo un 60% para presionar a Estados Unidos a retirar su apoyo a Israel. Tras los acuerdos de reducción de la producción y aumento de precios tomados por la OPEP a finales de 1973, como represalia contra Occidente por la Guerra de Yom Kippur, los precios se dispararon: entre 1972 y 1974, el precio del petróleo aumentó un 300%. Entre 1973 y 1981, el precio del petróleo se multiplicó por doce.

Consecuencias de la Crisis del Petróleo

  • Incremento en los precios del petróleo: La OPEP obligó a las compañías petroleras a aumentar los precios drásticamente. El precio del petróleo se cuadruplicó desde 1974.
  • Nacionalización de las principales empresas productoras de petróleo: Los estados miembros de la OPEP comenzaron a nacionalizar sus empresas petrolíferas. Los saudíes adquirieron el control de Aramco (la mayor empresa petrolera del mundo).
  • Escasez de combustible en Estados Unidos: El caos se apoderó de Occidente debido a la subida de precios. Con el inicio del embargo, las importaciones petrolíferas de Estados Unidos procedentes de países árabes se redujeron. Estados Unidos sufrió el “primer período de escasez de combustible desde la Segunda Guerra Mundial”. Debido a la dependencia mundial del petróleo, los países industrializados sufrieron una repentina inflación y una recesión económica. En Estados Unidos, la crisis provocó condiciones adversas para los desempleados, los grupos sociales marginados y los trabajadores jóvenes. Escuelas y oficinas cerraron para ahorrar combustible, y las fábricas redujeron la producción y despidieron trabajadores.
  • Golpe a los países europeos: En Francia, la crisis puso fin al período conocido como Trente Glorieuses, los últimos 30 años de alto crecimiento económico, y comenzaron los años de desempleo permanente. Holanda se enfrentó a un embargo total por su apoyo a Israel, sufriendo desabastecimiento de combustible. El Reino Unido mantuvo prácticamente el mismo abastecimiento (por haberse negado a permitir a Estados Unidos utilizar sus aeródromos y haber establecido un embargo de armas y suministros tanto para los árabes como para los israelíes), mientras que el resto de los países se enfrentaban a recortes parciales. A partir de esta crisis, los países occidentales iniciaron políticas de diversificación y ahorro energéticos y, entre otras medidas, se creó la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en 1974.

La Política Económica de los Años 70

Los acontecimientos de los años setenta plantearon a los gobiernos una tarea mucho más difícil en términos de dirección económica. Tuvieron que enfrentarse a una multitud de problemas simultáneos: inflación, desempleo creciente, estancamiento del producto interior, dificultades de la balanza de pagos, crecientes déficits del sector público y desórdenes monetarios, entre otros. Durante los setenta, se priorizó el control de la inflación y el tratamiento de los desequilibrios exteriores, en lugar de estimular el crecimiento y mantener el pleno empleo.

La aproximación más rigurosa a la política monetaria, junto con las restricciones fiscales, no tuvo un éxito arrollador en términos de control de la inflación y tuvo efectos secundarios importantes en la economía real. La mayoría de los países lograron reducir la tasa de crecimiento monetario, pero el proceso fue lento y desigual. La inflación se mantuvo alta en comparación con los patrones de la posguerra y comenzó a acelerarse de nuevo en 1979.

Las autoridades tropezaron con dificultades para controlar la base monetaria debido al desarrollo de intermediarios financieros y a los flujos internacionales de capital, mientras que los problemas asociados con la financiación de los grandes déficits del sector público originaban fluctuaciones de la oferta monetaria a corto plazo. Además, el grado de restricción monetaria estaba limitado por el consenso político. La política fiscal y monetaria es una parte inevitable del proceso político democrático, lo que moderó el rigor de las nuevas políticas, dadas las consecuencias en términos de producto y empleo.

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