Los Gobiernos de UCD (1979-1982)
Tras aprobar la Constitución, se convocaron elecciones para marzo de 1979, con resultados similares a los de 1977. La UCD obtuvo la victoria y, en consecuencia, Adolfo Suárez formó su tercer gobierno. Un mes después, se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas. Los resultados se ajustaron a las previsiones:
- UCD obtuvo la mitad de las capitales de provincia.
- Las grandes capitales y un gran número de ciudades importantes eligieron alcaldes socialistas y comunistas gracias al pacto municipal entre PSOE y PCE, aunque UCD fue la fuerza más votada.
- La mayor parte de alcaldes y concejales en Cataluña y País Vasco pertenecían a partidos nacionalistas.
El último gobierno de Suárez se caracterizó por la inestabilidad política y una crítica permanente a su gestión, tanto desde dentro como desde fuera de UCD. Entre los problemas destacaron:
- Divergencias internas en UCD: una coalición heterogénea con discrepancias en cuestiones como la ley del divorcio o la política educativa. El problema de las autonomías generó una división entre los partidarios de dar autonomía a todas las regiones y los que eran más restrictivos.
- Crisis económica: el problema del paro y la situación económica debido a la segunda crisis del petróleo en 1979 y la revolución islamista en Irán.
- El azote del terrorismo: ETA asesinó a 235 víctimas entre 1978 y 1980, de las cuales 144 pertenecían a las Fuerzas Armadas, además de 43 víctimas del GRAPO y 27 de la extrema derecha.
- La amenaza de un golpe de Estado militar, provocada por los atentados.
- Acoso del PSOE con una dura y permanente campaña contra el gobierno para desacreditarlo y la presentación de una moción de censura que, aunque no se aprobó, desgastó a Suárez.
En enero de 1981, Adolfo Suárez presentó su dimisión como presidente de UCD y del Gobierno, proponiendo a Leopoldo Calvo Sotelo.
El 23-F y el Gobierno de Calvo Sotelo
En la tarde del 23 de febrero, mientras se procedía a la investidura de Calvo Sotelo como nuevo presidente del gobierno, el Congreso de los Diputados fue asaltado por un grupo de civiles al mando del teniente coronel Antonio Tejero Molina. España vivió unas largas horas de tensión e incertidumbre. De madrugada, el Rey dio un mensaje por televisión en el que desmontaba el golpe de Estado y reivindicaba la legitimidad de la Constitución. Finalmente, los golpistas se rindieron y liberaron al gobierno y a los diputados.
Leopoldo Calvo Sotelo fue elegido presidente del Gobierno y mantuvo casi intacto el gobierno de Suárez. En política interior, destacó el relanzamiento del proceso autonómico y los acuerdos con el PSOE permitieron salir del estancamiento de varios estatutos de autonomía. En política de seguridad y defensa, Calvo Sotelo manifestó su intención de integrar a España en la OTAN, lo que se concretó en mayo de 1982. El PSOE estaba en contra y prometió someterlo a referéndum si ganaba las elecciones, lo cual hizo una vez en el poder.
La descomposición interna de UCD se acentuó por divergencias ideológicas entre sus miembros y los resultados de las sucesivas elecciones autonómicas en Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía. Entre 1981 y 1982, grupos y personalidades relevantes se fueron escindiendo para incorporarse a otros partidos políticos. Adolfo Suárez abandonó UCD en junio de 1982 y fundó el Centro Democrático y Social (CCDS). Ante esta situación, Calvo Sotelo disolvió anticipadamente las Cortes y convocó elecciones generales.
Los Gobiernos del PSOE (1982-1996)
Tras las elecciones de 1982, los socialistas gobernaron en solitario por primera vez en España y se mantuvieron durante casi 14 años. Un análisis global de los resultados de las elecciones de 1982, 1986 y 1993 permite extraer algunas conclusiones:
- UCD no pudo sobrevivir al descalabro electoral del 82 y se disolvió un año después.
- El ejercicio del poder desgastó progresivamente la imagen del PSOE, y en cada elección sufrió una reducción del porcentaje de votos y escaños, hasta perder la mayoría absoluta en las elecciones del 93.
- Alianza Popular se configuró como segunda fuerza política y se vio como alternativa hasta su despegue electoral en 1993, coincidiendo con el desgaste del PSOE.
- El PCE empezó a superar su crisis interna hasta recuperar su techo electoral en torno al 10% de los votos.
Felipe González permaneció en el gobierno casi 14 años. Uno de los aspectos más destacables fue su política de reajuste económico entre 1982 y 1985 para atajar la crisis y preparar el ingreso en la CEE. En 1984, impulsó un programa de reconversión industrial con elevados costes sociales que provocó una intensa conflictividad en los sectores afectados. En 1985, España y Portugal firmaron la adhesión a la CEE, para ingresar el 1 de enero de 1986.
Expansión Económica y Conflictividad Social
Entre 1986 y 1991, España vivió una fase de relanzamiento económico, pero el mantenimiento por parte del gobierno de una política poco favorable para los trabajadores en materia laboral y salarial empujó a UGT y Comisiones Obreras a convocar una huelga general en diciembre de 1988, que obligó al Gobierno a ceder. La expansión finalizó en 1992, año en que se celebraron los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, que dieron una buena imagen de España. En la CEE se firmó el Tratado de Adhesión por el que se creaba la UE y se sentaban las bases de una futura unión monetaria de sus miembros.
Lucha contra el Terrorismo y Escándalos de Corrupción
La violencia terrorista de ETA no cesó con la llegada de los socialistas al poder, y el Gobierno continuó diferentes medidas además de las policiales:
- Medidas de carácter diplomático para lograr la colaboración de Francia. El cambio de actitud de Francia desde 1984 fue fundamental y se establecieron acuerdos de colaboración con España. Fruto de esta colaboración fueron los diferentes éxitos.
- La continuación de la política de reinserción iniciada por UCD para aquellos etarras dispuestos a abandonar la violencia.
- La creación de un frente político contra el terrorismo que se materializó en dos acuerdos: el Pacto de Madrid en 1987 por todos los partidos del Congreso de Diputados y el Pacto de Ajuria Enea en 1988 por los partidos democráticos del Parlamento vasco.
- La negociación directa con ETA en las “Conversaciones de Argel” en 1987 y 1988, que el gobierno suspendió por la intransigencia terrorista y su negativa a renunciar a la violencia, con atentados sanguinarios como la masacre de Hipercor en Barcelona, en junio de 1987, con 15 muertos y 35 heridos.
El capítulo más siniestro de la lucha antiterrorista fue la aparición de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que causaron 28 muertos en el entorno de ETA. El escándalo estalló años después con la detención de dos policías españoles implicados en los hechos, que denunciaron conexiones entre el GAL, políticos socialistas vascos y el Ministerio del Interior, señalando al presidente Felipe González como participante en esta guerra sucia e ilegal. Diferentes escándalos de corrupción en todos los ámbitos y la financiación ilegal del PSOE llevaron a este partido a ir perdiendo cada vez más votos y a la derrota en 1996, tras una pérdida considerable en las elecciones municipales y autonómicas de 1995.
Los Gobiernos del PP (1996-2004): La Convergencia con la Europa del Euro
Antes de las elecciones generales de marzo de 1996, el PP, liderado por José María Aznar, había experimentado una renovación interna que, junto al desgaste del PSOE, le había permitido ganar posiciones en diferentes convocatorias electorales: locales, autonómicas y al Parlamento Europeo. El triunfo electoral de 1996 del PP, por debajo de la mayoría absoluta, obligó a Aznar a pactar con nacionalistas catalanes, vascos y canarios para formar gobierno. En las elecciones del 2000, el PP obtuvo mayoría absoluta con 183 escaños frente a 125 del PSOE.
La política económica del PP consistió en un programa liberal (reducción de la intervención del Estado en la economía, privatización de empresas públicas, disminución del gasto público y rebaja de impuestos). Uno de los objetivos inmediatos era cumplir los criterios del Tratado de Maastricht (1992) para que España ingresara desde el primer momento en la moneda única. Tales criterios consistían en la reducción de la inflación, la deuda y el déficit público, y los tipos de interés bancario. Todos ellos difíciles de cumplir dada la situación económica heredada, pero antes de mayo de 1998 (fecha límite) se cumplieron todos:
- La inflación se redujo con una política de moderación del gasto público.
- La deuda pública, mediante la privatización de empresas estatales como REPSOL, Endesa o Telefónica, que supuso una inyección de dinero para la hacienda.
- El déficit público mediante la moderación del gasto.
- Los tipos de interés se rebajaron conforme disminuía la inflación.
En consecuencia, España se incorporó al euro, fijándose en 166,686 pesetas por euro, que comenzó a funcionar físicamente en enero de 2002. Durante el mandato de José María Aznar, se crearon en España 5 millones de puestos de trabajo. El PIB español creció un total agregado del 64%. España se integró en el euro y se pasó del 78 al 87% de la renta media de la UE. El déficit público bajó del 6% del PIB hasta lograr el equilibrio presupuestario en 2002. En este período tuvieron lugar las dos primeras bajadas de impuestos sobre la renta en la democracia española. El servicio militar español dejó de ser obligatorio.
Lucha contra el Terrorismo y el Final de la Tregua de ETA
Una de las principales preocupaciones fue la lucha contra el terrorismo. En julio de 1997, dos hechos conmocionaron a la opinión pública: la Guardia Civil liberaba a Ortega Lara, funcionario de prisiones secuestrado por ETA y encerrado en un zulo en condiciones infrahumanas. Poco después, un concejal del PP en Ermua (Vizcaya), Miguel Ángel Blanco, fue secuestrado y a los dos días ejecutado, a pesar del clamor popular que exigía su liberación. Con este precedente, el PNV y otras organizaciones nacionalistas, entre ellas las más radicales y próximas a ETA, firmaron en septiembre de 1998 el acuerdo de Lizarra, para buscar una solución siguiendo el modelo irlandés. Cuatro días después, ETA declaró una tregua indefinida con el argumento del cambio de actitud del PNV por la alianza con los independentistas. Tras más de un año de ello, en noviembre de 1999, ETA comunicó el final de la tregua, que algunos interpretaron como una tregua trampa para ganar tiempo. La segunda legislatura del PP (2000-2004) estuvo marcada por la lucha antiterrorista. En el 2000, una nueva escalada terrorista se saldó con 23 víctimas mortales en diferentes partes del país. Ante esta situación, el PP y el PSOE firmaron un Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo en el que se fijaron unas bases para una actuación conjunta y se impusieron políticas de firmeza contrarias a cualquier tipo de concesión política y colaboración internacional entre las democracias.