Evolución Histórica de la Península Ibérica: Desde la Romanización hasta la Reconquista

Evolución Histórica de la Península Ibérica

Provincias Romanas: Divisiones administrativas del territorio conquistado por Roma en la antigüedad. Cada una dirigida por un gobernador, del que dependían los demás funcionarios, y subdividida en conventos jurídicos. La Península Ibérica, a la que los romanos llamaron Hispania, fue dividida tras la llegada de los romanos en el siglo III a.C. en dos provincias: Citerior y Ulterior. Sin embargo, durante la dominación romana fueron fragmentándose, de modo que en el Bajo Imperio (siglo IV d.C.) existían ya seis provincias: Tarraconensis, Cartaginensis, Baetica, Lusitania, Gallaecia y Baleárica.

Andelos: Ciudad romana situada en la zona media de la actual Navarra, cerca de Mendigorría. Enclavada sobre un asentamiento anterior, alcanzó su máximo desarrollo durante los siglos I y II d.C. En ella se han encontrado algunos de los restos romanos más importantes de nuestra comunidad, destacando las plantas de varias mansiones (domus), pavimentadas con mosaicos (como el «Triunfo de Baco») y, sobre todo, un complejo sistema para abastecer de agua a la ciudad, del que se conservan la presa, el depósito y restos del acueducto y el castellum aquae o depósito de distribución.

Romanización: Proceso de asimilación de los rasgos culturales romanos experimentado por los habitantes de los pueblos conquistados, que asumieron sus costumbres, su organización política, económica y social, así como su lengua, el latín, y su religión. En la Península Ibérica tuvo lugar durante el periodo de dominación romana (siglo III a.C. – siglo V d.C.). Se dio de forma lenta y gradual, y no fue uniforme, siendo en el Mediterráneo mucho más intensa que en la cornisa cantábrica. Los principales agentes que contribuyeron a la romanización fueron las ciudades, la red de calzadas, el asentamiento de colonos latinos, la integración de jefes indígenas en la administración y la concesión de la ciudadanía.

Monarquía Visigoda: Sistema de gobierno establecido en la Península Ibérica entre 507 y 711 por los visigodos, un pueblo germánico originario del norte de Europa. Tuvo su capital en Toledo y se caracterizó por el carácter electivo de los monarcas, que gobernaron apoyados en el Aula Regia y los Concilios de Toledo. Consiguió la unificación del territorio de la península tras la guerra contra los suevos y bizantinos, la unificación jurídica a través del Liber Iudiciorum y la unidad religiosa con el abandono del arrianismo y la adopción del catolicismo. Sin embargo, la debilidad interna provocada por las luchas por el trono facilitó la conquista del reino por los musulmanes en 711.

Mozárabes: Nombre que reciben los cristianos que vivieron en Al-Ándalus tras la conquista musulmana del reino visigodo en 711. Aunque se les permitió seguir practicando el cristianismo, estaban obligados a pagar un impuesto especial del que estaban excluidos los musulmanes. Su importancia numérica en Al-Ándalus fue decreciendo debido a las conversiones al Islam (muladíes) y las migraciones a territorios cristianos del norte, donde contribuyeron en la repoblación. En el arte, destacaron en la ilustración de códices miniados, llamados beatos (Beato de Liébana), y en la construcción en territorio cristiano de iglesias prerrománicas con influencias del arte musulmán.


Califato de Córdoba: Régimen político establecido en Al-Ándalus, territorio bajo dominio musulmán de la Península Ibérica, en el año 929 por el emir Abderramán III. Al proclamarse califa, Abderramán III se convertía en la máxima autoridad religiosa para los musulmanes de Al-Ándalus y rompía totalmente los lazos de dependencia con el califato Abasí de Bagdad, del que ya tenía la independencia política. Fue la etapa más brillante de Al-Ándalus, tanto en lo político como en lo militar, cultural o artístico, y Córdoba, su capital, se convirtió en la principal ciudad de la Europa Occidental. Entró en crisis tras la muerte de Almanzor a comienzos del siglo XI y acabó fragmentándose en diversos reinos de taifas en 1031.

Reinos de Taifas: Conjunto de estados independientes en los que se fragmentó Al-Ándalus tras la disolución del Califato de Córdoba en 1031. La debilidad de estos reinos, que a menudo estaban enfrentados, fue aprovechada por los reinos cristianos del norte para avanzar en la Reconquista y exigir el pago de tributos, llamados parias, a cambio de protección. A pesar de los intentos de unificación protagonizados por los almorávides y almohades norteafricanos, las taifas acabaron sucumbiendo al avance cristiano, y a partir del siglo XIII solo consiguió resistir uno, el Reino Nazarí de Granada, conquistado en 1492 por los Reyes Católicos.

Reconquista: Proceso histórico desarrollado durante la Edad Media por el que los núcleos cristianos del norte de la Península Ibérica fueron arrebatando a los musulmanes el territorio de Al-Ándalus y repoblándolo. Comenzó en 722 con la victoria cristiana de Don Pelayo en la batalla de Covadonga y se desarrolló durante ocho siglos en los que los cristianos fueron avanzando gradualmente de norte a sur. El siglo de mayor avance fue el XIII, tras la batalla de las Navas de Tolosa de 1212. Finalizó con la conquista del reino nazarí de Granada en 1492 por los Reyes Católicos. Durante la Reconquista se fueron configurando los diferentes reinos cristianos peninsulares (Castilla, Portugal, Corona de Aragón y Navarra).

Batalla de las Navas de Tolosa: Enfrentamiento entre cristianos y musulmanes que tuvo lugar en 1212, cerca de la localidad jienense del mismo nombre. El poderío almohade demostrado en las décadas precedentes llevó a los reinos de Castilla (Alfonso VIII), Navarra (Sancho VII) y Aragón (Pedro II) a coaligarse y enfrentarse, apoyados por caballeros franceses y portugueses, al ejército almohade, dirigido por Miramamolín. La victoria cristiana tuvo como consecuencia el fin del dominio almohade en la península, la división del territorio en nuevos reinos de taifas y un gran avance reconquistador del siglo XIII, que redujo el territorio musulmán al Reino Nazarí de Granada, conquistado por los Reyes Católicos en 1492.

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