El Estado Moderno: Origen y Consolidación

Durante la transición de la Edad Media al Renacimiento, se consolidaron en Europa una serie de transformaciones políticas que dieron origen al Estado Moderno. Este proceso se caracterizó por la centralización del poder en manos de monarcas y el desarrollo de instituciones que permitieron una administración más eficiente y un control más efectivo del territorio.

Instituciones del Estado Moderno

Las instituciones fueron pilares fundamentales para el funcionamiento del Estado Moderno. Estas instituciones se originaron a partir del Consejo Real de la Edad Media, vinculado a la curia regis, un cuerpo de consejeros elegidos por el soberano. Con el tiempo, se buscó que estos puestos fueran ocupados por personas cada vez más capacitadas, estableciéndose en algunos casos un cursus honorum que permitía a los individuos más notables ascender en la jerarquía administrativa.

Justicia en el Estado Moderno

La administración de justicia se consideraba el objetivo principal de la organización política. La Justicia Real fue adquiriendo superioridad, buscando ser única, universal y uniforme en su aplicación. En España, por ejemplo, se implementaron audiencias y chancillerías para lograr este objetivo.

Burocracia en el Estado Moderno

Se desarrolló una burocracia especializada y jerarquizada al servicio exclusivo del monarca. Esta burocracia, compuesta en su mayoría por miembros de la nobleza media y baja y por la burguesía letrada, organizaba y extendía la acción de gobierno. Contaban con formación universitaria y conocimientos prácticos. Además, se crearon instituciones representativas del pueblo, como la Cámara de los Comunes en Inglaterra, y de las élites, como la Cámara de los Lores en Prusia, Holanda e Inglaterra. También se formaron los Parlamentos.

Finanzas en el Estado Moderno

Los monarcas buscaron la autofinanciación a través de derechos exclusivos, como la propiedad de minas y la acuñación de moneda, y la creación de nuevos sistemas de recaudación impositiva, como los impuestos aduaneros. Se redactaron normas para controlar la entrada y salida de bienes, y todo el sistema de recaudación era dirigido por la burocracia.

Ejército en el Estado Moderno

El ejército pasó de ser señorial a estatal, financiado con fondos públicos y con un carácter nacional, permanente y profesional. Se convirtieron en cuerpos armados al servicio del monarca, con la función de mantener la estabilidad interna y la hegemonía externa. Sin embargo, los mercenarios, que luchaban por dinero y no por la patria, predominaron en los ejércitos hasta después de la Paz de Westfalia. Los ascensos dentro del ejército comenzaron a asociarse más a los méritos profesionales que al origen social. La artillería experimentó un desarrollo espectacular, convirtiéndose en un elemento clave en la evolución militar.

Diplomacia en el Estado Moderno

La diplomacia se profesionalizó con la aparición de figuras como los cónsules, representantes de los intereses de grupos de una misma nacionalidad en el extranjero, y los embajadores, representantes de su país y su rey con misiones específicas. Se establecieron chancillerías con sedes fijas. Las principales misiones de los diplomáticos incluían informar sobre el estado de otras naciones, la negociación y el espionaje.

El Estado Absoluto y Maquiavelo

El auge del absolutismo papal en el siglo XV tuvo su contraparte en el desarrollo del poder monárquico en Europa occidental. El poder político se concentró en manos del monarca, quien se benefició de la creciente unidad nacional. La concepción del soberano como fuente de todo poder político se convirtió en una idea común en el siglo XVI. Estos cambios reflejaban las transformaciones económicas y sociales de la época.

Transformaciones Económicas y Sociales

Los cambios económicos de finales del siglo XV, con el auge del comercio y la aparición de una burguesía adinerada, impulsaron la centralización del poder. La nueva clase de comerciantes e industriales necesitaba un gobierno fuerte que protegiera sus intereses, y encontraron en el rey un aliado natural. La burguesía apoyó la concentración del poder militar y la administración de justicia en manos del monarca, a pesar de que este poder a menudo era arbitrario y opresor. Consideraban que el gobierno de los príncipes era mejor que el de la nobleza feudal.

El Absolutismo Moderno en Europa

En el siglo XVI, la monarquía absoluta se convirtió en el modelo de gobierno predominante en Europa occidental. Este modelo derrocó el constitucionalismo feudal y las ciudades-estado libres. La Iglesia también quedó bajo el control de la monarquía o de las fuerzas sociales que la sostenían. El sacerdotium perdió su independencia y la Iglesia se convirtió en un socio del gobierno nacional.

Casos Nacionales

• España: La unión de Aragón y Castilla bajo los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, inició la formación de una monarquía absoluta que convirtió a España en una gran potencia europea.
• Inglaterra: El fin de las Guerras de las Dos Rosas y el reinado de Enrique VII marcaron el comienzo del absolutismo de la dinastía Tudor. Enrique VII fomentó el comercio y las empresas marítimas, consolidando el poder regio.
• Alemania: La debilidad del imperio permitió la anarquía, pero el ascenso de Prusia y Austria al poder soberano siguió un patrón similar al de España, Inglaterra y Francia.
• Francia: Francia es el ejemplo más claro de centralización del poder real. La unidad nacional, perdida durante la Guerra de los Cien Años, se recuperó en la segunda mitad del siglo XV. Se creó un impuesto para sostener un ejército permanente, y los Estados Generales perdieron el control sobre los impuestos. El monarca también estableció su poder sobre la Iglesia francesa, convirtiéndose en el único representante de la nación.

Maquiavelo y la Realidad Política Italiana

Nicolás Maquiavelo fue un agudo observador de la evolución política europea. Percibió la corrupción moral y política que acompañaba a la decadencia de las lealtades tradicionales y anhelaba una vida social más sana, como la que él creía que había existido en la antigua Roma.

La Situación en Italia

Italia estaba dividida en cinco estados principales: Nápoles, Milán, Venecia, Florencia y los Estados Pontificios. La caída de la república florentina demostró la incapacidad de las antiguas instituciones para hacer frente a las nuevas fuerzas políticas. Los Estados Pontificios se consolidaron bajo el papado, a pesar de la conducta de algunos papas. Sin embargo, ningún poder logró unificar la península italiana. La sociedad italiana era intelectualmente brillante y artísticamente creadora, pero estaba presa de la corrupción política y la degradación moral. La crueldad, el asesinato y el egoísmo se habían convertido en moneda corriente.

El Pensamiento de Maquiavelo

Maquiavelo es considerado el teórico político del «hombre sin amo», de una sociedad en la que el individuo se encuentra solo y se guía por su propio egoísmo. Su obra refleja la realidad de una Italia dividida y corrupta, donde la moralidad tradicional había perdido su vigencia.