El Imperio de Carlos V: Conflictos Internos y Política Imperial
La Sucesión y la Consolidación del Poder
En 1504, tras la muerte de Isabel la Católica, Juana es proclamada reina de Castilla, mientras que Fernando el Católico se retira a Aragón. La inestabilidad mental de Juana y la prematura muerte de Felipe el Hermoso en 1506 llevan a Fernando a asumir la regencia. Tras un breve período de regencia del Cardenal Cisneros, Carlos I es proclamado rey de Castilla, Aragón, Navarra, las plazas africanas, Canarias, América, Cerdeña, Nápoles y Sicilia. El joven rey, que desconocía el castellano y estaba rodeado de un séquito flamenco, se enfrenta a la resistencia de las Cortes, que le exigen que aprenda el idioma y nombre a castellanos para los cargos de gobierno. En 1519, la muerte de Maximiliano I le otorga el control de Flandes, el Franco Condado, Luxemburgo y el título imperial. Carlos I concibe la idea de unificar la cristiandad bajo un único imperio, lo que implica su defensa y expansión. Esta ambición le enfrenta a Inglaterra y Francia, y le lleva a luchar contra los turcos.
Para ser coronado emperador, Carlos I impone un nuevo impuesto para financiar el viaje y los sobornos necesarios. Parte de Valladolid hacia La Coruña, dejando como regente a Adriano de Utrecht.
Política Exterior: La Defensa del Imperio
La política exterior de Carlos V se orienta hacia la defensa y expansión de los dominios de los Habsburgo. La autoridad imperial varía según el territorio, pero Castilla, regida por un sistema autoritario, se convierte en el centro del imperio. Nace así la Monarquía Hispánica, y durante el reinado de los Austrias mayores, Castilla asume el peso del esfuerzo imperial sin beneficiarse directamente. La política exterior se desarrolla en varios frentes:
- Enfrentamiento con Francia, que se salda con una victoria española.
- Enfrentamiento con los turcos.
- Inicio de los conflictos con los protestantes. Una parte de la nobleza apoya a Lutero. Carlos I intenta inicialmente una solución pacífica, pero finalmente estalla la guerra. La derrota hispánica lleva a la Paz de Augsburgo, que concede libertad religiosa a cada príncipe alemán.
Castilla, agotada por el esfuerzo bélico, ve cómo Carlos I abdica en 1556, cediendo el trono imperial a Felipe II.
Conflictos Internos: Comunidades y Germanías
La creciente fiscalización para financiar la política imperial genera descontento social y político. Dos movimientos destacan en este período:
- Las Comunidades de Castilla (1520-1522): Un movimiento de las ciudades castellanas con representación en Cortes, liderado por la burguesía, que busca limitar el poder de la monarquía y la nobleza. La causa principal es el nombramiento de consejeros flamencos. Cada ciudad forma un ejército, y Juan Bravo es uno de sus líderes. Los comuneros declaran a Juana como soberana, pero el conflicto se extiende al campo, enfrentando a campesinos y nobles. La nobleza se alía con los realistas, y los comuneros son derrotados en Villalar.
- Las Germanías (1519-1523): Iniciadas en Valencia, las Germanías son una revuelta de artesanos y la pequeña burguesía. Dos años más tarde, el movimiento se extiende a Mallorca. Los agermanados intentan tomar las ciudades, pero la falta de apoyo de la nobleza permite a los realistas sofocar la rebelión.
La Monarquía Hispánica de Felipe II: La Unidad Ibérica (1556-1598)
Felipe II es una figura clave en la historia universal, conocido por su defensa del catolicismo y su apoyo a la Inquisición. Su reinado se caracteriza por la censura interna, el cierre de fronteras y la represión del calvinismo en los Países Bajos, liderada por el Duque de Alba. Felipe II es un gobernante minucioso y responsable, que supervisa personalmente todos los asuntos de estado.
Política Exterior
- La última cruzada contra los turcos: España e Italia se unen para derrotar a los turcos en la batalla de Lepanto, poniendo fin a su expansión marítima.
- La revuelta de los Países Bajos: La expansión del protestantismo, liderada por Guillermo de Orange, provoca una dura represión por parte del Duque de Alba. La guerra se prolonga, con un alto coste para Castilla. El resultado es la segregación de las provincias.
- Enfrentamiento con Inglaterra: Tras su matrimonio con María Tudor y su posterior regencia, Felipe II se enfrenta a Isabel I, que restaura el protestantismo y apoya a los rebeldes flamencos y a los corsarios. Se inicia una guerra que culmina con la derrota de la Armada Invencible.
- Relaciones con Francia: Felipe II apoya a los católicos franceses en su lucha contra Enrique de Borbón y los hugonotes.
- Unión con Portugal: Tras la muerte de Sebastián I de Portugal, Felipe II reclama el trono y se enfrenta a Antonio I. Finalmente, Felipe II es reconocido como rey, manteniendo la independencia de Portugal.
Política Interior
- Revuelta de los moriscos (1568-1571): Los moriscos, perseguidos social y económicamente durante 40 años, y afectados por la crisis de la seda, se sublevan. Tras su derrota, son dispersados por Castilla.
- La revuelta de Aragón: La defensa de los fueros aragoneses lleva a un enfrentamiento con la Corona. El antiguo secretario del rey, acusado de asesinato, se refugia en Zaragoza. El Justicia Mayor de Aragón interviene, pero la revuelta es sofocada militarmente. Se nombra un virrey y un Justicia Mayor de designación real.
- Don Carlos: El príncipe Carlos, apartado de la sucesión por problemas de salud, conspira a favor de los flamencos y es recluido.
El Modelo Político de los Austrias: La Monarquía Autoritaria
Los Austrias consolidan una monarquía autoritaria, sometiendo políticamente a la nobleza y la Iglesia. Se mejora la administración, poniéndola al servicio del rey. Felipe II fija la corte en Madrid. Se institucionalizan los secretarios, que cobran gran importancia. Se desarrolla el sistema polisinodial, con la creación de Consejos especializados. El Consejo de Estado, común para todos los territorios, se encarga de la política exterior. Se incentivan los virreinatos. Las Cortes pierden importancia en Castilla.
En la administración local, el rey está representado por los corregidores y alcaldes mayores en Castilla, y por los batlles en Aragón, todos ellos de nombramiento real. En cuanto a la justicia, en Castilla se crean nuevas audiencias, mientras que en Aragón se mantiene el sistema tradicional.
Economía, Sociedad y Cultura en la España del Siglo XVI
Economía
La población española alcanza los 6 millones de habitantes, de los cuales el 75% son castellanos. La agricultura es la principal actividad económica y experimenta una expansión durante el siglo, pero la modernización se ve frenada por la vinculación de las tierras al mayorazgo. Se desarrolla la Mesta, primero en el norte de Europa y después en Italia. La artesanía crece, pero la pervivencia de los gremios impide satisfacer la creciente demanda. El comercio con América es el sector más dinámico, pero la deficitaria red de infraestructuras y las aduanas interiores lo frenan. La llegada masiva de oro y plata de América no tiene un impacto positivo, provocando inflación y la devaluación de la moneda. En lugar de mejorar la producción artesanal, se opta por la importación de productos.
Sociedad
La sociedad española del siglo XVI es estamental. La alta nobleza, poco numerosa, pierde poder político, y Carlos I crea el título de Grandes de España. La baja nobleza y los hidalgos representan el 10% de la población. El alto y bajo clero crecen, con un aumento de las órdenes religiosas. La burguesía, el tercer estado, aspira a obtener títulos nobiliarios.
La Inquisición y la Contrarreforma
Carlos V impulsa la reorganización del mundo cristiano con el Concilio de Trento (1545-1563), que define el dogma cristiano y la liturgia católica. Nace la Contrarreforma, que explica la importancia de la limpieza de sangre como requisito para acceder a cargos públicos. La Inquisición, tribunal eclesiástico creado por los Reyes Católicos, vela por la pureza del dogma. Es un organismo común para todos los reinos, dirigido por el Inquisidor General, que coordina los tribunales. El proceso inquisitorial se inicia con una denuncia y concluye con una sentencia.