La Edad Antigua
1. Hispania Prerromana
Hasta la dominación romana, solo existió un estado con fronteras definidas y reconocidas por otros pueblos: el reino de Tartessos, única entidad política con capacidad para dominar diferentes comarcas.
2. La Romanización
La conquista romana comienza en el siglo III a.C. y termina en el 30 a.C. Se produce una primera división territorial:
- Hispania Citerior
- Hispania Ulterior (209-27 a.C.)
División durante el Imperio:
- Tarraconensis
- Lusitania
- Baetica (27 a.C.-293 d.C.)
Reforma de Diocleciano (293-476): La Diócesis Hispaniarum (prefectura de las Galias) se divide en 7 provincias:
- Tarraconensis
- Gallecia
- Cartaginensis
- Lusitania
- Baetica
- Mauritania Tingitana
- Balearica
La Edad Media
1. El Reino Visigodo
Tras la desaparición del Imperio romano, el pueblo visigodo constituyó a finales del siglo VI el primer reino peninsular, sobre las bases administrativas romanas y con capital en Toledo, lo que modificó las redes de jerarquización urbana.
2. La Ocupación Musulmana
Los musulmanes ocupan la Península en el 711. Al-Andalus es un Emirato dependiente del califato Omeya de Damasco. En el 756 se declara como Emirato Independiente, y en el 929 como Califato, rompiendo la unidad del Islam. La desaparición del Califato (1031) da inicio a una fase de inestabilidad política en la Hispania musulmana y a su fragmentación en reinos independientes (Taifas). Aunque el territorio islámico volvió a verse unificado por diferentes dinastías, fue progresivamente reducido por la expansión de los reinos cristianos peninsulares, hasta verse reducido al Reino Nazarí de Granada (conquistado en 1492).
3. Los Reinos Cristianos
La conquista musulmana no alcanzó el norte peninsular. De allí surgieron entidades políticas soberanas (condados, reinos, principados), punto de partida de los reinos medievales peninsulares:
- El Reino de Asturias, convertido en Reino de León (910).
- El Condado de Castilla (800), convertido en Reino de Castilla en 1065 y, finalmente, en la Corona de Castilla, que uniría desde 1213 los reinos de Castilla y León.
- El Reino de Navarra (824).
- El Condado de Jaca, convertido en el Reino de Aragón (1035).
- Los Condados Catalanes, independizados del reino Franco (s. IX) y federados más tarde en la Corona de Aragón.
- El Reino de Portugal, independizado de León desde 1139.
Desde los siglos XII y XIII, algunos municipios obtuvieron de los reyes la categoría de villas y ciudades, con derecho a representantes en las Cortes y a ejercer un cierto control administrativo sobre un territorio más amplio (provincia).
La Edad Moderna
1. Los Reyes Católicos y los Austrias (1479-1715)
La unión de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón crearía una nueva entidad política (1479), que unifica los dos territorios en una federación que mantiene sus respectivas leyes e instituciones. La Monarquía Hispánica de los Habsburgo llegó a dominar todo el territorio peninsular, pero mantuvo el sistema federal. La capital se estableció por Felipe II en Madrid (1561).
2. El Reformismo Borbónico
La nueva dinastía centralizó y uniformó el modelo territorial del reino (Decretos de Nueva Planta: supresión de fueros, instituciones y privilegios de la Corona de Aragón). Se suprimieron las aduanas internas y se dividió el territorio en 34 intendencias (llamadas más tarde provincias). No obstante, la nobleza y la iglesia controlaban aún gran parte del territorio.
La Edad Contemporánea
1. El Siglo XIX y el Liberalismo
Se mantuvo e intensificó el modelo territorial centralista. José Bonaparte elaboró un mapa basado en prefecturas (1810). Las Cortes de Cádiz (1811-12) abolieron los señoríos jurisdiccionales y consolidaron los ayuntamientos como modelo de organización municipal. Después de varios proyectos de organización territorial, el ministro de Fomento Javier de Burgos (1833) estableció la provincia como unidad territorial principal. España quedó dividida en 49 provincias teniendo en cuenta criterios demográficos y fronteras naturales, cada una de ellas regidas por una Diputación y un Gobernador Civil. El objetivo era consolidar el poder centralista y unitario. El mayor problema fue que, debido a la escasa industrialización del país y la ausencia de buenas vías de comunicación, el proceso de industrialización generó fuertes desequilibrios.
2. Nacionalismos y Federalismo
En 1873, la I República ensayó un nuevo modelo federal compuesto de 17 Estados, aunque la Restauración (1876) volvió a la concepción unitaria. La cuestión regional tomó fuerza desde finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, especialmente en Cataluña y País Vasco, dando lugar al nacionalismo político. La Constitución Republicana de 1931 estableció un nuevo modelo territorial que permitía la autonomía política de las regiones que lo solicitasen a través de un Estatuto de Autonomía (Cataluña, País Vasco, Galicia).
3. El Franquismo
Se caracterizó por la defensa de un nacionalismo centralista, unitario y excluyente, que rechazaba todo particularismo. La división territorial siguió basándose en las provincias. Las regiones históricas estaban desprovistas de funciones.
4. La España Constitucional: La Constitución de 1978
La Constitución de 1978 (Título VIII) establece una nueva división territorial articulada en distintas entidades: municipios, provincias y Comunidades Autónomas.