Globalización, Recursos Energéticos y Desigualdades: Un Panorama Completo

La Globalización y sus Efectos

En el siglo XVI se produjeron cambios tecnológicos, culturales, económicos, sociales y territoriales. También se provocaron profundas desigualdades entre grupos sociales y territorios. Este sistema atravesó por distintas transformaciones, denominadas «globalización capitalista». Se considera que esta etapa comenzó en la época de 1970, a partir de una gran «crisis mundial» que llevó al reordenamiento de la economía, el estado, las relaciones laborales, las formas de producción y las estrategias de las empresas.

Principales Cambios

  • La revolución tecnológica: Las comunicaciones facilitan la dispersión geográfica de las fábricas de grandes empresas.
  • La expansión del sistema capitalista global: Abarcó todo el mundo después de 1991, con la desaparición de la Unión Soviética.
  • Los sistemas de producción y las relaciones empresariales: Gran crecimiento del comercio internacional, la importancia adquirida por las actividades financieras y la expansión.
  • El cambio en el papel de los Estados: Atraer inversiones de las grandes empresas y alentar acuerdos entre ellos para formar bloques regionales. Ejemplos: Mercosur, NAFTA y la Unión Europea.
  • La intensificación del modelo de consumo y cultura estadounidense: Difundida por los medios de comunicación.
  • El crecimiento del número de trabajadores en todo el mundo: Aunque empeoraron sus condiciones laborales, se pierden derechos adquiridos en las décadas pasadas.

Centro y Periferia

Durante el siglo XIX, el mundo comenzó a funcionar como un sistema compuesto por elementos interrelacionados, es decir, países o regiones en los que algunos de sus componentes tenían más poder que otros. Los países industriales de Europa, junto con Estados Unidos y luego Japón, se transformaron en el centro del sistema mundial, mientras que el resto funcionaba como su periferia. La periferia aportaba al centro materias primas y manufacturas sencillas, y recibió inversiones y manufacturas de diversa complejidad. El desarrollo económico y geográfico de la periferia dependía de las necesidades de los países centrales.

En 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, las colonias europeas en África, Asia y Oceanía se transformaron en países formalmente independientes. En la mayoría de los casos, mantuvieron una relación desigual con los países centrales. Solo unos pocos estados periféricos, como Brasil, Corea del Sur y, en menor medida, Argentina, impulsaron un proceso de industrialización para reducir esa desigualdad. Estos países se convirtieron en la semiperiferia del sistema. Otros, como China, se aislaron del sistema capitalista al implementar economías cerradas, como la comunista.

Diferencias entre Países Centrales y el Resto

  • Un nivel de industrialización mucho mayor en los países centrales.
  • Una gran disponibilidad de capitales y tecnologías en los países centrales, también un mayor nivel en los servicios de educación y salud, y una mayor urbanización.

A los países centrales también se los llamó «desarrollados» y a los de la periferia «subdesarrollados». En los países que quedaron al margen de las inversiones mundiales, la brecha se incrementó moderadamente (se industrializaron rápidamente) China e India.

La Desigualdad en la Distribución de los Recursos Energéticos

Los recursos energéticos son esenciales para el desarrollo de las actividades económicas. En la actualidad, cerca del 90% de la energía que se produce y se consume en el mundo proviene de los llamados combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón. Estos se consideran agotables. La posibilidad de que se agoten es uno de los grandes problemas que enfrenta la humanidad, ya que gran parte de las actividades económicas se basan en fuentes de energías no renovables. Del conjunto de combustibles fósiles, el petróleo es la principal fuente energética y constituye el sostén fundamental de la economía de nuestro planeta. Por esto se dice que se trata de «un recurso estratégico».

Petróleo, Gas y Carbón

El petróleo está distribuido en forma desigual en la superficie terrestre y ofrece la particularidad de que los yacimientos y las grandes áreas de producción no coinciden con los principales centros de consumo. Los países que más consumen son los más industrializados y no llegan a cubrir sus necesidades energéticas. Las reservas de petróleo más importantes se encuentran en el Golfo Pérsico, donde también se localizan los principales yacimientos de gas natural.

La Brecha en el Interior de la Periferia

Para lograr insertarse en la economía, obtener una mayor producción industrial y mejorar los niveles de desempleo, muchos países periféricos implementaron políticas tendientes a atraer inversiones del resto del mundo y desarrollar las industrias en sus países.

Década de 1990: Se incrementó la producción industrial, pero se profundizaron las desigualdades sociales en el interior de los países de la periferia. Esto ocurrió porque solo una pequeña porción de la población obtuvo los beneficios por las inversiones.

La Distribución del Ingreso y la Globalización

En la globalización, los Estados nacionales abandonaron las políticas sociales tendientes a mejorar los niveles de vida de quienes integran los sectores más desprotegidos. Los sectores con mayor poder económico tienden a incrementar sus ingresos. El aumento de la brecha social en la distribución de los ingresos no tuvo la misma magnitud en todos los países de la periferia. En los países de América Latina y países africanos que se especializaron en la producción de materias primas, la brecha se incrementó demasiado.

La disociación entre áreas productoras y consumidoras dio origen a rutas y centros estratégicos por las cuales circulan grandes volúmenes de hidrocarburos, y explica el valor geoestratégico de las regiones productoras. La producción de carbón tiende a concentrarse en los países en donde la explotación es conveniente porque se encuentran en lugares accesibles o cuentan con la tecnología necesaria. Debido a la importancia del petróleo, cada vez se está invirtiendo más en tecnologías que hagan más eficiente la obtención y el uso del hidrocarburo. Su escasez provoca serias tensiones internacionales e incluso conflictos bélicos.

La Crisis Energética

A lo largo del siglo XX, la importancia del petróleo como combustible generó graves conflictos entre los países productores y consumidores. Durante estos años, los países productores también mantuvieron serios conflictos políticos entre sí.

Uno de ellos fue el reclamo de Siria y Egipto sobre territorios ocupados por Israel, lo que desencadenó una guerra en octubre de 1973. Los países productores de petróleo representaron a Egipto y aumentaron el precio del hidrocarburo en represalia a los países que apoyaron a Israel, entre ellos, Estados Unidos. Se generó así una crisis económica conocida como «la crisis del petróleo», que no representó el agotamiento de las reservas, sino que puso en evidencia una materia de producción basada en el uso de energía barata y en la vulnerabilidad de los países de gran consumo. Los países petroleros obtuvieron un importante adelanto en sus riquezas.

Estos acontecimientos proporcionaron una nueva ventaja al carbón, que volvió a utilizarse principalmente en centrales eléctricas.

Por su parte, el empleo del gas natural como combustible se expandió en forma creciente desde mediados de la década de 1960, cuando se resolvió el problema de su transporte y almacenamiento.

Las Áreas Productoras y Exportadoras

La región del Golfo Pérsico, Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Irán e Irak son los actores fundamentales en el mercado y en la producción de petróleo crudo por la importancia de sus volúmenes de producción y la dimensión de sus reservas. En muchos de estos países petroleros también se explota el gas natural. Estos países cuentan con gigantescas reservas con un costo de producción bajo respecto al de otros lugares del mundo. Otras regiones que tienen petróleo son Rusia, Venezuela, Siria, Yemen, Egipto, etc. A principios de la década de 1960 se descubrieron nuevas reservas en Libia y Argelia, Mar del Norte (explotadas por Noruega desde los años 70), yacimientos en Nigeria y el norte de Alaska. Medio Oriente, el Caribe y África son las regiones básicamente exportadoras de petróleo. Las reservas de carbón son enormes; cuatro regiones del mundo contienen tres cuartas partes de sus reservas: Estados Unidos, países de la ex URSS, China y Europa Occidental.

El Circuito del Petróleo: Producción y Consumo

El comercio del petróleo se establece entre las regiones productoras y los sitios de refinado y consumo. Cerca del 80% del petróleo comercializado mundialmente es importado por los países de la Unión Soviética, Estados Unidos, China y Japón. Los principales países consumidores se encuentran relativamente alejados de las áreas productoras. El petróleo crudo es transportado en buques o cañerías hasta los lugares donde se produce la refinación y la elaboración de todos sus derivados. El transporte en barco es muy importante y esto convirtió a ciertos pasos y estrechos en lugares estratégicos. Algunos son sitios de permanentes conflictos políticos, como el estrecho de Ormuz. Otro punto clave es el de Suez. Las rutas asiáticas que abastecen a Japón y China pasan por el estrecho de Malaca.

Conflicto Internacional por el Petróleo

El valor estratégico del petróleo genera conflictos mundiales concernientes a la apropiación del recurso, su gestión y uso. Muchos se muestran a la opinión internacional asociados con cuestiones que no se relacionan directamente con el petróleo. La región petrolera de Medio Oriente ha generado la mayor codicia y continúa siendo el principal escenario de contiendas bélicas. En septiembre de 1980, el gobierno de Saddam Hussein en Irak decidió invadir Irán en reclamo de una zona rica en petróleo. Esta invasión provocó una guerra que duró 8 años.

Durante el conflicto intervino Estados Unidos con el fin de asegurar la navegación del Golfo Pérsico y el aprovisionamiento del petróleo en el mundo. Esta intervención se basó en la doctrina Carter, que autorizaba a EE. UU. a intervenir por la fuerza en la región del Golfo Pérsico para asegurar la navegación en la zona. En 1988, cuando Irak invadió Kuwait, la invasión fue rechazada por el resto de los países de la región, que lograron que el 6 de agosto de 1990 la ONU decretara un bloqueo financiero y comercial contra Irak. Este bloqueo no dio el resultado esperado, Saddam Hussein mantuvo nuevas ofensivas, por eso la ONU aceptó en 1991 la intervención militar dirigida por EE. UU. contra Irak. Se inició la llamada Guerra del Golfo. Estados Unidos intervino para sacar a las fuerzas iraquíes de Kuwait y por terror a una invasión a Arabia Saudita. La respuesta de Irak fue un ataque a Israel, Irán y Kuwait.

Conflictos de Medio Oriente

Luego de la crisis del petróleo en 1973, los importadores de este recurso asumieron que sus economías eran dependientes y muy vulnerables ante situaciones de escasez en el abastecimiento. Estados Unidos es el país que más necesita asegurar el acceso y el control sobre las reservas petroleras para mantener la sociedad de consumo en la que apoyó su economía. Por eso, en 1980, el presidente James Carter diseñó una estrategia que consistía en invertir en Medio Oriente en la construcción de infraestructura.

La Guerra contra el Terrorismo

El 11 de septiembre de 2001, las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York fueron atacadas por terroristas suicidas. Tras los ataques, el Congreso de Estados Unidos autorizó el uso de fuerza militar para detener y prevenir el terrorismo internacional en el territorio de un país. George W. Bush declaró la llamada «guerra contra el terrorismo». Esto implicó sanciones económicas y militares contra países percibidos como protectores de terroristas. En 2003 invadieron Irak, aduciendo que así protegerían al mundo del peligro que representaba este país. Para legitimar esta guerra fue primordial contar con una causa ética: defender al mundo occidental frente a un potencial terrorismo islámico.

El Islam

Es una religión fundada por el profeta Mahoma hace 1400 años en la actual Arabia Saudita. El libro sagrado de los musulmanes es el Corán, que contiene revelaciones de Alá a Mahoma. El Islam reúne culturas y regiones por todos los continentes por donde se ha expandido. Existen poblaciones árabes que no son musulmanas.

La Guerra a Afganistán

Como respuesta a los atentados, el gobierno estadounidense, con el apoyo del Reino Unido, Canadá, Australia y Francia, comenzó la guerra de Afganistán el 7 de octubre de 2001. Estados Unidos justificó la guerra amparándose en el derecho de legítima defensa determinado por las Naciones Unidas, con el objetivo de impedir nuevos ataques. En la actualidad, todavía quedan tropas estadounidenses en Afganistán, que son apoyadas por fuerzas cada vez menores de otros países.

La ONU ha alertado sobre la violencia creciente del país y abusos cometidos por las tropas americanas que debían garantizar la seguridad de Afganistán.

La Invasión a Irak

En 2003, y sin autorización de la ONU, una coalición de países encabezados por EE. UU. resolvió invadir Irak. La justificación a la invasión fue desmantelar en el Estado iraquí las armas nucleares de destrucción masiva y destruir a su líder, Saddam Hussein, a quien se acusaba de dar apoyo al terrorismo internacional. Las armas nunca fueron halladas, pero como consecuencia de la invasión se desató una guerra civil que aún continúa. Irak ha padecido un empobrecimiento sin precedentes de su población, la destrucción de su sociedad, un gran retraso en la educación y en la atención de la salud, y un éxodo masivo de la clase media. El rechazo iraquí a la ocupación se demuestra por medio de acciones violentas dirigidas contra los soldados estadounidenses.

La OPEP

Cuando el petróleo de Medio Oriente comenzó a ser un factor decisivo para la región, las naciones productoras empezaron a organizarse para crear un organismo que estableciera las condiciones de comercialización. Como respuesta a una fuerte disminución del precio oficial del petróleo, los países petroleros se unieron en Irak y crearon la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), integrada por Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait y Venezuela. Creada con el objetivo de influir sobre los precios del crudo mediante el control de sus niveles de producción, lograron aumentar su participación en las ganancias generadas por la explotación del crudo.

Provocó el rechazo por parte de los países industrializados y de las grandes compañías petroleras. Al principio fue ignorada, pero cuando aquellos notaron la efectividad de sus logros, trataron de destruirla. El proceso de fortalecimiento fue lento, en los primeros años se requirió mucha perseverancia y firmeza frente a las presiones comerciales y políticas ejercidas sobre las naciones productoras. El control que ejerce sobre el precio del petróleo y la unidad que hasta el momento han tenido sus decisiones, los han convertido en una poderosa herramienta de defensa de los intereses de los otros países petroleros. Los mayores esfuerzos de la OPEP están dirigidos a alcanzar y mantener un mercado petrolero estable, reduciendo voluntariamente la cantidad de petróleo que se produce y aumentándola cuando hay escasez en el mercado. Las políticas del control de producción de la OPEP afectan a los precios del crudo en forma directa.

El Estado Benefactor

En Europa, el Estado benefactor se constituyó a partir de 1945 en muchos de los países involucrados en la Segunda Guerra Mundial. Las políticas se basaron en sistemas de educación y salud pública y gratuita, acceso a la vivienda y reconocimiento legal de múltiples derechos. El Estado se caracterizó por impulsar y garantizar el crecimiento económico y las mejoras sociales para el conjunto de la población, distribuyendo la ganancia de las empresas por medio de la mejora de salarios. Se llegó a alcanzar el pleno empleo. Estas medidas facilitarían el ascenso social. Para mantener ese desarrollo social, los Estados tenían que aumentar el gasto público.

Para cubrirlo, deberían aumentar los impuestos de las empresas y se endeudaron los bancos. En América Latina, el Estado benefactor se desarrolló en algunos países y de forma incompleta. Un componente fundamental fue la existencia de industrias, el desarrollo tecnológico y cierto grado de organización sindical de los trabajadores para peticionar a las autoridades. Argentina, Chile y Brasil son ejemplos de países latinoamericanos con ese tipo de Estado entre 1950 y la década de 1970.

Estado Neoliberal

La crisis obligó a las empresas a replantear su forma de producción y surgieron nuevas ideas económicas encarnadas en el capitalismo liberal. Adjudicaban la crisis a la intervención del Estado en la economía y sostenían que el continuo incremento de los impuestos desalentaba a los empresarios a invertir. El Estado debía desprenderse de sus empresas, reducir el poder de los sindicatos, bajar los impuestos y alentar las inversiones privadas. Gran Bretaña en 1979 y Estados Unidos en 1980 fueron los primeros países en poner en marcha estas medidas. En América Latina, el neoliberalismo fue impuesto por las dictaduras militares que tomaron el poder en la década de 1970. Se basó en tener en cuenta el conjunto de recomendaciones conocidas como el Consenso de Washington, apoyada por EE. UU. y los principales bancos del mundo.

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