Reinado de Carlos IV (1788-1808)
- 1788: Inicio del reinado de Carlos IV.
- 1789: Revolución Francesa (julio).
- 1792: Sustitución de Floridablanca por el conde de Aranda.
- 1793: Inicio de la guerra contra la I República Francesa.
- Enero de 1793: Ejecución de Luis XVI.
- 1794-1795: Período en el que los franceses recuperaron territorios durante la guerra.
- 22 de julio de 1795: Firma de la Paz de Basilea.
- Agosto de 1796: Primer Tratado de San Ildefonso (alianza con Francia).
- Febrero de 1797: Derrota española en el cabo de San Vicente.
- Marzo de 1798: Destitución de Godoy.
- Agosto de 1798 – Diciembre de 1800: Gobierno de Mariano Luis de Urquijo.
- Noviembre de 1799: Napoleón Bonaparte llega al poder.
- Octubre de 1800: Firma del Segundo Tratado de San Ildefonso.
- Febrero-Junio de 1801: Guerra de las Naranjas e invasión de Portugal.
- Junio de 1801: Firma de la Paz de Badajoz y anexión de Olivenza.
- Octubre de 1801: Godoy es nombrado generalísimo.
- 1805: Derrota de la flota hispano-francesa en Trafalgar.
- 27 de octubre de 1807: Firma del Tratado de Fontainebleau.
- Finales de octubre de 1807: Descubrimiento del Proceso de El Escorial.
- Finales de noviembre de 1807: Las tropas francesas llegan a Lisboa.
- 17-19 de marzo de 1808: Motín de Aranjuez.
- 23 de marzo de 1808: Joaquín Murat entra en Madrid.
- 20 de abril de 1808: Reunión de Napoleón con Fernando VII en Bayona.
- 1 de mayo de 1808: Napoleón obliga a Fernando VII a abdicar en su padre.
- 5 de mayo de 1808: Carlos IV cede la corona a Napoleón.
- 6 de mayo de 1808: Abdicación oficial de Carlos IV.
- 6 de junio de 1808: Proclamación de José Bonaparte como rey de España.
Guerra de la Independencia (1808-1814)
- 2 de mayo de 1808: Levantamiento popular en Madrid contra los franceses.
- 6 de junio de 1808: Declaración de guerra por la Junta de Sevilla.
- 19 de julio de 1808: Victoria en la batalla de Bailén.
- Noviembre de 1808: Napoleón entra en Madrid.
- Diciembre de 1808: Napoleón dicta medidas para consolidar la ocupación.
- Febrero de 1809: Zaragoza cae tras su segundo asedio.
- Noviembre de 1809: Derrota española en la batalla de Ocaña.
- Principios de 1810: Andalucía cae en manos francesas.
- Marzo de 1811: Los franceses abandonan Portugal tras Torres Vedras.
- Enero de 1812: Cataluña es anexionada formalmente a Francia.
- Junio de 1812: Wellington reconquista Badajoz.
- Julio de 1812: Victoria hispano-británica en la batalla de Los Arapiles.
- 1813: Comienzo de la retirada francesa.
- Junio de 1813: Victoria española en la batalla de Vitoria.
- Agosto de 1813: Victoria en San Marcial.
- 11 de diciembre de 1813: Firma del Tratado de Valençay.
- Marzo de 1814: Fernando VII regresa a España.
- 8 de abril de 1814: Firma del armisticio.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
- Enero de 1810: La Junta Central Suprema, aislada en Cádiz y desprestigiada por la derrota en Andalucía, decide disolverse y entregar el gobierno a un Consejo de Regencia de España e Indias.
- Junio de 1810: El Consejo de Regencia convoca elecciones a Cortes unicamerales por sufragio censitario.
- 24 de septiembre de 1810: Se celebró la apertura de las Cortes en la isla de León (San Fernando, Cádiz).
- Agosto de 1811: Se produce la abolición del régimen señorial y la supresión de los señoríos jurisdiccionales.
- 19 de marzo de 1812: Aprobación de la Constitución de 1812 por las Cortes de Cádiz.
- 1812: Año en que se elabora la Constitución de 1812 (sin fecha específica).
- Febrero de 1813: Abolición de la Inquisición (aunque de manera definitiva en 1834).
- Septiembre de 1813: Desamortización de las propiedades de afrancesados, órdenes religiosas, jesuitas y tierras de realengo.
El Reinado de Fernando VII: Absolutismo y Liberalismo
Sexenio Absolutista (1814-1820)
- 4 de mayo de 1814: Real Decreto de Fernando VII que suprime las Cortes y la Constitución.
- 10 de mayo de 1814: Entrada de Fernando VII en Madrid.
- 1815: Sublevación de Porlier en La Coruña.
- 1816: Sublevación de Richart en Madrid.
- 1817: Sublevación de Lacy y Milans del Bosch en Barcelona.
- 1819: Última sublevación en Valencia.
Trienio Liberal (1820-1823)
- 1 de enero de 1820: Sublevación de Rafael de Riego en Las Cabezas de San Juan.
- 1821: Plan de Iguala de Agustín Itúrbide y la independencia de México.
- 1821: Batalla de Carabobo.
- 1822: Batalla de Pichincha.
- 1824: Batalla de Ayacucho.
- 1822: Sublevación de la Guardia Real en España.
- 1822: Formación de la Regencia de Urgel.
- 1822: Congreso de Verona.
- 1823: Entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis en España.
Década Ominosa (1823-1833)
- 1826: Manifiesto de los Realistas Puros.
- 1827: Revuelta absolutista de los agraviados en Cataluña.
- 1830: Revolución liberal en Francia.
- 1830: Derogación de la Ley Sálica con la Pragmática Sanción.
- 1832: Acuerdo secreto de “La Granja”.
- IX de 1833: Muerte de Fernando VII.
- 1 de octubre de 1833: Don Carlos se proclamó rey.
- 1834: Abolición definitiva de la Inquisición.
Documentos Clave de la Crisis del Antiguo Régimen en España
Documentos sobre las Abdicaciones de Bayona y la Guerra de la Independencia
Documento 1: Carta de Carlos IV a Napoleón (marzo de 1808)
Este documento se enmarca en la Crisis de la Monarquía Borbónica y las Abdicaciones de Bayona, hechos que marcaron un punto de inflexión en la historia de España. Tras el Motín de Aranjuez, Carlos IV, debilitado por la pérdida de poder y la presión de los opositores, recurrió a Napoleón Bonaparte en busca de apoyo y protección. Así, esta carta es testimonio de un momento crítico en el que el monarca solicitaba ayuda al emperador francés después de haber sido obligado a abdicar en favor de su hijo, Fernando VII. En cuanto al contenido de la misiva, Carlos IV expone que su abdicación no fue una decisión voluntaria, sino que se vio forzado a ceder el trono debido a la presión ejercida por los tumultos populares y los sectores opositores que lo consideraban incapaz de gobernar. Asimismo, el monarca aprovecha para pedir explícitamente la protección de Napoleón, a quien describe como un “gran monarca”, y le otorga el control sobre la delicada situación política de España. Finalmente, Carlos IV denuncia que los sucesos de Aranjuez carecieron de legitimidad, ya que actuó bajo coacción con el único propósito de salvaguardar su vida y la de su familia. Por otro lado, es importante señalar la trascendencia de esta carta en el contexto histórico. Por un lado, refleja la profunda crisis institucional que atravesaba la monarquía borbónica, caracterizada por la debilidad de Carlos IV, la impopularidad de su valido Manuel Godoy y la creciente influencia de Napoleón. Por otro lado, este acto permitió a Napoleón justificar su intervención en España, argumentando que buscaba restaurar el orden y proteger a la dinastía Borbón. Como consecuencia, se gestaron las Abdicaciones de Bayona (mayo de 1808), donde tanto Carlos IV como Fernando VII renunciaron a sus derechos dinásticos, lo que facilitó la imposición de José Bonaparte como rey. Este hecho, sin embargo, provocó un rechazo generalizado entre los españoles, que alimentó el sentimiento nacionalista y dio lugar a la Guerra de la Independencia. Así, este documento es clave para entender el inicio del conflicto que transformaría el panorama político y social de España.
Documento 2: Las Abdicaciones de Bayona (5 de mayo de 1808)
Este documento refleja uno de los momentos más críticos de la historia de España: las Abdicaciones de Bayona, en las cuales Carlos IV y Fernando VII cedieron la corona española a Napoleón Bonaparte. Este hecho, que se produce en un contexto de crisis política e institucional, representa el colapso definitivo de la monarquía borbónica y marca el inicio de la imposición de José Bonaparte como rey de España. En cuanto al desarrollo de los acontecimientos, se observa que Fernando VII, tras haberse proclamado rey en el contexto del Motín de Aranjuez, renuncia al trono en favor de su padre, Carlos IV, aparentemente como un acto de obediencia filial. Sin embargo, poco después, Carlos IV transfiere todos sus derechos al trono a Napoleón, justificando esta decisión como una medida necesaria para garantizar la paz y el orden en el reino. Además, en su renuncia, el monarca solicita que se respeten la integridad territorial de España y el mantenimiento del catolicismo como religión exclusiva del país. Por su parte, Napoleón utiliza esta situación para legitimar su control sobre la monarquía española y establecer un nuevo orden político, que culmina con la designación de su hermano José Bonaparte como rey. Por otro lado, la importancia de este documento radica en que simboliza la pérdida de soberanía de España, dado que la monarquía se somete voluntariamente al control de una potencia extranjera. Como consecuencia inmediata, las abdicaciones provocaron un profundo descontento en la población española, que percibió este acto como una traición. Este sentimiento de indignación se materializó en una serie de levantamientos populares, como el Levantamiento del 2 de mayo, y en la formación de Juntas de Defensa, que asumieron el liderazgo de la resistencia contra la ocupación francesa. Así, las Abdicaciones de Bayona constituyen un evento clave en el origen de la Guerra de la Independencia, un conflicto que no solo transformaría el panorama político español, sino que también contribuiría al declive de la hegemonía napoleónica en Europa. En conclusión, este documento pone de manifiesto tanto la debilidad de la dinastía borbónica como la determinación del pueblo español para resistir la intervención extranjera y luchar por la soberanía de su nación.
Documento 3: Estatuto de Bayona (julio de 1808)
El Estatuto de Bayona fue promulgado por José Bonaparte en un intento de dotar a España de una monarquía moderna inspirada en los principios napoleónicos. Este documento, aunque pretendía ser una constitución que conciliara tradición y modernidad, fue ampliamente rechazado por la población, que no reconocía la legitimidad del nuevo monarca impuesto por Francia. En cuanto a su contenido, el Estatuto reafirmaba la exclusividad de la religión católica y garantizaba la unidad territorial del reino, buscando mantener ciertos elementos tradicionales para apaciguar a los sectores más conservadores. Al mismo tiempo, introducía reformas de carácter modernizador, como el establecimiento de una monarquía hereditaria bajo la Casa Bonaparte, la creación de cortes representativas divididas en estamentos y la eliminación de aduanas internas, con el objetivo de fomentar la integración económica. Asimismo, el texto contemplaba algunos derechos individuales, como la inviolabilidad del domicilio, y se comprometía a introducir la libertad de imprenta en el futuro. Finalmente, se otorgaban derechos legales comunes tanto a España como a sus colonias, reforzando la idea de un imperio unificado bajo los principios napoleónicos. A pesar de estas propuestas, la importancia del Estatuto de Bayona radica no en su aplicación, sino en su rechazo generalizado. Aunque representó un intento de modernización política, la mayoría de los españoles no lo aceptaron, ya que consideraban ilegítima la autoridad de José Bonaparte. Este rechazo se tradujo en una consolidación del movimiento de resistencia nacional, liderado por las Juntas Provinciales, que asumieron el poder en diversas regiones y actuaron como símbolos de la soberanía nacional. Además, este contexto de resistencia contribuyó al desarrollo de las Cortes de Cádiz, donde se plantearon reformas más profundas y sentaron las bases del liberalismo en España. En conclusión, el Estatuto de Bayona fue un intento fallido de imponer un modelo político napoleónico en España. En lugar de estabilizar la situación, su promulgación avivó aún más el sentimiento nacionalista y fortaleció la lucha contra el dominio francés, marcando así un paso más hacia la transformación política y social del país.
Documento 4: Proclama de Joaquín Murat (2 de mayo de 1808)
La Proclama de Joaquín Murat fue una reacción directa al levantamiento madrileño del 2 de mayo de 1808, un acto de resistencia espontáneo que marcó el inicio de la Guerra de la Independencia. Este documento refleja la respuesta autoritaria de las fuerzas francesas, cuyo objetivo era sofocar cualquier resistencia y asegurar el control sobre la capital española. Murat, al referirse despectivamente al levantamiento como obra del “populacho”, buscaba restar legitimidad al movimiento y diferenciarlo del resto de la población española. Con esta estrategia, intentaba prevenir que la revuelta se extendiera a otras regiones. Además, la proclama no solo contenía amenazas explícitas, sino también medidas drásticas para evitar futuros disturbios. Estas incluían el desarme obligatorio, la prohibición de reuniones públicas y la ejecución sumaria de cualquier persona capturada con armas. Estas medidas buscaban infundir miedo en la población y garantizar la estabilidad a corto plazo. Sin embargo, lejos de pacificar la situación, la brutalidad de las represalias francesas, simbolizada por los fusilamientos del 3 de mayo, encendió aún más el fervor patriótico, uniendo a diferentes clases sociales en la lucha contra el invasor.
Documento 5: Los fusilamientos del 3 de mayo de Francisco de Goya
Los fusilamientos del 3 de mayo de Francisco de Goya es una obra icónica que denuncia las atrocidades cometidas durante la ocupación francesa en España. A través de su estilo crudo y expresivo, Goya logra transmitir la brutalidad y la injusticia de la represión ejercida por las tropas francesas tras el levantamiento del 2 de mayo. La escena central, donde un hombre con los brazos levantados se enfrenta a su ejecución, se ha convertido en un símbolo universal de sacrificio y resistencia. Asimismo, el uso magistral de la luz y el color en la obra resalta el contraste entre las víctimas indefensas y los soldados deshumanizados, reforzando la denuncia de la violencia sistemática ejercida por el ejército francés. Esta pintura, más allá de su valor artístico, cumple una función histórica al inmortalizar uno de los momentos más oscuros de la guerra, manteniendo viva la memoria colectiva del sufrimiento español. En definitiva, Los fusilamientos del 3 de mayo son una representación vívida del costo humano de la lucha por la libertad y un testimonio del espíritu indomable del pueblo español.
Documento 6: Informe de Murat a Napoleón sobre el 2 de mayo
El informe de Murat a Napoleón sobre el 2 de mayo de 1808 ofrece una perspectiva francesa de los eventos ocurridos en Madrid. Murat atribuye la revuelta a agitadores externos y al efecto de panfletos sediciosos, tratando de minimizar el alcance del descontento popular y responsabilizando a sectores específicos de la sociedad, como los campesinos. Este enfoque refleja el intento de las autoridades francesas de justificar las represalias y controlar la narrativa de los hechos ante el emperador. El informe también describe detalladamente las tácticas utilizadas por las tropas francesas para sofocar la rebelión, incluyendo el uso de artillería y ataques de caballería en zonas urbanas. A pesar de la contundencia de estas medidas, el informe deja entrever la preocupación de Murat por la creciente hostilidad de la población española, que pronto se convertiría en una resistencia organizada. Este documento subraya la dificultad de mantener el control sobre un territorio donde la población se negaba a aceptar la dominación extranjera, marcando el inicio de una guerra prolongada y costosa para el ejército napoleónico.
Documento 7: Declaración de guerra de la Junta Suprema de Sevilla (6 de junio de 1808)
La Declaración de guerra de la Junta Suprema de Sevilla representa un hito en la organización de la resistencia contra la ocupación francesa. Este documento, además de rechazar las abdicaciones de Bayona, denuncia la usurpación del trono español por parte de José Bonaparte y hace un llamado a la defensa de la soberanía nacional en nombre de Fernando VII. Esta proclamación fue crucial para legitimar la lucha contra Francia y unificar los esfuerzos de las diferentes regiones de España en un conflicto que pronto se tornaría generalizado. La declaración también destaca la importancia de la unidad nacional y la resistencia popular como pilares fundamentales para enfrentar al poderoso ejército napoleónico. Al mismo tiempo, su tono vehemente y su énfasis en la lealtad a Fernando VII fortalecieron la moral de la población española, generando un sentimiento de solidaridad en torno a la causa común. Este acto de desafío institucional marcó el inicio de un gobierno paralelo al control francés, sentando las bases para la creación de una resistencia organizada que desempeñaría un papel crucial durante toda la guerra.
Documento 8: La Guerra de la Independencia (1808-1814)
La Guerra de la Independencia (1808-1814) se desarrolló como un conflicto de dimensiones épicas que transformó profundamente a España. Desde el inicio del levantamiento popular, pasando por la formación de Juntas Provinciales y la resistencia guerrillera, hasta la intervención de las tropas británicas, este conflicto marcó una etapa decisiva en la historia española. Las tres fases de la guerra ilustran cómo la población, a pesar de las numerosas derrotas iniciales, logró reorganizarse y resistir gracias a la perseverancia y el liderazgo de figuras clave como el duque de Wellington. Además, la guerra tuvo un impacto trascendental en el panorama internacional. La derrota francesa debilitó considerablemente a Napoleón, contribuyendo al declive de su imperio, y la prolongada ocupación dejó a España en una situación económica y social crítica. A pesar de las dificultades, este conflicto también sembró las semillas del cambio político, acelerando el fin del Antiguo Régimen en España y estimulando los movimientos de independencia en América Latina.
Documento 9: La rendición de Bailén de Casado del Alisal
La pintura La rendición de Bailén de Casado del Alisal captura uno de los momentos más emblemáticos de la Guerra de la Independencia: la capitulación del ejército francés en la batalla de Bailén. Este evento no solo representó la primera gran derrota de Napoleón en campo abierto, sino que también demostró que las tropas españolas eran capaces de enfrentarse y vencer a un ejército aparentemente invencible. La obra destaca el heroísmo y la dignidad de los soldados españoles, enfatizando la importancia de la unidad y el patriotismo en este triunfo histórico. A nivel simbólico, la rendición de Bailén tuvo un efecto dominó en la guerra, inspirando la resistencia en otras regiones y fortaleciendo la moral de los aliados. Además, este episodio obligó a José Bonaparte a abandonar temporalmente Madrid, lo que consolidó la legitimidad de la causa española ante los ojos de la población y de las potencias extranjeras. La representación artística de esta victoria perpetúa el legado de aquellos que lucharon por la independencia y resalta la capacidad de un pueblo para levantarse frente a la opresión.
Documentos sobre las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Documento 1: Juramento de las Cortes de Cádiz, 1810
El Juramento de las Cortes de Cádiz marca el inicio de un evento fundamental en la transformación política de España durante la Guerra de la Independencia. Este acto simboliza el compromiso de los diputados con la creación de un nuevo marco legal basado en los principios del liberalismo. Además, resalta la solemnidad del momento, evidenciando la unidad de representantes de diferentes territorios con el objetivo común de desmantelar el Antiguo Régimen. En consecuencia, este juramento fue clave para legitimar la labor de las Cortes como depositarias de la soberanía nacional. Sin embargo, las reformas que surgieron de este compromiso enfrentaron importantes resistencias, especialmente tras la restauración absolutista de Fernando VII. No obstante, su importancia radica en haber sentado las bases del liberalismo español y en haber inaugurado una etapa revolucionaria en la historia política del país.
Documento 2: Miembros de las Cortes de Cádiz
La composición y organización de las Cortes de Cádiz durante la Guerra de la Independencia reflejan la diversidad ideológica de la época. Por una parte, los diputados procedían principalmente de las capas medias urbanas y del clero, lo que aseguraba la representación de distintos sectores de la sociedad. Además, dentro de las Cortes coexistían tres tendencias principales: absolutistas, moderados y liberales, siendo estos últimos los más influyentes al promover principios como la soberanía nacional. Sin embargo, los liberales debieron negociar con las otras facciones, lo que limitó el alcance de algunas de sus propuestas. A pesar de ello, esta diversidad fue fundamental para garantizar el debate y la aprobación de la Constitución de 1812, que sentó las bases del constitucionalismo moderno en España. Por lo tanto, la composición de las Cortes simboliza tanto las tensiones como los avances hacia un nuevo sistema político.
Documento 3: Decreto de abolición de los señoríos, 6 de agosto de 1811
El Decreto de abolición de los señoríos, emitido por las Cortes de Cádiz, representa un momento clave en la transformación social y económica de España. Este documento elimina los derechos señoriales y las obligaciones de vasallaje, poniendo fin a las estructuras feudales propias del Antiguo Régimen. Asimismo, suprime privilegios exclusivos como los relacionados con la caza y la pesca, garantizando el acceso de estas actividades a todos los ciudadanos. Por consiguiente, esta reforma supuso un avance significativo hacia la igualdad jurídica y la modernización del sistema socioeconómico español. Sin embargo, su impacto inmediato fue limitado debido al contexto bélico y a la posterior restauración del absolutismo. A pesar de ello, el decreto marcó un precedente importante para las reformas estructurales que se implementarían en décadas posteriores.
Documento 4: Constitución española de 1812
La Constitución de 1812, elaborada durante las Cortes de Cádiz, es considerada un hito en la historia del constitucionalismo español y europeo. Este texto establece principios fundamentales como la soberanía nacional, la división de poderes y la creación de una monarquía parlamentaria. Además, reconoce derechos básicos como la libertad de imprenta y la igualdad jurídica, aunque mantiene la confesionalidad católica del Estado. En consecuencia, la Constitución simbolizó la entrada de España en el constitucionalismo moderno y tuvo una gran influencia en los procesos independentistas de América Latina. No obstante, su vigencia fue breve debido al retorno de Fernando VII y la restauración del absolutismo. A pesar de ello, se convirtió en un referente clave para los movimientos liberales y la evolución política de España en las décadas posteriores.
Documento 5: Pintura mural titulada “Constitución de 1812 en Cádiz”
La pintura mural que celebra la promulgación de la Constitución de 1812 destaca la importancia histórica de este evento, mostrando a Cádiz como el epicentro del liberalismo español. La imagen pone de manifiesto la solemnidad de la proclamación, así como la participación de diferentes sectores y provincias españolas en el establecimiento de un nuevo régimen político basado en principios liberales. En conclusión, esta obra subraya el valor simbólico de la Constitución como emblema del esfuerzo colectivo por superar el Antiguo Régimen. Aunque su impacto inmediato fue limitado, su legado ha perdurado en la historia política de España, inspirando movimientos liberales y reforzando la memoria de la lucha por los derechos ciudadanos.
Documentos sobre el Reinado de Fernando VII: Absolutismo y Liberalismo
Documento 1: “Manifiesto de los Persas”
El “Manifiesto de los Persas” pertenece al inicio del reinado de Fernando VII, un momento histórico que sigue a la Guerra de la Independencia en 1814. Este texto marca el comienzo del Sexenio Absolutista (1814-1820), un periodo en el que el absolutismo fue restaurado gracias al apoyo de sectores como la nobleza y el clero. Estos grupos defendían la necesidad de reinstaurar el modelo político del Antiguo Régimen y rechazaban las reformas de corte liberal aprobadas por las Cortes de Cádiz. Entre las ideas principales del manifiesto, se destaca la defensa de la monarquía absoluta, concebida como el modelo ideal de gobierno para España. Este sistema estaba basado en la “razón” y el “derecho divino”, lo que lo hacía legítimo e incuestionable. Además, el texto rechaza de forma explícita la Constitución de 1812 y solicita su nulidad, considerándola incompatible con las tradiciones del país. También se propone regresar a las Cortes tradicionales, aunque únicamente como un órgano consultivo y subordinado al monarca, en lugar de un cuerpo legislativo independiente. En términos de importancia y consecuencias, el manifiesto sirvió como base ideológica para que Fernando VII aboliera las reformas liberales mediante el Real Decreto del 4 de mayo de 1814. Este retorno al absolutismo derivó en persecuciones y exilios de los liberales, además de fomentar conspiraciones que buscaban restaurar el régimen constitucional. Asimismo, estas medidas absolutistas intensificaron la crisis económica y social que ya afectaba al país.
Documento 2: Real Decreto del 4 de mayo de 1814
El Real Decreto del 4 de mayo de 1814 se sitúa en el inicio del Sexenio Absolutista y representa el restablecimiento oficial del absolutismo en España. Mediante este decreto, Fernando VII abolió la Constitución de 1812 y todas las reformas promulgadas por las Cortes de Cádiz, declarando su nulidad y asegurando que carecían de valor legal o histórico. Este acto consolidó el poder absoluto del monarca y eliminó cualquier posibilidad de restaurar el régimen constitucional. Entre las ideas principales del decreto, destaca el rechazo categórico a la Constitución de 1812, que Fernando VII consideraba incompatible con su soberanía. Además, el texto prohíbe cualquier intento de restablecerla, calificando de traidores a quienes promovieran ideas liberales o constitucionalistas. Incluso, se impuso la amenaza de la pena de muerte a aquellos que intentaran defender estas posturas, mostrando así la determinación del monarca para mantener su autoridad sin restricciones. Las consecuencias de este decreto fueron significativas. Por un lado, permitió que Fernando VII restaurara las instituciones del Antiguo Régimen, como la Inquisición, y gobernara rodeado de ministros afines al absolutismo. Por otro lado, generó un profundo descontento en los sectores liberales, que respondieron con conspiraciones y pronunciamientos. Estas tensiones culminaron en 1820 con el pronunciamiento de Rafael de Riego, que obligó al monarca a aceptar la Constitución de Cádiz y marcó el inicio del Trienio Liberal.
Documento 3: Manifiesto de Fernando VII (1820)
El Manifiesto de Fernando VII (1820) pertenece al inicio del Trienio Liberal (1820-1823), un periodo que comenzó tras el pronunciamiento de Rafael de Riego, que forzó al monarca a jurar la Constitución de 1812. En este texto, Fernando VII, obligado por las circunstancias, expresó su aceptación del régimen constitucional, aunque esta postura no reflejaba un compromiso genuino con los principios liberales. En cuanto a las ideas principales, el manifiesto muestra al monarca declarando su apoyo a la Constitución de Cádiz y afirmando que sería su “firme apoyo”. Además, hace un llamado a los españoles para que sigan la “senda constitucional” bajo su liderazgo, apelando a la unidad nacional en esta nueva etapa. Sin embargo, este mensaje conciliador contrasta con la actitud ambigua del monarca, quien en secreto conspiraba para recuperar el poder absoluto. Respecto a sus consecuencias, aunque marcó un regreso al constitucionalismo, el Trienio Liberal estuvo plagado de inestabilidad política. Las divisiones entre los liberales, sumadas a las conspiraciones absolutistas, dificultaron la consolidación del régimen. Finalmente, en 1823, la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis puso fin al Trienio Liberal y restauró el absolutismo, dando inicio a la Década Ominosa.
Textos originales
PREGUNTA 1
Documento 1: Carta de Carlos IV a Napoleón. Marzo de 1808.
“Señor mi hermano: V. M. sabrá sin duda con pena los sucesos de Aranjuez y sus resultas, y no verá con indiferencia a un Rey que, forzado a renunciar la Corona, acude a ponerse en los brazos de un grande monarca, aliado suyo, subordinándose totalmente a la disposición de V.M., único que puede darle su felicidad, la de toda su familia y la de sus vasallos…”
Documento 2: Abdicaciones de Bayona, 5 de mayo de 1808.
Fernando VII a Carlos IV: “Mi venerado padre y señor: Para dar a Vuestra Majestad una prueba de mi amor, de mi obediencia y de mi sumisión… Carlos IV a Napoleón: “Su Majestad el rey Carlos, que no ha tenido en toda su vida otra mira que la felicidad de sus vasallos…
Documento 3: Estatuto de Bayona, 7 de julio de 1808.
Art. 1. La religión católica, apostólica romana, en España y en todas las posesiones… Art. 145. Dos años después de haberse…
Documento 4: Madrid a 2 de mayo de 1808. Firmado, Joaquín Murat.
“Soldados: mal aconsejado el populacho de Madrid, se ha levantado y ha cometido asesinatos;
Documento 5: Francisco de Goya. Los fusilamientos (Museo del Prado)
Documento 6: Murat informa a Napoleón de los sucesos del 2 de mayo.
“Sire: la tranquilidad pública ha sido turbada esta mañana. Desde hace varios días la gente del campo se reunía en la ciudad
Documento 7: Declaración de la Junta Suprema de Sevilla, 6 de junio de 1808.
“Don Fernando VII, Rey de España y de las Indias y en su nombre la Suprema Junta.
Documento 8: Guerra Independencia (mapa)
Documento 9: La rendición de Bailen, de Casado del Alisal
PREGUNTA 2
Documento 1: El juramento de las Cortes de Cádiz, 1810.
Documento 2: miembros de las cortes de Cádiz
Documento 3: Decreto de abolición de los señoríos. 6/VIII/1811.
“Deseando las Cortes generales y extraordinarias remover los obstáculos que hayan podido oponerse al buen régimen ( I,II,IV)
Documento 4: Constitución española, 1812.
“En nombre de Dios Todopoderoso […], autor y supremo legislador de la sociedad, las Cortes generales y extraordinarias de la Nación Española […] decretan la siguiente Constitución. Art. 1- 371
Documento 5: Pintura mural titulada “Constitución de 1812 en Cádiz”
PREGUNTA 3
Documento 1: Manifiesto de los Persas, abril de 1814.
“La monarquía absoluta es una obra de la razón …
Documento 2 Real Decreto de 4 de mayo de 1814
“Declaro que mi Real ánimo es no solamente no jurar ni acceder a dicha Constitución ni a Decreto alguno de las Cortes
Documento 3: Manifiesto a los españoles del rey Fernando VII. 10 de marzo de 1820.
“Españoles: cuando vuestros heroicos esfuerzos lograron poner término al cautiverio que me retuvo la más inaudita perfidia…