La Constitución de 1931
Se trata de un texto de carácter histórico-político, elaborado en 1931. Era una constitución de carácter democrático y progresista, que se proclamó tras el referéndum de Alfonso XIII sobre la monarquía. El rey decidió renunciar a la potestad real y abandonar el país, mientras que en Madrid se constituyó el gobierno provisional con los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián, donde se definía España como una república de trabajadores de todas las clases en un régimen de libertad y justicia. En dicha constitución se agrupaban las siguientes ideas:
- El Estado se configura de forma integral, pero se aceptaba la posibilidad de construir gobiernos autónomos en algunas regiones.
- El poder legislativo residía plenamente en las Cortes, constituidas por una sola cámara con atribuciones muy amplias. El ejecutivo recaía en el gobierno, formado por el Consejo de Ministros y el jefe de gobierno. El judicial se confiaba en jueces independientes.
- Se reconocía una amplia declaración de derechos y libertades, y existía una preocupación por los temas sociales. Se garantizaba la igualdad absoluta ante la ley y la no discriminación en cualquier ámbito. Se establecía el voto desde los 23 años y se conseguía por primera vez el voto de la mujer.
- Por último, se hacía una clara afirmación de la laicidad del Estado, al no declarar ninguna religión como oficial, reconocer el matrimonio civil y el divorcio.
Elecciones y Partidos Políticos durante la Segunda República
Elecciones
A lo largo de la vida de la II República se produjeron dos elecciones, en 1933 y en 1936. Las primeras elecciones generales se celebraron el 18 de noviembre, teniendo una gran abstención. Los ganadores de dichas elecciones fueron los partidos de centro-derecha, lo cual inauguró dos años de gobierno conservador. Los nombres de los partidos mejor parados fueron el Partido Radical de Lerroux y la CEDA de Gil Robles. En la segunda elección, los partidos de izquierdas se agruparon en el Frente Popular para defender una serie de cuestiones en común. Los partidos de derecha se agruparon en varias formaciones, como la CEDA y el Bloque Nacional. El Frente Popular obtuvo el 48% de los votos y se convirtió en la fuerza ganadora.
Partidos Políticos
Formaciones de izquierdas: Destacaron dos partidos republicanos de ámbito estatal: los Radical-Socialistas y Acción Republicana, con Manuel Azaña al frente. En el ámbito regional sobresalen la Organización Republicana Autonomista Gallega y Esquerra Republicana de Cataluña. Pero el partido más sólido en la izquierda fue el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), encabezado por Julián Besteiro e Indalecio Prieto. Más a la izquierda cabe destacar el Partido Comunista de España y el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).
Partidos de derechas: Existían algunas formaciones de centro-derecha como el Partido Radical, dirigido por Lerroux, o la Derecha Liberal Republicana. Otras más conservadoras fueron el Partido Agrario, el Partido Liberal Demócrata y Acción Española. El gran partido de la derecha católica y conservadora fue la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por Gil Robles, el cual defendía la propiedad agraria, el peso de la Iglesia y del Ejército. En Cataluña, la Lliga Regionalista y en el País Vasco el Partido Nacionalista Vasco (PNV). En cuanto a partidos monárquicos, cabe destacar Renovación Española, con José Calvo Sotelo, y en cuanto a los carlistas, la Comunión Tradicionalista. Los partidos fascistas fueron la Falange Española, con José Antonio Primo de Rivera. Hay que mencionar que con el paso del tiempo cada postura se fue radicalizando más.
Reformas de la Segunda República
La Modernización del Ejército
Manuel Azaña impulsó una reforma que pretendía crear un ejército profesional y democrático. Para ello se redujeron los efectivos militares, se puso fin al fuero especial de los ejércitos y se terminó con la tradicional intervención del ejército en la política. Para ello se promulgó la Ley de Retiro de la Oficialidad (1931) que obligaba a jurar bandera republicana, aunque se les dio la opción de retirarse con el sueldo íntegro. Se suprimieron algunos rangos tradicionales, se redujeron unidades y se cerró la Academia Militar de Zaragoza (vivero de los golpistas). Se clausuraron las capitanías y otras instituciones militares. Esta reforma no gustó al sector africanista, el cual fue el precursor del golpe a la República posteriormente.
La Reforma Agraria
Fue el proyecto de mayor envergadura iniciado por la República. Se pretendía poner fin al latifundio. Una serie de primeros decretos que perseguían proteger a los campesinos sin tierra y a los arrendatarios, fijaron la jornada laboral y el salario mínimo. Pero el cambio real fue la elaboración de la Ley de Reforma Agraria (1932) que permitiría la modernización de la agricultura. Dicha aplicación se le otorgó al Instituto de la Reforma Agraria (IRA) que tenía presupuesto para indemnizar a los expropiados.
Cuestiones Religiosas
Fue uno de los objetivos primordiales, limitar la influencia de la Iglesia. Se vio reflejado en la Constitución que estipuló la no confesionalidad del Estado. También se prohibió la educación por parte de la Iglesia. El proceso se completó con la Ley de Congregaciones (1933) que limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas. El conflicto de mayor importancia fue con los jesuitas, los cuales fueron expulsados por actitud hostil a la República, al igual que ocurrió con el cardenal Segura.
La Segunda República en Extremadura
La vida política, económica y social de Extremadura dependió en buena parte de la cuestión agraria. La faceta agrícola de las dehesas se había encomendado a los yunteros, que trabajaban en las grandes fincas como arrendatarios o aparceros aportando su medio de producción (la yunta). La crisis del 29 y la obstrucción al régimen republicano por parte de los propietarios hicieron que se recortase de manera muy radical la cantidad de tierra puesta en cultivo en las dehesas. A cambio, se optó por una explotación tradicional que ponía el peso en las grandes ganaderías en régimen extensivo. Esto dejó en paro a miles de yunteros que demandaban básicamente trabajo en las fincas. La legislación laboral de Largo Caballero supuso poner por primera vez en condiciones de igualdad a patronos y propietarios. Eso permitió a los propietarios organizar su defensa frente a la minoría agraria que derribó tanto el debate como el texto de la ley. Las tensiones en el campo se comprobaron con las invasiones a las fincas por parte de los yunteros para obtener algo de ellas. Aunque la Ley de Reforma Agraria se aprobó en septiembre de 1932, Azaña optó por recurrir a la vía del decreto mediante la intensificación de cultivos. Esta medida se aplicó en las provincias latifundistas, donde fueron asentados más de 3000 campesinos (Extremadura). El decreto de intensificación significaba que los yunteros asentados podían trabajar las tierras durante dos años. Durante el bienio negro, cuando se agotaban los contratos, estos eran expulsados por los propietarios, lo cual hizo reaparecer los problemas del paro campesino.