Contexto Histórico (1808-1814)
Este período se delimita entre 1808 y 1814, el inicio y el fin de la Guerra de Independencia, respectivamente. La crisis del Antiguo Régimen se inició con la invasión napoleónica de 1808, que empeoró la situación social y económica, y precipitó una crisis política sin precedentes. Esta crisis supuso, contra los franceses, una guerra de independencia tanto de carácter civil como internacional, por la presencia en el país de afrancesados. Asimismo, se implantó la alternativa liberal identificada con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Este siglo supuso, además, una restauración del continente europeo en 1814.
Independencia de las Colonias Americanas
Entre 1808 y 1825 tuvo lugar la independencia de muchas colonias en América, como Argentina, Venezuela y México. La protesta por parte de Fernando VII a estas emancipaciones y su restauración del absolutismo se manifestaron en el envío de buques y soldados para acabar con las revueltas, lo que supuso grandes costes económicos para la Corona Española.
Expansión Napoleónica y Revolución Industrial
En el siglo XIX, partimos de la expansión en España del imperio napoleónico y la constante lucha de países europeos contra Francia. Además, tuvo lugar una revolución industrial en Gran Bretaña y un previo nacimiento de los Estados Unidos.
Antecedentes de la Crisis
Anteriormente, la influencia revolucionaria francesa en España favoreció la difusión de ideas liberales, pero llevó a Carlos IV a aislar el país para evitar el contagio. Después se originó una guerra contra Francia, en la que la derrota de las tropas españolas fue inevitable, y la Paz de Basilea (1795) subordinó España a los intereses franceses.
Alianza con Napoleón y Consecuencias
A partir de 1799, España se alía con Napoleón contra Gran Bretaña, lo que supuso la derrota de la flota española en Trafalgar (1805) y un endeudamiento por parte del ministro Godoy, el aumento de las contribuciones y la desamortización de tierras eclesiásticas. Estas medidas provocaron la oposición de la nobleza y la Iglesia y un descontento también de Fernando, el hijo de Carlos IV. A todo ello se unió el descontento popular que derivó en motines.
Tratado de Fontainebleau y Ocupación Francesa
La situación empeoró aún más con la firma del Tratado de Fontainebleau (1807), que autorizaba a los ejércitos franceses a entrar en el país para atacar a Portugal. Lejos de lo estimado, las tropas francesas ocuparon sitios estratégicos en España.
Motín de Aranjuez y Abdicaciones de Bayona
En esta situación se produjo el motín de Aranjuez (marzo de 1808), impulsado por nobles y eclesiásticos y protagonizado por soldados y sectores populares, que exigían la destitución del ministro Godoy y la renuncia de Carlos IV a favor de su hijo Fernando.
Al día siguiente, Fernando VII fue proclamado rey, y Carlos IV pidió ayuda a Napoleón, quien convocó a los monarcas en Bayona, produciéndose allí una doble abdicación. El francés nombraría a su hermano José I rey de España y se convocarían unas Cortes en Bayona para aprobar el Estatuto de Bayona, que recogía una serie de reformas reconociendo la igualdad jurídica y fiscal de los españoles.
Desarrollo de la Guerra de Independencia
Levantamiento del 2 de Mayo y Vacío de Poder
La situación en España era de miedo e indignación ante la exagerada presencia francesa y los rumores de que Napoleón había secuestrado a los reyes en Bayona.
Esto supuso el levantamiento de Madrid, el 2 de mayo de 1808, y la extrema opresión del general Murat, impulsado por algunos nobles, el clero y las clases populares.
Frente a la incapacidad de controlar la rebelión popular y frenar la ocupación francesa, las instituciones del Antiguo Régimen perdieron el control político y se generó un vacío de poder. Los patriotas crearon unas juntas provinciales que asumieron el poder y consiguieron una importante victoria en Bailén, obligando a José I a retirarse. Tras el éxito y frente a esa crisis política, las juntas crearon una Junta Suprema Central en septiembre de 1808, en la que se convocaron las Cortes de Cádiz.
Dominio Francés y Cortes de Cádiz
En otoño de 1808, Napoleón entró en España y ocupó algunos territorios, procediendo a sitiar ciudades como Gerona y Zaragoza. Hasta julio de 1812, el dominio francés era casi completo, excepto Cádiz, donde se celebrarán las Cortes de Cádiz.
Contraataque y Fin de la Guerra
En la primavera de 1812, se retiraron parte de las tropas napoleónicas para iniciar la conquista de Rusia. Ello facilitó el contraataque de las tropas británicas y españolas, que ocasionó en julio de 1812 la victoria en Arapiles.
A partir de entonces, en 1813, se recuperaron territorios como Madrid, Vitoria y San Marcial. Napoleón firmó el Tratado de Valençay (diciembre de 1813), con el que retiraba sus tropas, volviendo en marzo de 1814 Fernando VII.
Características de la Guerra y Guerrillas
La guerra ocasionada tiene características tanto a nivel civil como internacional. La guerra civil tiene lugar entre los afrancesados, que ven la llegada de los franceses como una oportunidad para modernizar el país, y el “frente patriótico”, integrado por absolutistas, moderados y liberales. Internacionalmente, supone una guerra entre España y Francia, con la unión de la oposición de otros países al Imperio Napoleónico como Rusia y Austria.
Por último, se idea en España una nueva forma de hacer frente a grandes ejércitos: guerrillas. Eran un método barato y eficaz en contra de los franceses. Eran dirigidas por hombres muy expertos como Juan Martín “El Empecinado”, Espoz y Mina y el Cura Merino.
Consecuencias de la Guerra
Esta guerra conllevó al empeoramiento de las condiciones de vida de las clases populares; un conflicto largo, cruel y destructivo; una crisis agraria, industrial y comercial; y un aumento de la deuda pública.
Cortes de Cádiz y Regencia
En enero de 1810, la Junta Suprema cesa sus funciones, siendo reemplazada por una regencia. A partir de ahí, terminaron de organizar las Cortes en Cádiz.
Los diputados son elegidos por provincias y acuden a Cádiz. Cuando estos no podían acudir, eran sustituidos por personas presentes en Cádiz. Al principio, las Cortes se convocaban por estamentos, pero pronto se acordó que fueran no estamentales y se inauguraron en septiembre de 1810.