Economía del Período de Entreguerras
Efectos Inmediatos de la Primera Guerra Mundial
La guerra debilitó a los continentes europeos. Afectó a la población, provocó la ruptura de la cooperación internacional y perjudicó la economía, con la inutilización del equipo productivo, el aumento de los precios, la pérdida de valor de las monedas europeas y el endeudamiento de los países por los préstamos recibidos de Estados Unidos. El Tratado de Versalles generó grandes desacuerdos económicos: las reparaciones de la guerra alemana dificultaron su recuperación, y Francia condicionó el pago de sus deudas a cobrar las recuperaciones de Alemania. Estados Unidos se opuso a las reparaciones, pero exigió la satisfacción de las deudas interaliadas. Las dificultades fueron especialmente graves en Alemania, con la quiebra del sistema monetario y una inflación sin precedentes que perjudicó a los asalariados. Francia y Bélgica ocuparon la cuenca del Ruhr, lo que favoreció el ascenso del nazismo.
El Auge de la Economía Estadounidense
Tras la guerra, se consolidó la supremacía de Estados Unidos. El dólar se impuso como moneda de cambio, y la banca estadounidense fue la única capaz de mantener un sistema de préstamos. Se produjo un desequilibrio comercial entre Estados Unidos y Europa por la mayor competitividad del primero, gracias a los nuevos métodos de trabajo y las nuevas tecnologías. Estados Unidos financiaría la reconstrucción de Europa tras la guerra.
Los Felices Años 20
La prosperidad americana condujo a un gran crecimiento económico, con un gran crecimiento en la producción industrial de los Estados Unidos gracias a los cambios que caracterizaron la Segunda Revolución Industrial, el incremento en el uso de la electricidad y del petróleo, y la consolidación de nuevos sectores industriales. El automóvil fue un sector emblemático, con la producción en serie mediante cadenas de montaje (fordismo), lo que produjo efectos positivos en otros sectores. También se desarrolló la construcción, con la edificación de rascacielos. Se produjo un proceso de concentración empresarial (trust) para rebajar costes. Todo este proceso provocó un aumento de la productividad y una reducción de costes, lo que aumentó el nivel de empleo, incrementó la demanda y estimuló el crecimiento de la oferta.
La Revolución de los Consumidores
Cambian los sistemas de compraventa, surge la sociedad de consumo y el consumo crece más que los ingresos, lo que provoca el endeudamiento.
La Desigual Distribución de la Renta
Crecen rápidamente los beneficios de las empresas, pero el aumento de los salarios fue menor. La mejora del poder adquisitivo de los trabajadores no fue suficiente, y la sobreproducción empezó a ser un problema. La agricultura fue el sector más perjudicado: los agricultores ya se habían endeudado durante la guerra, y los precios industriales se mantuvieron por encima de los agrícolas, provocando la ruina de millones de agricultores.
La Fiebre Bursátil
Hubo un notable aumento de las inversiones en bolsa. Los beneficios no se invirtieron en sectores productivos, sino que se especuló con ellos. El auge de la Bolsa de Nueva York dio paso a la llamada burbuja especulativa, con un desfase entre el rendimiento de las empresas y el valor de las acciones, pues se compraban para obtener ganancias rápidas con su venta. El interés por la Bolsa se extendió a pequeños inversores que se vieron obligados a pedir préstamos.
La Gran Depresión
Se elabora una sobreproducción industrial. Antes del crack de la Bolsa, era evidente que el crecimiento económico se estaba desacelerando. Se produce una crisis de liquidez para hacer frente al pago de las deudas, lo que provoca una cadena de impagos que lleva al cierre de muchas industrias y bancos. Se retiran inversiones en Europa y se produce un descenso de los precios (deflación). Hay una caída del consumo provocada por el paro y el pesimismo, disminuye la capacidad adquisitiva de los que habían invertido en la Bolsa, hay temor al despido, caída de los precios agrarios y empeoramiento de la situación de los agricultores, y un endeudamiento de las familias por las compras a plazos.
La Crisis Bancaria e Industrial
- Crisis bancaria: El hundimiento de la Bolsa hizo que los inversores no pudieran devolver sus préstamos. Se produce un intento masivo de retirada de fondos de los bancos, y estos reducen radicalmente los créditos a la industria y al consumo.
- Crisis industrial: Se produce un descenso del consumo que agravó la superproducción, y se reducen los créditos por parte de los bancos.
Una de las consecuencias de la crisis industrial fue el aumento del paro. Se extendió la pobreza y se provocó un mayor descenso del consumo, lo que llevó a la disminución de la producción industrial y agraria.
Los Caminos de la Recuperación Económica
La Propuesta Keynesiana
El economista británico J.M. Keynes defendió que los gobiernos debían actuar ante la falta de demanda, incrementando el gasto público ante la caída de la inversión privada para ayudar a parados y empresarios. Esta política generaría déficit público, pero aumentaría la demanda. El Estado incrementaría los ingresos por impuestos y, así, a medio plazo se solucionaría el déficit público. La prosperidad depende del consumo y de la inversión, no del ahorro, por eso hay que mejorar los salarios para aumentar el consumo.
El New Deal de Roosevelt
El presidente F.D. Roosevelt puso en práctica el plan de recuperación New Deal en 1932, con el que se asocia a las teorías keynesianas. Es un plan contradictorio, ya que plantea la intervención del Estado y la reducción de gastos. Las medidas más importantes tratan de luchar contra el descenso de los precios:
- Se establece la Ley de Ajuste Agrario, que reduce la producción para recuperar los precios.
- La Ley de Recuperación Industrial fomenta acuerdos entre empresas para no reducir precios.
- Se promueven obras públicas para crear empleo y aumentar la demanda.
El control estatal de los bancos se aplica para impedir una nueva crisis especulativa y bancaria. Hay una devaluación del dólar para favorecer las exportaciones, y también hay una mejora de las condiciones de los trabajadores. Estas medidas provocaron críticas y desconfianza empresarial, pues las inversiones fueron menores de las esperadas, y tras una inicial recuperación hubo una nueva recesión en 1936-1937. El New Deal ayudó a la estabilización de la economía, pero no trajo una etapa de crecimiento. Su recuperación llegó en 1939 con el inicio de la nueva guerra en Europa, la cual incentivó el desarrollo de la industria armamentística, y los Estados Unidos fueron los proveedores de los aliados europeos.
La Política Armamentística de Alemania
La recuperación de Alemania vino marcada por un fuerte intervencionismo del Estado autoritario. Este impulsó la política de rearme para fomentar la industria pesada, fomentó las obras públicas e impidió las importaciones para aumentar la demanda interior. Con estas medidas, Hitler pretendía conseguir la autarquía económica (autosuficiencia), pero el resultado fue un importante crecimiento de la producción industrial y un descenso del paro, lo que trajo una brutal represión y una fuerte contención de salarios. La política autárquica llevó al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Democracias y Totalitarismos
Italia Fascista
Crisis de la Posguerra
Tras la Primera Guerra Mundial, se extiende por Italia un amplio movimiento huelguístico con el que la clase obrera buscaba alcanzar el nivel de vida perdido con la guerra. Va acompañado en el campo por un movimiento de ocupación de tierras. Todo esto provoca que entre la burguesía se extienda el miedo a la revolución social. En el aspecto político, la monarquía constitucional atraviesa un momento de inestabilidad, pues no hay gobiernos duraderos y la coalición de centro de gobierno se ve contestada por la izquierda y la derecha. Existe un nacionalismo exaltado descontento con el resultado de la guerra, ya que Italia no consiguió todas las tierras irredentas que reclamaba.
El Partido Nacional Fascista
En 1921, Benito Mussolini fundó el Partido Nacional Fascista, que se presentó como un instrumento eficaz frente a la amenaza del comunismo y que contaba con un programa populista en lo social, defensor de la propiedad privada, un fuerte nacionalismo y expansionista y militarista en la política exterior. El partido se nutrió de sectores obreros descontentos con la situación política y social, pero sobre todo de la pequeña burguesía atemorizada por la crisis y el ascenso de las fuerzas revolucionarias. Esto estuvo bien visto entre los grandes industriales, sectores del ejército y del propio gobierno, y contó con apoyo económico de la patronal. Las escuadras fascistas protagonizaron numerosos actos de violencia social contra la izquierda con la complicidad de la policía y la justicia. El Partido Nacional Fascista creció rápidamente.
La Marcha sobre Roma y la Llegada al Poder
El golpe definitivo para hacerse con el poder fue la marcha sobre Roma en octubre de 1922, ante la supuesta debilidad del gobierno. Los camisas negras ocuparon los edificios públicos de la capital y controlaron instituciones y comunicaciones. El gobierno dimitió y el rey Víctor Manuel III pidió a Mussolini que formara un nuevo ejecutivo. Contaba con el apoyo tanto de la Monarquía como del Ejército. La dictadura fascista se estableció entre 1922 y 1924 en un proceso de recorte de libertades. En un primer momento se mantuvo formalmente la vida parlamentaria, pero en 1924, tras el asesinato del diputado socialista Matteotti, Mussolini asumió plenos poderes y silenció toda oposición.
La Dictadura Fascista
A partir de 1925, el duce inició un proceso para convertir a Italia en un régimen totalitario en el que el Estado y el Partido Fascista quedaron identificados. Prohibió todos los partidos y sindicatos excepto los fascistas. Sustituyó el Parlamento por un órgano consultivo formado por fascistas. Las autoridades locales eran nombradas por el gobierno y creó una policía política (OVRA) que perseguía a los opositores. Uno de los apoyos más sólidos del fascismo fue el de la Iglesia católica, con quien firmó los Pactos de Letrán en 1929, que suponen el reinicio de las relaciones Iglesia-Estado. Desarrolló una política nacionalista y expansionista. Promovió la remilitarización e inició una campaña para recuperar los territorios irredentos. Pretendía conseguir territorios coloniales en Europa y en África.
Fuerte Dirigismo Económico
Se caracteriza por un fuerte intervencionismo estatal, por el proteccionismo y por la tendencia a la autarquía. A través del IRI, el Estado fue haciéndose con el control de sectores importantes de la economía. La crisis de los años 30 acentuó el proteccionismo y la autarquía, que llevaron a cierta renovación de la industria a costa de una producción de elevados costos y baja calidad. El fascismo invirtió en obras públicas para frenar el desempleo y diseñó un programa para fomentar la producción agraria. El beneficiario de esta política fue la oligarquía, pero el nivel de vida de los italianos se situó por debajo del europeo.
Estricto Control Social
Pretendió controlar y dirigir a toda la sociedad a través de medios como el partido, los sindicatos o la educación. El catolicismo fue declarado religión oficial. El control a la prensa, la radio y la cultura era total.
La República de Weimar
Tiene graves problemas económicos y sociales. Hitler hizo un intento de golpe de Estado y la situación económica era complicada por las deudas y reparaciones de la guerra que Alemania tenía que pagar. Tras un periodo de estabilidad, la crisis de 1929 agravó la situación y los índices de paro volvieron a aumentar. Los partidos que formaban la Coalición de Weimar fueron perdiendo apoyos y los cambios de gobierno fueron continuos. Los aspectos fundamentales de la formación del partido nazi creados por el líder Adolf Hitler al frente del NSDAP desde 1921, intentando tomar el poder con el apoyo de los militares, lo que le llevó a la cárcel, eran los siguientes: revisión del Tratado de Versalles, unión de Austria al Reich alemán, rearme militar, limitación de las libertades individuales y denuncia del sistema parlamentario, organización corporativa y centralizada del Estado, antisemitismo, doctrina del espacio vital y germanización de Alemania, renunciando a la tradición latina. Al salir de la cárcel, Hitler reforzó su liderazgo en el partido y creó su propia organización de seguridad, las SS.
Alemania Nazi
El Tratado de Versalles fue considerado humillante por los alemanes y prevaleció sobre un país arrasado y caótico, tanto en el aspecto político como en el económico. El periodo de crisis se extendió de 1919 a 1933. En ese panorama problemático, el nazismo surgió y se fortaleció. Llegaría al gobierno del país, imponiendo una dictadura basada en el militarismo y el terror con el liderazgo del «Führer» Adolf Hitler, que iniciaría una Alemania nazi (gobernada por el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán).
La Llegada del Nazismo al Poder
La crisis de 1929 hundió la economía alemana. Se disparó el número de parados. La idea de una posible revolución comunista volvió a cobrar fuerza. Los grandes capitalistas empezaron a apoyar al Partido Nazi, que experimentó un gran crecimiento, al presentarse como la solución de los problemas mediante un gobierno fuerte y autoritario. En las elecciones de 1932 obtuvieron el mayor número de votos, aunque sin mayoría absoluta. En enero de 1933, Hitler era nombrado canciller mediante un pacto con los sectores conservadores. En apenas un año, había implantado su dictadura: el Tercer Reich. Desde su llegada al poder, Hitler empezó la construcción de un estado autoritario. Consiguió el permiso del presidente para disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones el 5 de marzo. Prohibió la prensa y las reuniones; la violencia de sus seguidores en las calles era frecuente. El 27 de febrero se produjo el incendio del Reichstag, del que fueron culpados falsamente los comunistas, lo que sirvió para suprimir las libertades y reinstaurar la pena de muerte. En las elecciones, el partido nazi obtuvo el 43 % de los votos frente al 30 % de comunistas y socialistas, pero con el apoyo del Centro consiguió que el Parlamento le otorgase plenos poderes. En agosto de 1934, Hitler se proclamó Führer y canciller del Reich. Más tarde, los nazis transformaron Alemania en un estado totalitario controlado por Hitler y el partido. Fueron disueltos todos los demás partidos y sindicatos y se suprimieron las libertades individuales. La Administración fue depurada y la judicatura desapareció como poder independiente. Fueron suprimidos los poderes locales. La identificación entre partido y Estado fue total. La policía fue sustituida por las SS y la GESTAPO, encargada de la represión a los opositores y del control sobre la opinión pública. En 1933 se crearon los primeros campos de concentración. Solo quedaba la sumisión del sector de las SA dirigido por Röhm, partidarios de la abolición del capitalismo, que mantenía diferencias con Hitler y que fueron neutralizados en la Noche de los cuchillos largos en 1934. Desde entonces, el control por parte del Führer fue absoluto. El gran objetivo era convertir Alemania en una gran potencia mundial. Para ello, querían implantar la autarquía y que Alemania fuera autosuficiente. Elaboraron un plan de abastecimiento económico y desarrollo de una industria de sustitución para producir las materias que el Reich no poseía en cantidad suficiente. El Estado ejerció un fuerte control sobre precios y salarios para frenar la inflación e inició un amplio programa de obras públicas para eliminar el paro. Dio prioridad a la industria pesada, sobre todo armamento, que alcanzó un gran desarrollo gracias a la remilitarización. En 1939, Alemania se había convertido en la segunda potencia industrial del mundo y había conseguido acabar con el paro. Sin embargo, el desequilibrio entre la industria pesada y la de consumo fue muy notable y las condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera fueron muy duras. Además, pese a que controlaron la inflación, el comercio exterior se paralizó. Hitler quería nazificar la sociedad alemana a base de un control absoluto de la cultura y el pensamiento basado en las ideas racistas y nacionalistas. La oposición era reprimida, aunque también es cierto que se produjo cierta adhesión de la población a un proyecto que exaltaba la grandeza de Alemania, el orgullo de la raza y un futuro progreso. El elemento clave era asegurar la pureza racial, por lo que eliminaron a los discapacitados y a los que no se identificasen con la comunidad del pueblo dirigido por Hitler. En este sentido, se persiguió a los judíos, a quienes culparon de todos los infortunios alemanes. Así, promulgaron leyes como las de Núremberg, que prohibían los matrimonios mixtos y se les negaba la ciudadanía alemana. En 1938 se les obligó a llevar un distintivo y el 9 de noviembre del mismo año tuvo lugar la Noche de los cristales rotos, en la que fueron detenidos muchos judíos, algunos fueron asesinados y sus comercios y sinagogas destruidos. El último paso sería la llamada solución final, por la que se decretó su exterminio durante los años de la guerra. La política exterior del régimen nazi iba encaminada a la implantación de un nuevo orden en Europa bajo los alemanes, relacionado con la superioridad racial, la raza aria. Rechazaron las cláusulas del Tratado de Versalles y pretendían la creación del Gran Reich alemán, que comprendería todos los territorios de habla alemana. En su afán por conquistar el espacio vital necesario para el desarrollo del pueblo alemán, pretendía someter a los pueblos eslavos que eran considerados inferiores. Este proyecto llevaría a la ocupación de nuevos territorios y a la aniquilación de su máximo enemigo, el bolchevismo ruso.
Guerra Civil Rusa
Los partidarios del zarismo inician la resistencia armada a la revolución y esto da comienzo a la guerra civil. Los rusos blancos se enfrentaron a la Rusia roja revolucionaria y contaron con algún apoyo extranjero. León Trotski creó el Ejército Rojo para hacerles frente. La guerra terminó de sumergir a Rusia en la miseria, fue ejecutado el zar y su familia. La guerra terminó con la victoria del Ejército Rojo en 1921. Durante la guerra, la economía se orientó a abastecer al ejército: es el llamado comunismo de guerra, pues se suprime la propiedad privada, se estataliza la industria para hacer frente a las necesidades de la guerra y toda la economía era dirigida por el Estado. (Consecuencia de la revolución de octubre en 1927).
Guerra Fría
Fue una tensión internacional permanente entre Estados Unidos y la URSS, que se caracterizó por una actitud beligerante y constante rearme. El enfrentamiento se realizó por conflictos periféricos, en los que ambos bloques se enfrentaban de forma indirecta a través del apoyo político, económico y militar a sus aliados. Estados Unidos perdió la guerra de Vietnam por causas que están relacionadas con factores militares, sociales y propagandísticos. La retirada del ejército norteamericano en 1973 fue la primera derrota militar de Estados Unidos y el comienzo de un trauma para la sociedad.
Revolución Soviética y la URSS: De Lenin a Stalin
Creación de la Tercera Internacional
En 1919 se fundó en Moscú la Tercera Internacional, conocida como Komintern. Los bolcheviques defendían la renovación del marxismo y la creación de los partidos para liderar la revolución obrera, frente a la postura del socialismo reformista que defendía los avances sociales en el marco de un sistema liberal. También el Komintern provocó divisiones en el socialismo internacional en el que hubo escisiones en muchos partidos socialistas y aparecieron los partidos comunistas. Más tarde, Lenin y Trotski pensaban que la revolución no se consolidaría si no se extendía a otros países. La revolución soviética hizo crecer los anhelos revolucionarios en Europa, con lo que hubo intentos en Alemania y Hungría que fracasaron, se crearon partidos comunistas en muchos países. Sin embargo, el objetivo de expandir la revolución parecía difícil de cumplir a corto plazo. Cuando muere Lenin en 1924, se abrió una lucha entre los dirigentes para sustituirlo. El gran debate se concentra en torno a:
- Trotski: que representaba el ala más radical del partido y que quería abandonar la NEP para profundizar en el socialismo, quería extender la revolución a Europa, la revolución permanente y defendía un funcionamiento más democrático del partido.
- Stalin: que representa las oposiciones más conservadoras, pues quería continuar con la economía mixta, construir el socialismo en un solo país y reservar las decisiones políticas a los dirigentes del partido.
En 1927 se hizo con el poder en el PCUS y en el Estado estableciendo una verdadera dictadura, donde tenía poder autoritario y centralizado, puso fin a la economía mixta (NEP) y forzó la colectivización de la propiedad y persiguió a todos sus opositores. En los comienzos del estalinismo, Stalin ejerció una dictadura personal apoyada en los resortes del partido comunista, creó una burocracia que se convirtió en una nueva clase social privilegiada: la nomenklatura, con la que se crearon vínculos de clientelismo que perpetuaron la corrupción. Se propició el culto a la personalidad de Stalin y el realismo soviético se convirtió en el arte oficial con el que se prohibieron las vanguardias. Stalin pretendía crear una sociedad sin propiedad privada mediante el control de todos los medios económicos por parte del estado. Estableció una rígida planificación económica con planes quinquenales con un doble objetivo: convertir la URSS en una potencia industrial y colectivizar el sector agrario y hacerlo productivo. En el primer quinquenal colectivizó los bienes inmuebles, los transportes y los instrumentos financieros, socializó la industria y suprimió la economía de mercado, colectivizó masivamente la agricultura, pues se crearon granjas colectivas (koljós) y estatales (sovjós) y desaparecieron los kulaks. La agricultura proporcionó capital para el desarrollo de la industria que generó desigualdades entre el campo y la ciudad y el nivel de vida de los campesinos continuó siendo muy bajo. Se priorizó el desarrollo de la industria pesada con el desabastecimiento de productos de consumo y el nivel de vida de población no mejoró sustancialmente. La planificación supuso la industrialización de la URSS: en 10 años se convirtió en una de las grandes potencias industriales del mundo. Stalin eliminó a buena parte de la vieja guardia revolucionaria. Desde 1930 inició una represión generalizada conocida como “purgas estalinistas” en las que persiguió a viejos dirigentes del partido, procesó a los militares supuestamente opuestos a Stalin y entre 1936 y 1938 se llevaron a cabo los procesos de Moscú. Con esta política eliminó cualquier tipo de oposición o alternativa al poder. También creó el sistema penitenciario llamado gulag, con campos de trabajos forzados. En 1936 se promulgó la nueva Constitución soviética, que mantuvo los sóviets como base del sistema, y ya no eran asambleas democráticas sino parte del aparato bajo el control del partido. Mantuvo una apariencia democrática, a las elecciones solo podían presentarse las candidaturas avaladas por el PCUS. Se mantuvieron las instituciones políticas surgidas de la Constitución de 1924, la unión entre el partido y estado era cada vez más estrecha. El Estado soviético mantuvo la estructura federal, sin embargo, aumentó el poder central y nunca se ejerció el derecho de autodeterminación.