Causas de la Guerra Colonial
En 1898, la pérdida de los últimos restos del Imperio español, Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en una guerra contra EE. UU., provocó una fuerte crisis interna. Para explicar lo que se calificó de “Desastre”, se produjeron diferentes intentos de respuesta que intentaban solucionar los problemas del país. Estos intentos recibieron el nombre de Regeneracionismo. En general, ninguno tuvo éxito y el Sistema de la Restauración siguió en crisis hasta su desaparición definitiva con la instauración de la II República.
- Independentismo en las colonias.
- Política de los Gobiernos españoles.
- Interés de EE. UU.: económico y estratégico.
Desarrollo de la Guerra
- 1895: Grito de Baire.
- Caudillos: líderes independentistas como José Martí.
- Tácticas: guerra de guerrillas.
- Opinión Pública: manipulación de la información para influir en la opinión pública.
- Maine: explosión del acorazado estadounidense Maine en La Habana.
- Santiago y Cavite: batallas navales decisivas.
- Paz de París: tratado que puso fin a la guerra.
Consecuencias del Desastre del 98
- Derrota y pérdidas territoriales.
- Planteamientos africanistas como alternativa colonial.
- Proteccionismo económico.
- Debate sobre las causas del desastre.
El Regeneracionismo
El Regeneracionismo fue un movimiento intelectual y político que buscaba soluciones a los problemas de España tras el Desastre del 98.
- Literario: Generación del 98, con autores como Miguel de Unamuno, Pío Baroja y Azorín.
- Intelectual: Joaquín Costa y su obra “Oligarquía y Caciquismo”.
Los problemas en España eran evidentes: atraso económico, predominio del secano, baja productividad, analfabetismo y atraso cultural. El país carecía de confianza en sí mismo. Joaquín Costa intentó invertir en política mediante la Unión Nacional, pero fracasó. Sin embargo, sus ideas fueron utilizadas tanto por la derecha como por la izquierda según les convenía.
Las soluciones propuestas por el Regeneracionismo incluían:
- Reforma agraria.
- Extensión del regadío mediante una política de infraestructura hidráulica y pantanos.
- Creación de escuelas.
- La figura del «Cirujano de hierro»: un político que tomara medidas extraordinarias para sacar al país de su atraso.
Gobiernos Regeneracionistas
Durante el siglo XX, diferentes gobiernos se autodenominaron regeneracionistas, como los de Antonio Maura, José Canalejas y Miguel Primo de Rivera durante el reinado de Alfonso XIII.
La Guerra de Cuba: Orígenes y Desarrollo
La Guerra del 98 fue el final de una serie de levantamientos anteriores:
- Guerra de los Diez Años (1868-1878).
- “Guerra Chiquita” (1879).
- Insurrecciones de 1883 y 1885.
Estos conflictos exacerbaron el nacionalismo popular de sectores cada vez más amplios, incluyendo a los criollos. Las raíces del conflicto se encontraban en la negativa de las élites políticas y económicas a conceder autonomía a Cuba, temerosas de perder el monopolio económico y descontentas por la tardía abolición del esclavismo.
El tercer elemento destacado fueron los intereses económicos de EE. UU., que exportaba más del 90% del azúcar y el tabaco cubanos. Estos intereses superaban a los españoles, lo que favoreció la intromisión estadounidense en los asuntos cubanos y su apoyo a los independentistas.
El frente del Partido Revolucionario Cubano lideró la lucha por la independencia. Paralelamente, estalló en Filipinas otra revuelta en 1896, duramente reprimida. La dura represión iniciada por el general Valeriano Weyler provocó su cese y la concesión de una amplia autonomía para Cuba y Puerto Rico en 1898, pero ya era demasiado tarde.
La voladura del acorazado Maine en 1898 provocó la entrada de EE. UU. en la guerra y la consiguiente derrota española en las batallas navales de Cavite (Manila) y Santiago de Cuba. El 10 de diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París, por el que España reconocía la independencia de Cuba y cedía a EE. UU. Puerto Rico, Filipinas y Guam. Posteriormente, España vendió a Alemania las Carolinas, las Marianas y Palaos.
Consecuencias del 98 en España
El Desastre del 98 puso de manifiesto “el problema de España”, su atraso y aislamiento. Esto provocó la aparición del Regeneracionismo, que rechazaba el sistema de la Restauración y proponía una transformación de las estructuras, con figuras como Joaquín Costa y José Ortega y Gasset. En la literatura, surgió la “Generación del 98”.
Se produjo un aumento del antimilitarismo, especialmente entre las clases populares, debido al reclutamiento y la ineficiencia de la oficialidad. A su vez, los militares rechazaron a los políticos, a quienes responsabilizaron de la derrota, exigiendo una modernización del ejército.
La economía española, y especialmente la industria catalana, perdió un mercado importante y materias primas baratas, aunque se atrajeron capitales de los indianos enriquecidos, lo que llevó a la creación de nuevos bancos. La guerra acentuó el déficit hacendístico. Algunas burguesías periféricas se replantearon la capacidad del gobierno para defender sus intereses, surgiendo los nacionalismos como alternativa.
La Liquidación del Imperio Colonial: Cuba y Filipinas
Tras la independencia de la mayor parte del imperio a inicios del siglo XIX (Ayacucho, 1824), solo las islas antillanas de Cuba y Puerto Rico, y el archipiélago de las Filipinas en el sudeste asiático continuaron formando parte del imperio español.
Cuba y Puerto Rico basaban su economía en la agricultura de exportación, principalmente azúcar de caña y tabaco, con mano de obra esclava. Estas colonias eran muy lucrativas para la metrópoli, y Cuba se convirtió en la primera productora de azúcar del mundo. Las duras leyes arancelarias impuestas por Madrid convirtieron estos territorios en un «mercado cautivo» de los textiles catalanes o las harinas castellanas, perjudicando a las islas, que podían encontrar productos mejores y más baratos en los vecinos Estados Unidos.
En Cuba y Puerto Rico, la hegemonía española se basaba cada vez más en la defensa de los intereses de una reducida oligarquía esclavista, beneficiada por la relación comercial con la metrópoli. En Filipinas, la población española era escasa y había pocos capitales invertidos. El dominio español se sustentaba en una pequeña presencia militar y, sobre todo, en el poder de las órdenes religiosas.
El Problema Cubano y la Guerra con Estados Unidos
La Guerra Larga (1868-1878), finalizada con la Paz de Zanjón, fue un primer aviso de las aspiraciones independentistas cubanas. La ausencia de reformas facilitó el desarrollo del anticolonialismo a pesar de la represión. José Rizal en Filipinas y José Martí en Cuba se convirtieron en figuras clave del nacionalismo independentista.
En 1895 estallaron de nuevo insurrecciones independentistas en Filipinas y Cuba. Una dura y cruel guerra volvió a provocar que decenas de miles de soldados, procedentes de las clases más humildes, fueran embarcados hacia esas distantes islas.