Evolución Humana y Culturas Antiguas en la Península Ibérica: Desde el Paleolítico hasta la Romanización

El Paleolítico: Los Primeros Homininos en la Península Ibérica

El proceso de hominización, o evolución del género Homo desde los primates al ser humano actual, tuvo lugar en la etapa más antigua de la Prehistoria: el Paleolítico. En el Paleolítico Inferior (800.000-100.000 a. C.), aparece el Homo Antecessor, antepasado del hombre de Neanderthal, cuyos restos se han encontrado en la Gran Dolina, Atapuerca (Burgos). En la Sima de los Huesos, también en Atapuerca, se han hallado numerosos fósiles humanos de Homo Heidelbergensis, anteriores al hombre de Neanderthal, junto con utensilios más evolucionados. Estos homininos eran depredadores, no producían sus propios alimentos. Vivían de forma nómada en grupos de 20 o 30 individuos y fabricaban herramientas de piedra tallada.

En el Paleolítico Medio (100.000-30.000 a. C.) vive el Homo Sapiens Neanderthalensis, con restos en Bañolas (Gerona) y en Granada. Domina el fuego, mientras se perfecciona el lenguaje hablado y la vida social, y practica ritos funerarios. Sus utensilios incluyen raspadores y cuchillos. En el Paleolítico Superior (30.000-8.000 a. C.) surgió el Homo Sapiens Sapiens, con yacimientos como El Castillo (Cantabria) y Nerja (Málaga). De esta época datan el arte mobiliar, las pinturas rupestres (Altamira, en Cantabria, y Asturias) y la utilización de hueso, marfil y conchas en la fabricación de agujas y collares.

El último periodo del Paleolítico, desde que acabó la última glaciación hacia el 10.000 a. C. hasta la aparición de la agricultura y la ganadería en Europa occidental, se llama Mesolítico o Epipaleolítico. Se caracteriza por la abundancia de instrumentos de pequeño tamaño tallados en piedra, llamados microlitos.

*Homo: género del reino animal, de origen africano, perteneciente a la clase Mammalia (mamíferos), orden Primates, que incluye al actual ser humano y a sus parientes cercanos. A excepción del Homo sapiens, todas las especies del género se han extinguido.

La Edad de los Metales: Cobre, Bronce y Hierro

En el año 3000 a. C., el primer metal en utilizarse fue el cobre, aunque no se abandonó la piedra. Una vez fundido, el cobre tenía una gran utilidad, mayor aún que la piedra, para utensilios como las armas. Apareció el megalitismo, con la construcción de monumentos con grandes piedras. Surgieron los primeros poblados, se intensificó la agricultura y se desarrollaron la minería, la industria textil y un comercio más intenso. Después, con la aleación de cobre y estaño, se logró el bronce, que es más duro y resistente que el cobre. Finalmente, el hierro se convirtió en el protagonista de un gran salto en la utilización de los metales. El hierro sustituyó al cobre y marcó la superioridad militar y tecnológica de una sociedad sobre otra.

El Reino de Tartessos: Esplendor y Decadencia

Las características del reino de Tartessos son las siguientes: alcanzó su máximo esplendor entre los siglos VIII y VI a. C. y tuvo su centro geográfico en Andalucía occidental. Su economía se sustentaba en la ganadería, la minería y en las actividades metalúrgicas, sobre todo del bronce. Era también un centro comercial internacional, destacando en la minería. No tuvo una unidad política determinada, sino que tuvo varios centros de poder. Los fenicios estuvieron muy implicados en la política y en la cultura. A partir del siglo VI a. C., el poder de Cartago, la sustitución del bronce por el hierro y el agotamiento de las minas provocaron la decadencia y la desaparición del reino de Tartessos. Las fuentes para su estudio son las referencias de los historiadores griegos y los escasos restos arqueológicos hallados, como santuarios, tumbas en algunas necrópolis y tesoros.

Los Íberos: Cultura y Contacto con los Pueblos Colonizadores

Los íberos eran pueblos de origen desconocido que habitaban en la costa mediterránea y Andalucía. Estaban más desarrollados que los celtas, pueblos primitivos y bélicos que trajeron el hierro a la Península. Los celtas habitaban en la costa atlántica y la cornisa cantábrica. Los íberos tuvieron un mayor desarrollo económico y cultural por el contacto con los pueblos colonizadores del Mediterráneo. Desarrollaron una gran actividad comercial y establecieron relaciones comerciales con aquellos pueblos. La organización política estaba desarrollada gracias a la ciudad-estado, traída por fenicios y griegos, al igual que las nuevas tecnologías y los productos exóticos. Los elementos culturales de los íberos incluyen la religión, la escritura y el arte, como la Dama de Elche.

La Romanización: Integración en el Mundo Romano

La romanización es el proceso de integración de los pueblos prerromanos o hispanos en el modo de vida romano en cuanto a administración, sociedad, economía, política, cultura y religión de Roma. Este proceso se realizó por medio de instrumentos como el ejército, las ciudades, la economía, la cultura, etc. Se difundió el latín, cambiaron las costumbres y se dividió a la sociedad en esclavos y libres. La romanización fue un proceso impuesto por los conquistadores y contó con el apoyo de las élites locales.

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