La Unificación Italiana: Un Proceso Complejo y Revolucionario (1820-1870)
La unificación de Italia fue un proceso largo y complejo, marcado por revoluciones, guerras y la intervención de potencias extranjeras. A continuación, se detallan las etapas clave y las figuras más relevantes de este periodo histórico.
Los Estados Italianos Pre-Unificación
Tras el Congreso de Viena, Italia quedó dividida en varios estados:
- Piamonte-Cerdeña: Bajo el reinado de la Casa de Saboya.
- Reino de las Dos Sicilias: Gobernado por los Borbones.
- Estados Pontificios: Bajo el control del Papa.
- Véneto y Lombardía: Anexionados al Imperio Austrohúngaro.
- San Marino: Un pequeño estado independiente.
Las Revoluciones de 1820 y 1830: El Despertar del Nacionalismo
Las revoluciones de 1820 y 1830 fueron impulsadas principalmente por los Carbonarios, una sociedad secreta que buscaba la unificación de Italia y la instauración de un régimen liberal.
Revolución de 1820
En Piamonte, los Carbonarios intentaron derrocar al rey Víctor Manuel I para establecer una monarquía parlamentaria. Víctor Manuel I abdicó en Carlos Félix y solicitó la intervención de la Santa Alianza. El primer ministro austrohúngaro, Metternich, envió al general La Tour, quien venció a los revolucionarios en la batalla de Novara, restaurando el absolutismo.
Revolución de 1830
Esta revolución, inspirada en los eventos de Francia, tuvo focos importantes en:
- Pisa: La prestigiosa universidad de Pisa, con estudiantes y profesores carbonarios, promovió una república liberal y constitucional.
- Módena: Los Carbonarios destituyeron al duque, lo que provocó la intervención de Metternich y el general La Tour, quienes vencieron a los revolucionarios en Rimini.
- Piamonte: Una organización dirigida por Mazzini provocó la caída de Carlos Félix y la ascensión al trono de Carlos Alberto (1830-1849). Carlos Alberto, influenciado por su esposa María Teresa de Toscana, introdujo la cultura toscana en la corte de Turín. Sin embargo, tras la revolución, pasó de ser un rey constitucional a uno absoluto (1833), lo que provocó otra revuelta liderada por Mazzini y el general polaco Romarino. Carlos Alberto solicitó nuevamente la ayuda de Metternich y La Tour.
- Roma (Estados Pontificios): Los Carbonarios lideraron una revolución durante la muerte del Papa Pío VIII. Formaron una república liderada por Vicini y Zuchi. El nuevo Papa, Gregorio XVI, pidió ayuda a Metternich, quien envió al general Radetzky, que venció a los revolucionarios en Rimini. Para evitar futuras revueltas, el Papa creó la Guardia Suiza.
La Revolución de 1848: El Auge del Risorgimento
La revolución de 1848 tuvo un impacto significativo en Italia:
- Austria-Italia: Se produjeron levantamientos en Venecia, Lombardía y Milán.
- Roma: Mazzini proclamó una república el 9 de febrero de 1849, lo que llevó a la intervención de Napoleón III en apoyo del Papa Pío IX. Las tropas francesas vencieron a los revolucionarios en Civitavecchia. El general francés Audinot lideró las fuerzas papales. Garibaldi, un carbonario revolucionario, también participó, pero fue derrotado en la Batalla de San Pancracio.
A partir de 1848, surgieron tres ideas principales para la unidad italiana. Víctor Manuel II nombró primer ministro a D’Azeglio (Il Risorgimento). El Conde de Cavour, como ministro de Hacienda, implementó reformas clave:
- Control de la administración de Hacienda y descubrimiento de un déficit de 171 millones de liras.
- Supresión de la jurisdicción eclesiástica, centralizando la justicia en el Estado.
- Creación del Banco de Turín, el único autorizado para emitir liras y controlar la inflación.
La Era de Cavour: Reformas y Alianzas Estratégicas
D’Azeglio, debido a problemas de salud, fue sucedido por Cavour, quien ganó por mayoría absoluta. Comenzó la era de las reformas, con Saccardi como ministro de Hacienda. Las principales medidas incluyeron:
- Desamortización de los bienes de la Iglesia: Estos bienes fueron vendidos en subastas, beneficiando a los ricos, quienes se convirtieron en grandes terratenientes.
- Inversión en regadíos: Financiados con el dinero obtenido de la desamortización.
- Inversión en ferrocarriles: Para agilizar el comercio.
- Modernización del ejército: Siguiendo el modelo inglés (infantería, artillería) y comprando armas en Inglaterra.
El ejército piamontés fue probado en la Guerra de Crimea (1854-1856), donde Italia apoyó a Inglaterra y Francia contra Rusia. La victoria italiana en la batalla de Taktir demostró la preparación del ejército.
El Atentado contra Napoleón III y el Pacto de Plombières (1858)
En 1858, Napoleón III y Eugenia de Montijo sufrieron un atentado perpetrado por carbonarios anarquistas. Este evento llevó a Napoleón III y Cavour a tomar en serio la unificación italiana. Se reunieron en secreto en Plombières, donde acordaron:
- Una guerra contra Austria. El Piamonte financiaría los gastos y Francia proporcionaría el ejército (más de 200.000 hombres).
- Saboya y Niza pasarían a Francia como compensación.
- Lombardía y Venecia se unirían al Piamonte.
- Austria debía ser provocada para iniciar la guerra, para evitar represalias diplomáticas contra Francia.
- Se concertó el matrimonio entre Jerónimo Bonaparte (hijo de Napoleón III) y Clotilde (hija de Víctor Manuel II).
La Guerra contra Austria (1859) y sus Consecuencias
Garibaldi, con su organización de voluntarios «Cazadores de los Alpes», provocó a Austria, que, bajo el mando de Francisco José I y Giulay, invadió el Piamonte. El ejército piamontés y el francés estaban preparados. Se produjeron varias batallas clave:
- Palestrina y Montebello: Victorias piamontesas.
- Magenta (4 de junio de 1859): Victoria francesa, demostrando la superioridad de la artillería francesa.
- Solferino (24 de junio de 1859): Una gran victoria francesa, pero con un alto costo en vidas (40.000 muertos y 90.000 mutilados). Esta batalla llevó a Henry Dunant, un mercenario suizo, a fundar la Cruz Roja.
Las consecuencias de Solferino fueron inmediatas:
- Prusia se alió con Austria para detener a Napoleón III.
- Los católicos franceses se opusieron a la guerra.
Se firmó el Armisticio de Villafranca, donde Francisco José I reconoció la pérdida de Lombardía, que pasó a Napoleón III. La Paz de Zúrich confirmó estos términos, generando descontento en Francia y en el Piamonte por no haber conquistado Venecia. En 1860, Cavour dimitió y Rattazzi asumió como primer ministro. Napoleón III cedió Lombardía al Piamonte, y este, a su vez, entregó Saboya y Niza a Francia.
La Expedición de los Mil (1860) y la Anexión del Sur
En 1860, dos sicilianos, Crispi y La Farina, del partido Acción Siciliana, buscaron la independencia de Sicilia del Reino de las Dos Sicilias. Pidieron ayuda a Garibaldi, quien organizó la «Expedición de los Mil» o «Camisas Rojas». Desembarcaron en Marsala y vencieron al general Landi en la batalla de Calatafimi. Tomaron Palermo y luego vencieron al general Bosco en la batalla de Milazzo, tomando Mesina.
A pesar de las promesas de reformas agrarias, el partido Acción Siciliana no cumplió, lo que generó descontento. Garibaldi decidió avanzar hacia Nápoles, obteniendo una victoria clave en Volturno.
Cavour y Rattazzi ordenaron al general Cialdini detener a Garibaldi. El ejército piamontés venció a las tropas francesas de Lemorcière en Castelfidardo. Los ejércitos del norte y del sur se encontraron en Teano. Garibaldi, a cambio de una compensación económica y una isla (Caprera), renunció a la república, evitando una guerra civil.
El Reino de Italia (1861) y la Piamontización
En las elecciones de 1861 (año en que murió Cavour), se estableció:
- Capital en Florencia.
- Víctor Manuel II como rey de Italia.
- Residencia real en el Palacio Pitti.
Rattazzi asumió el gobierno e inició la «Piamontización», trasladando el modelo de Turín al sur. Esto provocó el surgimiento de la Mafia en Sicilia y la Camorra en Nápoles. La Constitución de 1861 se basó en la francesa de 1830, estableciendo un sistema censitario y un poder ejecutivo fuerte en manos del rey.
La Cuestión Romana y la Anexión de Venecia (1866)
Garibaldi intentó nuevamente tomar Roma en 1862, pero fue derrotado por el general Pallavicino en la batalla de Aspromonte.
En 1866, Italia se alió con Prusia en la guerra contra Austria-Hungría. Aunque Italia sufrió derrotas en Custoza y Lissa, la victoria prusiana permitió la anexión de Venecia (Paz de Praga). A cambio, Italia pagó 35 millones de coronas austriacas.
La Toma de Roma (1870) y el Fin de la Unificación
En 1867, Garibaldi intentó nuevamente tomar los Estados Pontificios, pero fue derrotado por las tropas francesas en Mentana y Civitavecchia.
En 1870, aprovechando la guerra franco-prusiana y la caída del Segundo Imperio Francés, el primer ministro Lanza ordenó la conquista de los Estados Pontificios. Los generales Cadorna y Bixio vencieron a las fuerzas papales. El Papa Pío IX se refugió en el Castillo de Sant’Angelo y se consideró prisionero. Este conflicto no se resolvió hasta el Tratado de Letrán de 1929.
El Colonialismo Italiano: Eritrea y Etiopía
Tras la unificación, Italia se embarcó en un proyecto colonialista en África Oriental, centrándose en Eritrea y Etiopía. La región presentaba una compleja situación étnica y religiosa, con cristianos (tigre) y musulmanes (magdismo). Italia apoyó a Menelik II, líder del tigre, a través del Pacto de Uccialli, cediendo Eritrea a Italia a cambio de apoyo económico. Esta situación generó tensiones con Francia (que se anexionó Yibuti) e Inglaterra (que apoyó a los musulmanes). La guerra llevó a deudas y a una reforma fiscal por parte del ministro Sonnino. El general Baratieri obtuvo éxitos iniciales, pero fue derrotado en Adua en 1896, marcando el fin de la expansión italiana en Etiopía hasta 1935.
El Reinado de Humberto I (1878-1900) y el Transformismo
Víctor Manuel II fue sucedido por Humberto I en 1878, quien gobernó hasta su asesinato en 1900. Durante su reinado, Italia experimentó:
- Reivindicación de territorios irredentos.
- Transformismo: una política de alianzas cambiantes, con apoyo de Alemania y ruptura con Francia.
- Industrialización y aparición de grandes empresas.
- Colonialismo en África.
Una importante reforma electoral en 1882 (ministro Coppino) amplió el derecho al voto. Crispi creó el Partido Radical, que sustituyó a Il Risorgimento. Crispi y el Partido Socialista de Giolitti defendieron el colonialismo por diferentes razones. La derrota en Adua en 1896 marcó un revés para las ambiciones coloniales italianas.