Movimientos Obreros: Orígenes, Evolución e Impacto Socioeconómico
El movimiento obrero surge de la Revolución Industrial en el siglo XVIII debido a la falta de derechos que los trabajadores tenían en las fábricas. Se inició en Inglaterra. La burguesía triunfante, que ostentaba el poder político y económico, había construido las fábricas, comprado máquinas y promovido la Revolución Industrial. Sin embargo, buscando beneficios rápidos, explotaron a los trabajadores.
Estos trabajadores eran considerados por los empresarios (burgueses) como una mercancía más, al igual que las máquinas o el transporte, y eran tratados casi como esclavos. No existía ninguna legislación que regulara la actividad industrial, por lo que los trabajadores se veían expuestos a jornadas laborales de más de doce horas. Los niños también trabajaban, siendo un objetivo atractivo para los empresarios debido a sus salarios inferiores. Los obreros eran despersonalizados y sus trabajos se volvían mínimos, aburridos y repetitivos.
Poco a poco, los obreros tomaron conciencia de los abusos de la burguesía y surgieron movimientos de protesta contra esta situación:
Primeras Reacciones y Evolución de la Lucha Obrera
- Ludismo: Consistía en destruir las máquinas. Sin embargo, los obreros que destruían las máquinas eran castigados.
- Sindicatos: Más tarde, los obreros se dieron cuenta de que el problema no radicaba en las máquinas, sino en los empresarios que abusaban de ellos, por lo que cambiaron su forma de luchar. Se organizaron en sindicatos que buscaban negociar mejoras salariales y disminuir la jornada laboral. Inicialmente, intentaban negociar con los empresarios y, en caso de fracaso, recurrían a las huelgas, afectando tanto a obreros como a empresarios. Al principio, eran sindicatos de oficios, pero luego se convirtieron en sindicatos de obreros.
- Sociedades de Ayuda Mutua: Constituían sociedades de ayuda mutua, que servían de apoyo en caso de que el obrero no pudiera acudir al trabajo, proporcionándole recursos.
Los obreros se percataron de que estas luchas eran insuficientes y buscaron cambiar el mundo para mejorar las condiciones laborales y erradicar la explotación. Así surgieron los movimientos obreros.
Movimientos Obreros: Socialismo Utópico y Científico
- Socialismo Utópico: Planteaba una negociación entre obreros y empresarios, consistente en construir sociedades imaginarias donde todo era justo y todos trabajaban en lo que les gustaba.
- Socialismo Científico (Marxismo): Considerado un movimiento viable y no utópico, liderado por Marx, quien criticaba la sociedad anterior como utópica. Esta ideología se planteaba en cinco fases:
- Oposición empresarios/obreros: En la Revolución Industrial, los empresarios eran los dueños de las industrias, mientras que los obreros eran los trabajadores. Marx consideraba que los medios de producción eran el principal motivo de explotación.
- Toma de conciencia: Los obreros se daban cuenta de que vivían en una sociedad explotada.
- Revolución obrera: Se pretendía que los obreros llegaran al poder.
- Dictadura del proletariado: Los obreros, una vez en el poder, establecerían una dictadura para quitar el poder (los medios de producción) a la burguesía. Esta fase transitoria transferiría los medios de producción al conjunto de la nación.
- Sociedad sin clases: Eliminando el poder de la burguesía, todos estarían en el mismo nivel, logrando una igualdad económica.
Sin embargo, solo se llegó hasta la cuarta fase. Paralelamente, surgió otro movimiento obrero: el Anarquismo, liderado por Bakunin, quien consideraba que la explotación se debía al gobierno, un instrumento de los burgueses para explotar a los obreros. Los anarquistas se oponían a cualquier forma de gobierno, buscando eliminar los gobiernos y estados, creando pequeñas células autogestionarias. Su objetivo era alcanzar una sociedad sin clases.
Los obreros comprendieron la necesidad de unirse y agruparon todos los movimientos obreros para actuar de manera más efectiva. Se unieron en la llamada Internacional, enviando representantes a distintos países para difundir sus ideales. Bakunin envió a Fanelli a España para difundir las ideas anarquistas y ayudar a la creación de la sección española de la Internacional.
La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o Primera Internacional, fue la primera gran organización que intentó unir a los trabajadores de diferentes países, con una fuerte influencia anarquista debido a Bakunin. Marx envió a Lafargue a España, quien creó la Nueva Federación Madrileña de la AIT (en Madrid), con ideales marxistas.
Restauración Borbónica (1874 – 1931) y Cambios en el Movimiento Obrero
Con la Restauración Borbónica, las sublevaciones de carácter internacional fueron prohibidas. Los anarquistas cambiaron su nombre a Federación Regional Española, defendiendo una acción directa y dando origen al anarcosindicalismo, con sindicatos como Solidaridad Obrera y CNT. Los marxistas, por su parte, renombraron la Nueva Federación Madrileña de la AIT como Agrupación Socialista Madrileña (PSOE y UGT), liderada por Pablo Iglesias, que intervenía en la vida política con un programa reformista.
El 1 de mayo surgió como el Día del Trabajador, una jornada festiva de carácter reivindicativo. Como consecuencia, se formó la Segunda Internacional (Internacional Socialista) por los marxistas, quienes expulsaron a los anarquistas. El PSOE se unió a la Segunda Internacional.
Las Causas de la Revolución
En el último período del reinado de Isabel II, entre 1863 y 1868, se produjeron una serie de crisis económicas y políticas que mostraban las diferencias del sistema liberal y la debilidad de la economía capitalista en España.
Crisis Económica
En 1866 comenzó una importante crisis económica a nivel financiero e industrial, coincidiendo con una crisis de subsistencias. La crisis financiera fue provocada por la bajada del valor de las acciones en Bolsa, debido a la crisis de los ferrocarriles. La construcción de la red ferroviaria implicó una gran inversión de capitales en Bolsa, pero al comenzar la explotación de las líneas, su rendimiento económico fue menor del esperado, debido al escaso desarrollo de las industrias españolas.
La crisis financiera coincidió con una crisis industrial, sobre todo en Cataluña. La industria textil se abastecía en gran parte con algodón importado de EUA, pero la Guerra de Secesión americana (1861-1865) encareció la importación de esta materia prima y provocó un período de «hambre de algodón».
La crisis de subsistencias se inició en 1866 y causó una serie de malas cosechas que provocaron la escasez de trigo, alimento básico de la alimentación española. Inmediatamente, los precios de los alimentos básicos empezaron a subir, lo que provocó violencia social en el campo y paro en las ciudades, provocando un descenso del nivel de vida de las clases trabajadoras.
Deterioro Político
A mediados de la década de 1860, gran parte de la población española tenía motivos de descontento contra el sistema isabelino. En 1866, después de la revuelta de los sargentos del cuartel de San Gil y de su dura represión, O´Donnell fue apartado del gobierno por la reina, pero los siguientes gabinetes del Partido Moderado (Narváez y González Bravo) continuaron gobernando por decreto, cerraron las Cortes e hicieron oídos sordos a los problemas del país.
Ante la imposibilidad de acceder al poder por los mecanismos constitucionales, el Partido Progresista, dirigido por Prim, se negó a participar en las elecciones y defendió la conspiración como único medio para poder gobernar. El Partido Demócrata también se situaba en la misma posición, por lo que ambos firmaron el Pacto de Ostende en 1867. Querían acabar con el moderantismo en el poder, acabar con la monarquía isabelina y dejaban la decisión sobre la nueva forma de gobierno: monarquía o república, en manos de las Cortes, que serían elegidas por sufragio universal. Más tarde se unieron los unionistas al pacto, tras la muerte de O´Donnell. Esta adhesión fue fundamental para el triunfo de la revolución y para definir su carácter. Serrano (unionista) sustituyó a O´Donnell.
La Revolución Gloriosa del 68 y el Gobierno Provisional
Tras el Pacto de Ostende, se propició, utilizando la armada, la Revolución Gloriosa. En 1868, comenzaron (en Cádiz) las sublevaciones contra el gobierno de Isabel II, pidiendo a todos que se levanten en armas para acabar con Isabel II. La reina no tuvo más remedio que exiliarse. En la revolución tuvieron un gran protagonismo las fuerzas populares, dirigidas por un sector de los progresistas, los demócratas y los republicanos. En muchas ciudades españolas se constituyeron Juntas revolucionarias, que organizaron el levantamiento y lanzaron llamamientos al pueblo.
Los dirigentes unionistas y progresistas ya habían visto cumplir su objetivo de derrocar a la monarquía. Los sublevados propusieron a la Junta revolucionaria de la capital el nombramiento de un Gobierno provisional de carácter centrista, sin consultar a las Juntas provinciales ni locales. El general Serrano fue proclamado regente, y el general Prim, presidente de un gobierno integrado por progresistas y unionistas, que marginaba al resto de las fuerzas políticas. El nuevo ejecutivo ordenó disolver las Juntas y desarmar a la Milicia Nacional.
Constitución de 1869 y la Regencia
El Gobierno Provisional promulgó una serie de decretos para satisfacer algunas de las demandas populares (libertad de imprenta, derecho de unión y asociación, sufragio universal, etc.) y convocó elecciones a Cortes constituyentes (se reconoció el sufragio universal masculino para varones mayores de 25 años, en la Cámara participaban los progresistas, unionistas, un sector de los demócratas, los carlistas y los republicanos). En 1869 las Cortes se reunieron para redactar una nueva Constitución:
- La soberanía es nacional, pero muy próxima a la popular.
- Los poderes se dividen en legislativo (recae sobre las Cortes), ejecutivo (España es una monarquía constitucional con los poderes muy limitados por las Cortes) y judicial (totalmente independientes, son jueces por carrera).
- El sufragio es universal.
- España no se declara oficialmente católica, pero el culto católico se mantiene.
- Están redactados una serie de derechos y libertades a principio del artículo, lo que recalca la importancia de ellos. Reconocían los derechos de manifestación, reunión y asociación, la libertad de enseñanza, la igualdad para obtener empleo, la libertad de imprenta y de propiedad.
- Las Cortes se componían de un Congreso y un Senado, que deberían unirse al mismo tiempo.
- Esta constitución también fue aplicada a Cuba y a Puerto Rico, excepto a Filipinas (que estaba gobernada por una ley especial).
Las Cortes establecieron una regencia, que recayó en el general Serrano, mientras Prim era designado jefe de gobierno. El nuevo gobierno fue bien recibido por gran parte de los países europeos, ya que ponía fin a la larga etapa de inestabilidad política de Isabel II y estos nuevos dirigentes parecían capaces para realizar las reformas económicas necesarias a fin de garantizar las inversiones y los negocios extranjeros.
El Intento de Renovación Económica
Se implanta el capitalismo, se impulsa el librecambismo y la apertura del mercado español a la entrada del capital extranjero. Se estableció la peseta como unidad monetaria para unificar y racionalizar el sistema monetario y se produjo la venta o concesión de yacimientos mineros (que antes eran propiedad del Estado).