El Declive del Imperio Colonial Español
Tras la pérdida de las colonias americanas a principios del siglo XIX, a España solo le quedaban Cuba, Puerto Rico, Filipinas y algunos archipiélagos en el Pacífico. Las relaciones hispano-cubanas se enturbiaron y estuvieron marcadas por tres conflictos armados: la Guerra Larga, la Guerra Chiquita y la Guerra del 95.
La Guerra Larga y la Paz de Zanjón
La Guerra Larga (1868-1878) se prolongó durante el Sexenio Revolucionario y finalizó en 1878 con la firma de la Paz de Zanjón. Mediante este acuerdo, se estableció la abolición de la esclavitud y se prometieron reformas económicas y políticas. Sin embargo, el incumplimiento de estos acuerdos provocó el estallido de la Guerra Chiquita (1879-1880).
Durante la Restauración, la política española no implementó las promesas de descentralización y autogobierno. Además, se aplicó una política económica proteccionista que asfixiaba a Cuba. En la década de 1890, después de que las Cortes rechazaran el proyecto de Maura, que concedía autonomía política a la isla, se produjo un nuevo conflicto independentista.
La Insurrección Cubana de 1895
El conflicto comenzó en febrero de 1895 en la parte oriental de Cuba, pero pronto se extendió a la occidental.
Causas de la Insurrección
- Sentimiento antiespañol: Motivado por la actuación del ejecutivo central, que incumplió las cláusulas de la Paz de Zanjón y rechazó el Proyecto de Maura.
- Represión de Weyler: La represión ejercida por el General Weyler contra los independentistas cubanos incrementó el nacionalismo.
- Intervención de Estados Unidos: EE. UU. tuvo un papel clave debido a sus intereses económicos en la producción azucarera y sus políticas imperialistas.
El Grito de Baire y el Manifiesto de Montecristi
La guerra comenzó con el Grito de Baire, protagonizado por el Partido Revolucionario Cubano. Los fundadores de este partido, José Martí y Máximo Gómez, plasmaron su programa independentista en el Manifiesto de Montecristi. Tras la muerte de Martí, Antonio Maceo asumió la dirección militar junto con Máximo Gómez. La guerra, con la intervención estadounidense, resultó en graves pérdidas humanas, muchas de ellas debidas a enfermedades.
La Política Española ante el Conflicto
Martínez Campos y la Política Conciliadora
Inicialmente, el gobierno español envió al general Martínez Campos para poner fin al levantamiento con una política conciliadora. Sin embargo, al no llegar a un acuerdo, solicitó su regreso a España.
El General Weyler y la «Guerra Total»
El sustituto de Martínez Campos fue el General Weyler, quien implementó una táctica de «guerra total» más represiva. Dividió la isla en «trochas» y aisló aldeas para impedir la comunicación entre los insurrectos. Esta estrategia no tuvo el resultado esperado, ya que los insurrectos contaban con apoyo popular y conocían mejor el terreno. La dura actuación de Weyler aumentó el deseo de independencia y fomentó una campaña internacional de desprestigio contra España, dirigida por W.R. Hearst.
Sagasta, el General Blanco y la Autonomía Cubana
Con la llegada de Sagasta al gobierno, se inició una política conciliadora liderada por el General Blanco. Se ofreció un estatuto de autonomía cubana, pero fue insuficiente debido a la influencia estadounidense. El presidente republicano estadounidense McKinley denunció la actuación de Weyler y exigió la pacificación, amenazando con la intervención si España no vendía la isla por 300 millones de dólares, oferta que España rechazó.
La Guerra Hispano-Estadounidense
El 15 de febrero de 1898, EE. UU. declaró la guerra a España, utilizando como pretexto el hundimiento del acorazado Maine. España fue culpada del accidente y Estados Unidos exigió la renuncia a la soberanía española en Cuba.
La Batalla de Cavite en Filipinas
En Filipinas, se enfrentaron el comodoro Dewey y el almirante Montojo en la Batalla Naval de Cavite, que resultó en una derrota española. El ejército español se rindió el 14 de agosto. Un grupo de soldados, conocidos como «los últimos de Filipinas», prolongó la resistencia casi un año más.
El Combate Naval de Santiago en Cuba
En Cuba, los estadounidenses desembarcaron y tomaron las ciudades de Caney y la Loma de San Juan, bloqueando la escuadra del almirante Cervera. La batalla más significativa fue el Combate Naval de Santiago el 3 de julio, donde el ejército español fue aniquilado. Tras la capitulación, los norteamericanos ocuparon Puerto Rico, poniendo fin a la guerra.
Consecuencias de la Guerra Colonial: La Crisis del 98
El Ascenso de Estados Unidos
Estados Unidos fue el gran vencedor del conflicto. Este fue el punto de partida de un gran proyecto imperialista, que culminaría con la construcción del Canal de Panamá en 1903.
Cuba: Protectorado Estadounidense
Cuba quedó arruinada y se convirtió en un protectorado de EE. UU. No consiguió su independencia definitiva hasta 1902.
España: Fin del Imperio y Crisis del 98
Las consecuencias para España fueron graves:
- Fin del imperio colonial: Las pérdidas coloniales, ratificadas en el Tratado de París, marcaron el fin del imperio.
- Crisis social y moral: Las pérdidas humanas y coloniales sumieron a la sociedad en un estado de frustración y desencanto, reflejado en la obra de la Generación del 98.
- Regeneracionismo: Surgieron movimientos como el regeneracionismo, que buscaba modernizar España, pero la situación desembocó en el fin de la monarquía y la dictadura de Primo de Rivera.
- Debate sobre las responsabilidades: Se abrió un debate sobre las responsabilidades de la guerra. Los militares criticaron a los políticos, adoptando posturas más autoritarias.
- Inestabilidad política: El poder político se volvió inestable, con los partidos divididos y Antonio Maura (conservador) y José Canalejas (liberal) como figuras destacadas.
- Auge de fuerzas opositoras: Las fuerzas políticas contrarias al sistema, como el movimiento obrero y el republicanismo, cobraron mayor importancia.
- Consecuencias económicas: Aunque hubo pérdidas, estas se compensaron con la repatriación de capitales, la creación de fábricas, la reducción del gasto público y el inicio del cultivo de azúcar de remolacha en la Vega de Granada.