El Movimiento Obrero en España
Entre las fuerzas sociales que el régimen fue incapaz de incorporar figuraban las del movimiento obrero: el PSOE, el sindicato de tendencia socialista UGT y el sindicato de inspiración anarcosindicalista CNT. El PSOE era todavía una fuerza pequeña, pero creció progresivamente a lo largo del siglo XX. Se organizó en agrupaciones socialistas locales, y a su vez en agrupaciones provinciales. La dirección la ejercía un comité nacional (comisión ejecutiva) que presidió Pablo Iglesias hasta su muerte.
La UGT y su Crecimiento
Con respecto a la UGT, su crecimiento fue todavía mayor. Apoyó la acción política para conseguir reformas sociales y laborales. Así, en el Instituto de Reformas Sociales siempre participaron los socialistas, entre los que destacó Francisco Largo Caballero, que en 1917 llegaría a ser secretario general de la UGT. La vinculación entre el PSOE y la UGT era muy estrecha. Sus principales dirigentes fueron en muchas ocasiones militantes de ambas formaciones. Julián Besteiro y Largo Caballero consiguieron actas de diputado por Madrid, mientras que Indalecio Prieto las obtuvo por Bilbao. Los nuevos dirigentes del partido se mostraron partidarios del parlamentarismo y de una política reformista y moderada.
La Revolución Rusa y el PCE
El estallido de la Revolución Rusa dio lugar a que un grupo del PSOE se mostrara partidario de la línea bolchevique, fundando en 1921 el PCE. A principios del siglo XX, el anarquismo era poderoso en Cataluña, Aragón, Asturias y Levante. En Barcelona, las sociedades obreras y los sindicatos autónomos de inspiración anarquista crearon en 1907 Solidaridad Obrera, que era una federación de trabajadores con carácter apolítico, reivindicativo y favorable a la lucha revolucionaria. Impulsó la fundación de la CNT en 1910.
La CNT y su Ideología
La CNT se definía como revolucionaria y se basaba en tres ideas:
- Independencia del proletariado con respecto a la burguesía, por lo que se declaraba apolítica.
- La necesidad de la unidad sindical de los trabajadores.
- La voluntad de derribar el capitalismo.
La acción revolucionaria debería llevarse a cabo mediante huelgas y boicots hasta proceder a la huelga general revolucionaria.
Insurrección Cubana y Filipina
La Insurrección Cubana
En 1879 se produjo un nuevo movimiento de insurrección contra la presencia de los españoles en Cuba, que dio lugar a la guerra «Chiquita». La sublevación fue derrotada al año siguiente por la falta de apoyos, la escasez de armamento y la superioridad del ejército español. Pocos años después, el Grito de Baire de 1895 dio inicio a un levantamiento generalizado. La rebelión comenzó en Santiago de Cuba y se extendió hasta La Habana. Cánovas del Castillo, jefe de gobierno, envió un ejército al mando del general Martínez Campos. Campos no consiguió controlar la rebelión y fue sustituido por el general Weyler, que se propuso iniciar una férrea represión. Trató duramente a los rebeldes, aplicando la pena máxima a muchos de ellos.
Dificultades del Ejército Español
La guerra no era favorable al ejército español, que luchaba contra unas fuerzas a las que les favorecía el terreno, muy extendidas y que se concentraban y dispersaban rápidamente. Esto, junto con el mal aprovisionamiento y las enfermedades tropicales, causaron un gran número de bajas entre las tropas, haciendo difícil la victoria. En 1897, el nuevo gobierno liberal destituyó a Weyler y puso al general Blanco. Inició una estrategia de conciliación con la esperanza de empujar a los separatistas a pactar una fórmula que mantuviera la soberanía española en la isla y evitase el conflicto con EEUU. Decretó la autonomía de Cuba, pero los independentistas se negaron a aceptar esto.
Intervención de Estados Unidos
El interés de EEUU por Cuba había llevado a realizar intentos de compra rechazados por España. La ocasión para intervenir la dio el incidente del Maine, un acorazado estadounidense que estalló en La Habana en 1898. EEUU culpó falsamente a España y le mandó un ultimátum que exigía la retirada de Cuba. El gobierno negó cualquier vinculación con el incidente y rechazó el ultimátum, amenazando con declarar la guerra en caso de invasión. Así comenzó la guerra.
Derrota Española y la Paz de París
Una escuadra mandada por Cervera partió hacia Cuba, pero fue derrotada en la Batalla de Santiago. EEUU derrotó a otra escuadra española en Filipinas, en la Batalla de Cavite. En diciembre de 1898 se firmó la Paz de París, por la cual España se comprometía a abandonar Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El ejército español regresó vencido y en condiciones lamentables.
La Insurrección Filipina
En 1896 se produjo una rebelión en Filipinas. La colonia había recibido una escasa inmigración española, mucho menor que en Cuba, pero se mantenía por su producción de tabaco. El independentismo fraguó en la formación de la Liga Filipina, fundada por José Rizal en 1892, y en la organización Katipunan. La insurrección se extendió por Manila y el capitán general Camilo García Polavieja llevó a cabo una política represiva. El nuevo gobierno liberal de 1897 nombró capitán general a Fernando Primo de Rivera, que promovió una negociación indirecta con los jefes de la insurrección, dando como resultado una pacificación momentánea. Acaba con la Paz de París de 1898.