España en Crisis: De la Segunda República a la Guerra Civil

Los Problemas y la Reacción de la Derecha

Una Coyuntura Económica Desfavorable

La crisis económica internacional desde 1929, aunque no tan profunda en España, se tradujo en: reducción de las exportaciones y cierre de la emigración. La crisis se vio agravada por la absoluta falta de confianza entre empresarios e inversores. El gobierno reformista hizo frente a la crisis con medidas que dieron efectos positivos, pero también tuvieron repercusiones negativas.

Conflictividad Social

La CNT organizó huelgas generales y ocupó ayuntamientos, lo que derivó en represión con dureza por parte de la Guardia Civil.

La Reorganización de las Derechas y el Gobierno Militar

La patronal, grandes terratenientes, financieros, la Iglesia, y aquellos perjudicados en sus intereses por el reformismo republicano, así como sectores de las clases medias que consideraban excesivas las reformas, impulsaron la reorganización de los partidos conservadores.

El Partido Radical, cada vez más a la derecha, apoyó a los republicanos conservadores. La derecha conservadora católica y autoritaria impulsó campañas contra la limitación del poder de la Iglesia y contra la autonomía catalana.

El Bienio Conservador (1933-1936)

La Derecha al Poder

El gobierno de Manuel Azaña cayó en 1933 debido a las desavenencias políticas entre los partidos que lo apoyaban, los sucesos de Casas Viejas y su incompatibilidad con el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora. Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones en noviembre. Durante el bienio reformista, la derecha española se organizó en dos grupos. Uno se oponía frontalmente al régimen republicano y estaba formado por los monárquicos, carlistas y algunos fascistas, como las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) y, a partir de 1933, la Falange Española fundada por José Antonio Primo de Rivera. El otro grupo aceptaba la República para transformarla en sentido conservador, formado por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), creada en 1933 alrededor del partido católico Acción Popular. Su dirigente más destacado era José María Gil Robles. Durante la campaña electoral se manifestó la división profunda de la sociedad española. Los socialistas amenazaban con revoluciones sociales en caso de la victoria de la derecha, mientras que los de derechas presentaron tres puntos clave: la revisión de la Constitución en lo referente a la religión y su progresismo, la supresión de la reforma agraria y la amnistía de las personas acusadas de delitos por los socialistas. Esto favorecía a José Sanjurjo, que había sido detenido por su intento de golpe de Estado. El resultado de las elecciones de 1933 fue favorable para los partidos de derecha y centro. El presidente de la República mandó formar gobierno a Alejandro Lerroux, líder del Partido Radical. Este contó con el apoyo de la CEDA, pero sus desavenencias dieron lugar al bienio conservador.

La Revolución de Octubre de 1934

Pocos meses después del triunfo de la derecha, sectores del PSOE y de la UGT prepararon un alzamiento armado que tenía que ser acompañado de una huelga general. El motivo que dieron los socialistas para justificar la sublevación fue la entrada de la CEDA en el gobierno de Lerroux. Los partidos temían que Gil-Robles diera un golpe de Estado e hicieron un llamamiento a la huelga general, al que no se unió la CNT. La insurrección solo triunfó en Asturias durante un par de semanas, luego esta fue duramente reprimida por el ejército de África, dirigido por Francisco Franco. La insurrección fracasó y los dirigentes obreros fueron detenidos o se exiliaron. Esta revolución causó luchas en los barrios obreros en Madrid, y en Cataluña, el presidente de la Generalitat proclamó el Estado Catalán de la República Federal Española, pero la falta de apoyos hizo fracasar el levantamiento. Esto supuso la detención del presidente de la Generalitat y su gobierno y la supresión del régimen autonómico.

Triunfo del Frente Popular

Las Elecciones de 1936

La represión y las actuaciones del gobierno durante 1935, tales como: la supresión de la ley agraria, el bloqueo en las Cortes del Estatuto de Autonomía Vasco, el nombramiento de militares nada partidarios de la República, etc., fueron muy impopulares. En 1935 el gobierno de Lerroux se vio obligado a dimitir debido a la corrupción del estraperlo. El presidente disolvió de nuevo las Cortes y convocó elecciones para 1936. En estas elecciones se presentó la izquierda unida como una coalición, con el nombre de Frente Popular, que reunía tanto a republicanos como a comunistas. La derecha no se presentó unida y la CEDA fue el partido más significativo. El Frente Popular obtuvo mayoría en el Congreso, y a principios de este año comenzaron a mantenerse contactos para crear un alzamiento militar contra la República.

La Guerra Civil

Del Golpe de Estado a la Guerra Civil

La sublevación militar empezó el 17 de julio en Melilla y se extendió por el protectorado de Marruecos. La lenta reacción del gobierno permitió la consolidación de las posiciones rebeldes. El nuevo gobierno armó a las milicias sindicales y partidos que derrotaron el levantamiento en muchas regiones.

Planeado como operación rápida por los golpistas, no triunfó. Por otra parte, el gobierno tampoco consiguió detenerlo. Empezaba la guerra civil que enfrentó a dos bandos:

  • Los sublevados: militares, conservadores, etc. Contaban con bases sociales influidas por estas ideologías.
  • Y los leales a la República: clases populares encuadradas en el movimiento obrero.

La guerra civil tuvo una dimensión internacional: se interpretó como la confrontación entre las fuerzas democráticas o revolucionarias contra el fascismo o la contrarrevolución. Los sublevados contaban con el apoyo de los conservadores. Ambos contendientes buscaron ayuda exterior.

Evolución Política en la Zona Republicana: ¿Ganar la Guerra o Ganar la Revolución?

Derrumbe del Estado Republicano y Revolución

Durante los primeros días de la guerra, el estado republicano se desplomó y fue sustituido por organismos espontáneos establecidos por partidos de izquierdas y sindicatos. Desde muchos de ellos se impuso la revolución, pero descoordinada y sin objetivos precisos.

El restablecimiento del poder estatal puso fin a este caos.

Reconstrucción del Estado y Derrota de la República

Republicanos y socialistas moderados eran partidarios de parar la revolución y reconstruir el poder del estado para ganar la guerra. El gobierno de Largo Caballero intentó una vía intermedia. Estaba formado por socialistas y republicanos. Esta política no se tradujo en éxitos militares y creó graves conflictos en las fuerzas republicanas; la tensión terminó estallando en los “Hechos de Mayo”.

El líder socialista Juan Negrín formó un nuevo gobierno con todos los partidos de la república. Se dio prioridad al esfuerzo militar, pero no se logró frenar el avance de los franquistas. Parte de la población que había apoyado, había perdido su entusiasmo, sustituido por pasividad.

Evolución Política en la Zona Nacional: La Creación de un Estado Totalitario

Una represión sistemática y la represión continua después de la guerra, con más de 50000 víctimas hasta mediados de los años 40…

Liderazgo de Franco; creación de un partido único unificando diversas tendencias, con una marcada simbología fascista; reorganización del Estado.

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