A) Fundamentos Ideológicos, Bases Sociales e Instituciones del Franquismo
El franquismo, régimen político y social, nació durante la Guerra Civil debido a la necesidad de los militares sublevados de dotarse de un mando único, una estructura administrativa paralela a la República, una legislación y un poder ejecutivo antiparlamentario y antidemocrático. Se apoyaba en una ideología política representada por un partido único. Los sublevados encontraron la respuesta en Franco, quien concentró en su persona la potestad e iniciativa legislativas, se rodeó de gobiernos formados por ministros de su total confianza y no contó con un Parlamento representativo ni una Constitución que limitara sus poderes. Se promulgaron un conjunto de leyes (Leyes Fundamentales) y la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958). Aunque el régimen evolucionó, impulsado por los cambios de las derechas conservadoras y autoritarias europeas de entreguerras, pervivió hasta mediados de los años 60.
Rasgos Principales del Franquismo
- Rechazo de la sociedad burguesa contemporánea y nostalgia de etapas pasadas en las que España triunfaba. Añoraba la época de los Reyes Católicos. Se idealizaba el imperio de los Austrias mayores, especialmente el de Felipe II.
- Aversión hacia las instituciones políticas liberales y la democracia parlamentaria, identificadas con la masonería o la «judeomasonería», a las que se hacía responsable de la decadencia nacional.
- Represión durísima del marxismo y del comunismo y, en general, de todo el movimiento obrero. Las condenas a muerte duraron hasta el final del régimen. Se responsabilizó al comunismo de las conspiraciones contra el Estado.
- Exacerbado nacionalismo, xenofobia y el catolicismo más conservador. Se convirtió en la religión oficial del Estado; se consideró parte esencial del «alma española».
Fundamentos Políticos e Institucionales del Nuevo Régimen
El poder dictatorial, personal y vitalicio de Franco como Jefe del Estado, Presidente del Gobierno, líder del partido único y Generalísimo de los Ejércitos fue la clave del sistema político surgido tras el fin de la Guerra Civil. El prestigio, la autoridad y la popularidad de Franco se basaban en su éxito para dirigir y ganar la guerra contra el bando republicano. El dictador demostró poseer una habilidad y capacidad de adaptación para mantenerse en el poder a lo largo de los años. Tras el cese en 1942 de Ramón Serrano Suñer (apartado del gobierno por Franco por continuos errores), Luis Carrero Blanco se convirtió en el colaborador importante e influyente de Franco, auxiliándolo fielmente en el ejercicio del poder durante más de 30 años.
La concentración total de poderes políticos y militares en manos del dictador y los rasgos principales que caracterizaron al nuevo régimen franquista fueron el mantenimiento de un fuerte autoritarismo, la anulación de las libertades, el rechazo de los principios democráticos, la negación del sufragio universal y la supresión del pluripartidismo. El gobierno franquista controló la designación de mandos militares, jueces, alcaldes, obispos, etc.
El proceso de institucionalización del régimen fue lento, y su legislación fundamental fue elaborada entre 1940 y 1967. Las instituciones, normas y principios básicos del sistema político franquista quedaron definidos en:
- Ley de Unidad Sindical: Estableció el Sindicato Vertical, definido como «hermandad cristiana», organizado siguiendo planteamientos corporativistas. Sus funciones eran reforzar la disciplina y el control sobre los obreros e impedir cualquier conflicto laboral entre patronos y asalariados. Este sindicato único jamás logró atraerse la confianza de los trabajadores, e incluso los informes oficiales de carácter confidencial reconocían la repugnancia que el pueblo sentía hacia los sindicatos verticales por considerarlos un «nido de enchufistas».
- Ley de Cortes: Se restablecieron las Cortes, pero fueron despojadas de sus atribuciones legislativas. Franco no renunció a su potestad exclusiva de dictar las normas con rango de ley. Las únicas tareas de las Cortes franquistas consistieron en colaborar en la preparación de las leyes, debatir proyectos legislativos y aplaudir los discursos del dictador. Su composición se ajustaba al modelo corporativo; sus miembros, llamados «procuradores», eran elegidos en representación de los sindicatos verticales y de las cámaras de comercio.
- El Fuero de los Españoles: La necesidad de adaptarse a la nueva situación internacional originada tras la derrota germano-italiana en la II Guerra Mundial obligó al gobierno de Franco a abandonar la retórica falangista e introducir algunas novedades institucionales con el propósito de marcar distancias con respecto a los perdedores.
- Ley de Referéndum Nacional: Se estableció un procedimiento de voto directo para la ratificación popular de aquellos textos legislativos que fuesen considerados de extraordinaria trascendencia.
- Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado: Afirmaba el carácter vitalicio de la jefatura de Franco, definía a España como reino y regulaba el mecanismo de sucesión con la jefatura para garantizar la continuidad del régimen tras la muerte del dictador. Esta ley otorgaba a Franco la potestad de conceder títulos nobiliarios. Fue convalidada en un referéndum popular.
- Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional: Reproducía una nueva reafirmación de los viejos valores doctrinales del régimen: antiliberalismo, antimarxismo y nacionalcatolicismo.
La constitución del entramado institucional del régimen franquista fue completada finalmente con la aprobación de la Ley Orgánica del Estado en 1967. Se implantó, a partir de 1943, un sistema de seguros de enfermedad y de pensiones de vejez, así como la puesta en marcha de un conjunto de prestaciones y subvenciones económicas para los más necesitados en caso de invalidez, accidente laboral o maternidad.
Ideología y Apoyos Sociales del Franquismo
Señas Ideológicas del Régimen Franquista
Los valores ideológicos fueron el anticomunismo, el nacionalcatolicismo, el antiliberalismo, el autoritarismo derechista, el corporativismo y la defensa del orden y de la propiedad privada. Dirigentes, intelectuales y propagandistas acusaron a los bolcheviques de ser los responsables de todos los desastres y males que habían azotado a España durante los años 30. En los discursos oficiales, las arengas cuarteleras, las páginas de periódicos, etc., aparecían pintados como seres resentidos, envidiosos y desarraigados que actuaban al servicio de Moscú. Miles de personas fueron detenidas y encarceladas por este motivo durante los años siguientes.
El liberalismo fue descalificado con vehemencia por tratarse de una ideología y un sistema político cuyos principios se asentaban en errores tan censurables como el egoísmo, el individualismo, el librepensamiento, el materialismo y la insolidaridad. El liberalismo llegó a ser considerado como un «virus extranjerizante» y «antiespañol» que debía eliminarse lo antes posible.
Otro componente fue el nacionalcatolicismo, que afirmaba la necesidad del mantenimiento de una fuerte vinculación entre patria y religión, y defendía la convicción de que el catolicismo representaba la esencia de la nación española. Numerosos intelectuales y escritores afectos al régimen, como Pedro Laín Entralgo, José María Pemán, Dionisio Ridruejo o Ramón Menéndez Pidal, lo apoyaron.
La Ley de Ordenación Universitaria, aprobada en 1943, definía la universidad como «el ejército teológico para combatir la herejía» y la «creadora de la Falange misionera que debe afirmar la unidad católica».
Las composiciones ideológicas definidas por los movimientos nacionalistas catalán y vasco también sufrieron el rigor de las condenas doctrinales, las hostilidades de la censura y la persecución política del régimen construido por los vencedores de la Guerra Civil. En los primeros años de la posguerra, las lenguas catalana y vasca se prohibieron. A mediados de los 50, se puso en funcionamiento la Academia de la Lengua Vasca y el gobierno franquista la toleró.
Respaldos Sociales del Franquismo
El gobierno de Franco contó con la ayuda de todos los grupos sociales. Los apoyos populares del régimen fueron extensos y heterogéneos. Algunos de los factores que explicaban este amplio respaldo social al dictador y que permitieron a Franco retener el poder fueron:
- El vivo recuerdo de los desastres de la Guerra Civil y el deseo generalizado de preservar la paz y evitar nuevos conflictos violentos que empeoraran aún más las cosas.
- La resignación y el temor a la represión.
- La efectividad de la propaganda oficial y la influencia de los medios de comunicación controlados.
Militares, clero, católicos, falangistas, carlistas, terratenientes y empresarios fueron los grupos que más destacaron por mantener un respaldo activo con el régimen; fueron los mismos que habían secundado la sublevación militar antirrepublicana de 1936 y los mismos que habían apoyado al bando franquista durante la Guerra Civil.
- Los militares: La inmensa mayoría de oficiales y mandos del Ejército habían combatido contra el bando republicano durante la Guerra Civil y estaban plenamente convencidos de que la tarea prioritaria del Ejército debía consistir en defender a la dictadura de Franco contra sus enemigos políticos internos. Los mandos militares obedecieron al dictador Franco con la defensa de los «intereses de la patria». Entre 1939 y 1952, el 43% de los cargos más altos del Estado fueron desempeñados por militares designados por Franco (Luis Carrero Blanco, Juan Antonio Suanzes y Jorge Vigón, entre otros).
- Los católicos: Además del respaldo diplomático del Vaticano, el régimen recibió el valiosísimo apoyo de los eclesiásticos y los católicos españoles del Opus Dei y de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP). En 1936, la Iglesia prestó colaboración propagandística e ideológica al gobierno franquista, que, por su parte, cedió al clero católico el control casi exclusivo de la educación, de la censura y de gran parte de los medios de comunicación. Algunos de los ministros de Franco fueron Alberto Martín Artajo, Fernando María Castiella, José Ibáñez Martín y Joaquín Ruiz Jiménez.
- Los falangistas: Fue el grupo que participó y colaboró de forma más entusiasta con el régimen de Franco. En 1940, la estructura interna de FET de las JONS había quedado definida y completada con la puesta en marcha de la Sección Femenina, el Frente de Juventudes, el Sindicato Español Universitario (SEU) y el Auxilio Social. El objetivo era garantizar el encuadramiento de las mujeres, los jóvenes y los estudiantes universitarios dentro del partido único franquista. La Sección Femenina impartía cursos de doctrina católica y propaganda política. Sus actividades incluían la organización de excursiones, la creación de grupos de coros y danzas folclóricas regionales, y el mantenimiento de un servicio ambulante que recorría las zonas rurales para divulgar conocimientos sanitarios básicos sobre prevención de enfermedades infantiles. El desenlace de la II Guerra Mundial, con la derrota germano-italiana, perjudicó mucho a los falangistas. Desde 1945, los falangistas contemplaron con pesar cómo el gobierno de Franco decidía desprenderse de los símbolos externos que más recordaban a los rituales fascistas y optaba por suprimir también la obligatoriedad del saludo «a la romana». Continuaron beneficiándose del reparto de puestos y cargos en todos los niveles y sectores de la administración estatal, de la organización sindical vertical, de las instituciones municipales y de los organismos educativos y culturales oficiales en recompensa por sus incuestionables servicios.
- Los carlistas: Sus dirigentes más destacados mantuvieron una estrecha colaboración con el régimen y fueron designados por Franco para desempeñar distintas carteras ministeriales.
- El apoyo empresarial: Los sectores empresariales cooperaron con el gobierno franquista, resultaron favorecidos por su legislación y obtuvieron muchas ventajas del régimen. Sus ganancias aumentaron gracias a los grandes pedidos para la construcción de infraestructuras y obras públicas.
- Los monárquicos derechistas y antiliberales también apoyaron el régimen.
Las relaciones entre los diferentes grupos que conformaban el entramado del régimen franquista no siempre fueron buenas. Las disputas por ganar una mayor influencia cerca de Franco, los recelos mutuos y los encontronazos por conseguir los mejores puestos dentro del gobierno fueron bastante frecuentes. Llegaron a producirse algunos enfrentamientos de mayor importancia. El conflicto más grave ocurrió en 1942: una reyerta entre falangistas y carlistas a la salida del santuario de la Virgen de Begoña, en Bilbao, se saldó con tres muertos y setenta heridos.
B) Evolución Política, Económica y Social. La Situación en Andalucía
Evolución Política y Coyuntura Internacional
- Predominio de Serrano Suñer y la construcción del régimen (1938-1942): Ramón Serrano Suñer, Ministro de Interior en el primer gobierno de Franco, fue el encargado de diseñar un Estado al que dio un tinte fascista o nacionalsindicalista. Predominaron durante estos años ministros de origen falangista y militares. Participaron los católicos, reclutados generalmente entre los miembros de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP).
- Política exterior: Se concretó en una postura de «no beligerancia». España no intervino en la II Guerra Mundial, pero el gobierno franquista suministró materias primas de carácter estratégico y cooperó con la invasión de la URSS a través de la División Azul. En 1942, Serrano Suñer perdió influencia política debido a las críticas de ciertos sectores del Ejército. Esto supuso una pérdida de peso político del fascismo en el régimen, favorecida por la derrota del Eje italo-germano en la II Guerra Mundial. Como consecuencia, Franco adoptó una postura algo más neutral.
- El ascenso de los católicos: Desde 1945, coincidiendo con el final del conflicto mundial y con el triunfo de los Aliados, se incrementó la influencia política de los católicos en los gobiernos franquistas. Se inició a partir de ese momento una etapa de nacionalcatolicismo.
- Las primeras leyes: Las leyes utilizadas (mencionadas en la sección anterior) fueron: el Fuero del Trabajo, la Ley Constitutiva de las Cortes, el Fuero de los Españoles, la Ley de Referéndum Nacional y la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado.
- El aislamiento internacional: El régimen fue condenado por la Organización de las Naciones Unidas, y todos los embajadores abandonaron el país. España fue bloqueada diplomática y económicamente. El franquismo calificó esta situación como «política antiespañola» y la utilizó como pretexto para realizar una concentración de apoyo a Franco.
- La consolidación del régimen: Se produjeron transformaciones. Se eliminaron algunos aspectos de la política autárquica. Se puso en marcha el Plan de Estabilización y se produjo la visita a España del presidente de EE. UU., Dwight D. Eisenhower. Características de esta etapa: la tendencia católica creció; Carrero Blanco se consolidó como la «mano derecha» de Franco. En 1956, se produjeron protestas de universitarios. Los católicos del Opus Dei, conocidos como «tecnócratas», diseñaron el Plan de Estabilización de 1959, que supuso una mayor liberalización económica. En 1953, se firmaron acuerdos que permitieron a los estadounidenses construir bases militares en España; a cambio, Franco obtenía seguridad. España fue admitida en la ONU en 1955.
- Tardofranquismo y desarrollismo: Fue la última etapa del régimen de Franco. Se produjo un crecimiento económico.
- La actividad política: El régimen adquirió una apariencia más moderna. En 1962, Franco nombró vicepresidente a Agustín Muñoz Grandes. Se procedió a promulgar una nueva Ley Orgánica del Estado, que diseñaba la España posterior a Franco. Juan Carlos de Borbón fue designado sucesor.
- Los problemas del franquismo: La división en el seno de los partidarios del régimen se hizo notoria con el escándalo de MATESA, que provocó una crisis gubernamental y un nuevo gabinete, con Carrero Blanco como vicepresidente. La crisis energética y el asesinato de Carrero Blanco frenaron las transformaciones del régimen.
- La política exterior: Se mantuvieron los acuerdos con EE. UU. y prosiguió el proceso de descolonización de las posesiones españolas en África.
- La agonía del régimen: Franco nombró presidente del Gobierno a Carlos Arias Navarro. López Rodó y los tecnócratas fueron apartados del poder. En noviembre de 1975 murió Franco.
Transformaciones Económicas: De la Autarquía al Desarrollismo
- La España de la autarquía:
- Causas de la adopción de la autarquía: enormes pérdidas causadas por la Guerra Civil, obstáculos internacionales y el nacionalismo económico proteccionista.
- La agricultura entró en crisis. Los agricultores estaban obligados a vender al Estado sus productos a bajo precio.
- La industria se estancó.
- Salarios y finanzas: los salarios descendieron mucho y los precios aumentaron. Esto provocó una pérdida del nivel de vida y del poder adquisitivo.
- El agotamiento de la autarquía: Entre 1951 y 1959, hubo cambios en las directrices económicas del régimen. El objetivo era el abandono de la política autárquica. Causas: el fin del bloqueo diplomático, la incorporación de hombres más liberales, la toma de conciencia por parte de los dirigentes del fin del modelo autárquico y la llegada al gobierno de los tecnócratas del Opus Dei.
- Consecuencias de la liberación económica: El Plan de Estabilización y Liberación Económica tuvo efectos positivos:
- Crecimiento económico sostenido.
- Crecimiento agrícola.
- Se dieron los primeros pasos para una reforma agraria conservadora.
- Crecimiento industrial enorme.
- El desarrollismo: Esta política permitió romper con el modelo autárquico y apostar por una economía de mercado.
- Planes de Desarrollo: Constituyeron un ejemplo de planificación indicativa coordinada.
- Actividades económicas: El eje era la industria y, en menor grado, los servicios. El campo se mecanizó. Experimentó un gran desarrollo la producción de bienes de consumo. Se priorizó el transporte privado antes que el público. La construcción y el turismo fueron los sectores que más crecieron.
- Los ingresos procedentes del extranjero: El déficit se compensó con las transferencias de dinero que los españoles emigrados enviaban y con el turismo. El poder adquisitivo creció.
- Los límites del desarrollismo: El crecimiento económico tenía deficiencias:
- Creciente dependencia de la coyuntura económica exterior.
- Desequilibrios regionales.
- Inexistencia de una reforma fiscal.
- Control de la economía por parte de la banca privada.
Evolución Social y Cultural
- La evolución demográfica: Durante el franquismo, la población española experimentó uno de los crecimientos vegetativos más altos de la historia. Los movimientos internos de población se intensificaron a partir de los años 50 hacia las ciudades y regiones costeras. En los 60, se produjo el mayor crecimiento urbano; la población de las ciudades se duplicó.
- Modernización social y evolución de las mentalidades: Hubo un descenso de la población que trabajaba en la agricultura. El sector industrial pasó a ser el predominante. Se promovió el aumento de las clases medias urbanas.
- Los valores del franquismo y el cambio de mentalidad: La sociedad de los años 40 y 50 tenía una rígida jerarquización; predominaban los valores tradicionales. El impacto de la expansión económica sobre los años 60 y 70, la apertura al exterior y el aumento del nivel de vida fueron muy grandes. A largo plazo, las comodidades características de una «sociedad de consumo» comenzaron a formar parte de la vida cotidiana (por ejemplo, el SEAT 600). Este nuevo modo de vida fue respaldado por los medios de comunicación. Los cambios sociales permitieron la creación de una nueva clase media conformista, satisfecha y agradecida a Franco por el periodo de paz y por las mejoras en la enseñanza recogidas en la Ley General de Educación.