La Crisis Económica de 1929: El Crack del 29 y la Gran Depresión
La crisis económica que se desencadenó a partir del crack financiero de 1929 presenta características únicas en comparación con crisis anteriores. Hasta ese momento, la teoría económica consideraba las fases depresivas periódicas como algo casi inevitable. Sin embargo, esta crisis no fue una más; la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias alteraron las similitudes con ejemplos previos.
Se trata de un trastorno generalizado del funcionamiento del capitalismo, con efectos globales y de diversa índole. Esta situación exigió profundos intentos de transformación del sistema capitalista.
La Situación Económica Post-Guerra Mundial
Junto con la crisis política, el fin de la guerra trajo consigo un período de gran inestabilidad económica. A fases de recesión les sucedieron otras de recuperación, en un contexto general de anarquía monetaria y financiera. Este período se puede resumir en cuatro etapas:
- Herencia de posguerra: Al finalizar el conflicto, los países beligerantes enfrentaron una terrible situación económica: pérdidas humanas, costes materiales y en infraestructuras, deudas financieras, etc. En contraste, los países no participantes en la contienda incrementaron su producción para abastecer los mercados de aquellos. Estados Unidos se consolidó como el principal prestamista para la reconstrucción europea.
- 1919-1920: Breve auge económico: Se produjo un breve *boom* económico debido al aumento del consumo en tiempos de paz. Este consumo fue impulsado por el capital estadounidense y los productos extraeuropeos.
- 1921: Crisis de reconversión: Tras un período de alto consumo, la demanda disminuyó. Los países acreedores (EE. UU., Reino Unido, Japón) redujeron el flujo de capital hacia los deudores (Francia, Alemania), quienes no pudieron afrontar el pago de las importaciones. Los primeros adoptaron políticas deflacionistas para dar salida a sus productos, mientras que los segundos implementaron políticas inflacionistas para competir en el mercado internacional.
- A partir de 1922: Recuperación económica: Se inició un período de recuperación económica, principalmente debido a dos factores: la Conferencia de Génova (1922), que promovió la estabilización monetaria mediante la adopción del patrón oro flexible, y el Plan Dawes (1924), que facilitó créditos a Alemania para el pago de las deudas de guerra.
La Prosperidad de los Años Veinte y sus Desequilibrios
La prosperidad económica durante la segunda mitad de la década de 1920, principalmente en Estados Unidos, se basó en el desarrollo de nuevas industrias (como la automotriz) y fuentes de energía (petróleo), nuevos métodos de producción y organización del trabajo (taylorismo), y la concentración financiera e industrial. Sin embargo, este crecimiento era más aparente que real, ya que ocultaba serios desequilibrios y problemas:
- Crisis permanente de la agricultura.
- Crisis de la industria tradicional.
- Pérdida de poder adquisitivo.
- Dificultades para el comercio internacional.
En esencia, se produjo una gran contradicción entre una industria de producción cada vez más especializada y una sociedad incapaz de absorberla. Según Bertrand Nogaró, se trata de una crisis de superproducción; o, según Jacques Neré, de una crisis de subconsumo. Esta situación fue el germen de la Gran Depresión de 1929.
El Crack del 29 y la Gran Depresión
La expansión económica estadounidense, su posición privilegiada a nivel mundial y el aumento del nivel de vida llevaron al país a un período de euforia, conocido como «los felices años veinte». No obstante, a finales de 1929, Estados Unidos se vio inmerso en una nueva fase de crisis económica.
Aunque generalmente se atribuye el origen de la crisis al hundimiento de la Bolsa de Nueva York, actualmente se cuestiona la excesiva importancia otorgada a este evento y se enfatiza la influencia de otros factores. Entre estos, se destacan la caída de los precios de los productos primarios en los años anteriores y los desequilibrios previamente mencionados.
Crisis Bursátil y Depresión en Estados Unidos
La crisis bursátil tuvo sus raíces en la euforia especulativa de los años anteriores. El rápido incremento del valor de las acciones fomentó la inversión en bolsa con el objetivo de obtener ganancias fáciles. Desde 1927, y a pesar de que la prosperidad de muchas empresas comenzaba a declinar, los beneficios se utilizaban para especular en bolsa, lo que generó una tendencia alcista que no se correspondía con la realidad de la economía estadounidense. En la primavera de 1929, se produjo un cambio de tendencia y comenzaron a venderse las primeras acciones.