La Crisis de 1640 y el Declive del Imperio Español
La crisis de 1640 amenazó la integridad territorial de España, exacerbada por las exigencias financieras de la Guerra de los Treinta Años. Para financiar la guerra, se implementaron medidas como nuevos impuestos, venta de cargos públicos y la creación de señoríos. La oposición a la Unión de Armas, propuesta por el Conde-Duque de Olivares, desencadenó rebeliones generales e independentistas.
Rebelión de Cataluña (1640-1652)
Causada por los abusos del ejército castellano-italiano, la revuelta culminó con el asesinato del virrey. Los Segadors se unieron a la revuelta en Barcelona. Aunque Luis XIII fue nombrado conde de Barcelona, la crisis económica, la peste y la opresión llevaron a la rendición ante Juan José de Austria, quien respetó los fueros catalanes. La guerra con Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), donde España cedió el Rosellón y la Cerdaña.
Rebelión e Independencia de Portugal (1640-1668)
La rebelión portuguesa, de carácter nobiliario y anticastellano, fue provocada por los ataques y la colonización de las colonias portuguesas. El Duque de Braganza fue proclamado rey. Olivares, incapaz de afrontar dos frentes, priorizó Cataluña. La Paz de Westfalia (1648), junto con el apoyo de Francia e Inglaterra, allanó el camino para el reconocimiento internacional de Portugal, cuya independencia fue oficializada por España en 1668.
El Ocaso del Imperio Español en Europa: Los Reinados del Siglo XVII
Felipe III (1598-1621)
Su reinado se caracterizó por una política pacifista, firmando la paz con Inglaterra y la Tregua de los Doce Años con Holanda. A pesar de los matrimonios estratégicos con la casa de Borbón, la prodigalidad y la corrupción marcaron su gobierno. Intervino en los inicios de la Guerra de los Treinta Años (1618).
Felipe IV (1621-1665)
La Guerra de los Treinta Años dominó su reinado, un conflicto motivado por tensiones religiosas entre católicos y protestantes, y por la hegemonía en Europa. Los bandos enfrentados fueron: los Habsburgo (españoles y austriacos) contra Francia, apoyada por Inglaterra, Suecia, Dinamarca y Holanda. Tras un éxito inicial (rendición de Breda), la Paz de Westfalia (1648) significó la independencia de Holanda y la pérdida de la hegemonía europea en favor de Francia. La guerra con Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos, con la cesión del Rosellón, la Cerdaña y Artois. El reinado se tradujo en una profunda crisis demográfica, económica y para la monarquía.
Carlos II (1665-1700)
Durante su reinado se reconoció la independencia de Portugal. Las continuas guerras con Francia (Paz de Aquisgrán y Paz de Nimega) resultaron en más pérdidas territoriales (Lille, Franco Condado y Luxemburgo). Un acercamiento a Francia culminó con el nombramiento de Felipe de Anjou, de la casa de Borbón, como heredero al trono español.
Evolución Económica y Social de la España del Siglo XVII
El siglo XVII estuvo marcado por una profunda crisis económica. Epidemias, la expulsión de los moriscos, las guerras y la emigración redujeron la población a unos 7 millones de habitantes. La Hacienda Real estaba endeudada y la afluencia de metales preciosos de América disminuyó. Se declararon bancarrotas, a pesar de los préstamos de banqueros italianos y portugueses.
Se buscaron nuevas fuentes de ingresos: el vellón (moneda de baja ley), nuevos impuestos, donativos de la nobleza, venta de cargos públicos, realengos y títulos nobiliarios.
La recesión económica se manifestó en:
- Caída de la producción agrícola y reorientación de los cultivos.
- Disminución de la ganadería bovina.
- Crisis de la industria textil castellana debido al aumento de costes y la competencia extranjera.
- Comercio acaparado por extranjeros.
- Comunicaciones internas lentas y costosas debido al mal estado de las vías de transporte, las aduanas internas y la diversidad monetaria.
Hacia finales de siglo, hubo una cierta recuperación gracias a:
- Control de la inflación.
- No creación de nuevos impuestos.
- Cambios en la forma y volumen de la recaudación.
- Aumento de la natalidad.
- Recuperación del comercio.
Las repercusiones sociales incluyeron:
- Aumento y endeudamiento de la nobleza.
- Incremento del número de religiosos.
- La burguesía invirtió en señoríos y rentas fijas (“juros”).
- El campesinado sufrió la crisis, la presión fiscal y el bandolerismo.
El Siglo de Oro: Esplendor Cultural en la España del Siglo XVII
El siglo XVII representa la cima del esplendor cultural español, conocido como el Siglo de Oro. Las formas y los gustos barrocos se impusieron en todas las artes.
- Literatura: Miguel de Cervantes, con su obra maestra El Quijote (1605 y 1615), se convirtió en el máximo exponente. La poesía alcanzó su apogeo con Francisco de Quevedo y Luis de Góngora, quienes realizaron una fuerte crítica social. En el teatro, destacaron Lope de Vega y Calderón de la Barca.
- Arte Barroco: A diferencia del Renacimiento, el Barroco se caracteriza por su estilo recargado y exagerado, reflejando la obsesión por el estatus social y la fugacidad de la vida. Es el arte de la Contrarreforma, con un fuerte énfasis en temas religiosos.
- Arquitectura: Destacan los matices recargados de Churriguera.
- Escultura: Predominan los temas religiosos en madera policromada, con Gregorio Fernández como figura principal.
- Pintura: La pintura fue el máximo exponente del Siglo de Oro. La escuela sevillana formó a Zurbarán y Murillo, mientras que la madrileña tuvo a Velázquez, pintor de la corte de Felipe IV. Velázquez dominó la luz, el espacio y la perspectiva aérea. Abordó temas mitológicos (La fragua de Vulcano, Las hilanderas), religiosos (Cristo crucificado) e históricos, convirtiéndose en el mejor retratista de la época. Su obra maestra, Las Meninas, refleja la complejidad del Barroco, aunque con una aparente sencillez.