LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSITUCIÓN DE 1812:
LA CONVOCATORIA DE CORTES:La Junta Suprema Central Gubernativa del Reino se había mostrado incapaz de dirigir la guerra y decidió convocar unas Cortes en la que los representantes de la Nación decidieran su organización y su destino. A la larga, estas Cortes van a iniciar un proceso revolucionario, con la labor legislativa de poner fin al Antiguo Régimen y la aprobación de una Constitución.
La Junta Suprema Central se disolvió en enero de 1810, tras convocar las Cortes, manteniendo hasta que se reunieran una Regencia de cinco miembros (como gobierno provisional).El ambiente en Cádiz era liberal, porque en ella se habían refugiado burgueses liberales, funcionarios ilustrados e intelectuales de otras ciudades. Este ambiente hace que los representantes elegidos en las Cortes tengan simpatía con estas ideas.
Las Cortes iniciaron sus sesiones en septiembre de 1810. La labor de las Cortes, mediante decretos y la Constitución de 1812, manifiesta el deseo de transformar el país, aplicando reformas que convirtiesen España en una monarquía liberal y parlamentaria.El proceso de elección de diputados a Cortes y su reunión en Cádiz fueron difíciles, en un país ocupado por franceses no se podían elegir muchos representantes y trasladarse a Cádiz a tiempo, así, se optó por elegir sustitutos a diputados entre personas de cada provincia que estaban como refugiados en Cádiz. Esto condiciona su composición:
La alta nobleza y la jerarquía eclesiástica apenas estaban representados.Predominio de las clases medias con una formación intelectual.Las clases populares no estaban representadas.Estas Cortes no tenían nada que ver con las antiguas Cortes:Se constituye en Asamblea Constituyente, cuya formación y convocatoria son para redactar una constitución.
Se aprueba el principio de Soberanía Nacional, el poder reside en los ciudadanos.LA ACCIÓN LEGISLATIVA DE LAS CORTES: LOS DECRETOS DE ABOLICIÓN DEL ANTIGUO RÉGIMEN:Se legisló la libertad de imprenta, suprimiendo la censura para los escritos políticos, perno no para los religiosos. Este es importante porque la libertad de expresión es la base del sistema democrático.Para modernizar la administración local y provincial, se aprueba un decreto que abolía los señoríos jurisdiccionales (institución de la EM, el dueño de las tierras ejerce jurisdicción en sus tierra, tiene poder de legislar y ejercer justicia en sus territorios, puede pedir el pago de renta por utilizar servicios como cruzar un puente), eliminando la dependencia de los pueblos y 1/2 de la población española del clero y nobleza.Decreto que deroga (elimina)
los gremios para dar paso a las relaciones de producción liberal capitalista.Inició una reforma agraria al eliminarse los mayorazgos y al decretar la venta en subasta pública de las tierras comunales de los municipios.Se suprime el honrado Concejo de la Mesta (asociación de ganaderos castellanos con el objetivo de tener poder sobre los dueños de las tierras) y sus privilegios, por lo que las tierras pueden ser valladas.La abolición del Tribunal de la Inquisición (órgano representativo de la Iglesia) en 1813, que era un obstáculo para la libertad de pensamiento y el desarrollo de la ciencia.Se inició una tímida desamortización de algunos bienes de la Iglesia. LA CONSTITUCIÓN DE 1812:Es la primera constitución liberal de España, llamada “La Pepa” por ser proclamada el 19 de marzo de 1812 (día de San José). Es un claro del liberalismo y está inspirada en la constitución francesa de 1791.
Las Cortes son unicamerales.La forma de Estado es una monarquía constitucional, ya no es una monarquía de derecho divino y se establece una división de poderes. Se reconoce a Fernando VII como rey de España. La Constitución aprueba una clara división de poderes:
El poder legislativo recae en las Cortes unicamerales, que representa a la voluntad general y posee amplios poderes: elabora las leyes, aprueba los presupuestos y los tratados internacionales, etc. El sufragio universal masculino e indirecto. No obstante, para ser diputado se requería la condición de propietario, por lo que se excluye a asalariados y campesinos sin tierra.
El poder ejecutivo recaía en el monarca, que dirigía el gobierno y tenía también potestad legislativa al intervenir en la elaboración de leyes a través de la iniciativa y la sanción (firma). El Rey podía paralizar la entrada en vigor de una ley al poseer el veto suspensivo durante dos años. Las Cortes ejercen un control sobre el Rey al poder intervenir en la sucesión al trono y por el hecho de que todas las acciones del Rey deben ser apoyadas por los ministros.
El poder judicial recaía en los tribunales. Se establecen los principios básicos de un estado de derecho; código único en materia civil, criminal y comercial; garantía de los procesos; inamovilidad de los jueces,….
LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO (1814-1820):Los liberales desconfiaban del monarca.
Por ello dispusieron que viajase directamente a Madrid para jurar la Constitución y aceptar el nuevo marco político.
Fernando
VII temió a quienes durante 6 años habían resistido al invasor y acató sus condiciones. Pero los absolutistas sabían que la vuelta del monarca era su mejor oportunidad para deshacer toda la obra de Cádiz y volver al Antiguo Régimen. Demandaron la restauración del absolutismo mediante el Manifiesto de los Persas (toma este nombre debido a una cita del propio manuscrito en el cual hace referencia a la costumbre de los antiguos persas de tener 5 días de anarquía tras la muerte del rey. Los firmantes identifican esa anarquía con el período del liberalismo imperante, es decir; las Cortes de Cádiz y la constitución de 1812) y movilizaron al pueblo para que mostrase su adhesión al monarca. Fernando VII, seguro de la debilidad del sector liberal, anuló las Cortes de Cádiz y anunció la vuelta al absolutismo mediante el Real Decreto del 4 de mayo de 1814. Fueron detenidos o asesinados los principales liberales, y otros huyeron al exilio. La monarquía restauró las instituciones del régimen señorial y la Inquisición.
Era la vuelta al Antiguo Régimen, en un contexto internacional determinado por la derrota de Napoleón y el restablecimiento del viejo orden en Europa, con el Congreso de Viena y la creación de la Santa Alianza.
En 1815, Fernando VII y su gobierno intentaron un objetivo imposible:
Rehacer un país destrozado por la guerra, con agricultura deshecha, comercio paralizado, finanzas en bancarrota y colonias luchando por su independencia; y todo, a partir de restaurar el Antiguo Régimen. La represión era la única respuesta de la monarquía a las demandas políticas y sociales.(pizarra)
La vuelta al Antiguo Régimen y a sus instituciones: Inquisición, monarquía absoluta, señoríos jurisdiccionales, se abole la libertad de imprenta, censura de textos liberales.
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Persecución de los defensores del liberalismo. Exilio a Inglaterra y a América. Esta vuelta al absolutismo se realizó en colaboración con la Iglesia, que demanda a Fernando VII la devolución de los bienes desamortizados por las Cortes de Cádiz, negándose el Rey, que defiende la nueva distribución de los bienes. Hay otros problemas en el reinado de Fernando VII: la situación del país como consecuencia de la guerra, las vías de comunicación y la economía destruida (campo, puente, agricultura, etc.). El inicio de la independencia de las colonias americana que provoca una guerra, y como consecuencia un mayor coste a la Hacienda del país, que estaba en bancarrota. La independencia colonial perjudicará a la monarquía española al privar a España de un mercado amplio, para vender nuestros productos y dejar de recaudar ingresos. El despliegue económico del país se verá frenado por: la oposición de las clases privilegiadas a aceptar el nuevo sistema fiscal ideado por las Cortes de Cádiz. Accediendo Fernando VII a volver al sistema fiscal anterior, el estado deja de recaudar importantes ingresos en un momento que lo necesitaba imperiosamente. EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823):El 1/1/1820, el coronel Rafael del Diego, de las Cabezas de San Juan se sublevó y recorrió Andalucía proclamando la Constitución de 1812. La pasividad del ejército, la acción de los liberales en las principales ciudades y la neutralidad de los campesinos obligaron al rey Fernando VII a aceptar la constitución el 10 de marzo. Inmediatamente se formó un gobierno que proclamó una amnistía y convocó elecciones a Cortes. Los resultados electorales dieron la mayoría a los liberales, que iniciaron una obra legislativa. Restauraron reformas de Cádiz, como la libertad de industria, prensa y opinión; la abolición de los gremios, la supresión de los señoríos jurisdiccionales, de los privilegios de mesta y de los mayorazgos, y la venta de tierras de los monasterios. Disminuyeron el diezmo e hicieron reformas en el sistema fiscal, el código penal y el ejército. Impulsaron la liberación de la industria y el comercio, con la eliminación de las trabas a la libre circulación de mercancías, potenciando así el desarrollo de la burguesía. Por último, iniciaron la modernización política y administrativa del país. Se formaron ayuntamientos y diputaciones electivos y se reconstruyó la Milicia Nacional como el cuerpo armado de voluntarios, para garantizar el orden y defender las reformas constitucionales. Estas reformas suscitaron la oposición de la monarquía. Fernando VII había aceptado el nuevo régimen forzado por las circunstancias y desde el primer momento paralizó cuantas leyes pudo recurriendo al derecho de veto. Conspiró contra el gobierno para recuperar su poder mediante la intervención de las potencias absolutistas. Las nuevas medidas del Trienio provocaron el descontento de los campesinos, ya que no se les facilitaba al acceso a la tierra. Los antiguos señores se convirtieron en propietarios y los campesinos en arrendatarios, que podían ser expulsados de las tierras si no pagaban (con lo que perdían sus derechos). Tampoco se produjo una rebaja sustancial de los impuestos y la monetarización de rentas y diezmos obligaba a los campesinos a conseguir dinero con la venta de productos. Resultaba difícil vender a buen precio los productos y reunir el dinero necesario para pagar las nuevas contribuciones. De este modo los campesinos se sumaron a la agitación antiliberal.
En 1833, Fernando VII murió, reafirmando en su testamento a su hija, como heredera al trono, y nombrando gobernadora a la reina María Cristina hasta la mayoría de edad de Isabel (que tenía 3 años). El mismo día, don Carlos se proclamó rey, iniciándose un levantamiento absolutista en el norte de España, y después en Cataluña. Comenzaba así la primera guerra carlista