Tema 11: El Segundo Franquismo (1959-1975)
Evolución política-Evolución socioeconómica –
Oposición política al régimen. Castilla- La Mancha durante la Dictadura.
1.- Evolución política
Esta nueva etapa histórica inició su andadura política con la formación del gobierno que Franco nombró en 1957. Los tecnócratas del Opus Dei reforzaron progresivamente sus posiciones con los cambios de gobierno que Franco efectuó en 1962, 1965 y 1969. La tecnocracia fue una forma de entender la política que daba mucha más importancia al progreso económico y a la mejora de la administración, que al mantenimiento de determinados principios políticos. Los tecnócratas no eran ideólogos sino “técnicos” que no discutían los contenidos más represivos y antidemocráticos del régimen. No obstante nunca consiguieron todo el poder.
1.1 – La estrategia de los tecnócratas (1957-1969)
Los tecnócratas se propusieron adaptar el régimen a las nuevas realidades internas e internacionales. La modernización de la administración, la definitiva institucionalización del régimen y la cuestión sucesoria eran los pilares básicos de su proyecto.
Terminada la reforma de la administración pública,
Carrero Blanco y los ministros del Opus Dei consiguieron que Franco aceptara
completar el proceso de institucionalización del régimen mediante la
promulgación de la Ley Orgánica del Estado (1967)
, la séptima y última
de las Leyes Fundamentales en la que separó los cargos de jefe de Estado y
presidente del gobierno, asentó la institución monárquica, aumentó el número de
miembros de las Cortes y se creó en ellas la figura de los procuradores
familiares y abrió la posibilidad de crear asociaciones políticas, siempre que
aceptaran los principios del Movimiento. Esta ley pretendió ser una culminación
y recapitulación de todas las Leyes fundamentales anteriores. Fue sometida a un
referéndum nacional al que el régimen dio mucha importancia y fue aprobada por
el 85,5% del censo electoral.
Los tecnócratas lograron que Franco solucionara definitivamente el problema de su sucesión como jefe del Estado, puesto que sólo a él le correspondía legalmente proponer a las Cortes su sucesor a título de rey o regente. El 22 de julio de 1969, las Cortes aprobaron la propuesta de Franco de que su sucesor a título de rey fuera Juan Carlos. Al día siguiente, éste juró lealtad a Franco y fidelidad al régimen.
Los tecnócratas se enfrentaron en el interior de las instituciones franquistas con algunos falangistas que creían preciso algún tipo de desarrollo político del régimen y una cierta liberalización del mismo. Los llamados aperturistas intentaron la regulación de las asociaciones, ampliaron los cauces de participación de los trabajadores en los sindicatos oficiales y lograron que en 1966 se aprobara, a propuesta de Manuel Fraga, la Ley de Prensa e Imprenta, que eliminaba la censura previa hasta entonces vigente. Las tensiones entre falangistas y tecnócratas estallaron públicamente a raíz del asunto Matesa (1969), una empresa de maquinaria, con algunos altos cargos vinculados al Opus Dei, que había recibido varios millones de pesetas maquillando las cifras de sus exportaciones.
1.2.-Los gobiernos de Carrero y Arias (1969-1975)
Tras el escándalo Matesa, Franco nombró un nuevo gobierno. Carrero Blanco, su vicepresidente, configuró un ejecutivo a su medida, con predomino de los tecnócratas en tanto que los falangistas habían quedado muy debilitados. Daba la sensación de que se había formado un gobierno monocolor. El gobierno cosechó algunos éxitos en su política económica y exterior, y logró que se aprobara la Ley General de Educación (1970). Sin embargo frenó los pequeños avances aperturistas anteriores.
La presidencia de Carrero Blanco
En junio de 1973, Franco, aquejado de graves problemas de salud, renunció por primera vez a sus funciones de jefe del gobierno y nombró a Carrero Blanco para ocupar el cargo. Carrero Blanco formó un nuevo ejecutivo en el que las distintas tendencias estuvieron representadas de forma más equilibrada que en el anterior. Pretendía reconstruir la unidad de la clase política del franquismo. Pero el nuevo gobierno apenas tuvo tiempo de actuar. El 20 de diciembre de 1973, Carrero Blanco fue asesinado en Madrid por un comando de ETA.
El gobierno de Arias Navarro
Carlos Arias Navarro fue nombrado por Franco presidente del gobierno para sustituir a Carrero Blanco en diciembre de 1973. Su gobierno incluyó a miembros de distintas tendencias del franquismo, sin presencia de los tecnócratas. Arias Navarro inició su cargo presentando en las Cortes un programa de signo aperturista: pretendía establecer la elección de alcaldes, aumentó el poder de los procuradores en Cortes cuyo número ascendió, y anunció reformas sindicales. Sin embargo, el gobierno inició pronto el camino hacia posiciones inmovilistas:
·Se enfrentó con el obispo de Bilbao, monseñor Añoveros, por una pastoral en la que éste defendía la identidad cultural y lingüística del pueblo vasco.
·Destituyó al general Díez Alegría como jefe del Estado Mayor por considerarlo demasiado liberal.
Como consecuencia de este giro, dimitieron Pío Cabanillas, ministro de Información y Turismo, y Barrera de Irimo, ministro Hacienda, que habían defendido las posturas más aperturistas
. Arias Navarro respondió a la presión de la oposición y a la intensa actividad terrorista con una fuerte represión, que culminó con el fusilamiento de dos miembros de ETA y tres del FRAP en septiembre de 1975.
Algunos grupos que se movían en el interior del régimen comenzaron en 1974 a defender la necesidad de profundas reformas en el mismo, sin llegar todavía a proponer como objetivo la implantación de un sistema democrático. Querían prepararse para participar en la vida política después de la muerte de Franco, pero rechazaron el Estatuto de Asociaciones para organizarse y se presentaron como sociedades anónimas. El régimen atravesaba una crisis notable, que la muerte de Franco, el 20 de noviembre 1975, agudizó.