Convulsiones Políticas en Europa: De la Comuna de París a la Segunda República Francesa

La Comuna de París y la Disolución de la Primera Internacional (1871)

La Comuna de París (marzo-mayo de 1871) fue la primera experiencia de gobierno obrero. La derrota de Francia en la guerra franco-prusiana dejó un vacío de poder en el Estado francés. El último gobierno del Segundo Imperio había huido a Versalles. En estas condiciones, se inició en París una revolución democrática y socialista. Se organizaron elecciones por las zonas de la capital y se formó una asamblea comunal controlada por un poder popular. A los meses, las tropas de la Tercera República Francesa entraron en la capital y aplicaron un castigo cruel.

La derrota de la Comuna tuvo efectos en la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores). Marx opinaba que el fracaso se debía a la falta de un programa político y de una organización adecuada, mientras que Bakunin destacaba como virtud la forma sencilla y popular del movimiento.

El Ascenso de Hitler al Poder y la Caída de la República de Weimar

La Llegada al Poder de Hitler

Hitler convirtió el régimen democrático alemán en una dictadura. Fue nombrado canciller por el presidente de la República. En el primer gobierno había muy pocos ministros nazis. El nuevo gobierno convocó elecciones. Durante las elecciones, el Reichstag fue incendiado. Este hecho se utilizó para iniciar una violenta campaña contra la oposición, cuyos militantes fueron detenidos. Los nazis ganaron las elecciones y consiguieron cambiar la Constitución con el apoyo de los centristas. Los partidos políticos de izquierdas fueron prohibidos y los partidos moderados se disolvieron. El partido nazi era el único que quedaba.

En la llamada «Noche de los cuchillos largos», 300 miembros de las SA fueron asesinados junto con adversarios de Hitler, eliminando así toda la disidencia dentro del partido. En 1934, Hitler acumuló las funciones de canciller y de presidente, concentrando a partir de entonces un poder absoluto. La democracia había dejado de existir en Alemania.

La República de Weimar (1918-1933)

Alemania vivió un intento de instauración de un régimen democrático, la llamada República de Weimar, rechazado por la extrema derecha y la extrema izquierda. Fue proclamada el 9 de noviembre de 1918. Tuvo que hacer frente a los espartaquistas, que promovieron una revolución de tipo bolchevique, que fue aplastada y sus principales dirigentes asesinados. A partir de entonces, contó con la hostilidad del poderoso Partido Comunista Alemán.

La derecha se opuso a la República, acusando a los gobernantes de traidores por haber aceptado el Tratado de Versalles. El régimen democrático recibió el nombre de República de Weimar. Su base política era reducida y tuvo que hacer frente a problemas muy graves. La crisis política se unió a la crisis económica. En las elecciones de 1930, los partidos más radicales recibieron un tercio de los votos, y en las elecciones de 1932 llegaron a contar con la mitad del electorado. Al año siguiente, Adolf Hitler fue nombrado canciller con el apoyo de los partidos de derecha y de centro, que veían en el nazismo un aliado coyuntural en la lucha contra el comunismo. Los nazis ya no abandonarían el poder.

El Congreso de Viena y el Nuevo Orden Europeo (1815)

El Congreso de Viena

En Viena, los representantes de las principales monarquías europeas sentaron las bases territoriales y políticas de la Restauración Europea. El Imperio Austriaco se aseguró una fuerte influencia en la península italiana, al anexionarse el Reino de Lombardía-Venecia y colocar a príncipes austriacos al frente de los ducados de Parma, Módena y Toscana. Se anexionó el Tirol y las zonas adriáticas de Iliria y Dalmacia.

Se decidió el retorno de la familia de los Borbones al Reino de las Dos Sicilias, y se confirmó la existencia de los Estados Pontificios. Rusia se expandió y tomó Finlandia, Besarabia y Polonia. Prusia aumentó su territorio con Sajonia, Pomerania y Renania. Holanda, Bélgica y Luxemburgo formaron el Reino de los Países Bajos. Suecia se incorporó a Noruega y Dinamarca se unió con Holstein y Lauenburgo. En Alemania se estableció la Confederación Germánica, compuesta por 41 estados diferentes.

La Santa Alianza

El Congreso de Viena estableció también mecanismos para garantizar el nuevo orden político europeo. Las cuatro grandes potencias que habían derrotado a Napoleón (Austria, Gran Bretaña, Rusia y Prusia) acordaron reunirse periódicamente. Rusia, Austria y Prusia llegaron a un acuerdo en 1815: la Santa Alianza.

Tanto los distintos congresos celebrados como la Santa Alianza tenían como objetivo establecer el derecho de sus miembros a intervenir en cualquier país en el que brotaran amenazas revolucionarias. Este sistema de seguridad fue denominado «sistema Metternich».

En Francia, comenzaron a socavar el orden establecido por la Restauración. La Constitución otorgada por Luis XVIII establecía un sistema bicameral: la cámara era nombrada por el monarca. Luis XVIII fue sustituido en el trono por su hermano Carlos X. En Gran Bretaña, durante los reinados de Jorge IV y Guillermo IV, funcionaba un sistema político parlamentario.

La Revolución de 1848 en Francia y el Segundo Imperio

En 1848, se derrocó de nuevo la monarquía en Francia y se restableció la República. El detonante fue la prohibición de una reunión política de radicales, que terminó en barricadas y manifestaciones, y con la huida de Luis Felipe de Orleans a Gran Bretaña. Un gobierno provisional tomó el poder y se proclamó la Segunda República Francesa.

Se convocaron elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente, que aprobó leyes que establecían el sufragio universal masculino, la libertad de prensa y la abolición de la pena de muerte. Cuando el 21 de junio de 1848 el gobierno decretó el cierre de los Talleres Nacionales, se produjo el segundo acto de la revolución parisina de 1848. Hubo una insurrección que fue aplastada sangrientamente.

En 1848 fue elegido por sufragio universal masculino Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón Bonaparte, presidente de la República. Sin embargo, este dirigió un golpe de Estado y en 1852 se proclamó emperador como Napoleón III, instaurando el Segundo Imperio Francés.

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