Crisis Finisecular en Chile: Economía, Legitimidad y Política

Crisis Finisecular en Chile: Economía, Legitimidad, Hegemonía y Política

El paso del siglo XIX al siglo XX en Chile estuvo marcado por una profunda crisis que abarcó aspectos sociales, políticos y económicos. A continuación, se exponen cuatro dimensiones clave de esta crisis, junto con ejemplos concretos del período:

Economía Moral

La crisis finisecular generó un importante movimiento de protesta por parte de las clases populares. Esta movilización no fue espontánea, sino que se basó en la organización popular, arraigada en tradiciones mutualistas (autoorganización) y peonales (antagonismo con el Estado oligárquico). Esta expresión de descontento reflejaba un problema estructural en la legitimación estatal, más que una simple respuesta a la «cuestión social».

Ejemplo: Las huelgas y manifestaciones obreras de principios del siglo XX, como la huelga de la carne en 1905, evidencian la organización y movilización popular en respuesta a las precarias condiciones de vida y la desigualdad social.

Crisis de Legitimidad

Como señalan autores como Gabriel Salazar y Mario Garcés, se manifestó una debilidad del aparato estatal frente a la sociedad civil. Las clases dominantes, que habían manipulado el «Estado fuerte» a su favor, no lograron traducir esa fortaleza a nivel nacional. La represión violenta de las manifestaciones obreras a comienzos del siglo XX fue una muestra de esta crisis, donde la violencia se convirtió en el principal recurso de legitimación del Estado.

Ejemplo: La masacre de la Escuela Santa María de Iquique en 1907, donde cientos de trabajadores salitreros fueron asesinados por el ejército, ilustra la brutal respuesta del Estado ante las demandas sociales y la falta de canales institucionales para resolver los conflictos.

Hegemonía

El auge económico posterior a la Guerra del Pacífico y la migración campo-ciudad transformaron las relaciones de dependencia y hegemonía. Se produjo una impersonalización de las relaciones laborales, que, sumada a las pésimas condiciones de vida, generó descontento y una búsqueda de vías de manifestación ante la ausencia de regulación estatal y la ostentación de la clase dominante.

Ejemplo: El surgimiento de las «mancomunales», organizaciones obreras que combinaban la ayuda mutua con la lucha reivindicativa, refleja la búsqueda de nuevas formas de organización y resistencia frente a la hegemonía de los patrones y la ausencia del Estado.

Política

Se observó una rápida politización de los movimientos sociales populares, pero con un rechazo a la política de los «partidos históricos», percibidos como obstáculos oligárquicos. Se evidenció la falta de mecanismos legales para la participación obrera, lo que llevó a la adopción de formas de organización anarcosindicalistas. Sin embargo, este anarcosindicalismo no prosperó y, al institucionalizarse los movimientos sociales, se cayó en una burocratización.

Ejemplo: La creación de la Federación Obrera de Chile (FOCH) en 1909, que inicialmente tuvo una fuerte influencia anarquista, muestra la búsqueda de una organización política propia de los trabajadores, al margen de los partidos tradicionales.

Otros Aspectos Relevantes de la Crisis Finisecular

  • Violencia: Negación por parte de las clases dominantes, respuesta de violencia represiva, transformación en la relación de dominación, la experiencia de pobreza altera el equilibrio tradicional.
  • Liberalismo: La supuesta participación política propuesta.
  • Sindicalismo: La proletarización de las clases populares, que se produce a través de una transformación de la estructura latifundista, de carácter paternalista, hacia una estructura industrial, de carácter urbana e impersonal.
  • Secularización: Leyes laicas durante el gobierno de Domingo Santa María (cementerios laicos, matrimonio civil, 1883-1884), separación Iglesia-Estado, división política entre liberalismo y conservadurismo.
  • Economía: Opulencia, auge económico, crecimiento, patrón oro, inflación (1905), crisis de 1907. Políticas económicas contrapuestas: Balmaceda (industrial) y parlamentarios (bancario).
  • Política: Ley de Comuna Autónoma.
  • Cultura: Guerra del Pacífico, migración campo-ciudad.
  • Parlamentarismo: «Política fantasmal», aspecto procedimental obstruido por el oligarquismo, exclusión.

Relación entre el Estado Chileno y el Pueblo Mapuche en el Siglo XIX

Durante el siglo XIX, se pueden identificar dos etapas principales en la relación entre el Estado chileno y el pueblo mapuche, según Guillermo Boccara en «Política indígena en Chile»:

Periodo 1810-1853: Alianza y Reconocimiento (Relativo)

Desde la Guerra de Independencia, los mapuches fueron considerados inicialmente como «aliados» contra la monarquía española. Sin embargo, muchos mapuches desconfiaban del nuevo Estado, ya que la monarquía les garantizaba ciertos derechos (derecho indiano) y autonomía (Parlamento de Quillín). Muchos mapuches lucharon en el bando realista, como señala José Bengoa en «Historia de un conflicto».

Tras la independencia, el Estado chileno implementó una política de «inclusión», considerando a los mapuches como ciudadanos. Se les exaltó por su valor guerrero, e incluso se les atribuyeron rasgos caucásicos, reflejando el ideal de belleza dominante. Sin embargo, este reconocimiento fue más simbólico que real, y no cambió significativamente su situación.

Ejemplo: En 1811, durante la celebración del primer aniversario de la Junta de Gobierno, mujeres de la élite vistieron atuendos mapuches como símbolo de reconocimiento. Sin embargo, esto no tuvo un impacto real en la vida de los mapuches.

Periodo 1853-1880: Ocupación y Conflicto

Este período se caracterizó por una relación más violenta, con la ocupación de la Araucanía como política estatal. La zona de Arauco fragmentaba el territorio chileno y tenía un gran valor económico, especialmente para la agricultura. Las tierras fueron valoradas, vendidas y concesionadas a privados, incluyendo inmigrantes europeos (darwinismo social), principalmente alemanes en Valdivia y Osorno, reflejando la idea de «mejorar la raza».

Desarrollo de Conceptos Clave en la Segunda Mitad del Siglo XIX

Economía Moral

W. Sater, en «Arturo Prat», contextualiza la economía moral durante la Guerra del Pacífico. Chile enfrentaba una crisis económica (1874-1878) debido al cambio de la moneda de plata a oro, lo que redujo el valor de la plata chilena (mineral de Chañarcillo). La sociedad culpó al presidente Aníbal Pinto.

Hegemonía Estatal

Ejercida por el Estado chileno contra el pueblo mapuche durante la ocupación de la Araucanía. Se ocupó militarmente la zona, se declararon terrenos baldíos y se vendieron a privados, se promovió la inmigración extranjera para «mejorar» la producción. Se impuso la ideología liberal sobre la cosmovisión mapuche, resultando en la pauperización y campesinización del pueblo indígena (José Bengoa, «Historia de un conflicto»).

Legitimidad

Crisis de legitimidad a fines de 1890 (conflicto de Balmaceda).

Análisis de la Idea de «Soberanía Popular» (1808-1814)

Simón Collier, en «Ideas políticas de la independencia 1808-1833», explica que el siglo XIX debe contextualizarse con el surgimiento de ideas liberales e ilustradas. Esto llevó a un replanteamiento del concepto de «soberanía», que pasó de la idea de *Inmediate a Deo* (derecho divino, Dios entrega el poder al rey) a *Mediante a Deo* (soberanía popular, Dios entrega la soberanía al pueblo, que la delega al rey). Esta nueva concepción se expresó en la Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos.

Aspectos relevantes en Chile (1808-1814):

  • Ámbito político: La invasión napoleónica a España y la captura de Fernando VII generaron una crisis de legitimidad. El pueblo español, influenciado por las ideas ilustradas, buscó nuevas formas de gobierno.
  • Ámbito social: La sociedad chilena estaba compuesta por una población concentrada en el valle central, aislada por fronteras naturales. La estructura social incluía esclavos negros, indígenas, mestizos y una oligarquía (españoles y criollos) con privilegios. Los criollos, descontentos por no poder acceder a los cargos más altos, entendían la soberanía popular como un derecho a participar en el poder.
  • Ámbito económico: La Capitanía General de Chile dependía del Virreinato del Perú y sufría un atraso debido al aislamiento. El contrabando facilitó la llegada de libros con ideas ilustradas, incluyendo el concepto de soberanía popular. Personajes como José Antonio de Rojas y Bernardo O’Higgins trajeron estas ideas a Chile.

La captura de Fernando VII y la concepción de soberanía popular llevaron a la organización del Cabildo de Santiago y la formación de la Junta Nacional de Gobierno. Al no estar el rey, la soberanía volvía al pueblo, que tenía el derecho, por *mediate a deo*, de buscar su propio gobierno. Este fue el primer paso hacia la emancipación.

«El Peso de la Noche» y el «Orden Residual»

Jocelyn-Holt, en «El peso de la noche, nuestra frágil fortaleza histórica», utiliza la frase de Diego Portales, «el peso de la noche», para describir el orden social, político y económico post-independencia.

  • Aspecto social: Sumisión de la masa, reposo. Un orden social conformado por una sociedad señorial tradicional (colonial) y una nueva élite liberal (mercantil). Ambos grupos ejercían poder sobre la masa popular, que permanecía en un estado de inercia.
  • Aspecto político: Tras el quiebre del orden español, el poder político quedó bajo la tutela de la élite tradicional (terrateniente y comercial), que buscaba mantener a la masa sumisa y asegurar la estabilidad. Si la estabilidad no se lograba, se recurría a leyes para controlar a la masa. Portales proponía un gobierno autoritario con respaldo constitucional («el peso de la noche») para mantener el orden social y a la élite en el poder.
  • Aspecto económico: Se mantuvo estable junto con el orden social. La élite tradicional, principalmente terrateniente, mantuvo el control comercial.

Estos aspectos se relacionan con el «orden residual». Según Portales, la independencia fue un «big-bang» que formó un orden residual, donde los vestigios del antiguo orden colonial dieron paso a un nuevo proceso con continuidades (élite tradicional, sociedad señorial) y cambios (nueva élite mercantil-comercial). Juntas, estas élites establecieron el orden residual e impusieron el autoritarismo social, ejerciendo el poder sobre la masa sumisa, concretando «el peso de la noche».

En síntesis, «el peso de la noche» representa un poder que abarca los ámbitos social, económico y cultural, donde la élite (colonial y emergente) ejerce poder sobre la masa popular. Este poder es el orden residual, tal como lo planteaba Portales.

Análisis Crítico de «La Época del Salitre a Fines del Siglo XIX»

Introducción

Tras la independencia, Chile alcanzó una estabilidad notable en la segunda mitad del siglo XIX, destacándose por su orden institucional y paz interna (Blakemore, 1977). La Batalla de Lircay (1830) y la figura de Diego Portales fueron clave para lograr esta estabilidad. El progreso material se basó en los recursos naturales, tanto agrícolas como minerales (Blakemore, 1977). La Guerra del Pacífico configuró la sociedad chilena a fines del siglo XIX, con un conflicto de intereses entre políticos y empresarios en las actividades económicas. Estas políticas e intereses se manifestaron antes y después de la guerra en los ámbitos político, económico, social y cultural.

Hipótesis

Los intereses de los propietarios de las concesiones mineras salitreras influyeron en el conflicto con Perú y Bolivia. Sin embargo, según Blakemore (1977), hay «escasas pruebas de que los salitreros extranjeros hayan jugado un papel significativo para iniciar la guerra». Por lo tanto, también existieron intereses por parte del Estado chileno.

Argumentos

  1. El intento fallido de nacionalización peruana no fue inicialmente resistido por el Estado chileno, ya que existían grandes inversiones privadas (extranjeras) que generaban prosperidad y que el gobierno chileno apoyaba.
  2. El monopolio en la industria salitrera, que con la guerra provocó una especulación financiera y la reducción de precios, permitió la entrada de nuevos inversionistas como North, quien compró grandes compañías e invirtió en desarrollo tecnológico. Este proceso, según Salazar (1999), fue una «crisis de legitimidad y predominio político» que permitió «hacer posible un cambio de la sociedad en su conjunto».

Conclusión

Las políticas del Estado chileno post-guerra en la industria salitrera fueron muy liberales, con una gran afluencia de capitales extranjeros. Esto responde a los acontecimientos de la época, donde el capital libre da paso al capital monopólico. América Latina importaba manufacturas e inversiones extranjeras, un claro ejemplo de la economía chilena durante gran parte de su historia.

La Guerra del Pacífico (1879-1883): Causas, Desarrollo y Consecuencias

Antecedentes y Causas

  • Inversiones en la minería norteña: Durante el gobierno de Manuel Montt se implementaron reformas en la minería.
  • Influencia de Inglaterra: El negocio de la minería atrajo a inversionistas británicos, favorecidos por la legislación liberal (José Joaquín Pérez) que les daba facilidades para invertir en concesiones salitreras.
  • Colonización chilena de Antofagasta y Tarapacá: Territorios de Bolivia y Perú, respectivamente. La burguesía chilena invirtió capitales, trasladó trabajadores chilenos y se apoderó de los yacimientos salitreros.
  • Deuda externa: Chile tenía una deuda externa de aproximadamente seis millones de libras esterlinas con Inglaterra.
  • Tratados: En 1866, se firmó un tratado de límites para compartir los recursos de Mejillones entre Chile y Bolivia. Chile obtuvo el control directo de los recursos al sur del paralelo 24.
  • Alianza secreta: Perú, preocupado por el deterioro de sus relaciones con Chile y la construcción de acorazados británicos para la marina chilena, firmó una alianza «secreta» con Bolivia para protegerse de cualquier agresión.

Desarrollo

La causa directa fue el impuesto de diez centavos por quintal de salitre extraído, establecido por Bolivia en 1878. El gerente inglés de la Nitrates and Railroad Company de Antofagasta, apoyado por el gobierno chileno, se negó a pagar, alegando que violaba los tratados. Bolivia remató las salitreras, y Chile ocupó Antofagasta en febrero de 1879.

Etapas:

  1. Dominio marítimo: Enfrentamientos entre las escuadras chilena y peruana (Iquique, Angamos, Punta Gruesa). Victoria chilena.
  2. Guerra de posiciones: Enfrentamiento de grandes unidades militares hasta enero de 1881. Salida de Bolivia del conflicto.
  3. Derrota peruana en la batalla de Huamachuco (julio de 1883).

Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839)

Antecedentes

La consolidación del régimen político e institucional chileno, en comparación con otras repúblicas hispanoamericanas, permitió a Chile alcanzar una importante consolidación comercial. Esta posición fue amenazada por la unificación de Perú y Bolivia en la Confederación Perú-Boliviana, liderada por Andrés de Santa Cruz. Se sumaron sospechas y calumnias mutuas sobre conspiraciones para desestabilizar políticamente al otro, principalmente en materia comercial y de exportaciones de trigo.

Factores

Chile había consolidado su economía en base al trigo, su principal producto de exportación. Los aranceles aduaneros en el Callao impedían el crecimiento de las ganancias. Se creó la Sociedad Nacional de Agricultura para potenciar el trigo. La élite oligarca terrateniente quería fortalecer el puerto de Valparaíso. Figuras como Portales y Prieto veían con malos ojos el avance de la Confederación.

En octubre de 1837, se envió una expedición militar al sur de Perú, liderada por Manuel Blanco Encalada, con tropas chilenas y opositores peruanos de Santa Cruz. Esta expedición fracasó. Posteriormente, se envió una segunda expedición liderada por Bulnes, con el objetivo de desintegrar la Confederación.

Consecuencias

Se logró la desintegración definitiva de la Confederación. El puerto de Valparaíso prosperó en las décadas posteriores a la guerra.

Otros Apuntes Históricos

  • 1818-1825: Mapuches se alían con soldados españoles en una «guerra a muerte», dirigida por Vicente Benavides (Benjamín Vicuña Mackenna, «Guerra a muerte»; Barros Arana, «Historia general de Chile»).
  • 4 de marzo de 1819: O’Higgins declara a los mapuches ciudadanos (igualdad de derechos, pero pérdida de prerrogativas con la corona española).
  • 1825: Tratado de Tapihue (Mariluán y Pedro Barnechea). Se mantiene la frontera del Biobío. No significó representatividad política para los mapuches. Se mantuvo la imagen de «salvajes» a civilizar.
  • Hasta 1860: Relaciones pacíficas.
  • Parlamento de Quillín (1641): Primer tratado de paz entre españoles y mapuches. Acuerdos: libertad mapuche, fronteras naturales (ríos), destrucción del fuerte de Angol, liberación de prisioneros, entrada de misioneros, enemigos de España son enemigos mapuches. Ratificado por Felipe IV en 1643. No es independencia, sino relación de juramento y vasallaje.
  • Primera mitad del siglo XIX: Integración pacífica (Tapihue). Luego, guerra, incertidumbre y expoliación.
  • El territorio mapuche dividía al país. El Estado chileno buscaba presencia y control, quitando autonomía a los mapuches.
  • 1851-1859: Mapuches aliados de fuerzas revolucionarias (José María de la Cruz).
  • 1859: Levantamiento minero de Pedro León Gallo (rumor de Antonio Varas) (Batalla de Cerro Grande).
  • Secularización (Sol Serrano): Ruptura con axiomas.
  • Radicales (1860-1863): Ideales de la Revolución Francesa. Idea de partido laico.
  • Ernest Renan: «¿Qué es una nación?»: Supone un pasado de esfuerzo y sacrificio.
  • 1860: José Joaquín Pérez: Ley de amnistía (problemas políticos entre 1851 y 1859).
  • Benedict Anderson: «Comunidades imaginadas»: La nación es una comunidad política imaginada, inherentemente soberana.
  • Claves para la creación de una nación: Educación (principios republicanos), canción nacional, símbolos patrios, formación ciudadana. Chilenización de la población indígena. Fiestas nacionales (resignificadas por sectores populares). Símbolos propios.

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