Declive de la Monarquía Constitucional en España (1921-1923): Conflictos Sociales y Crisis de Annual

El Final de la Monarquía Constitucional (1921-1923)

La Conflictividad Social

Los años posteriores a la Primera Guerra Mundial fueron de gran conflictividad en Europa. El triunfo de la revolución bolchevique en Rusia espoleó a los grupos revolucionarios y les dio esperanzas. Además, en España, la producción bajó, aumentó el paro y los precios subieron, lo que provocó la movilización social y el aumento del sindicalismo.

En Andalucía, la situación de miseria de los campesinos dio paso al llamado trienio bolchevique (1918-1921). Los anarquistas impulsaron revueltas campesinas tanto por la falta de tierras como por el deterioro de las condiciones de vida. La declaración del estado de guerra, la ilegalización de las organizaciones obreras y la detención de sus líderes detuvieron la rebelión. En Cataluña, el conflicto *rabassaire* se acentuó y los campesinos crearon el sindicato Unió de Rabassaires (1922), que defendía la pequeña empresa familiar frente a los grandes propietarios del Institut Agrícola Català de Sant Isidre.

El conflicto obrero afectó a un buen número de regiones industriales, pero fue en Barcelona donde alcanzó mayores dimensiones. En 1919 se declaró una huelga en La Canadenca, empresa que suministraba electricidad a la mayor parte de la ciudad. Pero, debido al incumplimiento de la promesa de liberar a los detenidos, la huelga se reanudó y la patronal respondió cerrando empresas (lockout) y con la represión de los sindicatos.

El fin del conflicto de La Canadenca no significó la paz social, sino al contrario: entre 1919 y 1923 se produjo un violento enfrentamiento entre las posiciones de los sindicatos y de la patronal. La federación patronal fomentó la creación del Sindicato Libre para restar fuerza al sindicalismo anarquista y enfrentarse a él. La tensión social degeneró en violencia abierta cuando este sindicato, con el apoyo de las autoridades y la policía, contrató pistoleros para asesinar a los principales dirigentes obreros. Entre estos grupos, debemos mencionar Los Solidarios, que actuaron en Barcelona y entre los cuales estaban Buenaventura Durruti, Juan García Oliver y Francisco Ascaso.

La Federación Patronal barcelonesa exigía medidas de fuerza, y el general Martínez Anido, gobernador civil de Barcelona, protagonizó una política de protección de los pistoleros de la patronal, ejerció una dura represión contra los sindicalistas y puso en práctica la Ley de Fugas, según la cual la policía podía disparar contra los detenidos si intentaban huir. Entre las víctimas se contaron Salvador Seguí, el Noi del Sucre (1923); el abogado laboralista Francesc Layret (1920) y el presidente del gobierno, Eduardo Dato, que fue asesinado por militantes anarquistas en 1921.

El Problema de Marruecos: Annual

A comienzos de la década de 1920, en la zona oriental del protectorado de Marruecos, alrededor de Melilla, las tribus rifeñas hostilizaban al ejército español permanentemente. En 1921 se llevaron a cabo varias operaciones para controlar a los rebeldes; para dirigir el ejército de la zona se nombró al general Silvestre, relacionado con el rey Alfonso XIII y partidario de atacar las cabilas rifeñas. El ejército fue derrotado en Annual, se perdió todo el territorio ocupado y se produjeron unas 13 000 bajas, incluyendo la del general Silvestre.

En 1923, con gobiernos inestables y una tensión social grave, el anuncio de la discusión en el Parlamento del caso de Annual y el temor a que se pidieran responsabilidades políticas que podían implicar al monarca, hizo que se movilizaran sectores del ejército y de la derecha que desde hacía tiempo veían la solución a la crisis en una dictadura militar.

La Gran Crisis de 1917

  • Coyuntura de la Primera Guerra Mundial:

    En el verano de 1914, durante el gobierno conservador de Eduardo Dato, estalló la Primera Guerra Mundial, que enfrentó a los imperios centrales (Alemania, Austria) con las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, Rusia). Los beneficios industriales aumentaron y los empresarios pudieron hacer grandes negocios. La exportación de una gran parte de la producción provocó una subida de los precios interiores, pero sin un aumento de los salarios. El conflicto social debido al empeoramiento de las condiciones de vida fue creciendo de manera imparable hasta desembocar en el movimiento huelguístico de 1917.

  • El Agravamiento de los Viejos Problemas:
  • La Protesta Militar:

    El ejército español presentaba un número excesivo de oficiales en relación con el de soldados. La tensión empeoró porque los ascensos se obtenían por méritos de guerra, lo que beneficiaba a los militares africanistas en detrimento de los peninsulares. Además, la inflación llevó a la disminución del valor real de los salarios militares. El descontento entre los oficiales de graduación baja y media desembocó en la formación de juntas de defensa, asociaciones de militares que se fueron constituyendo en la mayoría de las guarniciones. Las juntas reclamaban un aumento salarial, se oponían a los ascensos por méritos de guerra y reivindicaban la antigüedad como único criterio.

  • La Crisis Política:

    En 1916 el gobierno estaba en manos de un gabinete liberal presidido por Romanones, quien decidió clausurar las Cortes. A iniciativa de la Liga Regionalista, se celebró en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios catalanes (5 de julio de 1917), que exigió la formación de un gobierno provisional que convocara unas Cortes constituyentes para reformar el sistema político y descentralizar el Estado. Desde la Asamblea se convocó una reunión de todos los diputados y senadores españoles, pero de los 760 que habían sido citados solo fueron 71, mayoritariamente catalanistas, republicanos y socialistas. El gobierno prohibió la convocatoria, que se celebró el 19 de julio en Barcelona y fue disuelta por la Guardia Civil.

    Además, la huelga general de agosto inhibió a las fuerzas burguesas ante el temor de un estallido revolucionario.

  • La Desintegración de las Fuerzas de la Restauración

En 1916 ya se había producido un movimiento huelguístico importante y, en marzo de 1917, las centrales acordaron firmar un manifiesto conjunto para instar al gobierno a intervenir para detener la subida de los precios. En el mes de agosto, a raíz de un conflicto ferroviario en Valencia, la UGT hizo un llamamiento a la huelga general. La huelga tuvo una incidencia muy desigual, porque apenas contó con la participación de los sectores campesinos. Se produjeron incidentes importantes en Madrid, Barcelona, País Vasco y Asturias, donde se llegó a paralizar la vida ciudadana. Los miembros del comité constituido en Madrid y formado por Largo Caballero y Julián Besteiro fueron detenidos. El gobierno declaró la ley marcial y, al cabo de tres días de disturbios, ordenó al ejército sofocar el movimiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *