Economía Española: Del Franquismo a la Crisis del Petróleo (1939-1983)

El Franquismo Autárquico (1939-1959)

Durante la primera década de posguerra, España vivió una profunda depresión y miseria. La economía se estancó y el proceso de reconstrucción fue tan lento que los niveles de 1935 no se alcanzaron hasta 15 años más tarde. Los españoles soportaron un empobrecimiento sin precedentes. Las pérdidas de capital físico causadas por la Guerra Civil fueron importantes, pero menores que las sufridas por los países del sur de Europa en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la represión posbélica aumentó la pérdida de mano de obra y diezmó el capital humano, afectando especialmente a los colectivos más formados. Los salarios reales disminuyeron drásticamente a lo largo de la década. Esta disminución de los salarios redujo la demanda de productos manufacturados de consumo masivo, afectando la productividad de la industria y la productividad global. Además, la economía española se regularizó, volviendo a métodos de producción agrícolas manuales debido a la falta de maquinaria y abonos.

El intervencionismo estatal se manifestó en la formación de precios y la asignación de recursos, causando escasez de bienes esenciales. La fijación de precios por debajo del equilibrio redujo la producción y fomentó un mercado ilegal conocido como «estraperlo». El principal problema de las importaciones era la financiación, ya que las reservas de oro y divisas se habían usado durante la Guerra Civil. Las exportaciones tampoco se recuperaron, obligando a importar menos de lo necesario.

Guerra Fría y Ayuda Americana

A partir de 1950, el aislamiento internacional de España comenzó a disminuir cuando dejó de ser vista como un antiguo aliado fascista y pasó a ser considerada un aliado contra el comunismo. En 1950, la ONU levantó el bloqueo económico a España, y Estados Unidos concedió los primeros préstamos oficiales, a cambio de, entre otras cosas, establecer bases militares en suelo español. Aunque esta ayuda no estuvo dentro del Plan Marshall, fue significativa para la recuperación económica.

La industria se convirtió en el motor del crecimiento económico, progresando a un ritmo del 8,0% anual, lo que transformó profundamente la economía.

Plan de Estabilización de 1959

El gobierno español solicitó el ingreso en el FMI y el Banco Mundial, y presentó el Plan de Estabilización para corregir los desequilibrios económicos. El plan incluyó medidas como la recuperación del control de la política monetaria, restricciones al crédito, consolidación fiscal y un nuevo tipo de cambio. Esto resultó exitoso en restablecer los equilibrios macroeconómicos y sentó las bases para un nuevo modelo de crecimiento económico basado en la integración de la economía española en la economía internacional.

Liberalización y Apertura al Exterior

El éxito del Plan de Estabilización radicó no solo en restablecer los equilibrios macroeconómicos, sino en sentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento económico. España se integró en la economía internacional a través de una estrategia de doble apertura, comercial y financiera. En 1970, España firmó un Acuerdo Comercial Preferencial con la Comunidad Económica Europea, que redujo las barreras arancelarias y promovió el comercio exterior, aunque España no cumplió plenamente con la eliminación de restricciones.

La apertura financiera permitió la entrada de capital extranjero, vital para la industrialización y modernización del país. Se estableció la libertad absoluta de inversiones. El círculo virtuoso de importaciones y entradas de divisas impulsó el crecimiento económico hasta que el shock del petróleo de 1973 puso fin a la era de prosperidad.

El Impacto del Shock del Petróleo

El shock del petróleo provocó una desaceleración del PIB español. El aumento del precio del petróleo encareció los costos, generando inflación y endeudamiento exterior. Esta crisis se extendió hasta 1983, afectando gravemente a la economía española. España, como Portugal y Grecia, experimentó un estancamiento económico durante la crisis. La transición política hacia la democracia añadió complicaciones, con atentados de ETA, elecciones democráticas en 1977 y la constitución de 1978. Las políticas de ajuste, como los Pactos de la Moncloa, introdujeron medidas para frenar la inflación y contener el aumento de salarios.

Crisis Industrial y Bancaria

La crisis industrial afectó gravemente a España, especialmente a sectores dependientes del petróleo y con alta mano de obra. La producción industrial se estancó, agravada por la segunda crisis del petróleo. Los salarios aumentaron a partir de 1974, elevando los costos laborales y reduciendo los beneficios empresariales. Las empresas sobrevivieron la primera crisis del petróleo mediante endeudamiento.

El paro masivo se debió al incremento de los costos financieros, la segunda crisis del petróleo, el baby boom y la interrupción de la emigración. Se amplió la duración de los estudios para reducir la mano de obra disponible. La crisis bancaria redujo los activos y afectó especialmente a la banca pequeña.

Reconversión Industrial

La reconversión industrial tardía buscó enfrentar la competencia internacional. Se centró en industrias con grandes pérdidas y sin mucha demanda. Según Carreras, esta política solo logró reducir parcialmente las pérdidas y poner fin a sectores sin futuro.

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