Economía Española: Impacto de la Gran Guerra, Depresión del 29 y Dictadura de Primo de Rivera

El Impacto Económico de la Primera Guerra Mundial en España

España no participó en la Primera Guerra Mundial debido a su neutralidad, pero se vio significativamente afectada por el conflicto bélico.

Este impacto se manifestó principalmente en el comercio exterior:

  • Aumento de la demanda de algunos bienes manufacturados.
  • Disminución de la oferta de productos industriales importados, como materias primas, bienes de equipo y bienes intermedios.
  • Disminución de la demanda de bienes prescindibles, como bienes perecederos y bienes con poco valor añadido.

Esta situación favoreció a la mayoría de los sectores productivos españoles, especialmente al sector industrial. Sin embargo, también hubo impactos específicos en algunos sectores:

Agricultura

Hubo un fuerte crecimiento (de 113 a 191), centrado en la agricultura más atrasada y menos en la agricultura moderna, como la hortofrutícola. Esto generó problemas de subempleo masivo, obstaculizó la agricultura moderna y encareció las existencias.

Minería y Energía

La exportación de minerales metálicos y plomo se hundió (más del 50%). Se redujo la exportación, manteniendo la producción en Vizcaya. El carbón vivió una etapa de esplendor con un fuerte encarecimiento.

Industria Manufacturera

La guerra fomentó las exportaciones, pero no se produjo una ampliación de la capacidad productiva, sino que se forzó al máximo la maquinaria existente. El resultado fue un aumento de la producción limitado y un aumento de precios y beneficios. El sector textil fue el más afectado por el aumento de precios.

Sector Servicios

Hubo un avance en el transporte terrestre y marítimo, y se fomentaron actividades como la banca y las navieras.

Resumen

La economía española creció, acumulando un superávit en la balanza de pagos de 5000 millones, procedente en gran parte de la balanza comercial (2500 millones).

La guerra posibilitó un incremento en la producción y se llevaron a cabo transformaciones estructurales, pero este crecimiento fue más extensivo que intensivo, con más empresas y trabajadores, pero menos equipos.

La Disputa Social por la Distribución de los Beneficios de la Guerra

Los beneficios generados durante la Primera Guerra Mundial se repartieron de forma muy desigual, y algunos sectores resultaron perjudicados.

  • Los excedentes empresariales aumentaron considerablemente.
  • Se produjo una caída de los salarios reales debido a la alta inflación.
  • Hubo movilizaciones de los trabajadores obreros.
  • Grandes beneficios empresariales contrastaron con la disminución de los salarios.

Rentas de Capital Desiguales

  • Beneficios empresariales cuantiosos: España registró su mayor rentabilidad.
  • Incremento de la renta en la tierra, principalmente por la revalorización de los alimentos.

Los beneficios tomaron tres direcciones:

  • Aumento de las reservas de oro por parte del Banco de España (40%).
  • Adquisición de activos financieros extranjeros (30%).
  • Dinero especulativo que sufrió diversas depreciaciones, provocando la caída de algunos bancos (30%).

Desde el punto de vista financiero, no se puede decir que los beneficios de la guerra fueran bien utilizados, ya que casi la mitad se destinó al Banco de España y otra parte a la inversión en activos financieros de baja rentabilidad, mientras que el resto se perdió con la depreciación de la moneda.

En cuanto a los activos reales, el PIB cayó considerablemente.

La Depresión de los Años 30

La crisis económica de 1929 se manifestó en España a través del hundimiento de las exportaciones y de la inversión.

Las ventas de mercancías al exterior disminuyeron en un 38%, afectando a los sectores relacionados.

Las importaciones disminuyeron con igual o parecida intensidad, persistiendo las tensiones que planteaba el déficit cuantioso de la balanza comercial. Hubo un retroceso en la formación de capital, la producción industrial cayó y el PIB creció levemente.

¿Fracasó la Segunda República por la Crisis Económica?

  • Financiero: No, porque España no tenía deuda después de la Primera Guerra Mundial y no estaba sujeta al patrón oro y sus duras normas.
  • Comercio Exterior: Afectó primero a las exportaciones y luego a las importaciones.
  • Cambio de Régimen: Visto de manera aprensiva por los empresarios. Con la entrada de Dámaso Berenguer y la *dictablanda*, se originó una crisis económica porque cayeron los valores bursátiles.
  • Aumento Salarial: No fue suficiente para incrementar la demanda agregada, pero aumentó el consumo industrial y agrario.

Políticas

  • Cambiaria y Monetaria: Tras el déficit comercial y la devaluación de la peseta, el gobierno quería una política restrictiva y el interés deprimía las inversiones.
  • Laboral: Mejora.
  • Política Fiscal: Para aliviar los efectos, aumentó el gasto público y las emisiones de deuda pública.

Crisis, Reordenación Económica y Políticas Públicas

Tras la guerra, se creó una gran crisis económica internacional debido a los problemas derivados del conflicto y la posterior inversión en la reconstrucción, lo que afectó a España:

  • Bajada considerable de las exportaciones españolas, disminuyendo alrededor de un 40%, ya que la recuperación de los países en guerra fue tardía y la devaluación de sus monedas dificultó aún más las exportaciones.
  • Las importaciones aumentaron, ya que los productos en el mercado internacional estaban más baratos.
  • Esto produjo un aumento del déficit comercial y una disminución de la tasa de cobertura.

La Crisis Económica en España se Manifestó de la Siguiente Manera:

  • Desaparición masiva de empresas, sobre todo empresas marginales que surgieron durante la guerra.
  • Quiebra de bancos, entre ellos el Banco de Barcelona, afectando a la economía catalana.
  • Época deflacionaria: Se desplomaron los precios que habían subido durante el conflicto, sobre todo el del carbón asturiano y los lingotes de hierro. Esto afectó a los precios marginales y a los beneficios empresariales, pero no incidió sobre los salarios reales.
  • Aumento importante del desempleo, sobre todo en sectores como el metalúrgico y el textil.
  • Recesión en la producción industrial, que en 1921 se situaba al mismo nivel que en 1916. De hecho, la crisis económica de posguerra fue de naturaleza industrial. La agricultura aminoró el impacto de la recesión. En este plano, el autor señala que la crisis industrial no tuvo un alcance general, afectando, sobre todo, a los sectores más maduros, los de la Primera Revolución Industrial (carbón, textil y siderurgia) y no a otros sectores emergentes, que habían arraigado durante el conflicto, pero no habían podido desarrollarse plenamente (fabricación de maquinaria y material eléctrico). Con todo, la crisis industrial se hizo notar, pues los sectores más afectados eran los preponderantes en la estructura productiva industrial. De esta manera, la caída de precios, el descenso de la producción, el cierre de empresas, el despido de trabajadores y el activismo de las organizaciones sindicales estuvieron presentes en los años posteriores a la Gran Guerra.

Con esta situación de crisis industrial y conflictos laborales, las organizaciones empresariales se invistieron contra las fuerzas sindicales pidiendo al gobierno una reforma, todo ello creo una gran situación de conflictividad social, esta situación de tensión fue pretexto del golpe militar de Primo de Rivera.

La crisis posbélica aumentó la protección comercial, que era considerada la solución a diversos problemas como la crisis industrial, fiscal y el déficit en el comercio exterior.

Un arancel alto permitía corregir un desbordante comercio exterior e incrementar los ingresos del estado.

Así se llegó al Arancel de 1922, conocido como el Arancel de Cambó, que consolidó las anteriores medidas y configuró un marco protector global. Con todo, dicho Arancel no supuso una elevación generalizada de las barreras de entrada:

  • Algunas (barreras) se rebajaron, como en el caso de algunas materias primas y en el de la maquinaria eléctrica.
  • Otras apenas cambiaron los niveles de protección nominal.
  • En cambio, sí aumentaron los aranceles para los sectores más en crisis (carbón y siderurgia), aunque siempre fueron utilizados en los tratados comerciales para conseguir ventajas comerciales de algunos productos agropecuarios, necesarios para el ingreso de divisas. Dichas actuaciones quedaron amparadas por la Ley de Autorizaciones. Además del Arancel de Cambó, otras disposiciones fueron completando la estructura institucional protectora y reguladora.

La primera actividad que fue llevada a ordenación fue la bancaria, se aprobó la ley de ordenación bancaria cuya finalidad era definir y regular las funciones de la banca privada y del propio banco de España, y fue cuando el banco de España además de prestar servicios como banco privado también lo hizo como Banco Central.

El Estado organizó e impulsó la producción nacional, la Dictadura de Primo de Rivera provocó el reforzamiento del proteccionismo que se concretó en tres tipos de medidas:

  • Decreto que favoreció la creación y desarrollo de la industria nacional, beneficiada por los subsidios, este decreto une raíces con la Ley de Protección de Fomento a las industrias nacionales.
  • Se estableció un consejo para regular la producción.
  • Se impusieron estrictas barreras de entrada en los mercados aumentando el grado de monopolio y rigidez en el sistema.

El rasgo más distintivo fue el programa de Obras públicas en ferrocarriles, carreteras, embalses y puertos, influyendo directamente en el empleo.

  • Ferrocarriles: La ampliación en la red fue escasa ya que el dinero se destinó a subvencionar los gastos corrientes, mejorar las vías…
  • Carreteras: Construcción y renovación fue importante con un considerable aumento.
  • Confederaciones Hidrográficas: Gran inversión orientada a incrementar la energía eléctrica y extender regadíos.
  • Obras públicas municipales.

Crecimiento y Cambios Estructurales Durante la Dictadura de Primo de Rivera, 1923-1930

Tras la salida de la guerra, España vivió una etapa de prosperidad y bienestar económico.

El PIB aumentó.

El capital fijo aumentó, ya que una parte creciente de la renta se destinó a la inversión.

La agricultura mostró un bajo dinamismo, la cerealicultura se encontraba estancada y la forma de aumentar la producción era dedicar más tierras y la agricultura mediterránea tuvo una notable expansión. Se realizaron numerosas exportaciones que sirvieron para financiar compras.

La industria fue muy importante, sobre todo la industria básica y las industrias destinadas a producir bienes de capital.

Las fuerzas impulsoras del avance en la industrialización fueron cinco:

  • Expansión industrial de los años veinte. La inversión en nueva maquinaria e instalaciones fue de enorme envergadura, ya que las empresas habían tenido que aplazarlas.
  • Expansión del boom residencial.
  • Electrificación se desarrolló en dos direcciones paralelas: la capacidad de creación de nueva energía eléctrica y la adopción de nueva tecnología. La producción de la electricidad tuvo un alza notable debido a la inversión en la construcción de embalses.
  • Sustitución de importaciones gracias al arancel de 1906.
  • Programa de inversión de Primo de Rivera.

El Ciclo Inversor y el Ciclo Político

Todo este crecimiento económico se agotó a final de los años 20, basado en la expansión de las industrias básicas. Este agotamiento procedió de:

  • Cambio en el contexto internacional. La crisis económica se denotó por la caída de los precios y de la demanda.
  • Agotamiento del largo ciclo inversor.
  • Brusca cancelación del programa inversor del estado, que tuvo un impacto negativo en las expectativas industriales.
  • Quiebra del régimen político (dimisión de Primo de Rivera en 1930).

Se decía que España sufría de un gran endeudamiento.

La política fiscal no aumentó los ingresos, pero sí aumentó el déficit público, financiando parte de la deuda pública. Encima, la banca empezó a adquirir grandes valores públicos, ya que el gobierno garantizaba su venta porque las entidades tenían grandes depósitos, hasta que la situación se hizo insostenible.

Se desvalorizó la peseta. En definitiva, el déficit público y la inestabilidad monetaria acabaron con el ciclo inversor y paralelamente con el ciclo de la dictadura.

Lucha de Clases y Reformismo Social

La Segunda República española intentó llevar a cabo, desde sus inicios, una amplia política de reformas con el objetivo de modernizar la sociedad española. Afectaba a ámbitos tan diversos como la religión, especialmente las relaciones de la Iglesia con el Estado, el ejército o el sistema educativo.

La Reforma Agraria tenía que consistir en la expropiación de tierras de los latifundios y su posterior reparto, en pequeños lotes, a los agricultores sin tierras, que eran los mismos jornaleros que cultivaban las grandes propiedades. La nueva propuesta y su posterior promulgación se convirtieron inmediatamente en un problema político-social de la máxima trascendencia.

Por un lado, la población rural tenía una situación extrema, la cual quería mejorar porque vivían al límite.

  • Por otro, la resistencia de los posibles afectados, grandes propietarios con fuerte influencia social y económica.

A ello habría de unirse las divisiones insalvables entre los componentes del Gobierno Provisional sobre el tipo de reforma, que hicieron fracasar el proyecto inicial y alargaron la aprobación del definitivo al someterlo a continuos retoques. Finalmente, la Reforma Agraria fue aprobada el 9 de septiembre de 1932, tras el golpe de Estado del general Sanjurjo.

Dicha Reforma tenía graves deficiencias, entre ellas:

  • No se creó ningún sistema de financiación, una vez que se habían aprobado importantes indemnizaciones a los propietarios.
  • La gran propiedad no concentrada territorialmente escapaba a la reforma.
  • La reforma no actuaba sobre tierras dedicadas a pastos, eriales o bosques, cuando precisamente en los latifundios una gran parte de las tierras solía ser dehesas.
  • La ley ignoraba cualquier contrato distinto al arrendamiento, con lo que las tierras cedidas en régimen de aparcería no se contemplaban.
  • Por último, la ley tenía una deficiencia crítica en la definición de las tierras expropiables en los llamados “ruedos” de los pueblos, que afectó a numerosos pequeños campesinos. Esto tuvo el efecto de poner en contra de la reforma a una masa considerable de pequeños y medianos agricultores.

En definitiva, una reforma ambiciosa, técnicamente deficiente y sin financiación que tuvo el “mérito” de unir a grandes y pequeños propietarios en su contra, a la vez que creaba un fuerte descontento social al ser muy escasos los campesinos y jornaleros beneficiados por la misma.

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