Transformaciones Políticas y Sociales en la Baja Edad Media y el Surgimiento del Estado Moderno

1. Las Transformaciones Políticas y Sociales en la Europa Bajomedieval

El estado, tal como lo entendemos hoy en día, surge en la segunda mitad del siglo XV y el siglo XVI, marcando para los historiadores occidentales el inicio de la Edad Moderna. Sin embargo, esta división es didáctica, ya que los cambios no son radicales. La Edad Media deja elementos que evolucionan gradualmente. Podemos identificar tres factores clave que posibilitan la aparición del mundo moderno:

1.1. Despertar de Europa

En la segunda mitad del siglo XV, Europa experimenta una coyuntura favorable que impulsa el crecimiento económico. Se restablece la paz, permitiendo la repoblación, la reconstrucción y el auge económico. La peste disminuye y la población aumenta, lo que lleva a la recuperación de tierras en barbecho o sin cultivar. Los rebaños castellanos proveen materia prima para la exportación, impulsando la industria textil. El señorío sufre una transformación, con los antiguos linajes castellanos siendo reemplazados por las órdenes militares, que constituyen una nueva nobleza. También hay una renovación del artesanado. Estos cambios elevan el nivel de vida, con progresos técnicos en metalurgia y la imprenta, que contribuye al cambio. Además, se inicia el comercio por el Mediterráneo.

1.2. Afirmación de los Estados

Esta afirmación se observa desde dos perspectivas: territorial y política. Territorialmente, destacan el Reino de Granada, la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, cada uno con sus reinos y diferencias políticas. La lucha entre el estado y el imperio fortalece a los estados, consolidando las monarquías. En España, los Reyes Católicos (RRCC) fortalecen la monarquía al debilitar el poder de la nobleza territorial, asociándola a su proyecto político mediante puestos en la administración. La Iglesia también entra en crisis, permitiendo a los reyes influir en la elección de obispos y abades. Las ciudades, antes aliadas del monarca, pierden privilegios y entran en crisis. El reinado de los RRCC perpetúa el orden establecido, manteniendo a la nobleza en su posición. Lo que caracteriza este reinado es el aumento del poder social y político de la aristocracia.

2. El Estado Moderno en España: Formación y Elementos Determinantes

Durante los siglos bajomedievales, la función principal del rey se centraba en la defensa de la Iglesia y la consecución del bien común a través de la justicia. Sin embargo, desde finales del siglo XV, las doctrinas de Maquiavelo introducen un nuevo fin: la creación, formación y mantenimiento de los territorios del príncipe en un solo Estado. El Estado se define como la unidad vinculante de un territorio, una población y un poder para alcanzar fines políticos. Surgió en Italia a finales del siglo XV y principios del siglo XVI.

La historiografía jurídica española ha debatido si España realmente adoptó la forma de organización política que denominamos Estado. Para Lalinde, la Monarquía Universal Española nunca reunió las características del Estado en su concepción actual:

1. No existió el Estado como persona jurídica interpuesta.
2. No había una base nacional autoritaria.
3. La precariedad del aparato de poder impedía el monopolio de la defensa y el orden público por parte del Estado.
4. Existía una simbiosis entre la monarquía y la Iglesia.
5. Subsistía la sociedad estamental de origen medieval.

Además, la Monarquía Universal Española nunca fue oficialmente calificada como Estado, sino como república o reino. El problema surge porque Maquiavelo no definió el stato, aunque se entiende como un orden estable y un movimiento ordenado. Desde el reinado de los Reyes Católicos, se observa un profundo cambio en la vida política, principalmente castellana.

La aparición del Estado moderno es relevante porque:

1. Coincide con el inicio de la hegemonía española en el mundo.
2. Castilla no se estructuró sobre los principios del sistema feudal, lo que pudo favorecer el desarrollo de formas políticas estatales.

Vicens Vives identificó diversos estratos en la estructura del Estado:

1. Derechos señoriales ejercidos sobre la mayor parte de la población rural.
2. Conjunto de derechos privilegiados que caían fuera del dominio del príncipe.
3. El propio poder del rey.

Desde el reinado de los RRCC, se aprecia la tendencia de la autoridad real a extender su poder y establecer su superioridad, buscando la unidad política y la uniformidad del derecho. Surge un sentimiento patriótico y se promulgan disposiciones unilaterales (pragmáticas) con valor absoluto. Se inician reformas institucionales en gobierno, justicia, hacienda y ejército, imprescindibles para la configuración de un verdadero Estado moderno.

En la aparición del Estado confluyen fenómenos políticos, sociales y económicos:

1. Desarrollo del precapitalismo, que supuso el tránsito de formas económicas de subsistencia a otras de intercambio.
2. El Estado se construye sobre la progresiva desintegración de la sociedad estamental.
3. Nace la idea de un mercado estatal protegido por aduanas.
4. Se inicia un proceso de estatalización de la Iglesia.
5. Expropiación de competencias a otros poderes dentro del reino.
6. El Estado transforma al vasallo en súbdito.
7. Se desarrolla el concepto de patria y del deber hacia ella.
8. Ampliación de los fines del Estado: justicia social, eliminación de la pobreza, educación, obras públicas…

El Estado se dota de instrumentos eficaces: una estructura administrativa eficiente, la defensa del reino y la racionalización de la Hacienda.

3. El Régimen de Consejos en la Monarquía

El régimen de consejos es típico de los Austrias. La monarquía era compleja y la toma de decisiones lenta, lo que dio origen a estos consejos. Los consejos son órganos de asesoramiento perpetuo a los monarcas, potenciados por los Austrias. Hay dos razones para esta potenciación: la creación de consejos para los nuevos territorios (América) y la necesidad de consejos especializados por materia, no por territorio.

Hay dos tipos de consejos: por reino y especializados. Los primeros son territoriales, siendo el más importante el Consejo de Castilla, seguido por los de Aragón, Navarra y Flandes. Los especializados incluyen el Consejo de la Inquisición, el Consejo de Estado, el Consejo de Hacienda, el Consejo de Guerra y el Consejo de la Cruzada, entre otros. Estos consejos eran minicortes integradas por eclesiásticos, nobles y representantes de las villas. Al transformarse en órganos técnicos, necesitan consejeros especialistas, los juristas. Los consejos solían tener 15 miembros y su competencia variaba según el consejo.