Conflicto Fratricida: Historia y Consecuencias de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil Española: Un Conflicto Fratricida

La Guerra Civil Española comenzó como un golpe de estado de un sector del ejército contra la República, que fracasó pero tampoco fue aplastado. La influencia internacional convirtió el golpe de estado en una guerra civil de tres años.

Franco planteó la guerra de desgaste y aniquilación del enemigo político, y al terminar la guerra se negó a cualquier tipo de negociación. La consecuencia inmediata de la guerra fue la dictadura de los vencedores.

Orígenes de la Sublevación Militar

La sublevación militar tuvo varios meses de violencia y conspiraciones desde la victoria del Frente Popular. Los anarquistas ocupaban tierras y amenazaban con la revolución social, mientras que un sector del ejército preparaba una sublevación contra la República y los asesinatos políticos eran habituales. La situación internacional era el enfrentamiento entre el fascismo y el comunismo. La sublevación militar fue preparada por el general Mola con importantes apoyos entre los militares de Marruecos y de Franco. También contaba con el apoyo de otros partidos.

La excusa de esta sublevación fue el asesinato de Calvo Sotelo por un grupo de guardias de asalto como venganza por el asesinato del teniente Castillo por los falangistas.

La sublevación se inició en Marruecos y al día siguiente en la península, pero fracasó en los principales centros industriales, así que el golpe de estado fracasó.

Desarrollo de la Guerra Civil

El fracaso de la sublevación llevó a la guerra de tres años, por culpa de potencias extranjeras que apoyaron y proporcionaron armas a ambos bandos.

El ejército sublevado mantuvo la iniciativa y la ofensiva militar, tenía un mando unificado y mayor profesionalidad, pero ante el fracaso ante Madrid, Franco planteó la guerra de desgaste que aseguraría el poder personal y le permitiría acabar con el enemigo.

El ejército de la República se vio perjudicado por la desunión, pero mostró una resistencia tenaz a lo largo de la guerra. La estrategia de la República era aguantar hasta que estallara la guerra europea.


De la Sublevación a la Batalla de Madrid (1936-1937)

Tras la fracasada sublevación, el ejército de África, como era realmente profesional y de gran magnitud, Franco quería cruzar el estrecho y lo logró gracias a la ayuda de Alemania y de Italia. Tras la conquista de Badajoz se unió con los sublevados al mando de Mola. El plan de Franco era dirigirse directamente a Madrid, pero se desvió para liberar el Alcázar de Toledo. El asalto frontal contra Madrid fracasó ante los madrileños y las Brigadas Internacionales. Pero ante el fracaso intentaron rodear Madrid por el sur con la batalla de Jarama y por el nordeste con la batalla de Guadalajara, pero estos intentos fracasaron y alargaron la guerra.

La Campaña del Norte a la Batalla del Ebro (1937-1938)

Tras el fracaso ante Madrid, se convirtió la guerra en una guerra de desgaste. Las tropas franquistas conquistaron desde el País Vasco hasta Asturias. Para Franco era muy importante controlar las industrias del norte para fabricar armas y municiones. Tras esto se produjo la batalla de Teruel y finalmente llegaron al Mediterráneo haciendo que Cataluña quedase aislada del resto del territorio republicano. La República reaccionó intentando volver a unir las dos zonas. La batalla del Ebro fue la más importante y acabó con la capacidad de resistencia de la República.

La Ofensiva de Cataluña y el Final de la Guerra (1938-1939)

La batalla del Ebro fue la antesala de la conquista de Cataluña por los franquistas. Tras esto, el bando republicano, con el coronel Casado, dio un golpe de estado contra el gobierno de Negrín con la esperanza de una paz pactada. El golpe de Casado dio el fin de la guerra, pero Franco exigió la rendición incondicional.


La Dimensión Internacional del Conflicto

La actitud de las potencias hacia la Guerra Civil Española, en vez de realizar gestiones para paralizar el conflicto, la entendieron como el inicio de la guerra mundial.

Las potencias de Italia y Alemania apoyaron abiertamente a los sublevados a pesar de participar en el comité de no intervención. Italia proporcionó muchas tropas a Franco y Alemania fue cuantitativamente menor, pero cualitativamente mayor, sobre todo respecto a la aviación: la Legión Cóndor que bombardeó Guernica. Portugal también apoyó a los sublevados y el Vaticano influyó en los católicos españoles.

La República recibió ayuda abundante militar de la URSS a cambio de las reservas de oro del estado y que el partido comunista tuviera un importante papel en el gobierno. También México y las Brigadas Internacionales fueron de gran importancia, sobre todo en la batalla de Madrid.

Francia, Inglaterra y EE. UU. mostraron una actitud ambigua, aunque Francia apoyó a la República, pero por presiones inglesas Francia se vio obligada a no intervenir. Inglaterra estaba en el bando de Franco, pero se negó a intervenir ya que daría el inicio de la guerra mundial. Estos dos países hicieron el comité de no intervención al cual se unieron Alemania e Italia posteriormente.

La Evolución Política de las Dos Zonas

Gran parte del éxito de la guerra fue la capacidad de organizar un mando unificado y fuerte, en el cual los sublevados tuvieron más éxito que los republicanos.

La República

La Desarticulación de la República Burguesa (1936)

Hubo movimientos revolucionarios obreros en la República. Ante la pasividad y la impotencia del gobierno de Casares Quiroga, los comités de obreros se armaron por sí mismos y el gobierno fue sustituido por el gobierno Giral que aceptó armar a los obreros, pero carecía de poder en gran parte del territorio, tuvo que compartir el poder con anarquistas y el PNV.

El Gobierno de Largo Caballero (1936-1937)

Fue un gobierno con un predominio de los partidos y agrupaciones obreras. El gobierno intentó unificar el poder político para dirigir adecuadamente la guerra, pero tuvo dificultades en Cataluña. Esta situación provocó la dimisión de Largo Caballero.

El Gobierno de Negrín y los Comunistas (1937-1939)

Fue un gobierno socialista con un fuerte apoyo de los comunistas. Luchó por la unidad política y militar para conseguir resistir el máximo tiempo posible hasta que estallara la guerra mundial. Este contaba con todo el apoyo de la URSS.

El Golpe de Estado del Coronel Casado (1939)

Tras las derrotas de la República y la conferencia de Múnich alejaba la posibilidad de la guerra mundial, llevó a los republicanos a buscar una paz negociada. Esto llevó al golpe de estado del coronel Casado que derribó al gobierno de Negrín y negoció con Franco, pero este exigió la rendición incondicional.

Económicamente se aceleró la reforma agraria mediante la expropiación y ocupación masiva de tierras. La industria controlaba los mayores focos industriales de España, sin embargo, estas fueron colectivizadas.

La España Sublevada

La Junta de Defensa Nacional (1936)

Los sublevados estaban constituidos por grupos, sin objetivo político claro. Las primeras medidas de la Junta de Defensa Nacional de Burgos fueron de tipo represivo. Franco fue quien se hizo con el mando y en la junta de defensa de Salamanca fue nombrado jefe del estado y generalísimo debido al éxito del ejército de África al progresar hacia Madrid y a los contactos de Franco con la rápida ayuda de Italia y Alemania.

El Decreto de Unificación y el Apoyo del Obispado

Fue la unión de las fuerzas políticas que le apoyaban en un solo partido, Falange Española, para evitar la competencia política. Esta se dotaba de una forma fascista. También el éxito de Franco fue el apoyo de la iglesia.

El Primer Gobierno de Burgos y Nuevo Estado (1938)

Fue gestando del régimen franquista, y superficialmente tenía un aspecto fascista. En realidad, era un régimen personalista en el que Franco tenía todo el poder político y militar que le permitía arbitrar entre las fuerzas que le apoyaban.

Económicamente, los sublevados dominaban una buena parte de la producción agrícola, aunque tenían necesidad de conquistar las zonas industriales. Los sublevados contaron con la colaboración de empresarios y terratenientes que recuperaron las tierras ya que anularon la ley de reforma agraria.


Las Consecuencias de la Guerra

Tuvo un inmenso coste material, y de destrucción y también tenían que devolver parte de la ayuda extranjera.

Los costes humanos fueron peores, hubo muchas víctimas y el final de la guerra obligó a exiliarse a más de 500.000 personas. Castilla y León cayó muy pronto a mano de los sublevados y la mayor parte de la población se doblegó por los sublevados. Castilla y León fue la sede de la Junta de Defensa Nacional y después del gobierno de Burgos.

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