España en Crisis: De la Restauración a la Segunda República (1898-1936)

El Desastre del 98 y la Crisis de la Restauración

La Regencia de María Cristina (1885-1902)

Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, los partidos Conservador y Liberal, pilares del sistema canovista, acordaron mantener la alternancia en el poder (el «turno pacífico») para asegurar la estabilidad política de España. A la muerte de Cánovas del Castillo, Francisco Silvela le sucedió en el liderazgo del Partido Conservador.

El Desastre del 98: Fin del Imperio Español

El resurgimiento del movimiento independentista cubano en 1895 llevó a un nuevo conflicto. A pesar del envío de tropas, el ejército español sufrió importantes bajas debido a los ataques guerrilleros y las enfermedades. La explosión del acorazado estadounidense Maine en La Habana en 1898 sirvió como pretexto para que Estados Unidos declarara la guerra a España.

La derrota española condujo a la firma del Tratado de París, por el cual España renunciaba a Cuba, que se declaró independiente (aunque bajo tutela estadounidense), y cedía Filipinas y Puerto Rico a Estados Unidos. Este hecho, conocido como el «Desastre del 98», marcó el fin del imperio colonial español y provocó una profunda crisis de conciencia nacional y el surgimiento del Regeneracionismo, un movimiento intelectual y político que buscaba la modernización y reforma del país.

El Reinado de Alfonso XIII y la Agudización de la Crisis (1902-1931)

El Reinado Constitucional (1902-1923)

En 1902, Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad y asumió el trono. La Constitución de 1876 se mantuvo vigente, así como el sistema de alternancia de partidos. Sin embargo, este sistema se enfrentaba a crecientes desafíos:

  • Debilitamiento de los partidos dinásticos: Los partidos Liberal y Conservador perdían representatividad. Antonio Maura, líder conservador, intentó sin éxito acabar con el caciquismo.
  • Auge de los nacionalismos periféricos: La burguesía catalana y vasca comenzó a apoyar a partidos nacionalistas.
  • Crecimiento de la oposición republicana y obrera: Las clases medias y los obreros se inclinaban cada vez más hacia el republicanismo, el PSOE y los sindicatos, que adquirieron una fuerza considerable.

A partir de 1909, se sucedieron varias crisis:

  • La Semana Trágica (1909): Una insurrección popular en Barcelona, desencadenada por el envío de reservistas a la Guerra de Marruecos.
  • La Crisis de 1917: Convergencia de varios factores:
    • Descontento militar por los ascensos.
    • Protesta política: asamblea de parlamentarios en Barcelona.
    • Radicalización del movimiento obrero, influenciado por la Revolución Rusa.

Entre 1919 y 1923, la conflictividad social se intensificó. Los empresarios respondieron a las huelgas con cierres patronales y la contratación de pistoleros, mientras que el gobierno aplicó una dura represión policial.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

El Desastre de Annual (1921) en la Guerra de Marruecos, con la muerte de más de 10.000 soldados españoles, exacerbó la crisis. Una investigación posterior señaló la negligencia de varios mandos militares. Antes de que se confirmaran estas acusaciones, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado con el beneplácito del rey.

Se instauró una dictadura militar. Primo de Rivera suspendió la Constitución, disolvió las Cortes y prohibió los partidos políticos y sindicatos. En 1927, tras el éxito del desembarco de Alhucemas (1925), se puso fin a la guerra de Marruecos.

La Situación en la Comunidad Valenciana

El Agotamiento del Sistema Canovista

Inicialmente, los políticos valencianos defendieron el sistema de la Restauración. El republicanismo, liderado por Vicente Blasco Ibáñez y su Partido de Unión Republicana Autonomista (PURA), quedó relegado en los primeros años. El PURA se convirtió en la fuerza hegemónica en la ciudad de Valencia, manteniendo la mayoría en el ayuntamiento entre 1901 y 1911.

Las precarias condiciones de vida de las clases trabajadoras impulsaron el desarrollo del anarquismo, arraigado tanto en la ciudad de Valencia como en las zonas rurales con campesinos asalariados. El socialismo también se implantó sólidamente en Valencia y en las poblaciones industriales del sur de la Comunidad.

El Valencianismo Político

El valencianismo político intentó articular un proyecto común. Algunos hitos importantes fueron:

  • 1904: Fundación de València Nova, asociación valencianista escindida de Lo Rat Penat. En 1907, se transformó en el Centro Regionalista Valenciano.
  • 1908: Surgimiento de la Joventut Valencianista, de carácter pancatalanista.
  • 1915: Creación de la Joventut Nacionalista Republicana, liderada por Rafel Trullenque, que buscaba la reconversión del blasquismo en un grupo valencianista.
  • 1918: Fundación de la Unión Valencianista Regional, con Ignasi Villalonga como ideólogo principal, que defendía un estado valenciano dentro de una federación española.

Años de Agitación Social

A principios del siglo XX, la conflictividad social era alta en la Comunidad Valenciana. La Primera Guerra Mundial benefició a ciertos sectores de la economía, pero tuvo un impacto negativo en los trabajadores: los precios de los productos básicos aumentaron, mientras que los salarios se mantenían o subían moderadamente. Esto provocó un gran malestar, culminando en la crisis de 1917, con la huelga de los ferroviarios de Valencia que desencadenó la huelga general revolucionaria, que finalmente fracasó.

Entre 1919 y 1920, la situación social y política se volvió aún más tensa, con numerosas huelgas. Los conflictos laborales en el campo valenciano también fueron relevantes, como el de la Pobla Llarga en el verano de 1919, provocado por el incumplimiento de los acuerdos entre patronos y obreros por parte de los propietarios agrícolas.

El Final de la Dictadura

En 1923, las autoridades militares valencianas se sumaron al golpe de Estado de Primo de Rivera, con el apoyo de la burguesía conservadora. Sin embargo, en 1926 y 1929, militares y republicanos valencianos vinculados al blasquismo intentaron, sin éxito, derrocar la dictadura.

La Segunda República Española (1931-1936)

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1931

El 12 de abril de 1931, las elecciones municipales dieron la victoria a las candidaturas republicanas en casi todas las capitales de provincia. Alfonso XIII se exilió y se formó un gobierno provisional que proclamó la Segunda República Española el 14 de abril de 1931.

Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, que ganaron los partidos republicanos. Las Cortes elaboraron la Constitución de 1931, que estableció un régimen democrático basado en:

  • Reconocimiento de numerosas libertades individuales.
  • Declaración de España como estado aconfesional.
  • Descentralización territorial, con la posibilidad de crear regiones autónomas.
  • Importancia del bienestar social.
  • Reforma religiosa.

El Bienio Reformista (1931-1933)

La Constitución de 1931 no satisfizo a amplios sectores de la población. El ambiente político se crispó, con incidentes callejeros y conspiraciones contra la República. En diciembre de 1931, los republicanos moderados abandonaron el gobierno. Niceto Alcalá-Zamora asumió la presidencia de la República y Manuel Azaña la presidencia del gobierno. Azaña continuó la tarea reformista:

  • Reforma agraria: buscaba aumentar la producción y mejorar la vida de los campesinos.
  • Autonomía de Cataluña: aprobación del Estatuto catalán en 1932 y creación de la Generalitat.
  • Reforma militar.
  • Reformas laborales: establecimiento de salarios mínimos y seguros de accidente.
  • Reforma educativa: considerada clave para la mejora social.
  • Regulación del matrimonio civil y el divorcio.

El Bienio Conservador (1933-1935)

Los partidos de centro y derecha obtuvieron un gran éxito en las elecciones de 1933. La derecha se agrupó en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil Robles. El Partido Radical de Alejandro Lerroux, con el apoyo de la CEDA, formó gobierno.

Se produjo un giro conservador, paralizando las reformas del bienio anterior. En octubre de 1934, estalló una revolución:

  • Triunfó en Asturias, donde las organizaciones obreras ocuparon la cuenca minera.
  • En Cataluña, el gobierno autónomo se sumó a la insurrección.

Tras sofocar la revolución, el gobierno entró en crisis.

El Frente Popular (1936)

Los grupos de izquierda se presentaron a las elecciones de 1936 unidos en el Frente Popular (socialistas, comunistas, republicanos de izquierda y algunas fuerzas nacionalistas). En la derecha, ganaban peso líderes extremistas como José Calvo Sotelo y José Antonio Primo de Rivera (líder de Falange Española, partido de orientación fascista).

El Frente Popular ganó las elecciones. En mayo de 1936, Azaña sustituyó a Alcalá-Zamora como presidente de la República.

La conflictividad social aumentó: huelgas, incendios de iglesias y enfrentamientos entre falangistas y militantes de organizaciones obreras. El 12 de julio de 1936, pistoleros de derecha asesinaron al teniente Castillo, militar de izquierdas. Un día después, compañeros del teniente Castillo asesinaron a Calvo Sotelo, líder de la derecha.

El Golpe de Estado y la División de España

La insurrección del ejército de África se trasladó a la Península el 18 de julio de 1936. España quedó dividida en dos zonas:

  • Zona sublevada («nacionales»): abarcaba el norte de España.
  • Zona republicana: controlaba gran parte de Aragón, el norte de España (excepto Navarra), Cataluña, la zona levantina, Madrid y casi toda Andalucía.

Política y Economía en Ambas Zonas

Tras el estallido de la guerra, la autoridad del gobierno republicano prácticamente desapareció. En la zona sublevada, se creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional. En otoño de 1936, la Junta nombró a Franco jefe de todos los ejércitos (Generalísimo) y jefe del gobierno y del Estado, con plenos poderes.

La Internacionalización del Conflicto

Al estallar la Guerra Civil, Reino Unido y Francia convocaron una conferencia en la que se firmó un acuerdo de no intervención. Sin embargo, este acuerdo se incumplió:

  • Los rebeldes recibieron armas y soldados de la Italia fascista y la Alemania nazi.
  • La República obtuvo material bélico y asesoramiento militar de la URSS, así como la ayuda de las Brigadas Internacionales (voluntarios extranjeros).

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