Regencia de María Cristina y el Turno de Partidos: Oposición, Regionalismo y Nacionalismo

La Regencia de María Cristina de Habsburgo y el Turno de Partidos

La muerte de Alfonso XII en 1885 marcó el inicio de la Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902), que se extendió hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. Tras el fallecimiento del rey, Cánovas y Sagasta reafirmaron el funcionamiento del sistema de turno en el Pacto del Pardo (1885).

El Sistema del Turno de Partidos

Cánovas del Castillo diseñó un sistema basado en la alternancia de dos partidos en el poder: el Partido Conservador, liderado por el propio Cánovas y heredero del moderantismo, y el Partido Liberal, encabezado por Sagasta, al que se unieron progresistas y demócratas. Este sistema garantizaba una alternancia pacífica en el poder, poniendo fin a la inestabilidad política y al intervencionismo militar durante un tiempo.

El turno en el poder no reflejaba la voluntad de los electores, sino que los líderes de los partidos lo acordaban previamente. Una vez pactada la alternancia, el rey designaba al nuevo Gobierno y disolvía las Cortes. El caciquismo, un sistema de manipulación electoral, era el instrumento clave. Los caciques, personajes ricos e influyentes, controlaban sus distritos electorales y preparaban las listas de los candidatos gubernamentales, conocidos como “encasillados”, que debían ganar las elecciones.

La Oposición al Sistema

Existieron corrientes políticas marginadas por el sistema canovista, que se opusieron a él con poco éxito inicial.

El Carlismo

El carlismo entró en declive y perdió su apoyo tradicional, aunque mantuvo popularidad en el País Vasco y Navarra, así como entre los sectores católicos más conservadores. Tras renunciar a la lucha armada, nunca superaron el 3% en las elecciones.

El Republicanismo

Los republicanos se fragmentaron en varios partidos políticos. Con su base social en las clases medias urbanas, estos grupos minoritarios defendieron la democratización del régimen y diversas reformas sociales, sin alterar significativamente la hegemonía de conservadores y liberales.

El Socialismo

En 1879, Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Con un programa marxista, el partido intervino en la política oficial para representar los intereses de los trabajadores, sin aceptar el orden burgués. En 1888, se celebró su primer congreso y se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato socialista. El PSOE adoptó un modelo de partido de masas, descentralizado, con una estructura democrática y una disciplina interna. Aunque logró algunos éxitos en las elecciones municipales, el primer diputado socialista, Pablo Iglesias, fue elegido en 1910.

El Anarquismo

El anarquismo se definió como apolítico y buscaba la destrucción del Estado, la abolición de la propiedad privada y la implantación del comunismo libertario. Un sector del anarquismo recurrió al terrorismo: atentado en el Liceo de Barcelona (1893), asesinato de Cánovas del Castillo (1897), atentado contra el cortejo nupcial de Alfonso XIII (1904). En 1910, se fundó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que inició una rápida expansión, especialmente en Cataluña y el campo andaluz.

Regionalismo y Nacionalismo

Los argumentos nacionalistas afirmaban que Cataluña y el País Vasco eran naciones con derecho al autogobierno, basándose en la lengua, los derechos históricos (fueros), la cultura y las costumbres propias. De este planteamiento surgieron actitudes que oscilaban entre el autonomismo y el independentismo.

Cataluña

En la década de 1830, se inició en Cataluña la Renaixença, un movimiento intelectual, literario y apolítico que buscaba la recuperación de la lengua catalana. En 1882, Valentí Almirall creó el Centre Català, una organización política que reivindicaba la autonomía y denunciaba el caciquismo de la España de la Restauración. En 1901, nació la Lliga Regionalista, liderada por Francesc Cambó y con Enric Prat de la Riba como ideólogo, con dos objetivos claros: la autonomía política y la defensa de los intereses de la burguesía industrial y comercial catalana.

País Vasco

De manera similar, la burguesía vizcaína fue el terreno social donde surgió el nacionalismo vasco. En 1895, Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que, sin renunciar a sus principios independentistas, evolucionó hacia posturas más moderadas, centrando su objetivo en la consecución de la autonomía vasca.

Otros Regionalismos

Los regionalismos gallego y valenciano fueron fenómenos minoritarios.

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