Revolución Francesa: Etapas, Constitución y Legado de Napoleón

El Comienzo de la Revolución Francesa

En los Estados Generales, la nobleza y el clero pretendían que se votara por estamento, lo que daba mayoría a los privilegiados. Los miembros del tercer estado defendieron el voto por persona, lo que les daba la mayoría. El tercer estado fue tomando conciencia de que representaba a casi toda Francia, lo que, a juicio de sus diputados, les daba mayor legitimidad.

En julio, los representantes del tercer estado pasaron a denominarse Asamblea Nacional, considerándose los únicos con legitimidad para representar a Francia. El rey y los privilegiados intentaron expulsarles de la sala que ocupaban, pero los diputados se reunieron en el Juego de Pelota, donde juraron que permanecerían unidos hasta redactar una Constitución. Por eso, la Asamblea Nacional pasó a llamarse Asamblea Constituyente. El rey no tuvo más remedio que aceptar esta situación revolucionaria.

La Obra de la Asamblea Constituyente (1789-1791)

La Asamblea Constituyente tenía como objetivos desmontar el Antiguo Régimen en Francia y redactar una constitución. Para acabar con el Antiguo Régimen, el 4 de agosto de 1789 se aprobó el decreto de abolición de los derechos feudales. Se redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en la que se reconocían y garantizaban las libertades personales, la igualdad ante la ley y la propiedad. Estos dos decretos suponen el final del absolutismo y el triunfo de la revolución liberal.

Después de dos años de trabajo, en septiembre de 1791, se promulgó la Constitución de 1791, culminación del proceso revolucionario. La Constitución diseñó un sistema con las siguientes características:

  • El régimen político era la monarquía parlamentaria.
  • Se reconocía la soberanía nacional y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
  • División de poderes.
  • La asamblea se elegiría por sufragio censitario.
  • Descentralización de la administración.

La Asamblea Legislativa (1791-1792)

La Oposición a las Reformas

La nueva Asamblea (1791-1792) tenía un predominio de los moderados. Aun así, se aprobó un decreto contra los bienes de los emigrados y otro de expulsión del clero que se negaba a jurar la Constitución.

La Guerra en el Exterior y el Final de la Monarquía

Presionados por los emigrados y asustados ante la posibilidad de que la revolución se extendiera a sus países, Austria y Suecia provocaron la declaración de guerra a Francia en abril de 1792. El avance de las tropas europeas fue imparable para el ejército francés, cuyos mandos, de origen aristocrático, habían huido. La familia real también intentó huir de Francia en junio de 1791, pero fueron detenidos en Varennes y conducidos presos hacia París.

Los aliados llegaron cerca de París y amenazaron al pueblo por si tocaban a los reyes. El 10 de agosto de 1792, la respuesta popular a la amenaza fue asaltar el Palacio de las Tullerías, residencia de los reyes, que tuvieron que refugiarse en la Asamblea Nacional. Esto supuso el fin de la monarquía y el establecimiento de la república.

La Convención Girondina

Se convocaron elecciones para una nueva asamblea, la Convención Nacional, que fue controlada por los girondinos (republicanos moderados) y por los jacobinos más radicales, los montañeses. La asamblea buscó romper con lo anterior e incluso se adoptó un nuevo calendario.

La Convención juzgó a Luis XVI por traición y el 21 de enero de 1793 lo ejecutó en la guillotina. Esta medida tuvo dos efectos:

  1. Provocó la inmediata declaración de guerra del resto de las potencias, que formaron la Primera Coalición.
  2. Se produjo un levantamiento realista y ultracatólico en la región de La Vendée.

Se radicalizó la revolución. Para vencer en la guerra, se amplió el ejército mediante una leva en masa y se decidió juzgar a los contrarrevolucionarios, para lo que se creó un Tribunal Revolucionario y el Comité de Salvación Pública.

La Convención Montañesa y el Terror (1793-1794)

Los montañeses elaboraron una nueva constitución democrática que reconocía la soberanía popular y el sufragio universal masculino. La separación de poderes quedó muy debilitada y Robespierre implantó una dictadura que concentraba todos los poderes.

El asesinato de Marat por una realista y el ataque inglés a Toulon provocaron que se iniciara el Terror. Se suspendió la Constitución y se aprobaron las Leyes de Sospechosos, por las que el Comité de Salvación Pública podía juzgar y ejecutar a cualquiera. Robespierre fue ejecutado en 1794 tras el golpe de Estado del 9 de Termidor.

El Directorio y el Fin de la Revolución (1795-1799)

Se creó un nuevo gobierno que redactó una nueva constitución, la Constitución del año III:

  • Se establecía un régimen liberal.
  • Se estableció un sistema de sufragio censitario y el poder legislativo se dividió en dos cámaras.
  • El poder ejecutivo recaía en un Directorio de cinco miembros.

Los realistas provocaron la revuelta de Vendimiario de 1795, que fue sofocada por Napoleón Bonaparte. Después, las potencias europeas formaron la Segunda Coalición y en 1799 comenzó otra guerra. Napoleón se hizo cónsul y acabó con el Directorio.

La Obra de Napoleón en Francia

El Consulado era un régimen personalista, basado en la enorme capacidad política de Napoleón, que acaparó todo el poder y el protagonismo. Esto se reflejó en la Constitución del año VIII, en la que no había ni siquiera declaración de derechos ni separación de poderes.

Para vencer a la Segunda Coalición, Napoleón se desplazó de nuevo a Italia y venció en Marengo. Posteriormente, se nombró cónsul vitalicio. Modernizó las leyes creando el Código Civil y reformó la economía francesa creando el Banco de Francia y el Código de Comercio.

Napoleón y Europa

Gran Bretaña formó una Tercera Coalición con Austria y Rusia. Napoleón creó un imperio y tuvo la ayuda de España. Francia ganó en Austerlitz, lo que supuso el fin del Sacro Imperio Romano Germánico. Napoleón ganó a una Cuarta Coalición y les llevó a la Paz de Tilsit.

La política de Napoleón tuvo dos direcciones:

  • La alianza con Rusia.
  • El aislamiento de Gran Bretaña, contra la que decretó el bloqueo continental.

Portugal no aceptó el bloqueo e invadió España en 1808, lo que dio principio a la Guerra de la Independencia. Napoleón intentó invadir Rusia en 1812, pero fue derrotado. Se formó una Sexta Coalición que venció a las tropas francesas en Leipzig. Definitivamente, Napoleón fue derrotado en Waterloo (1815) y murió en la isla de Santa Elena.

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