Al-Ándalus: Organización Económica, Social y Legado Cultural (S. VIII-XV)
Economía
Los musulmanes impulsaron significativamente la agricultura mediante la introducción de técnicas de regadío y la difusión de cultivos como los cítricos, el arroz, el algodón y el azafrán. Aunque se mantuvieron los cultivos tradicionales de cereales, vid y olivo, la agricultura andalusí experimentó una notable diversificación.
La cabaña porcina disminuyó debido a la prohibición coránica, pero se compensó con el desarrollo del ganado ovino y equino. En la minería, se extraían plomo, cobre y oro. La producción artesanal floreció, destacando la producción textil, la cerámica, la fabricación de armas, papel y vidrio, así como el trabajo de pieles y metales preciosos, concentrados principalmente en las ciudades.
El comercio se vio favorecido por la acuñación de dos tipos de monedas: el dinar de oro y el dirhem de plata. El comercio interior se realizaba en los zocos, centros comerciales donde se vendían productos de alta calidad. Los zocos contaban con alhóndigas, almacenes para mercancías. En el comercio exterior, Al-Ándalus exportaba productos agrícolas, minerales y tejidos, e importaba especias y productos de lujo de Oriente Próximo; pieles, metales, armas y esclavos de la Europa cristiana; y oro y esclavos negros procedentes de Sudán.
Sociedad
Los musulmanes desarrollaron ciudades existentes y fundaron nuevas urbes como Almería, Madrid y Calatayud. La sociedad andalusí se estructuraba jerárquicamente:
- Aristocracia: En la cúspide, se encontraba la aristocracia, compuesta principalmente por familias de origen árabe y algunos linajes visigodos. Poseían grandes extensiones de tierra y ocupaban altos cargos en la administración.
- Clases populares: En el otro extremo, se hallaban las clases populares, formadas por artesanos modestos y campesinos.
- Clase media: Existía una clase media, integrada esencialmente por mercaderes.
- Esclavos: Había esclavos procedentes de Europa Oriental y del centro de África.
Las mujeres tenían un estatus social inferior al de los hombres.
Legado Cultural
Al-Ándalus mantuvo un estrecho contacto con el resto del mundo musulmán y participó en la recopilación y traducción de textos literarios, filosóficos y científicos del mundo griego, persa e indio. Córdoba se convirtió en un importante centro cultural donde florecieron las letras, las ciencias y las artes.
- Literatura: La creación literaria, tanto en verso como en prosa, alcanzó un gran desarrollo. Destacan poetas como Ibn Hazm, autor de El collar de la paloma, y Al-Ghazal, conocido por su inspiración en el amor cortés oriental. Ibn Jaldún fue un historiador cuya obra más conocida es Introducción a la historia universal.
- Filosofía: En filosofía, sobresalen Ibn Rushd (Averroes) y Avempace (Ibn Bayyah), conocidos por sus comentarios a la obra de Aristóteles, a través de los cuales el pensamiento aristotélico llegó a la cultura de Europa occidental.
- Ciencia: El contraste entre la ciencia andalusí y la cristiana de la época es notable. Al-Ándalus fue la vía de difusión del sistema de numeración de origen indio, que sustituyó a la numeración romana en Europa. Destacó el matemático Al-Mayriti. En medicina, Abulcasis alcanzó gran fama con su enciclopedia médica y quirúrgica, traducida posteriormente al latín.
Los Primeros Núcleos Cristianos de Resistencia: Los Reinos Cristianos (S. VIII-XI)
En las montañas del norte de la Península Ibérica, se organizaron núcleos de resistencia cristiana que, hasta el siglo X, se limitaron a resistir y ocupar zonas despobladas, mientras Al-Ándalus mantenía la hegemonía.
El Núcleo Asturiano
En el año 722, el noble visigodo Pelayo y los astures derrotaron a un ejército musulmán en Covadonga. Se inició así el Reino de Asturias, con capital en Cangas de Onís. Alfonso I (739-757) se consideró heredero de la tradición visigoda. Alfonso II (791-842) estableció la capital en Oviedo. Alfonso III (866-910) extendió la frontera hasta la línea del Duero, ocupando la cuenca norte. A su muerte, la capital se trasladó a León, dando origen al Reino de León.
El Núcleo Navarro
Tras la batalla de Roncesvalles (778), se impuso en el Reino de Pamplona la dinastía Íñiga, con Íñigo Arista como primer representante. El Reino de Navarra alcanzó su apogeo con Sancho III el Mayor (1000-1035), quien extendió su poder a Aragón y Castilla.
El Núcleo Aragonés
Los condados aragoneses (Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) estuvieron inicialmente bajo la influencia de los carolingios y, posteriormente, de los navarros. A la muerte de Sancho III el Mayor, se constituyeron en reino independiente.
El Núcleo Catalán
En la zona oriental de la Marca Hispánica, existían condados bajo dominio carolingio. El Condado de Barcelona predominó sobre los demás. Wifredo el Velloso reconquistó algunos territorios e inició un proceso de independencia respecto al debilitado reino franco. En el siglo X, su sucesor Borrell II dejó de prestar homenaje feudal al monarca francés, consolidando la independencia del Condado de Barcelona.