El Ocaso del Imperio Colonial Español a Finales del Siglo XIX
Los vestigios del imperio colonial español a finales del siglo XIX se reducían a las islas de Cuba y Puerto Rico en el Caribe, las Filipinas en el Pacífico Occidental, y un conjunto de islotes y pequeños archipiélagos dispersos en este océano.
Cuba y Puerto Rico: Colonias con Características Peculiares
La situación de Cuba y Puerto Rico presentaba rasgos coloniales particulares. Ambas islas, próximas a Estados Unidos, dependían económicamente de la agricultura de exportación, principalmente azúcar de caña y tabaco. Eran mercados cautivos, obligados a comprar productos españoles (harinas castellanas y textiles catalanes) a precios elevados, e impedidos de exportar azúcar a Europa. Además, carecían de autonomía política.
Filipinas: Una Colonia con Menor Arraigo Español
En Filipinas, la población española era escasa y las inversiones de capital no eran significativas. La colonización no había generado una base sólida de mestizaje y aculturación. La relación con la metrópoli se centraba en la explotación de recursos agrarios, monopolizados por la Compañía de Tabacos de Filipinas.
Los Movimientos Autonomistas y la Guerra de los Diez Años
En 1868, comenzaron en Cuba los movimientos autonomistas. La prohibición de una sublevación popular liderada por Manuel de Céspedes (Grito de Yara) desencadenó la lucha por la abolición de la esclavitud y la autonomía política, similar a la que defendían los republicanos federales en España. El ejemplo de Estados Unidos, donde se había abolido la esclavitud tras la Guerra de Secesión, y su proyecto hegemónico en el Caribe, que implicaba el desplazamiento de España, también influyeron.
La Guerra de los Diez Años (1868-1878) concluyó con la Paz de Zanjón. El general Martínez Campos se comprometió a conceder a Cuba cierta autonomía. Surgió el Partido Liberal Cubano, representante de la burguesía criolla, mientras que los latifundistas azucareros se oponían a las reformas. Los resultados de la Paz de Zanjón fueron limitados: solo se había logrado la abolición formal de la esclavitud en 1873, durante la Primera República.
La Radicalización Independentista y la Intervención de Estados Unidos
La propuesta de una nueva ley de autonomía para Cuba en 1895 llegó tarde. La guerra se intensificó. El envío del general Weyler, con su política represiva, no detuvo la lucha. En Filipinas, Emilio Aguinaldo lideró la insurrección.
En 1897, hubo cambios significativos: la muerte de Cánovas y un cambio en la presidencia de Estados Unidos. Los líderes independentistas de Cuba y Filipinas establecieron contactos con los norteamericanos.
El gobierno de Sagasta reconoció la necesidad de una amplia autonomía, pero Estados Unidos se implicó directamente en el conflicto. Las campañas de prensa de Hearst y Pulitzer movilizaron a la opinión pública contra el colonialismo español. En febrero de 1898, la explosión del acorazado Maine sirvió de pretexto para la declaración de guerra, que se desarrolló en el Caribe y Filipinas. Las derrotas de Cavite, Manila y Santiago llevaron a la Paz de París. España perdió sus últimas colonias ultramarinas en favor de Estados Unidos.
Las Consecuencias del Desastre del 98
El «Desastre del 98» tuvo profundas repercusiones en España:
- a) Crisis de la conciencia nacional: Se manifestó a través de la obra crítica de escritores de la Generación del 98. Este grupo, junto a otros intelectuales, defendía la necesidad de «regenerar» la política y la sociedad españolas. Analizaron la situación del país, denunciando la corrupción política y la inmoralidad del régimen de la Restauración.
- b) Regeneracionismo político: Tras el asesinato de Cánovas en 1897, Silvela le sucedió. Lo mismo ocurrió en el partido liberal tras la muerte de Sagasta. En 1902, Alfonso XIII se convirtió en rey. El gobierno siguió el sistema del turnismo hasta 1917.
- c) Crecimiento del movimiento obrero: Las movilizaciones obreras aumentaron en las primeras décadas del siglo XX, con huelgas generales de jornaleros en 1903 y la Semana Trágica de Barcelona en 1909. El anarcosindicalismo se expandió con la fundación de la CNT en 1910. Se promulgaron leyes para mejorar las condiciones de los trabajadores, como la Ley de Huelga (1909).
- d) Auge de los nacionalismos periféricos: El catalanismo cobró protagonismo, generando conflictos como el de 1905, cuando la Lliga ganó las elecciones municipales en Cataluña. Algunos periódicos criticaron duramente al régimen, lo que llevó a la suspensión de las garantías constitucionales y a la aprobación de la Ley de Jurisdicciones, que establecía el Código de Justicia Militar.
- e) La cuestión colonial: Reapareció con la intervención en Marruecos. En 1909, la Semana Trágica evidenció el escaso apoyo social al régimen de la Restauración. La decisión de enviar reservistas a Marruecos generó protestas en Barcelona. La represión fue severa, con el fusilamiento de Ferrer Guardia, lo que provocó la dimisión de Maura.