El Fin del Imperio Español: Causas y Consecuencias de la Pérdida de las Colonias en 1898

Antecedentes: La Situación Colonial a Finales del Siglo XIX

Las Filipinas y los archipiélagos del Pacífico (Palaos, Carolinas y Marianas) se perdieron en 1898 debido a varios factores clave:

  • Tardía adopción de reformas políticas.
  • Apoyo de Estados Unidos a los independentistas.
  • Ausencia de aliados (la política exterior aislacionista excluyó a España del sistema de alianzas europeo).

Solo Cuba y Puerto Rico seguían siendo parte del imperio español. Estos territorios basaban su economía en la agricultura de exportación, esencialmente en el azúcar de caña y el tabaco. Las guerras coloniales contaron con el apoyo de la opinión pública y los partidos dinásticos, pero con el rechazo del republicanismo federal y del movimiento obrero. Este sostén popular fue disminuyendo debido al sistema de reclutamiento, que permitía eludir el servicio militar mediante el pago.

Las duras leyes arancelarias y las políticas proteccionistas impuestas por el gobierno de Madrid durante el siglo XIX convirtieron a estos territorios en un «mercado cautivo» de los textiles catalanes o las harinas castellanas. Esta situación perjudicaba a la economía local, que podía encontrar productos mejores y más baratos en los vecinos Estados Unidos.

En Cuba y Puerto Rico, la hegemonía española se basaba cada vez más en la defensa de los intereses de una reducida oligarquía esclavista peninsular, beneficiada por la relación comercial con la metrópoli. Los Gobiernos no atendieron las reivindicaciones cubanas debido a las presiones de esta oligarquía, favorable a la esclavitud, y de los sectores textil y cerealístico peninsular, que temían perder el monopolio comercial (la esclavitud no se abolió hasta 1886). La consecuencia fue la radicalización del movimiento nacionalista, que a principios de los años 90 ya no reclamaba autonomía política, sino la independencia, contando con el apoyo de Estados Unidos, que tenía intereses económicos en la isla.

El Camino Hacia la Independencia

En 1868, comenzaron en Cuba movimientos independentistas como La Guerra Larga (1868-1878), iniciada con el Grito de Yara y liderada por Céspedes. Esta guerra, que culminó con la Paz de Zanjón (1878), fue un primer aviso serio de las aspiraciones independentistas cubanas, luchando por la abolición de la esclavitud y por la autonomía política.

Surgió el Partido Liberal Cubano (1878), que representaba a sectores de la burguesía criolla y buscaba más autogobierno. Sin embargo, la Guerra Chiquita (1879-1880) puso de manifiesto el descontento por la Paz de Zanjón y avivó el independentismo. En 1892, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, partidario de la independencia. Ese mismo año, en Filipinas, José Rizal fundó la Liga Filipina.

España envió a Martínez Campos, pero fracasó. Asumió el mando el general Weyler y, a pesar de los éxitos iniciales, no impidió la lucha armada. En Filipinas, Rizal fue ejecutado, pero Aguinaldo mantuvo la insurrección. En 1897, desapareció Cánovas. Los líderes de Cuba y Filipinas estaban en estrecha relación con Estados Unidos, que tenía intereses económicos en la zona.

La Guerra Hispano-Americana y el Tratado de París

Sagasta creyó necesario reconocer una amplia autonomía, pero Estados Unidos se implicó en el conflicto. La voladura del acorazado Maine (15 de febrero de 1898) sirvió de pretexto para una declaración de guerra (Guerra Hispano-Americana), que se desarrolló en el Caribe y Filipinas. Las derrotas de Cavite y Manila en Filipinas, y Santiago en Cuba, llevaron a la Paz de París el 10 de diciembre de 1898. España reconocía la independencia de Cuba y cedía a Estados Unidos: Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. En 1899, España vendió al Imperio alemán las islas Carolinas, las Marianas (excepto Guam) y Palaos.

Consecuencias del «Desastre del 98»

La pérdida de las últimas colonias fue conocida como el Desastre del 98 y tuvo importantes consecuencias:

  • Ideológicas: Se produjo una crisis de la conciencia nacional, apareciendo un movimiento intelectual y crítico, el regeneracionismo, que rechazaba el sistema político y social de la Restauración, considerándolo una lacra para el progreso de España.
  • Económicas: La derrota supuso la pérdida del mercado colonial, iniciándose una política proteccionista. La industria se recuperaría pronto, y la repatriación a España de los capitales situados en América propició el desarrollo de la banca española.
  • Políticas: En política internacional, España dejó de ser un Imperio, iniciando una intervención en África.
  • Otras consecuencias: El desprestigio militar, lo que traería graves consecuencias en el siglo XX; el crecimiento del movimiento obrero, protagonizando sucesos como la Semana Trágica de Barcelona (1909); y un mayor empuje y protagonismo de los nacionalismos periféricos.

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