La Restauración Borbónica (1875-1931)
Se inició en España en 1875, un nuevo periodo histórico que supuso la vuelta al trono de los Borbones en la persona de Alfonso XII (1875-1885), hijo de Isabel II. El final de la época de la Restauración es controvertido. Para la mayoría de los historiadores se mantuvo durante la minoría de edad del futuro rey, Alfonso XIII, en la que se ejerció la regencia de su madre María Cristina (1885-1902). Para otros, también incluiría el reinado de este monarca, por lo que se prolongaría hasta 1931, fecha de la caída de la monarquía y de la proclamación de la II República.
La Restauración fue posible gracias a la labor política realizada por Antonio Cánovas del Castillo, el jefe del futuro Partido Conservador, que logró la abdicación de Isabel II en su hijo y el apoyo de la burguesía y del ejército a la causa alfonsina. Para ello, Cánovas redactó un manifiesto a la nación, que el príncipe Alfonso firmó en Sandhurst, donde prometía un gobierno constitucional. Poco después, un pronunciamiento militar del general Martínez Campos, en Sagunto, proclamaba rey de España a Alfonso XII.
Sistema Político de la Restauración
Se basó en dos pilares:
- Constitución de 1876: Moderada pero lo bastante flexible como para que cualquier partido pudiese gobernar sin cambiarla. Establecía una amplia declaración de derechos, que podía restringirse más o menos en función del partido gobernante; la soberanía compartida entre el rey y las cortes; y un sufragio (restringido o universal) a determinar por el partido gobernante.
- Turno pacífico de los partidos políticos: Se basó en la alternancia en el poder del Partido Conservador, liderado por Cánovas del Castillo y heredero de los moderados, y del Partido Liberal, dirigido por Sagasta y heredero de los progresistas. Cuando el Gobierno se desgastaba, el rey encargaba formar nuevo Gobierno al jefe de la oposición. Este convocaba y amañaba las elecciones mediante trampas electorales, como el pucherazo y la presión ejercida sobre los electores por caciques o personas de gran poder económico y social a nivel local o comarcal.
Problemas Políticos y Crisis del 98
El sistema de la Restauración, en su recorrido histórico, tuvo que hacer frente a numerosos problemas internos y al desastre de 1898 que supuso la pérdida de las últimas colonias españolas.
Problemas Internos
En el interior, los problemas principales del sistema de la Restauración fueron la oposición de los partidos excluidos del sistema del turno, el desarrollo del movimiento obrero y el nacimiento de corrientes regionalistas y nacionalistas.
Partidos opuestos al turnismo fueron el republicano, dividido en varias tendencias; el carlista, cuyos núcleos en el Maestrazgo y el norte fueron vencidos por el ejército; y el socialista, que se consolidó tras la fundación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879.
El auge del movimiento obrero se inició tras el reconocimiento de los derechos de reunión y de asociación por la Constitución de 1876. El anarquista fundó la FTRE (1881), y se difundió sobre todo entre los obreros catalanes y el campesinado andaluz. El socialista se difundió tras la fundación de la UGT en 1888 y arraigó principalmente en Madrid, País Vasco y Asturias.
Regionalismos y nacionalismos surgieron como reacción frente a la política centralista de la Restauración. El nacionalismo catalán reivindicó su idioma como lengua oficial, la existencia de partidos políticos y de tribunales catalanes y la autonomía de Cataluña (Bases de Manresa 1892). El vasco defendía sus fueros y tradiciones, y el gallego la solución de los problemas económicos y sociales.
Desastre de 1898
Se inició una insurrección en Cuba en el 95 (el llamado grito de Baire) y otra en Filipinas en el 96, causadas por el descontento económico y la negativa española a conceder una administración autónoma. En su lucha contra España, los rebeldes contaron con el apoyo de Estados Unidos, que tras la voladura del acorazado americano Maine (puerto de La Habana, abril 1898) declararon la guerra a España.
La guerra contra EEUU se desarrolló en el Pacífico (Filipinas) y en el Atlántico (Cuba y Puerto Rico), donde las escuadras españolas fueron destrozadas por los cruceros americanos. España se vio obligada a pedir la paz y por el tratado de Paz de París (1898) reconoció la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Estos hechos provocaron una honda crisis moral e ideológica y el nacimiento del regeneracionismo, un movimiento intelectual y político que pretendía acabar con la corrupción política y solucionar graves problemas que tenía el país.
Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)
En 1902 accedió al trono. Al principio de su reinado pervivió el sistema político de la Restauración, pero en 1917 entró en crisis, lo que provocó la dictadura militar de Primo de Rivera (1923-1930) y finalmente la caída de la monarquía (1931).
Continuación del Turnismo (1902-1917)
El turno de partidos se mantuvo hasta el 17, con Antonio Maura al frente del Partido Conservador y José Canalejas al frente del Partido Liberal. Ambos llevaron a cabo una política regeneracionista que intentó sin éxito acabar con el caciquismo e implantar ciertas mejoras sociales.
La Guerra de Marruecos fue el principal problema del periodo. El tratado de Algeciras (1906) permitió la división de Marruecos en dos protectorados: uno al sur, adjudicado a Francia; y otro al norte, adjudicado a España. Pero la ocupación española del territorio provocó una larga y cruenta guerra con los habitantes del Rif. En 1909 la movilización de los reservistas catalanes, en su mayoría padres de familia, originó violentos disturbios en Barcelona, la llamada Semana Trágica, cuya dura represión por el gobierno conservador de Maura provocó la ruptura del pacto de turno con los liberales.
Crisis del Sistema (1917-1923)
Entre estos años numerosas crisis acabaron con el sistema de la Restauración. La Crisis de 1917 tuvo una triple dimensión: una crisis militar en la que el ejército reclamó la subida de salarios y el ascenso por antigüedad y no por méritos de guerra; una crisis política, en la que una asamblea de parlamentarios catalanes reclamó la creación de un estado descentralizado con autonomías; y una crisis social, en la que los partidos y los sindicatos de izquierda convocaron una huelga general para protestar por la subida de precios que empobrecía a las clases populares y para derrocar al Gobierno. Este solucionó la crisis, pero a costa de un fuerte deterioro político.
Entre 1919 y 1923 la situación se agravó. Se sucedieron los gobiernos de concentración, que apenas duraban en el poder. Aumentó la conflictividad social, pues la crisis económica que siguió a la 1ª Guerra Mundial y la influencia de la Revolución Rusa provocaron violentos enfrentamientos entre obreros y patronos y numerosas huelgas. Y el desastre de Annual en la Guerra de Marruecos causó 10.000 muertos provocando una gran conmoción. La situación derivó en una grave crisis política que supuso la pérdida de autoridad del rey. Finalmente, el general Primo de Rivera dio un golpe de Estado (13 septiembre 1923) e impuso una dictadura.
Dictadura de Primo de Rivera y Fin de la Monarquía (1923-1931)
Entre 1923 y 1925 Primo de Rivera gobernó con un directorio militar que suspendió la Constitución, disolvió las Cortes, prohibió los partidos políticos, reprimió el movimiento obrero y derrotó a los marroquíes. Entre 1925 y 1930 implantó un directorio civil, incluyendo políticos civiles. La repercusión de la crisis económica, y el rechazo y la crítica ante la dictadura provocaron la dimisión de Primo de Rivera en 1930. Se intentó volver al sistema parlamentario pero el desprestigio del rey por apoyar la dictadura hizo que en las elecciones de 1931 ganasen los republicanos. Alfonso XIII abandonó el país y se proclamó la Segunda República Española el 14 de abril de 1931.
La Segunda República (1931-1936)
La Constitución de 1931 garantizaba derechos (expresión, asociación, reunión), soberanía popular, división de poderes, sufragio universal (hombres y mujeres) y separación Iglesia-Estado.
Bienio Reformista (1931-1933)
Con Azaña como jefe de gobierno (republicanos y socialistas) se llevaron a cabo reformas como:
- Estatuto de autonomía de Cataluña y proyecto para el País Vasco y Galicia.
- Reforma agraria, expropiación de latifundios y creación de cooperativas (campesinos individuales).
- Jornada laboral de 40 horas.
- Subida de salarios.
- Matrimonio civil y divorcios.
- Prohibición de enseñar a las órdenes religiosas.
- Impulso de la educación pública.
Las movilizaciones de la izquierda, que consideraba las reformas insuficientes, y de la derecha, que las consideraba radicales, llevaron a la dimisión de Azaña en 1933.
Bienio Conservador (1933-1936)
Alejandro Lerroux (Partido Radical del Centro), apoyado por la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas, liderada por Gil Robles), llevó a cabo una política conservadora.
- Revolución de octubre de 1934: reprimida duramente en Asturias y con la proclamación de la República Catalana en Barcelona, lo que llevó a la suspensión del Estatuto y la disolución de la Generalitat.
Frente Popular (1936)
La unión de partidos de izquierda ganó las elecciones. El gobierno de Casares Quiroga amnistió a los presos políticos de la Revolución de 1934 y reanudó las reformas. La Falange Española, que buscaba un régimen fascista, y la inestabilidad social (primavera trágica) llevaron al general Emilio Mola a dar un golpe de estado para impedir el gobierno del Frente Popular (18/7/1936).
Guerra Civil Española (1936-1939)
Golpe de Estado y División de España
La sublevación militar se inició en Melilla, Tetuán y Ceuta el 17 de julio de 1936. Al día siguiente se extendió por toda España, triunfando en zonas rurales y fracasando en las industrializadas. España quedó dividida en dos zonas: republicana y sublevada (nacional). El golpe militar se convirtió en guerra civil.
Dentro del país, la sublevación fue apoyada por militares conservadores, propietarios agrarios, alta burguesía, monárquicos, carlistas y católicos; la legalidad republicana fue apoyada por militares progresistas, campesinos sin tierras, pequeña burguesía y partidos de izquierda. Fuera del país se formó un comité de no intervención para evitar que la ayuda extranjera ocasionase una guerra mundial, pero los sublevados la recibieron de la Alemania nazi y de la Italia fascista, y los republicanos de la URSS y las Brigadas Internacionales.
Evolución de las Zonas
- En la zona republicana se produjo una revolución social. El gobierno, dirigido por el Partido Socialista, recayó hasta el 37 en Largo Caballero y después en Juan Negrín, y se debilitó por la división entre anarquistas y comunistas.
- En la zona nacional, controlada por los rebeldes, se anularon las reformas republicanas y se desarrolló una represión contra los que se oponían a la sublevación. Franco concentró el poder civil y militar, unificó las fuerzas en Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS), y se concentró en ganar la guerra.
Consecuencias
La guerra civil tuvo consecuencias devastadoras: 380.000 muertos, 350.000 exiliados políticos, destrucción de campos, industrias, transportes, edificios e infraestructuras, triunfo social de conservadores y de la Iglesia, y empobrecimiento cultural (exilio de personalidades de la cultura y el arte). El nuevo régimen de Franco impuso una dictadura.
El Arte en España (Siglo XX)
Arquitectura
- Modernista: Se desarrolló a finales del s. XIX y principios del s. XX. Representante: Antoni Gaudí, que realizó edificios de formas ondulantes decorados con motivos de la naturaleza. Obras: Casa Batlló y Milá; Parque Güell; Sagrada Familia.
- Racionalista: Se introdujo en España a principios del s. XX a través del ‘GATEPAC’. Figura principal: Lluís Sert, autor del dispensario antituberculoso, la Casa Bloc y el Viso.
Escultura
- Pablo Gargallo esculpió obras figurativas en placas planas de metal, por ejemplo, La Bailarina, El Gran Profeta.
- Julio González realizó obras realistas, cubistas y abstractas, por ejemplo, Mujer Peinándose.
Pintura
- Impresionista: Representante Joaquín Sorolla, pintó al aire libre luces claras y colorido mediterráneo. Temas principales: bañistas.
- Primeras Vanguardias: En España hubo seguidores del fovismo y del expresionismo. Las corrientes más destacadas fueron el cubismo (Pablo Picasso y Juan Gris) y el surrealismo (Salvador Dalí y Joan Miró).