España 1902-1931: Crisis del Sistema, Dictadura y Fin de la Monarquía

I. Regeneracionismo y Revisionismo Político: Evolución Política (1902-1914)

Los grandes problemas del país se manifestaron en varios frentes:

  • La paulatina descomposición de los partidos dinásticos, causada por la desaparición de los líderes históricos y las luchas internas por el poder, tanto entre conservadores como liberales. Esto resultó en mayorías precarias en las Cortes y, desde 1917, en la necesidad de gobiernos de concentración.
  • El debate sobre el papel de la Iglesia, con socialistas, republicanos y algunos liberales a favor de limitar el número de congregaciones religiosas, enfrentándose a sectores antimilitaristas y a una prensa crítica con el ejército.
  • El auge de los movimientos autonómicos en Cataluña, País Vasco y Galicia, especialmente en Cataluña, donde el nacionalismo se equiparaba a separatismo y amenaza a la unidad de España por parte de políticos y militares.
  • El problema de Marruecos: tras la pérdida de las últimas colonias en 1898, España se involucró en el reparto de África, buscando establecer un protectorado en Marruecos.

El Regeneracionismo de Maura (1907-1912)

Se intentaron reformas políticas y sociales dentro del sistema para abordar sus «males».

El Gobierno de Canalejas (1910-1912)

José Canalejas, líder del partido liberal, impulsó un último intento regeneracionista. En cuanto a la cuestión marroquí, se avanzó hacia el establecimiento del protectorado, con la ocupación militar de la zona norte en 1911.

Tras el asesinato de Canalejas, Romanones firmó el Tratado que delimitaba las zonas de protectorado franco-español en Marruecos.

En 1912, Canalejas logró la aprobación de la Ley de Mancomunidades, que permitió la creación de la Mancomunidad de Cataluña, fomentando su desarrollo material y cultural.

La muerte de Canalejas marcó el fin del intento de renovación regeneracionista y el retorno de la división en el partido liberal.

Evolución Económica y Social

Paralelamente a la política, se produjo una lenta pero profunda transformación económica y social. Sin embargo, las diferencias sociales seguían siendo notables y las condiciones de trabajo mejoraban lentamente.

El movimiento obrero se organizó en dos corrientes principales:

  • La socialista, a través de la UGT, con mayor presencia en Madrid y el norte de España.
  • La anarquista, reorganizada a principios del siglo XX como anarcosindicalismo, con mayor arraigo en Cataluña.

En 1910, los anarcosindicalistas fundaron la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en Barcelona. La CNT se declaraba apolítica y contraria al Estado y a los partidos políticos.

II. La Crisis del Parlamentarismo: Evolución Política (1914-1923)

El Impacto de la Primera Guerra Mundial

El gobierno español, liderado por Eduardo Dato, declaró la neutralidad en la Primera Guerra Mundial (1914), lo que tuvo importantes consecuencias económicas. Tras una recesión inicial, España experimentó un auge económico al convertirse en proveedora de los países en guerra.

La guerra provocó un desabastecimiento del mercado interior y un fuerte aumento de los precios, especialmente entre 1916 y 1918.

La Crisis del Verano de 1917

La crisis de 1917 puso de manifiesto tres graves problemas que amenazaron la supervivencia del sistema político:

  1. Las Juntas de Defensa: Protesta militar.
  2. La Asamblea de Parlamentarios: Intento de la oposición política de cambiar el régimen.
  3. La Huelga General: Movilización obrera.

La huelga general de 1917, convocada por UGT y CNT, buscaba presionar al gobierno para que tomara medidas contra el alza del coste de la vida y, eventualmente, establecer un gobierno provisional que convocara Cortes constituyentes. Sin embargo, la huelga fracasó.

La Lliga Regionalista desactivó la Asamblea de Parlamentarios y criticó la huelga. El ejército se puso del lado del gobierno y reprimió a los huelguistas. La huelga fue sofocada el 18 de agosto.

La falta de objetivos comunes entre militares, parlamentarios y obreros fue evidente. La crisis llevó a la caída del gobierno de Dato y al inicio de los gobiernos de concentración.

El Hundimiento del Régimen de la Restauración y la Conflictividad Social

La crisis social se agudizó por la recesión económica y la influencia de la Revolución Rusa de 1917, favoreciendo el crecimiento de los sindicatos. Se produjeron huelgas en Vizcaya, Asturias y Madrid, pero Barcelona destacó por su alta conflictividad social.

En 1919, la huelga de «La Canadiense», una empresa eléctrica, paralizó gran parte de la industria barcelonesa. El conflicto derivó en una «guerra social» entre patronos y obreros, con actos terroristas y violencia callejera.

El pistolerismo causó numerosas muertes en Barcelona entre 1919 y 1921. La aplicación de la «ley de fugas» aumentó la tensión social.

En represalia, cinco anarquistas asesinaron al presidente del gobierno, Eduardo Dato.

El «desastre» de Annual en Marruecos (1921) agravó la situación, generando críticas al ejército, al gobierno y a la monarquía.

La situación se frenó con el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, el 13 de septiembre de 1923. Primo de Rivera llegó a Madrid el 15 de septiembre y fue nombrado presidente de un Directorio Militar por el rey.

III. La Dictadura de Primo de Rivera y la Caída de la Monarquía (1923-1931)

El Directorio Militar (1923-1925)

Primo de Rivera presentó la Dictadura como un régimen transitorio para acabar con los males de la patria.

El Directorio Militar suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes, estableció la censura de prensa y disolvió los Ayuntamientos y Diputaciones, reemplazándolos por personas afines al régimen.

Se creó la Unión Patriótica como partido único para apoyar a la Dictadura.

Primo de Rivera se mostró inflexible con el catalanismo, generando oposición en Cataluña a pesar de contar inicialmente con el apoyo de la burguesía catalana.

La pacificación de Marruecos fue el mayor logro de la dictadura. Tras una ofensiva conjunta con Francia, en 1927 Marruecos dejó de ser un problema para España.

El Directorio Civil (1925-1930)

Primo de Rivera transformó el Directorio Militar en un gobierno civil, incluyendo a figuras como Calvo Sotelo (Hacienda) y el conde de Guadalhorce (Fomento). El objetivo era institucionalizar la Dictadura.

Se creó una Asamblea Nacional Consultiva para elaborar una nueva constitución.

La Dictadura se benefició de la prosperidad económica mundial de la época. Se implementó una política social activa.

La Oposición a la Dictadura y la Caída de Primo de Rivera

La Dictadura, concebida como un paréntesis, se enfrentó a una creciente oposición. La Unión Patriótica carecía de apoyo popular.

Primo de Rivera, cansado y desilusionado, presentó su dimisión al rey el 30 de enero de 1930 y se exilió a París, donde falleció poco después.

El Fin de la Monarquía

El rey encargó al general Dámaso Berenguer la formación de un nuevo gobierno para restaurar la normalidad constitucional. Se restableció la Constitución de 1876, pero el intento de Alfonso XIII de volver al régimen anterior fracasó.

El gobierno de Berenguer era débil y no contaba con apoyos. Se produjo un intento de insurrección militar liderado por Alcalá-Zamora para derrocar la monarquía.

El gobierno de Berenguer cayó y fue sustituido por un gobierno presidido por el almirante Juan Bautista Aznar, que convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931.

Aunque las candidaturas monárquicas obtuvieron más votos a nivel general, el triunfo de las candidaturas republicano-socialistas en las principales ciudades, donde el voto era más libre, se interpretó como un rechazo a la monarquía.

El 14 de abril de 1931, el rey Alfonso XIII abandonó España, proclamándose la Segunda República. Se cerraba así un ciclo en la historia de España y comenzaba una nueva etapa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *