El Ciclo Revolucionario Liberal: 1820-1848 en Europa

La Revolución de 1820

El Congreso de Viena (1815) intentó restablecer el absolutismo. La represión de la Santa Alianza contra los brotes revolucionarios, cinco años después del Congreso, marcó el inicio de la revolución liberal. En esta primera oleada revolucionaria, destaca la presencia de los carbonarios, asociaciones secretas surgidas en Nápoles durante el Imperio Napoleónico. Eran organizaciones de resistencia que aspiraban a un régimen democrático con una constitución elaborada por el pueblo. Tenían alcance internacional, con asociaciones similares en otros países europeos. Estas organizaciones tenían rituales de iniciación similares a los de la masonería (juramentos, etc.).

Los carbonarios, en su mayoría burgueses, poseían una estructura jerárquica con una sección militar y otra civil. Con considerable incidencia en los ejércitos, se mostraron partidarios de la unidad italiana. La sublevación carbonaria se fraguó en el ejército de Nápoles, donde tenían numerosos seguidores. En 1820, este ejército se levantó y presionó al Rey para que restableciera la constitución liberal.

El Movimiento y su Extensión

  • Alemania: El movimiento, muy relacionado con las universidades, tuvo gran incidencia en las principales ciudades. Muchos estudiantes alemanes tuvieron que exiliarse tras apoyar este movimiento.
  • España: El pronunciamiento de Riego obligó al Rey a restablecer la Constitución de 1812, que estuvo vigente hasta 1823.
  • Rusia: Tras la muerte de Alejandro I, una parte de la aristocracia pretendió cambiar el rumbo de Rusia. El movimiento, conocido como decembrista, fue aplastado con el ahorcamiento de tres jefes y una dura represión.
  • Grecia: Estas revoluciones marcaron el inicio de la lucha por la independencia griega del Imperio Otomano. Esta resistencia, apoyada desde el exterior, desembocó en una guerra abierta entre 1822 y 1824. En 1827, los ingleses ayudaron a las fuerzas independentistas, que lograron la victoria. Este movimiento independentista fue conocido como filohelénico. En 1830, el Imperio Otomano reconoció la independencia griega.

En casi todos los casos, especialmente en Italia y Alemania, se produjo la intervención de la Santa Alianza.

La Revolución de 1830

Los movimientos liberales se fundamentaban principalmente en el nacionalismo, aunque también en el liberalismo, la democracia y el romanticismo artístico. El movimiento nacionalista se manifestó en los años centrales del siglo XIX. La identificación de fronteras físicas comenzó a ser fundamental para entender una nación desde el punto de vista social y cultural, lo que hizo necesaria la creación de fronteras y el nacimiento de la diplomacia. Este movimiento burgués buscaba rescatar el liberalismo. Nació en Francia y se extendió por Bélgica, Italia, Alemania, Polonia, Austria, Portugal y España.

Desarrollo de la Revolución de 1830

  • Francia: En 1815, Luis XVIII fue sucedido por Carlos X, quien en los siguientes 10 años viró desde posturas moderadas hacia el autoritarismo. Las Ordenanzas ampliaron la censura, disolvieron las asambleas, restringieron el sufragio universal y permitieron al rey convocar elecciones a su antojo, entre otras medidas. En París, burgueses y trabajadores levantaron barricadas. La situación se hizo insostenible, dando origen al movimiento liberal de 1830. La monarquía absoluta cayó y se instauró un nuevo rey dispuesto a aceptar la creación de un parlamento: Luis Felipe de Orleans, conocido como el «Rey Ciudadano». Se produjeron cambios significativos, como el desplazamiento de la aristocracia por la burguesía como clase dirigente, y el rey pasó a ser nombrado «por la gracia de Dios y por la voluntad de la nación».
  • Bélgica: Estaba unida a Holanda hasta agosto de 1830. Bruselas se levantó en 1830, formando un gobierno provisional y una asamblea que proclamó la independencia. Se constituyó una monarquía parlamentaria y se eligió a Leopoldo de Sajonia-Coburgo como rey.
  • Italia y Alemania: Se produjeron levantamientos en el norte de Italia, pero fueron sofocados por Austria. En la Confederación Alemana, Prusia se erigió como el reino más fuerte. Gracias a esta oleada liberal, se consiguió, entre otras medidas, la Unión Aduanera.
  • Gran Bretaña: Se estaban reconociendo libertades, como la libertad sindical en 1825, la abolición de la esclavitud en 1833 y la jornada laboral de 10 horas en 1850.

La Revolución de 1848

En 1848, se produjo una crisis económica, además de la crisis política. Las consecuencias fueron dolorosas para el campo. Los países de Europa sufrieron un retroceso demográfico y el descontento social se acentuó. En esta revolución, el pueblo participó activamente. Fue en 1848 cuando Marx publicó su Manifiesto Comunista. Esta revolución presentó novedades, como la reclamación de una democracia (con sufragio universal) y una república como modelo de Estado.

Desarrollo de la Revolución de 1848

  • Francia: La revolución tuvo su mayor fuerza en Francia, provocando la dimisión del primer ministro Guizot y la abdicación del rey. Se formó un gobierno provisional que proclamó la II República, que abarcó desde febrero de 1848 hasta 1851.

La II República Francesa

Algunos miembros de la II República fueron el escritor Lamartine y el socialista Louis Blanc. Este último creó los Talleres Nacionales, centros de producción estatales. También se estableció la libertad de prensa y de reunión. Sin embargo, la burguesía moderada se impuso a los intentos sociales del pueblo, dando lugar a la Rebelión de Julio.

Elecciones y Luis Napoleón Bonaparte

En diciembre de 1848, se celebraron elecciones por sufragio universal en medio de grandes tensiones sociales. El 2 de diciembre fue elegido Luis Napoleón Bonaparte, sobrino del mítico Napoleón. Tras la toma de poder, se perdieron las conquistas sociales de la revolución de 1848. Aunque aparentemente se votó por una monarquía constitucional, Luis Napoleón dio un golpe de Estado. En 1850, se suprimió el sufragio universal y, posteriormente, se aprobó una ley que le permitía perpetuarse en el poder durante 10 años. En 1852, se autoproclamó emperador con el nombre de Napoleón III.

  • Territorios Alemanes: La «crisis de la patata» azotó duramente estas regiones, ya que este alimento era básico (incluso el pan se hacía con patata). Tanto en Alemania como en Irlanda, la crisis fue muy dura y provocó una emigración masiva. No fue solo una crisis agraria, sino que afectó también al sector financiero, al ferrocarril y a la banca. Se produjeron importantes levantamientos en las ciudades. Muchos ideólogos socialistas surgidos de esta revolución fueron deportados de Alemania o tuvieron que exiliarse. También hubo una presencia significativa del movimiento estudiantil. Los movimientos liberales llevaban consigo el nacionalismo que pretendía unificar a todos los reinos alemanes. Estas ideas liberales se plasmaron en Fráncfort, donde se reunió una asamblea nacional constituyente que perfiló una constitución nacional. Finalmente, este movimiento y la asamblea fueron disueltos. Posteriormente, Prusia llevaría a cabo la unificación.
  • Territorios Italianos: La revolución de 1848 tuvo un gran impacto en Italia. En Nápoles, fue tan fuerte que obligó al monarca ultraconservador Fernando II a reconocer una constitución liberal en el Parlamento. En Piamonte, también se produjo una lucha en busca de una constitución liberal. En Venecia, se proclamó la República de San Marcos, que a los pocos meses sería erradicada por los austriacos. En Roma, Mazzini (creador de la organización «La Joven Italia», máximo exponente del liberalismo) proclamó la República, que también fue derrotada por tropas españolas y francesas. Se puede concluir que en Italia la revolución fue derrotada, pero solo gracias al uso de la fuerza militar.
  • Austria (Imperio Austrohúngaro): Era el centro de la reacción antiliberal. Había movimientos nacionalistas en Hungría y Bohemia. Sin embargo, en Praga y Budapest, estos nacionalismos no eran integradores como en las regiones vecinas, sino que pretendían separarse del Imperio. Estos movimientos fueron duramente reprimidos por el ejército austriaco, aunque lograron derrocar al príncipe Metternich (impulsor del Congreso de Viena). También se produjo la sustitución de Fernando I por Francisco José I. Se incorporaron a la política algunas señas del liberalismo, como la abolición de la servidumbre. En España, estos movimientos tendrían su importancia más tarde, con la llegada del Bienio Progresista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *