La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
1. Causas de la Guerra
1.1. Conflictos latentes entre las potencias
Las tensiones latentes entre las potencias eran básicamente tres:
- Entre Alemania y Francia: la victoria alemana sobre Francia en 1870 supuso la proclamación del II Reich Alemán en 1871 y la incorporación al mismo de Alsacia y Lorena, habiendo un deseo francés de revancha por recuperarlas.
- Entre los Imperios Ruso y Austro-Húngaro: ambos imperios tenían deseos expansionistas en los Balcanes, una región en la que coincidían el hundimiento del Imperio Otomano, la atomización política y la complejidad étnica.
- Entre Alemania y Gran Bretaña: el fuerte crecimiento económico alemán, la potenciación de su flota de guerra y los intentos de expansión colonial provocaron que Gran Bretaña buscará la alianza con Francia y el Imperio Ruso.
1.2. La configuración de los bloques de alianzas
Tras la victoria sobre Francia en 1870 y la proclamación de Guillermo I como emperador en 1871, la política internacional de su canciller, Bismarck, estuvo marcada por la creación de sucesivos sistemas de alianzas que, involucrando a los Imperios Austro-Húngaro y Ruso y a Italia, tenían la intención de dejar aislada a Francia y evitar un conflicto en los Balcanes y por su rechazo a una política de expansión colonial. Sin embargo, el acceso al poder de Guillermo II y la caída de Bismarck en 1890 supusieron un cambio de política, optándose por una política expansionista, basada en los intentos de conseguir más colonias y en una fuerte inversión armamentística, especialmente destacada en el terreno naval. Del mismo modo, se abandonó la alianza con Rusia y se optó por el apoyo a Austria-Hungría como medio de expansión territorial en los Balcanes, ya que la colonial resultó finalmente imposible. Todos estos cambios fueron aprovechados por Francia, que pudo firmar una alianza con Rusia en 1891-1892 y, con la incorporación de Gran Bretaña, formar la Triple Entente en 1907. Frente a ella, se mantuvo la Triple Alianza, creada en 1882 por Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia. Los dos bloques que se enfrentarían en la guerra habían quedado así configurados, entrando en la denominada “Paz Armada”, periodo de tensión creciente entre los bloques, lo que se tradujo en una carrera de armamentos, especialmente intensa en Alemania, y en un creciente ambiente de nacionalismo radical.
1.3. Enfrentamientos coloniales y Guerras de los Balcanes
La tensión existente provocó, y se agravó con, los conflictos coloniales y en los Balcanes. Alemania intentó controlar uno de los pocos territorios disponibles en África: Marruecos. Sin embargo, esto chocó con la oposición de Gran Bretaña, temerosa de que Alemania pudiera con ello controlar el estrecho de Gibraltar, clave en la ruta hacia su principal colonia, la India. Por ello, los intentos alemanes en 1906 y 1911 se saldaron con un rotundo fracaso, imponiéndose finalmente en Marruecos un protectorado franco-español. Alemania optó por expandirse por Europa a través de su aliada Austria-Hungría, lo que acentuó los conflictos en los Balcanes (eran una región especialmente conflictiva por los intereses contrapuestos de Austria-Hungría y Rusia). La tensión en la zona aumentó con la anexión de Bosnia por el Imperio Austro-Húngaro en 1908, lo que provocó el descontento de Serbia y de su aliado, el Imperio Ruso. En 1912 estalla la Primera Guerra Balcánica, en la que los países independizados en la zona se enfrentaron a los restos del Imperio Otomano, reducido a partir de entonces en Europa a la pequeña región. Se realiza un reparto territorial que no fue del agrado de Bulgaria. Esto la llevó a declarar la guerra a sus antiguos aliados en 1913, uniéndose a ellos el Imperio Turco, siendo derrotada. El descontento de Bulgaria y del Imperio Turco por sus pérdidas territoriales explica que optaran por aproximarse a la Triple Alianza, mientras que el resto de países balcánicos lo hizo a la Entente.
1.4. Detonante
El detonante de la guerra fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando cuando visitaba Sarajevo, capital de Bosnia, por un terrorista serbio en julio de 1914. Como consecuencia de ello, el Imperio Austro-Húngaro presentó un ultimátum a Serbia, que fue rechazado, por lo que le declaró la guerra. A partir de entonces, se pusieron en marcha las alianzas y hubo una sucesión de declaraciones de guerra en cascada que dieron lugar al conflicto generalizado.
2. Desarrollo de la “Gran Guerra”
2.1. Características
La primera característica es su carácter global. En el conflicto se enfrentaron, por un lado, la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia e Imperio Ruso), a la que con posterioridad se irían añadiendo otros países como Italia (anulando su compromiso con la Triple Alianza), Portugal, Bélgica, Rumanía, Serbia, Montenegro, Grecia, Japón, EEUU y la mayor parte de los países latinoamericanos; y, por otro, los Imperios Centrales, a los que se unieron Bulgaria y el Imperio Turco. Por tanto, las fuerzas estaban muy desequilibradas en favor de la Entente, aunque se compensaba por la mejor posición estratégica de los Imperios Centrales y por su mejor preparación armamentística.
En segundo lugar, la Primera Guerra Mundial fue una guerra industrializada, una guerra con el carácter de “total”. El uso masivo de armamento moderno, aprovechando los avances de la Segunda Revolución Industrial, además de provocar mayores muertes y destrucciones, hicieron que sus costes económicos fueran muy elevados.
2.2. Fases de la guerra
- Guerra de Movimientos (1914): la inferioridad de recursos de los Imperios Centrales hizo que estos optaran por una guerra rápida como única posibilidad de victoria. Así, el plan de guerra alemán (“Plan Schlieffen”) estableció un ataque rápido a Francia para posteriormente derrotar al Imperio Ruso y negociar una paz con Gran Bretaña. Pero Francia logró resistir en la batalla del Marne, lo que aprovechó el Imperio Ruso para realizar una ofensiva contra Alemania, frenada en la batalla de Tannenberg. Los frentes empiezan a estabilizarse y se entra en una guerra de desgaste en la que los Imperios Centrales tenían todas las de perder.
- Guerra de Trincheras (1915-1916): la fijación de los frentes y su defensa con trincheras y armamento moderno supuso la entrada en una guerra de desgaste, con batallas en el frente occidental como Verdún y Somme. Ante ello, la única opción de los Imperios Centrales era limitar la llegada de ayuda exterior a la Entente mediante el bloqueo naval de Gran Bretaña y Francia, aunque esta opción resultaba imposible desde la derrota de la flota alemana en la batalla de Jutlandia. Esto hizo que Alemania optara por un bloqueo submarino que, pese a su incidencia, no logró cortar las comunicaciones marítimas y además provocó la entrada de EEUU en la guerra en 1917. De manera paralela, los Imperios Centrales intentan aumentar sus recursos extendiéndose hacia el Este y los Balcanes, lo que supuso la ocupación de Polonia y Lituania, Rumanía, Serbia y el norte de Grecia.
- El hundimiento de los Imperios Centrales (1917-1918): en abril de 1917 la primera potencia industrial del mundo, EEUU, entra en la guerra a favor de la Entente, agravando el desequilibrio de recursos entre los contendientes. Sin embargo, su ayuda efectiva no se produjo hasta principios de 1918 y la victoria bolchevique en Rusia en octubre de 1917 supuso la salida de este país de la guerra (Tratado de Brest-Litovsk), permitiéndole a Alemania concentrar todas sus tropas en el frente occidental.
3. Consecuencias de la Guerra
3.1. Los Tratados de Paz
Las condiciones de Paz fueron fijadas en la Conferencia de Paz de París (1919-1920), en la que se establecieron tratados específicos con cada uno de los países derrotados: el de Versalles con Alemania (1919), el de Saint-Germain con Austria (1919), el de Trianon con Hungría (1920), el de Sèvres con el Imperio Turco (1920) y el de Neuilly con Bulgaria. En sus cláusulas no fueron respetadas las tesis del presidente estadounidense Wilson (“14 Puntos”), sino que lo que primó en ellas fue la dureza y el deseo de castigo, postura defendida sobre todo por Francia. El más trascendental fue el de Versalles, que impuso unas duras condiciones a Alemania: pérdidas territoriales, establecimiento de fuertes reparaciones de guerra, cesión temporal del Sarre a Francia, desmilitarización de Renania y limitación de su ejército a 100.000 soldados.
El resto de tratados supuso la desmembración de los antiguos imperios plurinacionales en favor de los Estados-nación y se impusieron pérdidas territoriales a Bulgaria y al Imperio Turco. Además, a nivel general, se establecieron nuevas democracias parlamentarias en la mayor parte de los países. Estos tratados no fueron capaces de asegurar una paz duradera por las siguientes razones: la imposición de las reparaciones de guerra hundió la economía alemana, desestabilizando al nuevo régimen democrático; el deseo de revancha de los derrotados ante una paz que se consideraba impuesta e injusta; la complejidad étnica de Europa Oriental y los Balcanes hizo que el establecimiento de Estados-Nación fuera imperfecta, generando problemas nacionalistas; y el descontento de algunos vencedores, que no vieron satisfechas sus aspiraciones territoriales.
3.2. Consecuencias demográficas, económicas, sociales y políticas
- Demográficas: se calcula que la guerra produjo 8,5 millones de muertos y 21 millones de heridos y mutilados. A este cómputo se deben añadir las víctimas civiles, a lo que habría que sumar el descenso de la natalidad. Este descenso demográfico afectó a las economías de posguerra al reducir la población activa y la demanda.
- Económicas: las destrucciones de medios de producción fueron importantes, a lo que habría que unir el coste de reconversión de una economía de guerra a otra de paz. Junto con ello, otro problema importante fue el del endeudamiento de los vencedores con EEUU, razón por la cual exigieron el pago de reparaciones de guerra. Los grandes beneficiados de la guerra fueron este país y Japón. También salieron beneficiados los países neutrales, que vieron aumentar la demanda de sus materias primas y productos industriales, como fue el caso de España.
- Sociales: hubo un empobrecimiento de las clases medias, que se proletarizaron, aumentando la polarización y las tensiones sociales. Además, la reinserción social de los excombatientes fue muy difícil, contribuyendo a aumentar las tensiones. Además, la mano de obra femenina en trabajos tradicionalmente masculinos durante la guerra, impulsó los movimientos feministas que solicitaban el derecho a voto.
- Políticas: fueron una extensión de las democracias parlamentarias en el continente europeo, con graves dificultades por las tensiones sociales, que provocaron polarización y conflictos políticos. Por otra parte, en las colonias la participación de tropas indígenas en la guerra, la puesta en duda de la misión civilizadora y la defensa del principio de Estado-Nación supusieron un impulso para los movimientos independentistas.
3.3. La Sociedad de Naciones
Para evitar una nueva guerra, se creó esta organización internacional, cuyos objetivos declarados eran el mantenimiento de la paz y de la seguridad colectiva, la cooperación internacional y el desarme. Sin embargo, esta organización, que estaba dirigida por un Consejo formado por las potencias vencedoras y una Asamblea General integrada por todos los miembros, fracasó por su falta de capacidad ejecutiva y por la ausencia de grandes potencias como EEUU (temerosa de perder independencia en sus actuaciones internacionales), la URSS (excluida) y, posteriormente, las potencias fascistas (Alemania, Italia y Japón).