Introducción a los Reinos Peninsulares en la Edad Media
Durante la Edad Media, nacieron en la Península Ibérica reinos con fronteras poco definidas y en constante cambio. A pesar de esta inestabilidad, la idea de unidad peninsular persistió como una aspiración de los reinos cristianos. Uno de los mayores obstáculos fue el tipo de monarquía de origen germánico, en la que los reyes dividían sus estados entre sus hijos al morir. Esto llevó a la independencia de varios estados en los siglos XI y XII, coincidiendo con el surgimiento de una nueva sociedad.
En el siglo XII, quedaron definidos cinco reinos principales: Castilla-León, la Corona de Aragón (que incluía Aragón y los condados catalanes), y Navarra. Posteriormente, estos reinos extendieron sus territorios. Los núcleos originales fueron el astur-leonés, Pamplona-Navarra, Aragón y los condados catalanes. El reino astur-leonés se separó, formando León y Asturias, y más tarde surgió el condado de Castilla, que finalmente se convirtió en reino.
La economía de estos reinos era principalmente agrícola-ganadera y pobre. Se utilizaba poco la moneda, la artesanía era escasa y los productos de lujo provenían de Al-Ándalus o Europa. El feudalismo estaba presente, con el poder concentrado en manos de nobles y eclesiásticos, quienes comenzaron a recibir inmunidades, acaparando funciones judiciales y administrativas en nombre del rey.
El reino más fuerte era el astur-leonés. Todos intentaban evitar los tributos musulmanes, y estos últimos reforzaron sus fronteras para prevenir incursiones cristianas. Estos reinos iniciaron la Reconquista, un proceso a lo largo del cual la frontera se fue desplazando hacia el sur, hasta reducir a los musulmanes al reino de Granada, que fue conquistado por los Reyes Católicos.
Las tierras reconquistadas fueron repobladas de las siguientes maneras:
- Entrega de pequeñas cantidades de tierra a campesinos y soldados.
- Entrega de grandes latifundios a un señor o monasterio, con colonos y siervos.
Los hombres libres recibían tierras en las fronteras, convirtiéndose en campesinos-guerreros.
Desarrollo de los Núcleos Occidental y Oriental
Núcleo Occidental: El Reino Asturleonés
El primer reino peninsular creado fue el de Asturias, formado por Don Pelayo al comenzar la Reconquista. Se extendió por Galicia, León, Portugal y Castilla. En el siglo X, nacieron los condados de Castilla y Portugal. Los musulmanes nunca controlaron completamente la zona cantábrica, donde algunos reyes visigodos se refugiaron.
Pelayo infligió la primera derrota a los musulmanes en Covadonga. Los descendientes de Pelayo, como Alfonso I, crearon el reino de Asturias, que se extendió hacia Galicia y el Ebro. Intentaron asegurar la zona norte y adoctrinar a los habitantes del nuevo reino.
El reino de Asturias desapareció al integrarse en el reino de León. Años de sequía en el valle del Duero provocaron la marcha de los bereberes hacia el sur, dejando el Sistema Central despoblado, conocido como el «Desierto del Duero». Los mozárabes emigraron al norte.
Alfonso II estableció la capital en Oviedo y tuvo que enfrentarse varias veces a los musulmanes, quienes destruyeron la ciudad, que fue reparada por el monarca. Más tarde, se expandió hacia el oeste y dominó una buena parte de Galicia. Ramiro I y Ordoño I prosiguieron la expansión.
Alfonso III aprovechó la debilidad de Al-Ándalus y avanzó hasta el Duero. Para controlar mejor la expansión, trasladó la capital a León (antes en Oviedo) y fortificó el territorio del este. Se constituyó el condado de Castilla, gobernado por el rey de León, iniciando así la creación del reino de Castilla y la decadencia de la monarquía leonesa. Más tarde, Castilla se dividió en León, Castilla y Portugal.
Núcleo Oriental: Los Reinos Pirenaicos
Los reinos pirenaicos tenían en común:
- La lucha por mantener su independencia del Imperio Carolingio.
- La lucha contra los musulmanes de Al-Ándalus, que estaban en el valle del Ebro.
- Su baja densidad demográfica.
En los Pirineos surgieron reinos como el de Pamplona, del que más tarde se separaría el condado de Aragón (que luego sería reino) y, finalmente, los condados catalanes, que se independizarían formando el condado de Barcelona.
Su origen se encuentra en la Marca Hispánica, establecida por Carlomagno para defender su imperio de los musulmanes. Esta marca estaba dividida en condados, gobernados por condes que dependían del emperador franco. Más tarde, estos condados se independizaron.
Navarra
Navarra se situaba entre el puerto de Roncesvalles y el alto Ebro. En tierras navarras, el conde de Pamplona, Íñigo Arista, dirigía una población vascona con formas socioeconómicas de carácter tribal, apenas romanizadas y cristianizadas. Expulsó a los gobernadores francos y creó el reino de Pamplona.
Durante el siglo X, el reino de Navarra experimentó un gran desarrollo al dominar Aragón. El rey asturiano ayudó a establecer en Pamplona la dinastía Jimena, apoyando a Sancho Garcés I, quien extendió su reino por La Rioja. Sancho III llevó a Pamplona a su máxima extensión. A su muerte, dividió el reino entre sus hijos: García heredó Navarra, Ramiro Aragón, Fernando Castilla y Gonzalo Sobrarbe y Ribagorza.
La supremacía de García provocó una guerra civil entre hermanos. Fernando I transformó su dominio en el reino de Castilla y ocupó León. A su muerte, los territorios se dividieron y luego se unieron bajo el nombre de Castilla.
Aragón
Aragón también se convirtió en reino con Ramiro I y formalizó su unión con Navarra como estado independiente. Al no tener frontera con Al-Ándalus, finalizó su expansión hacia el sur, pero colaboró con otros reinos.
Aragón estuvo bajo influencia franca, dominio musulmán y la expansión del reino de Navarra. Los hispanos de Jaca expulsaron a los francos y crearon el condado de Aragón. El primer conde fue Aznar Galíndez. Surgieron los condados de Sobrarbe y Ribagorza.
En el siglo XII, a la muerte de Alfonso I, le sucedió su hermano Ramiro II. La nobleza casó a su hija con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, dando origen a la Corona de Aragón, el último de los grandes reinos peninsulares. Se trataba de un reino de base dinástica en el que cada territorio mantenía sus leyes. Ramiro II se retiró y Berenguer IV se ocupó del gobierno. Alfonso II fue el primer rey de la Corona.
Cataluña
El nacimiento de Cataluña está ligado a la política carolingia, y su dominio en tierras catalanas fue más duradero que en otros lugares. Nació a partir de la Marca Hispánica, cuya misión era defender la frontera franca, dirigida por marqueses con poder político y militar. Era una zona fortificada e independiente, que se unía o separaba de Francia según convenía.
Wifredo el Velloso, que había controlado la situación en la frontera con los musulmanes, convirtió sus cargos y posesiones en hereditarios. Más tarde, su nieto, Borrell II de Barcelona, no renovó el juramento de fidelidad al rey franco, dando origen a los condados catalanes. El de Barcelona era el más extenso y poderoso.
La Reconquista
Tras la descomposición del Califato de Córdoba, los reinos cristianos se lanzaron a la conquista de Al-Ándalus. Los monarcas se apoyaron en las órdenes militares. Estos reinos a veces estaban unidos o luchaban entre ellos: León era aliado de Aragón, Castilla de Portugal, y Navarra era aliada de Francia.
Hubo reacciones musulmanas, primero por los almorávides del norte de África, que frenaron a los cristianos y unificaron Al-Ándalus. Más tarde, llegó a la Península el concepto de guerra santa, que fue respondido con las cruzadas.
En el siglo XI, comenzó la reconquista del territorio dominado por los estados islámicos de la Península. Tres estados se repartieron los territorios musulmanes: el reino de Portugal, la Corona de Castilla y la Corona de Aragón. Firmaron tratados, como el Tratado de Tudilén, para repartirse los territorios islámicos y evitar luchas entre ellos.
Los reinos de taifas fueron la oportunidad que los cristianos esperaban para comenzar su lucha. Este cambio en los reinos cristianos se debió a motivos internos:
- Aumento de la demografía cristiana, que requería más tierras.
- Innovaciones técnicas.
- Acuñación de una ideología reconquistadora.
Fases de la Reconquista
Fase 1 (Hasta mediados del siglo XII)
La zona cristiana de la Península se encontraba dividida en cinco reinos: Portugal, León, Castilla, Navarra, Aragón y Cataluña. En el núcleo occidental, se avanzó del Duero al Tajo. El objetivo era el fortalecimiento de la línea del Duero. Se conquistó Toledo y Almería, y se consolidó la frontera del Tajo. La derrota de Alfonso VIII en Alarcos frenó la conquista.
En el núcleo oriental, se reconquistó el valle del Ebro. Se ocupó Zaragoza, Lérida y Tortosa.
Fase 2 (A partir del siglo XIII)
Los reinos de Portugal, Castilla-León y la Corona de Aragón se expandieron hacia Al-Ándalus, que quedó reducido al reino nazarí de Granada. El reino de Navarra quedó marginado de la Reconquista.
Esta expansión se debió a la victoria cristiana en las Navas de Tolosa, que abrió el camino occidental hacia el valle del Guadalquivir. Castilla conquistó La Mancha, Extremadura, Murcia y Andalucía (excepto Granada). La conquista se estabilizó, y más tarde Alfonso XI conquistó Gibraltar y Algeciras.
Los Reyes Católicos terminaron la Reconquista. Las campañas militares no respondieron a un plan, sino a la necesidad de dar salida a problemas interiores. Fernando III unió a castellanos y leoneses.
La política de Aragón se orientó hacia los Pirineos, pero fracasó, dirigiendo su expansionismo hacia Andalucía. Jaime I inició la guerra, expulsando a los musulmanes de Valencia, Mallorca y Denia.
Conclusión: La Repoblación
La Reconquista proporcionó a los reyes dos tipos de territorios:
- Las zonas despobladas se entregaron a nobles y monasterios (presura).
- Las regiones más ricas y pobladas en torno a las ciudades (repoblación concejil) del territorio musulmán. Se les quitó las casas a los musulmanes y se les dio a los cristianos. Los musulmanes fueron concentrados en morerías. Parte de las tierras se las quedaron los musulmanes, ya que se necesitaba su trabajo, y otras tierras fueron para los cristianos.
- Los repartimientos se generalizaron a partir del siglo XIII, entregando las tierras a nobles, clérigos y militares.
Repoblación del Duero en Castilla
Repoblación concejil o de frontera: el territorio se dividía en concejos con grandes términos territoriales. En la ciudad o villa cabecera del concejo se instalaba un representante del rey y un grupo de caballeros para su defensa. El rey les otorgaba una Carta Puebla o Fuero. La vecindad se obtenía solicitándola. Los nuevos pobladores recibían un solar para la casa y tierras para cultivar, que luego eran de su propiedad.
Valle del Tajo
Toledo es una zona de población musulmana, mozárabe y judía que tenía concejos. Solo se les concedió el fuero, y la población castellana se superpuso a ella.
Valle del Ebro
Surge el repartimiento: a los repobladores se les entregaba una casa y un terreno para cultivar, echando a los moros de la ciudad, pero no de la zona, para que pudieran seguir cultivando sus propiedades. En el bajo Ebro, la repoblación fue realizada por monasterios con grandes latifundios.
Repoblación de La Mancha
Los protagonistas son los militares, con grandes latifundios poco poblados donde se practica la explotación ganadera.
Repoblación de Murcia y Andalucía
En Andalucía, al principio se establecieron castellanos, pero luego se cambió a nobles y la Iglesia, por ser un territorio fronterizo y problemático. En Murcia, hay latifundios en el interior para nobles y militares, y minifundios en zonas de regadío de Valencia y Murcia, lo que dará lugar a la formación de poderosos concejos y a una clase media fuerte.
Murcia se repobló con aragoneses y castellanos. Las casas fueron entregadas junto con las tierras a los repobladores, pero una parte siguió en manos de los mudéjares. Hubo una sublevación contra Alfonso X, sofocada por Jaime I, quien entregó Murcia a su yerno, permitiendo que catalanes y aragoneses se quedaran en ese territorio.
Consecuencias Generales de la Repoblación
- El proceso de repoblación estableció la propiedad de la tierra, dividiendo España en la España latifundista al sur y la de la mediana y pequeña propiedad al norte.
- En Castilla, la nobleza se hizo más fuerte debido a la concesión de tierras a ellos y no a los campesinos.