La Restauración Borbónica (1875-1902): Sistema Canovista y Crisis Colonial
En 1875, se produjo la restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII tras el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto. Tras la abdicación de Isabel II, el nuevo monarca se adaptó al papel diseñado por Cánovas. Su instauración fue posible gracias a:
- El deseo de pacificación del país.
- El reconocimiento internacional del príncipe Alfonso.
- La aceptación de la monarquía por la opinión pública.
Antonio Cánovas del Castillo fue decisivo, logrando que el príncipe Alfonso firmara el Manifiesto de Sandhurst, comprometiéndose a respetar el constitucionalismo, el liberalismo y la religión católica. Cánovas, historiador y político, inauguró una época marcada por la Constitución de 1876, un régimen monárquico estable y un sistema parlamentario equilibrado basado en el turno de partidos. Este período abarca el reinado de Alfonso XII y la regencia de María Cristina.
Fundamentos Políticos del Sistema Canovista
Tras el pronunciamiento de Sagunto, Cánovas formó un gabinete de regencia, buscando la concordia y proclamando a Alfonso como rey. Los fundamentos políticos eran:
- La defensa del orden social y la propiedad.
- La monarquía como garantía de estabilidad.
- La identificación de la república con la anarquía.
El partido Alfonsino buscaba:
- El asentamiento de la monarquía.
- El afianzamiento de la doctrina liberal.
- El equilibrio entre orden y libertad.
El apoyo de los hombres de negocios reflejó la importancia de los intereses económicos. El ejército, detonante del cambio, instauró la monarquía. La monarquía y las cortes eran los pilares básicos de la historia de España. Cánovas adoptó el ideario jovellanista, donde la soberanía residía conjuntamente en las cortes y el rey. La monarquía constitucional debía acoger todas las tendencias liberales, buscando un sistema válido para moderados, unionistas, progresistas y demócratas, aceptando la monarquía y la alternancia en el gobierno. Cánovas se preocupó por que el ejército respetase el marco constitucional y político, siendo decisivo el papel de Alfonso XII. Se inspiró en el parlamentarismo británico, basado en dos grandes partidos que se turnaban en el poder, agrupando a las fuerzas políticas en dos bloques: conservador y liberal. El régimen de la Restauración fue conservador a nivel político, económico y social, posible gracias a la pacificación, la nueva constitución y la creación de dos partidos para alternarse en el gobierno.
Pacificación Interna y Externa
El primer objetivo fue la pacificación del país. El movimiento cantonalista había sido sometido por la república de Serrano. Al inicio del reinado de Alfonso XII, persistían la guerra carlista y la guerra de Cuba. La Tercera Guerra Carlista concluyó con la rendición de la zona carlista catalana y vasco-navarra. En marzo de 1876 se produjo el Manifiesto de Somorrostro. El fin de la guerra carlista permitió enviar refuerzos a Cuba, liderados por el general Martínez Campos, terminando el conflicto con la Paz de Zanjón.
Constitución de 1876
La Constitución de 1876 fue el documento jurídico fundamental del período, permaneciendo en vigor hasta 1931. Para su elaboración, se reunió una asamblea de notables. Ante el intento de restaurar la constitución de 1845 y el deseo de adoptar la de 1869, Cánovas propuso un texto nuevo, amplio y flexible, capaz de acoger a quienes aceptasen el Manifiesto de Sandhurst y la doctrina de la constitución interna. Las cortes fueron convocadas por sufragio universal, manipulado para que una mayoría próxima al gobierno aprobase el texto constitucional. Mantuvo la tradición constitucional española iniciada en Cádiz, inspirada en las constituciones moderada de 1845 y progresista de 1869, con influencias de la de 1837. Su tono es doctrinario y conservador.
- Soberanía compartida: Rey y Cortes. Poder ejecutivo: el monarca a través de los ministros. El rey elige al jefe del gobierno pero no es responsable ante las cortes. Poseía autoridad para disolver las cortes, iniciativa legislativa y el mando supremo del ejército.
- Sistema bicameral: Cámara alta formada por senadores por derecho propio, por designación real y elegidos por corporaciones y mayores contribuyentes. Los diputados del congreso elegidos. No se concreta la forma de elección. Sufragio universal se adoptó en 1890.
- Carácter centralista: Bajo control del gobierno no quedan ayuntamientos y diputaciones. Mantiene la independencia del poder judicial.
- Derechos y deberes: Recoge casi todas las conquistas de 1869 pero su concreción se remitió a las leyes ordinarias que tendieron a restringirlos, los derechos de imprenta, expresión, asociación y reunión.
- Catolicismo: Religión oficial del estado. Restablecimiento del concordato, que garantizaba aportaciones económicas estatales a la iglesia.
Creación de los Partidos Políticos
Otro pilar fundamental fue la puesta en funcionamiento de dos partidos políticos: el conservador y el liberal. Ambos eran partidos de notables, donde la personalidad del líder era más importante que los planteamientos ideológicos. No eran partidos de masas, y sus actuaciones estaban determinadas más por intereses personales que por grandes principios. El partido liberal conservador se configuró desde el sexenio revolucionario, mientras que el partido liberal fusionista, liderado por Sagasta, representó a la izquierda liberal. Al margen del sistema quedaron los carlistas, los nacionalistas y los partidos obreros y republicanos.
Ideario y Principios
- Partido Liberal Conservador: Sufragio censitario, exclusividad religión católica, restricciones a la libertad de cátedra, censura en prensa, proteccionismo económico.
- Partido Liberal Fusionista: Sufragio universal masculino, libertad de cultos, libertad de cátedra y de prensa, librecambismo.
Práctica del Sistema: El Turno Pacífico y el Caciquismo
La Constitución de 1876 garantizaba la alternancia política de los dos grandes partidos dinásticos, el conservador y el liberal, denominado *turnismo*. Cada partido debía respetar la gestión gubernamental del otro. Cuando la oposición consideraba que se habían incumplido las reglas, el rey podía llamar al otro partido, disolver el parlamento y convocar elecciones, que eran ganadas por el partido en la oposición. El ministerio de la gobernación fabricaba los resultados electorales mediante el encasillado y el control de las elecciones, a través de los gobernadores civiles y de las personalidades locales. Para garantizar la victoria, cada grupo se aseguraba la manipulación de las elecciones. El fraude electoral sancionaba, con un aparente apoyo popular, la decisión del rey de relevar al gobierno. Cada partido se comprometía a esperar su turno para acceder al poder. El fraude era posible porque cada partido contaba con una amplia red de relaciones clientelares o amigos políticos. Cada cacique controlaba una circunscripción política a la que estaba vinculada por razones familiares o propiedades. Cuando se convocaban elecciones, movilizaba a sus clientes para obtener el máximo número de votos. Todas estas prácticas fraudulentas recibieron el nombre de *pucherazo*, y *caciques* a los que las llevaban a cabo. Los caciques constituyeron en realidad un poder paralelo al estado, con mayor eficacia en el medio rural, apolítico y desmovilizado.
- Pucherazo: Fraude electoral consentido por los partidos dominantes por el que se alteraban los resultados del escrutinio de los votos.
- Cacique: Nombre que daban los indios en América a sus jefes. Por extensión se aplicó en España a las oligarquías locales, en el medio rural o personas que ejercían una gran influencia.
Evolución Política de la Restauración
En el período de la Restauración podemos distinguir dos fases:
- Reinado de Alfonso XII (1875-1885).
- Regencia de su esposa, María Cristina (1885-1902).
Evolución Política Durante el Reinado de Alfonso XII
Durante el reinado de Alfonso XII, se pusieron en práctica los principios fundamentales previstos por Cánovas.
Gobiernos Conservadores (1875-1881)
Tras la finalización de las guerras carlistas y cubana, el partido de Cánovas ejerció el poder ininterrumpidamente hasta 1881. Esta etapa se conoce como *dictadura de Cánovas* debido a su control del partido y del ordenamiento del estado. Las medidas del gobierno conservador tendieron a consolidar el nuevo régimen, la defensa del orden social, de la monarquía y de la propiedad. Una de las primeras disposiciones fue la abolición de los fueros vascos, cuyo objetivo era conseguir una plena uniformidad jurídica y política. Esto no significó la anulación de algunas de sus particularidades, como la posibilidad de mantener conciertos económicos. Cánovas acentuó la política de restricción de libertades. Entre las disposiciones aprobadas se encuentran:
- Ley electoral de 1878 que restringía el número de electores por establecer un sufragio censitario muy restringido.
- Regulación de las libertades de reunión y asociación en sentido limitado, permaneciendo prohibidos los sindicatos obreros.
- Ley de imprenta de 1879 que consideraba delito cualquier crítica a la monarquía o al sistema de la Restauración.
El estallido de una segunda cuestión universitaria dio lugar al nacimiento de la Institución Libre de Enseñanza. Las disposiciones de Cánovas se completaron con leyes para reforzar el centralismo político-administrativo. En el aspecto económico, los conservadores intentaron poner orden en algunos asuntos urgentes, como la deuda pública. En el político exterior, se procuró evitar tanto el aislamiento como el compromiso.
Gobiernos Liberales (1881-1884)
Hasta 1880 no se fundó el partido fusionista, partido liberal. En 1881 accedió al poder y se llevó a la práctica el turnismo. La etapa liberal comenzó con un gobierno presidido por Práxedes Mateo Sagasta. Sus primeras disposiciones fueron consecuentes con su significación liberal: autorización a los republicanos para celebrar actos conmemorativos con ocasión del aniversario de la Primera República. La actividad más destacada la protagonizó el ministro de hacienda, que presentó proyectos para la supresión del impuesto de la sal y de los portazgos. Dos sucesos deterioraron la situación política: primer lugar varias intentonas republicanas, y el segundo lugar, el deterioro en las relaciones diplomáticas franco-españolas. Se unieron los desórdenes en el campo andaluz atribuidos a la anarquista Mano Negra.
Último Gobierno del Reinado de Alfonso XII
En enero de 1884 el rey optó por llamar nuevamente a Cánovas para ocupar la presidencia. Contribuyó a desgastar al gobierno la extensión de una epidemia de cólera y la cuestión de las Carolinas.
Regencia de María Cristina (1885-1902)
Se produjo la muerte de Alfonso XII. Se hizo cargo de la regencia su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo, embarazada de su tercer hijo. La necesidad de garantizar la estabilidad del régimen durante una larga regencia llevó a los dos líderes principales a establecer el acuerdo conocido como *Pacto de El Pardo*.
Parlamento Largo de Sagasta: La Aplicación del Programa Liberal (1886-1890)
La llamada al poder llegó en un buen momento para los liberales. Los fusionistas y los izquierdistas habían constituido un único partido bajo la dirección de Sagasta. Este período del gobierno liberal supuso la etapa de mayor duración de la época de la Restauración y se caracterizó por la consolidación del partido y la aplicación del programa liberal, mediante la aprobación de una serie de leyes trascendentales:
- Ley de asociaciones de 1887: Se legalizaron las asociaciones obreras que se mantenían en la clandestinidad. En 1888 surgieron públicamente del PSOE y la UGT.
- Ley del jurado: Su implantación colmó una de las aspiraciones clásicas del progresismo decimonónico.
- Código civil de 1889: Factor decisivo de la configuración del estado liberal. Fue determinante la aportación de Alonso Martínez.
- Ley electoral de 1890: La más importante de las aprobadas durante el parlamento largo.
Otras medidas fueron encaminadas a racionalizar y modernizar el estado y la administración o las leyes. No fue fácil para Sagasta mantener la unidad de un partido tan heterogéneo. Surgieron divergencias en su seno. El partido liberal pudo superar estas tensiones manteniendo la unidad, a diferencia del conservador, que en estos años experimentó la escisión de un partido reformista. En política exterior los liberales expresaron la voluntad de intensificar la presencia española en el panorama internacional. La más notable de su gestión fue la vinculación a la Triple Alianza para la defensa de los intereses comunes en el Mediterráneo.
Giro Proteccionista de los Conservadores (1890-1892)
En julio de 1890 el partido conservador de Cánovas regresó al gobierno. Lo más característico de esta etapa fue la aplicación del sufragio universal y el giro proteccionista. En 1891 se impuso un arancel con el que el gobierno de Cánovas intentaba responder a la vez a las demandas proteccionistas de los trigueros y a las librecambistas de los viticultores. Esta época se vio alterada por las actuaciones del movimiento obrero, los atentados anarquistas de Barcelona y ciertas huelgas. Al acceso de los liberales de Sagasta en diciembre de 1892.
Difícil Unidad de los Conservadores (1892-1895)
El gabinete constituido por Sagasta fue llamada de notables porque incluía a las personalidades más destacadas del partido liberal. Los liberales volvieron a gobernar con un programa moderado y prudente de reformas. Este gobierno hizo frente a la guerra de Melilla. La aplicación del programa de gobierno demostraron la heterogeneidad del partido liberal. Dos crisis de gobierno en 1894 pusieron de manifiesto el fracaso de la conciliación. Cánovas volvió a hacerse cargo del gobierno con la guerra de Cuba recién iniciada.
La Oposición al Sistema
El éxito de la fórmula canovista de la Restauración fue también consecuencia de la debilidad de la oposición. Algunas de ellas ya tenían una trayectoria considerable como el carlismo o el republicanismo; otras surgieron y se desarrollaron durante los años de la Restauración, basando su proyecto de articulación política en una idea muy distinta de la centralista consensuada por los hombres de la Restauración: fueron regionalismos y los nacionalismos.
Carlistas y Republicanos
Carlistas y republicanos eran dos partidos antidinásticos considerados inicialmente ilegales porque no aceptaban la monarquía constitucional.
Los Carlistas
Después de la derrota del carlismo en 1876 muchos de sus combatientes partieron al exilio con dirección a Francia. Durante la Restauración, el carlismo acentuó su carácter regional y minoritario. Los carlistas se dividieron en dos grupos: integristas y tradicionalistas.
Los Republicanos
El republicanismo se convirtió en una fuerza activa en la vida política española. Su rasgo más característico fue la división, que se inició como consecuencia de la desintegración del partido federal. La segmentación del republicanismo les dificultó llegar a la ciudadanía en la década de los noventa mejoraron sus resultados electorales.
La Oposición del Regionalismo y del Nacionalismo
Regionalismos y nacionalismos surgieron como oposiciones nuevas al sistema de la Restauración. El regionalismo pretendía un cierto nivel de autogobierno en una región determinada, estableciendo como límite lo que afectase a la soberanía de España como estado. Surgieron movimientos que reivindicaban los derechos históricos de catalanes y vascos, de gallegos y valencianos. El movimiento regionalista fue más vigoroso y temprano en Cataluña y País Vasco porque existía una burguesía desarrollada con arraigados intereses y una diferenciación lingüística. Los factores que propiciaron el nacionalismo se pueden citar:
- Los movimientos culturales que rescataban la riqueza de las lenguas vernáculas y de las costumbres autóctonas.
- Las diferencias económicas.
El desarrollo de los nacionalismos coincidió igualmente en Europa con un importante auge nacionalista.
Nacionalismo Catalán
La primera conciencia regionalista-nacionalista se expresó con el desarrollo de un movimiento intelectual (*Renaixença*). Durante el Sexenio surgió un primer nacionalismo catalán representado por el federalismo. Durante la Restauración, con el apoyo decidido de amplios sectores de la burguesía catalana, el catalanismo político fue un movimiento muy minoritario. En esta época destacó la acción de Valentín Almirall, que fundó el Centre Català, con el que reivindicaba una mayor autonomía. Una sociedad catalana la Lliga de Catalunya y el Centre Escolar Catalanista, de origen universitario. Estas dos asociaciones de minorías intelectuales se fusionaron en la Unió Catalanista de carácter conservador y católico. Su ideario se recogió en las Bases de Manresa, documento en el que se planteaba una solución federal de autogobierno para Cataluña, concretada en reivindicaciones como una administración, derecho civil y lenguas propios. El catalanismo como opción política alcanzaría su mayor desarrollo después de 1898, final de la guerra de Cuba, con la fundación de la Lliga Regionalista.
Nacionalismo Vasco
El nacionalismo vasco nació más tardíamente que el catalán, pero evolucionó rápidamente. La figura fundamental fue Sabino Arana, que junto a su hermano había vivido una temporada en Barcelona, donde recibió influencias del Centre Escolar Catalanista. Tras su regreso al País Vasco, Arana configuró su pensamiento, de base tradicionalista y fondo carlista y foralista. Criticó la industrialización y defendió el catolicismo antiliberal, concretando en el lema *Dios y ley vieja*; la raza vasca frente a los inmigrantes o *maketos*, señalados como culpables de su degeneración a causa del mestizaje y la reivindicación de los fueros y la independencia para Euskalerria. Intentó difundir sus ideas a través de varias publicaciones y el establecimiento de un primer centro de reunión, germen del Partido Nacionalista Vasco. El pensamiento de Sabino evolucionó desde el independentismo radical hasta su integración autónoma en el estado español.
Otros Regionalismos Periféricos
El resto de regionalismos del período fueron más débiles y tardíos.
- El regionalismo gallego tuvo un importante componente cultural y surgió como reacción al atraso y marginación del territorio con respecto a otras regiones. Sus teóricos fueron Brañas y Murguía.
- El regionalismo andaluz, de raíces históricas y políticas discutidas, tuvo su punto de partida en el movimiento cantonal, destacando en su formación Blas Infante.
- El regionalismo valenciano, partió de una especie de renacimiento cultural y se caracterizó por su rechazo tanto del centralismo del estado como del nacionalismo catalán.
Oposición del Mundo Obrero
Hasta finales de siglo los trabajadores estuvieron desmovilizados. El obrerismo estuvo dividido en dos grandes tendencias: el anarquismo y el socialismo. Los anarquistas, tras ser prohibidos y permanecer en la clandestinidad y ser rehabilitados fueron reprimidos duramente. El otro sector del movimiento obrero, el Partido Socialista Obrero Español, era aún un partido pequeño con escasa incidencia electoral.
Guerra Colonial y la Crisis del 98
Después de la independencia de la mayor parte del territorio de la América española a inicios del siglo XIX, España solo conservó las islas de Cuba y Puerto Rico y el archipiélago de las Filipinas. En 1895 se reactivó el independentismo en Cuba, y al año siguiente en Filipinas. El régimen de la Restauración se vio sacudido por las guerras coloniales, que concluyeron sumiendo al país en un profundo trauma debido a la pérdida del imperio ultramarino español en 1898.
Guerra de Cuba (1895-1898)
El problema colonial de Cuba había constituido una de las mayores preocupaciones desde el inicio de la Restauración. En 1868 se tuvo que hacer frente a la Guerra de los Diez Años, que finalizó con la Paz de Zanjón en 1878.
Antecedentes
Los problemas no terminaron con el acuerdo de 1878. Desde entonces hasta 1895, incidieron diversos factores en lo que se denominó la *cuestión cubana*:
- Se produjo un nuevo levantamiento de los independentistas cubanos: la llamada *Guerra Chiquita*.
- Las dos guerras tuvieron dos consecuencias fundamentales: impulsaron el nacionalismo cubano y favorecieron la penetración económica de los capitalistas de EEUU en la isla.
- Se adoptaron medidas para alcanzar la normalización de las relaciones entre España y su colonia, como la similación de Cuba a la metrópoli, la abolición de la esclavitud, el fomento de la inmigración española y un ambiente que favoreció la aparición de dos partidos políticos. Lo cierto es que el gobierno no introdujo reformas políticas de envergadura. Tampoco concedió ningún tipo de autonomía por la oposición de muchos burócratas, comerciantes o azucareros españoles residente en la isla.
Puerto Rico
Se había desarrollado un movimiento criollo autonomista a causa del descontento generado por la miseria… Tras estallar la guerra entre Estados Unidos y España, tropas estadounidenses desembarcaron en Guánica y en muy poco tiempo controlaron toda la isla.
Guerra de Filipinas
La isla de Filipinas no tuvieron para España la misma importancia que Cuba. El descontento contra la administración española comenzó a gestarse en los años 60 del siglo XIX. Desde esa fecha se aprecian los primeros indicios de conciencia nacional. Un ejemplo fue el motín de Cavite. La protesta continuó con el movimiento de la propaganda. La insurrección estalló en agosto de 1896, promovida por el Katipunan, organización secreta. Al igual que había ocurrido en Cuba, la política contemporizadora del capitán general Ramón Blanco fue sustituida por otra más enérgica del general Polavieja. Polavieja regresó triunfalmente a España y fue sustituido por Fernando Primo de Rivera. Este tuvo que hacer frente a un nuevo estallido insurreccional. Primo de Rivera puso fin a la sublevación con la firma de la Paz de Biac-na-Bató. La flota española fue derrotada en Cavite. La insurrección filipina resurgió de modo generalizado, apoyada directamente por Estados Unidos.
Tratado de Paz de París
Tras la derrota española frente a los EEUU, el 10 de diciembre de 1898 se firmó en París un tratado de paz. Al año siguiente, por el tratado hispano-alemán, el gobierno español vendía al imperio alemán sus últimas islas del Pacífico.
Consecuencias del Desastre del 98
La pérdida de las colonias españolas no fue un hecho aislado: formó parte de un proceso de redistribución colonial entre las grandes potencias a finales del siglo XIX y afectó a otros países. Tuvo consecuencias:
- Desde el punto de vista demográfico, hubo muertes más por las enfermedades que por el fallecimiento en combate.
- Desde el punto de vista económico, la derrota supuso la pérdida del mercado colonial.
- Resentimiento de los militares hacia los políticos, crecimiento del antimilitarismo popular y crisis política: el gobierno liberal de Sagasta fue sustituido por el conservador.
- Cambio del estatus internacional: España había dejado de ser un imperio.
- Aparición del regeneracionismo, movimiento intelectual y crítico caracterizado por el rechazo al sistema de la Restauración por considerarlo una lacra para el progreso del país.
La Segunda República: Gobierno Provisional y Aprobación de la Constitución
En 1931 tuvo lugar un doble proceso político: por un lado las fuerzas republicanas se reorganizaban tras su fracasado intento de llegar al poder por la vía insurreccional y por otro, las fuerzas monárquicas aparecían divididas y dunitativas osbre el rumbo a seguir. Tras muchas vacilaciones, el nuevo gobierno de Aznar convocó elecciones municipales para el 12 de abril. Serían el primer paso para la normalización política del país. Los republicanos en coalición con los socialistas decidieron convertir es consulta en un auténtico plebiscitio contra la monarquía.
Las Municipales del 12 de Abril y la Proclamación de la República
La expectación en toda España era enorme. Los monárquicos apenas hicieron propaganda y acudieron desunidos. Mientras, la conjunción republicano-socialista insistía en identificar la dictadura de Primo de Rivera con la monarquía. Los monárquicos obtuvieron un mayor número global de concejales, pero los republicanos lograron vencer en 41 de las 50 capitales de provincia. La reacción monárquica fue confusa y débil. Al caer la noche del 14 de abril, una vez finalizado el recuento de votos, las manifestaciones a favor de la república en las calles de las principales ciudades españolas se hicieron cada vez más numerosas. El rey Alfonso XIII suspendía el ejercicio del poder real. Un autodenominado gobierno provisional de la república, presidido Niceto Alcalá Zamora, proclamaba el nuevo régimen desde la madrileña Puerta del Sol en un ambiente festivo.
Primeras Reformas y Primeros Conflictos
Resultaba claro que el cambio político se había debido más al hundimiento de la monarquía que a la pujanza de las fuerzas republicanas. El gobierno provisional estaba formado por una coalición sumamente heterogénea. Los principales dirigentes pertenecían a partidos pequeños, algunos socialistas consideraban la república como un régimen burgués transitorio en el camino hacia la revolución del proletariado. El gobierno decidió convocar elecciones a cortes constituyentes para junio y durante esos dos meses puso en marcha un ambicioso programa de reformas entre las que destacaron las promovidas por Francisco Largo Caballero.
- Medidas relativas a legislación social agraria: Se decretó la prohibición de desahucios, la creación de jurados mixtos para mediar entre patronos y jornaleros. La medida más importante fue el decreto de términos municipales que obligaba a los patronos agrícolas a emplear braceros vecinos del municipio.
- Reformas militares: Su objetivo era doble. Por un lado racionalizar el número de oficiales. Por la ley de retiro se concedía el pase a la reserva con el sueldo íntegro a todos aquellos oficiales que se negasen a jurar acatamiento al nuevo régimen. Se suprimió la academia general de Zaragoza y el rango de capitán general. También se derogó la vieja ley de jurisdicciones, se prohibieron los tribunales de honor, desapareció el consejo supremo de justicia militar, se eliminó la prensa militar, los ascensos por méritos de guerra. El resultado fue una cierta modernización de las fuerzas armadas, pero acompañada de un creciente malestar en los cuarteles fruto, de los favoritismos en la política de ascensos.
Desde abril hasta junio de 1931, la aparente unanimidad que había acompañado a la proclamación de la república empezó a disiparse, debido al planteamiento de tres cuestiones:
- La cuestión catalana: Macià, dirigente de la recién creada Esquerra Republicana de Catalunya, proclamaba en Barcelona la república catalana. El gobierno envió a tres ministros a negociar. Se acordó que se confeccionaría un estatuto de autonomía, que debería acomodarse a la nueva constitución. Adoptaba el nombre de Generalidad.
- La quema de conventos: Las relaciones con la iglesia católica habían sido tirantes. El gobierno suprimía la enseñanza religiosa obligatoria y ordenaba la retirada de los crucifijos de las escuelas. El cardenal Segura, arzobispo de Toledo y primado de España, publicaba una pastoral en la que mostraba sus simpatías por la monarquía y era expulsado del país.
- Conflictividad social: Tras unos momentos de expectación ante el cambio de régimen, los anarquistas, para los que la república era un régimen burgués tan represor como la monarquía, promovieron una serie de grandes huelgas.
La Constitución de 1931
En junio se celebraron elecciones a cortes constituyentes. Las circunscripciones eran provinciales. Se rebajaba la edad de voto a los 23 años. En 1931 las mujeres no pudieron votar aunque sí ser elegidas. La normativa electoral primaba las grandes coaliciones para intentar dar estabilidad al sistema ya que una pequeña diferencia de votos podía suponer una muy apreciable en escaños. La participación fue del 70%. La conjunción republicano-socialista obtuvo una indiscutible victoria seguidos por los radicales fueron las dos fuerzas más votadas en una cámara con 470 escaños. La derecha, desunida y desconcertada por la rapidez de los acontecimientos. La mayor parte de ellos carecía de experiencia política. La principal tarea de los diputados consistió en redactar una nueva constitución.
- Organización nacional: La república constituye un estado integral compatible con la autonomía de los municipios y las regiones. Se reconocía el derecho de las provincias limítrofes a constituirse en regiones autónomas.
- Derechos y deberes de los españoles: Reconocía los derechos de reunión, de asociación, libre residencia, y de libertad de prensa. Se concedía el voto a la mujer. En el terreno social se decretaba la limitación de la jornada laboral, el salario mínimo, la protección de la infancia y se suprimía la nobleza como entidad jurídica. La cuestión que provocó mayores debates fue la separación de la iglesia y el estado.
- La división de poderes: La constitución privilegiaba al poder legislativo sobre el ejecutivo. Las cortes poseían capacidad de iniciativa legislativa. Los posibles conflictos entre poderes serían solventados por un tribunal de garantías constitucionales. Instituía la figura del presidente de la república como jefe del estado. Elegido de forma indirecta, personificaba a la nación, nombraba al presidente del gobierno.
La constitución presentaba algunas deficiencias. Sus disposiciones en materia religiosa no contaban con el respaldo de los católicos. Gobierno débil a merced de las cortes, lo cual se traducirá en una continua inestabilidad gubernamental. El texto fue aprobado. La obra de las cortes constituyentes se completó con la aprobación de la ley de defensa de la república, que permitía al ejecutivo limitar de manera drástica. Las cortes entendieron que era un instrumento necesario para poder hacer frente a los extremismos de derecha e izquierda que habían comenzado a aflorar.
Bienio Reformista
Una vez aprobada la constitución se decidió la continuidad de las cortes, convertidas ya en ordinarias, y se eligió a Niceto Alcalá Zamora primer presidente de la república. Azaña se convertía en presidente del gobierno y seguía ocupando la cartera de guerra.
Gobierno y la Oposición
El gobierno presidido por Azaña planteará un ambicioso programa de reformas cuyo objetivo era la modernización del país. Azaña fue combatido desde la derecha por el partido radical de Alejandro Lerroux, por los católicos que comenzaban a reorganizarse y por los monárquicos, tanto en su rama Alfonsina como carlista. En agosto de 1932 se producía el intento de golpe de estado del general José Sanjurjo. En principio no parecía dirigido contra la república, sino más bien contra determinadas políticas del gobierno social-azañista. Solo triunfó en Sevilla y fue aplastado con facilidad. En respuesta el gobierno ordenó la suspensión de más de un centenar de periódicos derechistas. Desde la izquierda, los anarquistas plantearon una lucha frontal, basada en la táctica insurreccional. Se produjeron choques sangrientos en Castilblanco y en Casas Viejas. Allí las fuerzas del orden fusilaron a varios anarquistas, ya prisioneros, siguiendo supuestas órdenes del gobierno que siempre lo negó. Ello ocasionó un fuerte escándalo en el parlamento y en la prensa. La crisis económica, resultado del impacto en España de la depresión de 1929 provocó un rápido aumento de la conflictividad social. En el seno del gobierno fueron surgiendo fuertes discrepancias entre los republicanos y los socialistas, progresivamente desencantados ante la lentitud de las que consideraban reformas insuficientes. Acabaron por provocar la dimisión de Azaña y la convocatoria de nuevas elecciones generales.
Problema Religioso
: el gobierno de azaña desarrollo los prececptos constitucionales en materia religiosa con dos medidas fundamentales: -decreto de disolución de los jesuitas. El estado se adueñó de sus propiedades. –ley de confesiones y congregaciones religiosas que, al prohibir al clero dedicarse a la enseñanza, dejaba sin escuela a miles de niños. La principal consecuencia de estas medidas fue de orden político. La defensa de la religión amenazada se convirtió en el aglutinante que permitio la reorganización de las fuerzas conservadoras. El nucleo de esta reacción estuvo en el mundo del catolicismo social, cuyo portavoz en la prensa era el diario el debate. Se creaba la ceda, su resistencia a atacar explícitamente la republica suscito la desconfianza de las izquierdas, que comenzaron a pensar que su objetivo era en realidad el establecimiento de un régimen autoritario. REFORMA AGRARIA: el problema de la desiquilibrada estructura de la propiedad de la tierra se venia arrastrando desde la desamortización del siglo XIX. La crisis económica de los años treinta elevo de gorma dramática los niveles de paro y provoco una intensa politización del campesinado. El debate sobre la reforma graria suscito serias tensiones dentro del gobierno: entre los republicanos, mas moderados, y los socialiestas partidarios de posturas mas radicales. La reforma consistía en la expropiación de fincas no explotadas directamente por sus propietarios y su entrega a los campesinos en régimen de arriendo. Se indemnizaría a los afectados. Se creaba un instituto de reforma agraria, encargado de aplicar la ley, pero con una organización. Los resultados de la reforma agraria fueron limitados. Las consecuencias fueron graves. El gobierno había atemorizado a los grandes propietarios sin satisfacer tampoco las demandas de los jornaleros que se sintieron profundamente decepcionados con la republica. AUTONOMIAS REGIONALES: tras el compromiso alcanzado con el gobierno, los nacionalistas catalanes presentaron a las cortes para su aprobación un proyecto de estatuto. Los socialistas eran lo mas reticentes a ceder competencias del estado. Tras los retoque en las cortes, la generalidad se convertia en la máxima representación del estado en Cataluña. Macia se convertia en president de la generalitat. La falta de sintonía entre los dirigentes derechistas del PNV y los gobernantes izquierdistas de Madrid bloqueo la posibilidad de un estatuto vasco hasta 1936