La Segunda República Española (1931-1936)
Introducción
- El resultado de las elecciones del 12 de abril de 1931 dio la victoria a las fuerzas republicanas y adquirió un carácter de plebiscito (referéndum) contra la monarquía.
- Ante esta situación, Alfonso XIII renunció a la Corona y el 14 de abril se proclamó la República.
- El nuevo régimen se mostraba como una oportunidad para democratizar y modernizar el Estado mediante reformas económicas y sociales.
- Sin embargo, la República nació en circunstancias difíciles en el ámbito internacional: por un lado, la crisis del capitalismo tras el crac de 1929 y, en Europa, el fascismo había comenzado su escalada y ponía en peligro los sistemas democráticos.
- La falta de tradición democrática en España, la conflictividad social, la lentitud de las reformas y la oposición de los grupos conservadores condujeron a la inestabilidad política.
- Tanto el primer gobierno republicano (una coalición de fuerzas progresistas) como el siguiente de derechas tuvieron que adelantar las elecciones. El triunfo del Frente Popular de izquierdas en febrero del 36 fue el pretexto para que los enemigos de la República decidieran alzarse en armas contra ella.
1. La Proclamación de la República y el Período Constituyente
1.1 Las Elecciones y el Gobierno Provisional
El 12 de abril se celebraron elecciones municipales mediante sufragio universal masculino. La participación fue muy alta y las candidaturas republicano-socialistas triunfaron en las grandes ciudades y en la mayor parte de los núcleos industriales.
El 14 de abril, los concejales electos de Éibar, Valencia, Sevilla, Oviedo, Zaragoza, Barcelona… proclamaron la República mientras la población salía a celebrarlo. El rey renunció a la potestad real y abandonó el país, partiendo hacia el exilio.
En Madrid se constituyó un gobierno provisional que se presentó en el Ministerio de la Gobernación y se proclamó oficialmente la Segunda República Española.
Los miembros de ese gobierno representaban a las fuerzas de la conjunción republicano-socialista: republicanos conservadores, de izquierdas y radicales, socialistas y nacionalistas catalanes y gallegos. Al margen quedaban los nacionalistas vascos, la derecha monárquica y el obrerismo más radical (comunistas y anarquistas).
El gobierno provisional convocó elecciones a Cortes constituyentes para el 28 de junio. Paralelamente, el gobierno decretó una serie de medidas de extrema urgencia. Las promesas de cambio de la nueva República contaron con el apoyo popular, pero también con la animadversión de los grandes propietarios agrícolas, la oligarquía financiera, parte del ejército y la Iglesia.
Las elecciones generales del 28 de junio tuvieron alta participación. La victoria fue para la coalición republicano-socialista.
1.2 La Constitución de 1931
Los diputados electos formaron las nuevas Cortes republicanas y el ejecutivo quedó en manos de la coalición vencedora que ratificó en sus cargos al jefe del gobierno, Alcalá Zamora, y a los ministros del gobierno provisional.
Se elaboró la Constitución de 1931, de marcado carácter democrático y progresista, con los siguientes principios:
- El Estado se configuraba de forma integral, pero aceptaba la posibilidad de constituir gobiernos autónomos en algunas regiones.
- El poder legislativo residía en las Cortes, el ejecutivo en el gobierno (ministros, jefe de gobierno y presidente de la República) y el poder judicial se confiaba a jueces independientes.
- Amplia declaración de derechos y libertades y preocupación por los temas sociales (voto desde los 23 años y, por primera vez, se concedía el voto a las mujeres, laicidad del Estado, no declaraba ninguna religión como oficial y reconocía el matrimonio civil y el divorcio).
Manuel Azaña sustituyó en la jefatura del gobierno a Alcalá Zamora y éste pasó a ser presidente de la República.
1.3 Partidos y Sindicatos en la Segunda República
El Parlamento pasó a ser el centro de la vida política del país.
- Las formaciones de izquierda eran partidarias de:
- La laicidad del Estado
- Democratización del ejército
- Reforma agraria
- Derechos sociales y laborales
- Autonomía
Partidos Republicanos
Acción Republicana (Azaña), Partido Radical-Socialista, al Servicio de la República.
Partidos Autonomistas
Esquerra Republicana de Catalunya, Organización Republicana Autonomista Gallega (Casares Quiroga)
Partidos Obreros y Sindicatos
Partido Socialista Obrero Español y UGT (Largo Caballero), sindicato anarquista CNT. Dentro de la CNT, los *trentistas* defendían una orientación más moderada y netamente sindicalista, mientras que la FAI (Federación Anarquista Ibérica) defendía la vía insurreccional y armada. También existían el Partido Comunista de España y el Partido Obrero de Unificación Marxista.
- Los grupos de derecha eran partidarios de:
- Estado confesional
- Privilegios del ejército
- Defensa de la propiedad agraria tradicional
- Contraria a las reformas laborales
- Estado unitario
Partidos Republicanos
Centro-derecha: Partido Radical (Lerroux), Derecha Liberal-Republicana
Derecha: Partido Agrario, Confederación Española de Derechas Autónomas CEDA (Gil Robles)
Partidos Autonomistas
Lliga Regionalista, Partido Nacionalista Vasco
Partidos Obreros y Sindicatos
Sindicatos católicos agrarios, Solidaridad Trabajadores Vascos
Contrarios a la República
Monárquicos: Renovación Española (Calvo Sotelo), Comunión Tradicionalista (antiguos carlistas)
Autoritarios: JONS, Falange Española (J. A. Primo de Rivera)
2. Las Reformas del Bienio de Izquierdas (1931-1933)
Entre diciembre del 31 y septiembre del 33, el gobierno presidido por Manuel Azaña e integrado en su mayoría por republicanos de izquierdas y socialistas impulsó un programa de reformas, ya iniciados en el período constituyente, con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española.
2.1 La Cuestión Religiosa
Uno de los primeros objetivos de la República fue limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad española.
Además, se prohibió a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza. El proceso se completó con la Ley de Congregaciones de 1933, que limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas y previó la posibilidad de su disolución en caso de peligro para el Estado.
2.2 La Modernización del Ejército
Azaña pretendía crear un ejército profesional y democrático. Para ello, creyó necesario acabar con la macrocefalia (un oficial por 3 soldados), poner fin al fuero especial de los militares, asegurar la obediencia al poder civil y terminar con la intervención del ejército en la vida política. Con esta finalidad se promulgó la Ley del Retiro de la Oficialidad de 1931, que establecía que todos los oficiales debían prometer su adhesión a la República, pero se les daba la posibilidad de retirarse con el sueldo íntegro si así lo deseaban. Posteriormente se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República.
La reforma fue recibida por algunos sectores, sobre todo por los *africanistas*, como una agresión a la tradición militar y al poder del ejército. La derecha aprovechó ese descontento para animar a la revuelta militar contra la República.
Como resultado, la reducción del presupuesto dificultó la modernización del material, del armamento y de los equipamientos.
2.3 La Reforma Agraria
Se pretendía poner fin al latifundismo (centro y sur de España) y mejorar las condiciones de vida de los campesinos pobres.
Esta reforma era esencial teniendo en cuenta el papel de la agricultura en la economía española.
Uno de los primeros decretos perseguía proteger a los campesinos sin tierra y a los arrendatarios. También fijaron la jornada laboral de 8 horas en el campo y establecieron salarios mínimos y la obligación de los propietarios de poner en cultivo las tierras aptas para ello.
Pero la verdadera reforma consistía en la elaboración de una Ley de Reforma Agraria de 1932. Su objetivo era la modernización de la agricultura. La ley permitía la expropiación sin indemnización de las tierras de una parte de la nobleza (los “Grandes de España”), mientras que las cultivadas deficientemente, las arrendadas sistemáticamente o las que, pudiendo ser regadas, no lo eran, se podían expropiar indemnizando a sus propietarios.
La aplicación de esta ley se encomendó al IRA (Instituto de la Reforma Agraria), que se encargaba de facilitar los asentamientos de familias campesinas y contaba con un presupuesto anual para indemnizar a los propietarios expropiados.
Los resultados fueron escasos: se expropiaron pocas hectáreas y se asentaron menos campesinos de los previstos inicialmente.
La aplicación de la Reforma llevó a un aumento de la tensión social. Los grandes propietarios se aliaron con los enemigos de la República, consolidando un frente de fuerzas conservadoras dispuestas a acabar con ella, y los campesinos, viendo frustradas sus esperanzas, se orientaron hacia posturas más revolucionarias y de enfrentamiento con las fuerzas del orden.
2.4 La Reforma del Estado Centralista
En Cataluña se crea un gobierno autonómico provisional (Generalitat), cuya primera misión sería la elaboración de un Estatuto de Autonomía, aprobado en 1932.
En el País Vasco, en 1936, ya iniciada la guerra, se aprobó un estatuto fruto de un consenso entre nacionalistas, republicanos y socialistas.
En Galicia, la conciencia nacionalista era menos acusada y el nacionalismo gallego distaba mucho de ser una fuerza hegemónica. En consecuencia, el proceso estatutario fue mucho más lento y el 28 de junio de 1936 se sometió a plebiscito un proyecto de estatuto que nunca llegó a ser aprobado por las Cortes debido al estallido de la Guerra Civil.
2.5 La Obra Educativa y Cultural
El objetivo primordial era promover una educación liberal y laica y hacer del Estado el garante del derecho a la educación extendido, por primera vez en nuestra historia, a toda la población.
Se intentó acabar con la hegemonía de la enseñanza religiosa y se adoptó un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita.
Los republicanos querían mejorar el nivel cultural de la población, por ello promovieron campañas culturales destinadas a los sectores más humildes. Surgen así las Misiones Pedagógicas, formadas por grupos ambulantes de estudiantes, profesores e intelectuales que llevaban a las zonas rurales bibliotecas, coros, conferencias, cines y grupos de teatro como La Barraca (Federico García Lorca).
2.6 Las Reformas Laborales (Social)
El socialista Largo Caballero inició una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales.
Se aprobó la Ley de Contratos de Trabajo, que regulaba la negociación colectiva (jornada laboral: semana laboral de 40 horas, vacaciones, se estimuló el aumento de salarios, se promovió la creación de seguros sociales). Se redujo la jornada laboral de los trabajadores del campo y se reforzó el papel de los sindicatos agrícolas en la contratación de tareas del campo.
3. Los Problemas de la Coalición Republicano-Socialista
3.1 La Reorganización de las Derechas. Crisis del Gobierno
Las reformas republicanas y la conflictividad social disgustaron a las élites económicas, sociales e ideológicas (Iglesia, grandes propietarios de tierras, organizaciones patronales…).
Asimismo, un amplio sector de las clases medias consideraron los cambios demasiado radicales. Todos estos grupos se fueron organizando alrededor de los tradicionales partidos conservadores o de las nuevas organizaciones de carácter fascista y autoritario para oponerse al gobierno.
El centro-derecha se reestructuró alrededor del Partido Radical de Lerroux, que quería una República de derechas (empresarios, comerciantes y propietarios agrícolas).
La CEDA (la derecha monárquica, católica y conservadora) rápidamente contó con gran número de afiliados y un líder indiscutible: José María Gil Robles.
Renovación Española (José Calvo Sotelo), la Comunión Tradicionalista (carlista) y, de manera especial, los grupos fascistas de Falange y de las JONS realizaron una intensa actividad de agitación contra lo que ellos consideraban un avance del marxismo y el peligro de la revolución bolchevique. Con sus acusaciones consiguieron crear un clima de crispación y de temor que acabó arrastrando al conjunto de la derecha.
En este contexto, algunos sectores del ejército quisieron aprovechar el descontento de los grupos más conservadores de la sociedad. Así, el general Sanjurjo realizó un golpe de Estado en 1932 para forzar el viraje de la República a la derecha, pero fracasó. En 1933 se creó la Unión Militar Española (UME), organización clandestina de militares derechistas y antirreformistas, que tendrá una activa participación en el golpe de Estado de julio de 1936.
4. El Bienio Conservador (1933-1935)
4.1 Las Elecciones de 1933: El Gobierno de Derechas, Centro-Derecha
Presidente de la República: Alcalá Zamora
Jefe de gobierno: Lerroux
En las elecciones del 18 de noviembre de 1933, las primeras en España en las que votaron las mujeres, la izquierda se presentó desunida (republicanos y socialistas enfrentados).
(Además, importantes masas obreras optaron por la abstención a petición de la CNT, que defendía su apoliticismo). Por el contrario, la derecha se presentó unida y organizada.
El resultado fue la victoria de los partidos de centro-derecha, lo cual inauguró dos años de gobierno conservador, el *Bienio Negro*, término con el que las izquierdas denominaron a estos dos años del gobierno conservador, al considerarlo una época de dificultades para las fuerzas progresistas debido a la paralización de las reformas.
4.2 La Paralización de las Reformas
Se frenó la reforma agraria.
Se intentó contrarrestar la reforma religiosa aprobando un presupuesto de culto y clero e iniciando negociaciones para firmar un concordato con la Santa Sede.
En cuanto al ejército, no se anuló la reforma de Azaña, pero se aprobó una amnistía para los sublevados con Sanjurjo en 1932 y para los colaboradores con la dictadura de Primo de Rivera.
En educación, se respetaron los cambios del gobierno anterior, pero se redujeron los presupuestos.
En autonomías, el gobierno central se enemistó con los nacionalistas vascos, al paralizar, en las Cortes, la discusión del proyecto de estatuto vasco. También se enfrentó con la Generalitat de Cataluña a causa de la Ley de Contratos de Cultivos que permitía a los campesinos arrendatarios de las viñas acceder a la propiedad de las tierras que trabajaban pagando a sus propietarios unas tasas. La Lliga Catalana quiso anular sus efectos, pero la Generalitat no aceptó la anulación y se aprobó una ley casi igual, dejando el conflicto en situación crítica.
En consecuencia, el viraje conservador y la paralización de reformas llevó a una radicalización del PSOE y de la UGT. El sector radical del PSOE y los anarquistas declararon una guerra abierta contra el nuevo gobierno que se materializó en huelgas y conflictos. Ante esta situación, la CEDA reclamó participar en el gobierno, bajo la amenaza de retirar su apoyo parlamentario. El jefe del gobierno, Lerroux, accedió a estas peticiones, y el 5 de octubre de 1934 otorgó 3 carteras ministeriales a la CEDA.
4.3 La Revolución de Octubre de 1934
La izquierda interpretó la entrada de la CEDA en el gobierno como una deriva hacia el fascismo. Al día siguiente de la formación del nuevo gobierno, por iniciativa de la UGT y con escasa participación de la CNT, se produjeron huelgas y manifestaciones en algunas grandes ciudades para defender las reformas sociales, amenazadas por la acción del nuevo gobierno.
El movimiento fracasó a nivel nacional por falta de coordinación y la contundente respuesta del gobierno, que decretó el estado de guerra (los acontecimientos fueron graves en Asturias y Cataluña).
El ejército ocupó el palacio de la Generalitat, fueron detenidos todos los miembros del gobierno catalán y del Ayuntamiento de Barcelona, Azaña, que se encontraba en Barcelona, fue encarcelado y en Madrid fueron detenidos varios líderes de la izquierda (Largo Caballero).
4.4 La Crisis del Segundo Bienio
Consecuencias de la revolución de octubre:
- Ascenso de la CEDA. Se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña, se anuló la Ley de Contratos de Cultivo, Gil Robles ministro de la Guerra y F. Franco, jefe del estado mayor.
- Escándalos de corrupción: caída de Lerroux. Crisis del gobierno en 1935. Los radicales de Lerroux estaban deslegitimados para gobernar. Gil Robles intentó que le nombraran presidente del gobierno, pero Alcalá Zamora se negó y decidió convocar elecciones.
- Elecciones de febrero de 1936: triunfo del Frente Popular
5. El Triunfo del Frente Popular
5.1 Las Elecciones de Febrero de 1936
Por un lado, los partidos de izquierdas se agruparon en el Frente Popular. Los partidos de derecha formaron distintas coaliciones formadas por la CEDA, los monárquicos y los tradicionalistas (Bloque Nacional), pero no lograron confeccionar una candidatura única para toda España. El Frente se convirtió en la fuerza ganadora, el gobierno quedó formado por republicanos.
Manuel Azaña, presidente de la República.
Jefe de gobierno, Casares Quiroga.
Queda constituido el gobierno de izquierdas.
5.2 El Frente Popular: Medidas y Reacciones
- Amnistía de presos políticos
- Reinicio de las reformas del bienio de izquierdas interrumpidos en 1933
- Enfrentamientos y desórdenes en el campo y en las ciudades: esperanzados con las nuevas perspectivas de cambios, los partidos de izquierda y los sindicatos se lanzaron a una movilización popular.
- Radicalización de la política y clima de violencia social: la nueva situación fue recibida por las derechas con absoluto rechazo. Grupos de falangistas formaron patrullas armadas que iniciaron acciones violentas contra los líderes izquierdistas, respondidas del mismo modo por los militantes más radicales de la izquierda. A excepción de Cataluña y de las zonas del Norte, los enfrentamientos se propagaron, entre febrero y julio de 1936, por todo el país.
5.3 Hacia el Golpe de Estado
La creación de un clima de violencia era una estrategia que favorecía a los sectores decididos a organizar un golpe de Estado militar contra la República.
La misma noche de las elecciones de febrero, el general Franco intentó declarar el Estado de guerra.
En los primeros momentos, la conspiración militar tuvo escasa fuerza y mala organización hasta que se puso al frente el general Mola, verdadero jefe del golpe de Estado hasta julio de 1936.
Su plan consistía en organizar un pronunciamiento militar en todas las guarniciones posibles, siendo claves Madrid y Barcelona, con protagonismo especial del ejército de África, el mejor preparado, al mando del general Franco.
La conspiración militar contaba con el apoyo de las fuerzas políticas de la derecha (sectores monárquicos, carlistas, cedistas, falangistas, etc.).
También se establecieron contactos con la Italia fascista y la Alemania nazi.
El día 14 de julio se produjo en Madrid el asesinato, a manos de un grupo de izquierdistas, del dirigente monárquico José Calvo Sotelo en respuesta al asesinato del teniente Castillo, que colaboraba con las milicias de izquierda.
Su muerte aceleró los planes golpistas y la sublevación se inició en Marruecos el día 17 de julio, dando origen a una guerra civil que se prolongaría durante tres años.