Guerras Carlistas y el Reinado de Isabel II: Un Análisis Detallado

Oposición al Sistema Liberal: Guerras Carlistas y la Cuestión Foral

La oposición al sistema liberal se manifestó principalmente a través de las **Guerras Carlistas** y la **cuestión foral**. La **cuestión dinástica** surgió cuando Fernando VII, tras casarse con su sobrina y tener a la infanta Isabel, promulgó la **Pragmática Sanción** en 1830, eliminando la Ley Sálica. Esto fue protestado por los carlistas.

En 1832, se produjeron los **sucesos de La Granja**. El rey destituyó a los principales ministros carlistas, defenestrando a Calomarde y sustituyéndole por Cea Bermúdez. Se realizaron una serie de medidas reformadoras como la reapertura de universidades y se decretó una amnistía general. El 1 de octubre de 1833, tras la muerte de Fernando VII, Carlos publicó el **Manifiesto de Abrantes**.

El Carlismo

El **carlismo** estaba formado por los absolutistas partidarios de la vuelta al Antiguo Régimen. Su lema era **Dios, Patria y Rey**. Estaba apoyado por el clero regular, el campesinado y los artesanos.

Las Guerras Carlistas

Primera Guerra Carlista (1833-1840)

El bando isabelino tenía el respaldo de los liberales y estaba apoyado por las clases altas, la burguesía y las clases medias urbanas, geográficamente apoyado por el sur. El general Zumalacárregui puso bajo asedio Bilbao en 1835. En 1836, el general isabelino Espartero derrotó a los carlistas en la batalla de Luchana y levantó el asedio a Bilbao. El general carlista Maroto firmó el **Convenio de Vergara** en 1839 con Espartero a cambio de entregar las armas y reconocer a Isabel como reina, garantizando que los carlistas no sufrirían represalias. La guerra terminó en 1840 cuando Espartero derrotó al general carlista Cabrera en el Maestrazgo.

Segunda Guerra Carlista (1846-1849)

En 1846, se intentó casar al hijo de Carlos con Isabel II, quien finalmente se unió a Francisco de Asís. Esto provocó la **Guerra dels Matiners**. La reacción gubernamental terminó en la derrota carlista.

Tercera Guerra Carlista (1872-1876)

En 1868, Isabel II fue destituida y Amadeo I llegó al trono. En 1872, Amadeo abdicó y se proclamó la Primera República, extendiéndose un nuevo movimiento carlista. Carlos VII fijó su capital en Estella y el general Dorregaray derrotó a los isabelinos en Montejurra en 1873. En 1874, regresó Alfonso XII, hijo de Isabel II. La guerra terminó con la derrota militar carlista en la batalla de San Marcial en 1876.

La Cuestión Foral

Las provincias vascongadas y el carlismo defendían el mantenimiento de los **fueros**. El gobierno foral residía en las Juntas Generales, compartido con el corregidor, representante del rey. Las Juntas Generales designaban a los representantes de la Diputación Provincial. La administración de justicia corría a cargo del corregidor, y la Diputación. Fue derogado el pase foral y la exención tributaria, así como la exención del servicio militar obligatorio. Navarra conservó todas sus peculiares administrativas, incluidas las Cortes que se reunían por última vez en 1829. En 1841, perdieron sus privilegios forales, pero a cambio consiguieron un sistema fiscal propio y beneficioso.

Isabel II (1833-1868)

Las Regencias

Regencia de María Cristina (1833-1840)

La regencia se inició en octubre de 1833 tras la muerte de Fernando VII. María Cristina mantuvo a su jefe de gobierno, Cea Bermúdez, que era absolutista moderado. Los capitanes generales de Cataluña, Llauder, y de Castilla, Quesada, enviaron manifiestos a la reina aconsejándole que sustituyera a Cea Bermúdez. En 1834, Cea fue sustituido por Martínez de la Rosa, que era liberal moderado. En 1834 se aprobó el **Estatuto Real**, en el que se excluía la soberanía nacional y se establecían unas Cortes bicamerales con un estamento de próceres y uno de procuradores. Solo 16.000 españoles reunían las condiciones para votar. Regresaron los liberales exiliados. En 1834 hubo una epidemia de cólera y, tras difundirse el rumor de que unos frailes habían envenenado las aguas, hubo una quema de conventos. En septiembre se nombró a Mendizábal jefe de gobierno, quien se nombró ministro de Estado, Hacienda, Guerra y Marina. Amplió el número de votantes a 65.000, invirtió en bolsa e implementó su desamortización en 1836. Los beneficios fueron destinados al reclutamiento de 47.000 hombres y en amortizar deuda. Posteriormente, se nombró jefe de gobierno a Istúriz. Tras el motín de los sargentos de La Granja, la reina puso en vigor la **Constitución de 1812**, formando gobierno con José María Calatrava. Se reconocía la soberanía nacional, se reforzaba el poder ejecutivo y se establecieron dos cámaras: Congreso y Senado.

Tras las elecciones de 1837, que ganaron los moderados, se nombró a Espartero líder de los liberales progresistas. María Cristina viajó a Barcelona para intentar convencer al general de apoyar la nueva ley, pero este se negó. Al firmar la regente el decreto, se sublevaron la milicia nacional y el ayuntamiento de Madrid, y María Cristina se exilió en Francia.

Regencia de Espartero (1840-1843)

Espartero asumió la regencia en mayo de 1841 hasta su fracaso a causa de la división de su partido y su política económica. Amplió la desamortización e implantó el libre comercio, lo que afectó a la industria textil provocando manifestaciones en Barcelona. Espartero ordenó el bombardeo de la ciudad bajo el mando del capitán Van Halen. Espartero mantuvo una política militarista y liberal. En 1841 sofocó un pronunciamiento moderado ejecutado por los generales Montes de Oca y Diego de León. En 1843 salió elegido el partido antiesparterista. El gobierno fue formado por Joaquín María López, cuyo programa limitó los poderes del regente, y el rechazo de Espartero le llevó a dimitir. En 1843, los progresistas se sublevaron apoyados por los moderados y el ejército de Narváez, y Espartero se exilió en Londres. En noviembre de 1843, Isabel II fue proclamada reina, López fue sucedido por Salustiano Olózaga, que fue desalojado del poder tras un golpe de los moderados. Le sucedió González Bravo, que reestableció la ley municipal de 1840. En 1844, la reina nombró presidente del gobierno a Narváez.

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