Orígenes del Feudalismo
El feudalismo surgió tras la fragmentación del Imperio Franco, después de la muerte de Carlomagno, comenzando a gestarse entre los siglos IX y X en Europa Occidental. Este nuevo sistema político, económico y social no se consolidó plenamente hasta alrededor del año 1000.
El Sistema Feudal Europeo
En el sistema feudal de Europa, los nobles eran los responsables del gobierno y la administración del territorio en nombre del rey. Eran señores con poder económico y militar. Los nobles eran vasallos del monarca, a quien juraban fidelidad y prometían ayuda económica y militar cuando el rey la necesitase. A cambio, los nobles recibían un feudo (territorio bajo su dominio), además de títulos nobiliarios y privilegios. A la vez, otros vasallos (con menos poder y privilegios) juraban fidelidad a estos nobles.
La Sociedad Feudal
La sociedad feudal se dividía principalmente en dos grandes grupos:
- Privilegiados: Formado por los estamentos de la nobleza y el clero. Era un grupo minoritario en número.
- No privilegiados: El resto de la sociedad se agrupaba en un solo estamento, compuesto sobre todo por campesinos. También formaban parte de este grupo los artesanos y los habitantes de las ciudades (burgueses).
Expansión Económica y Renacer Urbano
La Revolución Agrícola
El renacimiento de las ciudades medievales ocurrió en gran medida por el aumento de la producción agrícola y el consiguiente crecimiento de la población. El desarrollo de la agricultura fue posible gracias a importantes innovaciones técnicas.
Nuevas Técnicas Agrícolas
- La rotación trienal con barbecho.
- El uso de abonos para mejorar la fertilidad del suelo.
Nuevas Herramientas y Aperos
- El arado normando (o de vertedera).
- El yugo para bueyes.
- Las herraduras de hierro para los caballos.
- El molino (de agua y de viento) para moler grano.
Además, el desarrollo agrícola se vio favorecido por un cambio climático, que se volvió más seco y cálido en ciertas regiones.
El aumento de la productividad agrícola comenzó a mejorar la alimentación, lo que provocó un aumento de la población. La gente tenía más hijos (porque confiaban en poder alimentarlos) y se hicieron más resistentes a las enfermedades.
El Surgimiento de la Burguesía
La burguesía emergió como un nuevo grupo social dentro del estamento de los no privilegiados, junto a los campesinos y siervos. Se distinguían dos grandes grupos:
- Baja burguesía: Formada por pequeños comerciantes y artesanos, que tenían ingresos modestos.
- Alta burguesía: Compuesta por grandes mercaderes y banqueros, que acumulaban fortunas, establecían relaciones con la nobleza y ocupaban los principales cargos municipales.
Revolución Agrícola, Comercio y Crecimiento Urbano
El aumento de la productividad agrícola hizo posible la obtención de excedentes, que se comercializaban en los mercados urbanos. En estos mercados, los alimentos y las materias primas se intercambiaban por productos de artesanía.
Las ciudades experimentaron un importante crecimiento urbano debido a la llegada de inmigrantes procedentes del campo, que buscaban una vida mejor y mayor libertad personal, difícil de disfrutar bajo el régimen señorial feudal. Al crecer la población, se tuvo que ampliar los límites de las ciudades (que solían formarse en torno a un castillo, monasterio o mercado), creando nuevos barrios o burgos fuera de las murallas existentes, lo que obligó a construir nuevas murallas defensivas.
Se extendió el uso de la moneda en las transacciones comerciales, se desarrolló la banca y surgieron nuevas formas de pago, como la letra de cambio (a menudo gestionadas inicialmente por prestamistas judíos).
Ferias y Mercados
Los mercados locales se celebraban generalmente una vez a la semana. En ellos, los campesinos y artesanos de las tierras vecinas intercambiaban productos agrícolas por productos artesanos.
A las ferias anuales acudían mercaderes de distintas ciudades, incluso del extranjero, interesados en comprar o vender grandes cantidades de productos específicos (lana, vino, paños, especias, etc.). Fueron importantes las ferias de Lyon y Burdeos en Francia, o la de Medina del Campo en Castilla.
Las Grandes Rutas Comerciales
- La ruta del Mediterráneo: Dominada por ciudades como Barcelona, Pisa, Génova y Venecia.
- La ruta del Atlántico y el Báltico: Controlada por la Hansa, una poderosa asociación de ciudades comerciales del Mar del Norte y del Báltico.
- La ruta de la Seda: Fue una de las rutas comerciales más importantes de larga distancia. A través de ella circulaban productos de lujo como sedas, especias, metales preciosos y piedras preciosas, procedentes del Extremo Oriente.
La Vida Laboral: Los Gremios
El importante desarrollo agrario permitió que una parte de la población pudiera dedicarse a la artesanía en las ciudades. Para protegerse de la competencia de artesanos de otras ciudades y regular la producción de cada oficio, los artesanos se asociaban en gremios.
Todos los artesanos de un mismo oficio solían agruparse en una misma calle. Los gremios se organizaban de forma jerárquica:
- Maestro artesano: Dueño del taller.
- Oficiales: Trabajadores expertos que recibían un salario.
- Aprendices: Jóvenes que aprendían el oficio a cambio de manutención.
Para pasar de oficial a maestro artesano, generalmente se debía superar un examen de maestría, que incluía la creación de una «obra maestra».
Normas de los Gremios
Los gremios establecían normas obligatorias para sus miembros:
- Era necesario tener la autorización del gremio para ejercer un oficio en la ciudad.
- Todos los maestros debían trabajar las mismas horas y utilizar herramientas similares.
- Controlaban la calidad de los artículos producidos.
- Fijaban los precios de venta de los productos.
El Estado Feudal y el Poder Real
Hasta finales del siglo XII, los monarcas europeos tuvieron un poder limitado frente a la nobleza feudal de sus reinos. El poder real estaba fragmentado y dependía en gran medida de la lealtad de los grandes señores.
En busca de fortalecer su autoridad, los soberanos buscaron la alianza con la creciente burguesía urbana. Los reyes concedieron a las ciudades cartas de privilegios o fueros, que les permitieron ganar autonomía respecto a los señores feudales. Desde entonces, muchas ciudades podían celebrar mercados y ferias libremente o contar con un gobierno propio (concejo).
A cambio, los burgueses se convirtieron en el principal apoyo financiero de la Corona a través de impuestos y préstamos. Los monarcas utilizaron los tributos recaudados en las ciudades para mantener su corte, financiar un cuerpo de funcionarios leales y crear un ejército propio, reduciendo así su dependencia militar de los nobles.
Las Cortes Medievales
El resurgir urbano y el crecimiento de la burguesía provocaron cambios en las relaciones de poder, que culminaron en la creación de las Cortes o parlamentos estamentales en los distintos reinos europeos. Por ejemplo, el Parlamento de Inglaterra se consolidó en el siglo XIII (aunque sus orígenes son anteriores, la Carta Magna de 1215 es un hito clave).
Sólo el rey podía convocar a las Cortes, que estaban formadas por los representantes de los tres estamentos:
- La nobleza
- El clero
- La burguesía (representando a las ciudades)
Cada estamento deliberaba por separado y tenía un voto conjunto. Dado que la nobleza y el clero solían compartir intereses, frecuentemente conseguían imponerse al voto de los burgueses.
En las Cortes se debatían principalmente cuestiones económicas (como la aprobación de nuevos impuestos o donativos al rey), además de aprobar leyes y presentar reclamaciones o peticiones al monarca.