El Legado de la Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico: Transformación de Europa y España

El Legado Transformador de la Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico

El Imperio Napoleónico (1804-1815)

Napoleón Bonaparte adquirió cada vez más poder: de primer cónsul pasó a cónsul vitalicio, y en 1804 se coronó emperador. Napoleón se apoyó en el Ejército, portador del espíritu revolucionario. Las principales actuaciones políticas durante el imperio fueron:

Política Interior

Se elaboró el Código Civil.

Política Exterior

Napoleón extendió su Imperio por Europa, enfrentándose a las potencias europeas agrupadas en varias coaliciones. Francia venció a Austria, Prusia y Rusia, pero no consiguió derrotar a Gran Bretaña, a la cual sometió al bloqueo continental (prohibición de acceso a los puertos europeos a todos los barcos procedentes de Gran Bretaña y sus colonias).

Las tropas napoleónicas fueron derrotadas en 1813 (batalla de Leipzig). Los ejércitos de la coalición antinapoleónica entraron en Francia en 1814. Napoleón fue desterrado y se reinstauró en Francia la monarquía de los Borbones. En 1815, fue definitivamente derrotado y desterrado a la isla de Santa Elena (en el Atlántico Sur).

Consecuencias de la Revolución Francesa y del Imperio Napoleónico

Las más destacadas fueron las siguientes:

  • El triunfo de las ideas ilustradas provocó la desaparición de las estructuras sociales y políticas del Antiguo Régimen.
  • El rey pasó de tener un poder absoluto a ser un monarca constitucional.
  • Se reconoció la soberanía nacional, si bien esta fue muy controlada por la burguesía.
  • Se aprobaron constituciones y, por primera vez en la historia, se definieron por escrito los derechos y obligaciones de gobernantes y gobernados y se organizó el poder del Estado.
  • La burguesía alcanzó el poder político.
  • Comenzaron a surgir ideas de independencia en las colonias iberoamericanas.
  • La expansión de las tropas francesas fomentó los movimientos nacionalistas en los países ocupados.
  • La caída de Napoleón no supuso el fin de los principios de la revolución, ya que nuevas oleadas revolucionarias se extendieron por gran parte de Europa en las décadas de 1820, 1830 y 1840.

El Congreso de Viena y la Restauración

Tras la derrota de Napoleón, gracias a la unión de las monarquías absolutistas y la implacable oposición del Reino Unido a la hegemonía francesa, los vencedores se reunieron para reestructurar el mapa de Europa, modificado por Napoleón, y para restaurar el Antiguo Régimen.

Reino Unido, Austria, Prusia, Rusia y la propia Francia se reunieron en el Congreso de Viena (1814-1815) con el propósito de imponer en Europa la legitimidad monárquica frente a la soberanía popular y de restablecer el equilibrio entre las potencias europeas.

Nuevo Mapa de Europa

  • Bélgica y Holanda estaban unidas en un solo reino (Países Bajos).
  • Italia aparecía dividida y se mantenía la presencia austriaca.
  • Francia volvió a sus fronteras de 1792.
  • Se creó una confederación de 39 estados alemanes (Confederación Germánica).
  • Prusia incorporó Renania.

Las Revoluciones Liberales

A partir de 1820, como reacción contra la Restauración, se produjo una oleada de movimientos revolucionarios que se repitió en 1830.

  • En 1821, Grecia se rebeló contra el Imperio otomano (al que estaba sometida) y, tras librar una guerra en la que fue ayudada por las potencias europeas, consiguió su independencia en 1829.
  • En 1830 un nuevo proceso revolucionario en Francia destronó a la dinastía borbónica y llevó al trono a Luis Felipe de Orleans que gobernó a través de una constitución. Este mismo año, Bélgica se independizó de Holanda (El congreso de Viena había unido ambos países de forma artificial).

La Doctrina Liberal

El liberalismo es una forma de pensamiento que se desarrolló en el siglo XIX, cuyo objetivo era defender la libertad del individuo por lo que se oponía al poder absoluto de los reyes y sostenía que el poder residía y emanaba del pueblo. A su vez rechazaba la sociedad estamental y defendía la sociedad de clases, porque en el liberalismo el poder debían ejercerlo los que poseían la riqueza, es decir, la clase burguesa.

El liberalismo dejó de lado los problemas sociales que surgieron en el siglo XIX. La burguesía no confiaba en el pueblo y aunque lo utilizó en los procesos revolucionarios, impidió su plena participación política.

Principios Liberales

  • Separación de poderes. Los poderes legislativo, ejecutivo y judicial no pueden estar en manos de la misma persona o grupo de personas.
  • Promulgación de una Constitución: Es el documento en el que quedan plasmados los principios fundamentales por los que se rige un país, y donde se recogen las libertades y los derechos de los ciudadanos.
  • Libertades: Son ciertos derechos que deben tener los ciudadanos.
  • Derechos Naturales: Son los que posee cada ser humano por el hecho de serlo y por ser ciudadano. Los más importantes son el derecho a la propiedad, a la igualdad y a la tolerancia.

El Nacionalismo

El nacionalismo nació a comienzos del siglo XIX, no como una doctrina sino como un sentimiento de pertenencia a una misma comunidad o nación cuyos miembros comparten un pasado, una lengua y una cultura comunes.

Los movimientos nacionalistas se desarrollaron a lo largo del siglo XIX y adoptaron dos formas. Una teoría deseaba la liberación de las naciones sometidas a otras, con las que poco o nada tenían en común, y sostenía que los pueblos sometidos debían constituir su propio Estado. Defendía el derecho de cualquier comunidad a convertirse en nación si lo deseaba. Otra teoría afirmaba que los territorios con elementos comunes (lengua, religión, tradición histórica, etc.) pero políticamente divididos, debían aspirar a constituir una nación (casos de Italia y Alemania).

Las Revoluciones de 1848

En 1848 se produjo una nueva oleada revolucionaria que se caracterizó por sus ideales democráticos y, en numerosos casos, nacionalistas. Las masas populares tomaron conciencia de que el liberalismo burgués no resolvería sus problemas. La burguesía, que había sido el sector revolucionario hasta entonces, se vio desbordada por los ideales de los trabajadores: crítica al sistema capitalista, petición de sufragio universal y reivindicación de un régimen republicano.

En 1848 en Francia, un nuevo movimiento revolucionario aglutinó los intereses de la pequeña burguesía y de los trabajadores que reclamaban el sufragio universal en lugar del sufragio restringido de la monarquía de Luis Felipe de Orleans. El triunfo de este movimiento tuvo como consecuencia la abdicación del rey, la instauración de la Segunda República francesa y el establecimiento del sufragio general masculino.

La Crisis del Antiguo Régimen en España

Las Crisis del Antiguo Régimen

En España, la crisis del Antiguo Régimen se inició al final del reinado de Carlos IV, coincidiendo con la ocupación de la península ibérica por las tropas napoleónicas.

Este periodo se caracterizó por los siguientes rasgos:

  • En el ámbito político, la invasión francesa y la Guerra de la Independencia a la que dio lugar posibilitaron la difusión de las nuevas ideas liberales en el territorio español. Además, España perdió casi todo su Imperio colonial americano.
  • La economía experimentó una crisis a causa de los efectos de la Guerra de Independencia contra Napoleón y de la emancipación de las colonias.
  • La estructura social estamental se alteró con los cambios producidos en la economía y en la política.
  • La cultura estuvo influida por el desarrollo de los acontecimientos políticos.

Retroceso del Liberalismo: Fernando VII

El rey Fernando VII regresó a España en 1814 y fue recibido con júbilo por el pueblo, que veía en él al monarca deseado, tras la lucha contra los franceses.

El Sexenio Absolutista (1814-1820)

Un grupo de diputados absolutistas entregó al rey el Manifiesto de los Persas, un documento en el que se defendía al absolutismo y se atacaba la legislación de las Cortes de Cádiz. Poco tiempo después, el rey declaró –nulos y de ningún valor– la Constitución y las leyes de las Cortes de Cádiz y amenazó a todo aquel que tratara de restablecerlos.

El Trienio Liberal (1820-1823)

La mala situación de la Hacienda Pública y la persecución de los liberales fueron las causas principales de los continuos pronunciamientos que se produjeron en esta época. En 1820 el oficial del Ejército Rafael del Riego, que se encontraba en Cabezas de San Juan (Sevilla) al frente de las tropas destinadas a combatir los movimientos de independencia en América, protagonizó un levantamiento que triunfó y logró el retorno del liberalismo.

Otros pronunciamientos (en La Coruña, Barcelona, Zaragoza…) se unieron al de Riego y obligaron al rey a restablecer la Constitución de Cádiz. Comenzó así un nuevo período en el reinado de Fernando VII llamado Trienio Liberal.

Este periodo se caracterizó por:

  • La crisis económica.
  • La división de los liberales en moderados (partidarios de reformas suaves) y exaltados o progresistas (defensores de reformas más radicales que impidiesen la vuelta al absolutismo).
  • La independencia de la América española.

Fernando VII pidió ayuda a las potencias europeas absolutistas, unidas en la Santa Alianza que enviaron un ejército (los Cien Mil Hijos de San Luis) que invadió la península y restableció de nuevo el absolutismo.

Guerra y Revolución

La Guerra de Independencia (1808-1814)

El rey Carlos IV se desentendió de los asuntos de Estado. Después de haber tenido varios ministros, dejó el gobierno en manos de otro primer ministro, Manuel Godoy.

Las relaciones de Godoy con Francia pasaron por varias etapas:

  • La ejecución del rey de Francia, Luis XVI, precipitó la incorporación de España a la primera coalición antifrancesa para defender el Antiguo Régimen.
  • En 1795, Godoy dio un giro a su política exterior, porque en Francia había finalizado la época del Terror y había comenzado una fase más moderada.

España se alió con Francia contra Gran Bretaña mediante los dos tratados de San Ildefonso (1796 y 1800) que tenían la finalidad de invadir Gran Bretaña. La armada franco-española fue derrotada en la batalla de Trafalgar (1805), lo que supuso la destrucción del poderío marítimo español.

En 1807, Godoy firmó con Napoleón el Tratado de Fontainebleau que preveía la entrada de tropas francesas en la península ibérica con el pretexto de ocupar Portugal (aliado de Gran Bretaña).

Se formó un grupo cortesano opuesto a Godoy y a su política permisiva con Francia, lo que provocó la conjura de El Escorial, en la que estaba implicado el hijo de Carlos IV (futuro Fernando VII). La conjura fracasó.

Godoy intentó trasladar a la familia real a Sevilla para embarcarla hacia América, por miedo a las tropas francesas. Esta iniciativa desencadenó una sublevación popular, el motín de Aranjuez (marzo de 1808) que obligó a Carlos IV a destituir a Godoy y a abdicar en su hijo Fernando (Fernando VII).

Carlos IV y Fernando VII fueron llevados a Bayona (Francia) y allí renunciaron al trono de España a favor de Napoleón. Este cedió la corona a su hermano José Bonaparte (José I) que reinó en España durante la ocupación francesa gracias al apoyo que recibió de los afrancesados.

La Guerra de Independencia comenzó el 2 de mayo de 1808 cuando los habitantes de Madrid se levantaron contra las tropas francesas.

La Vuelta al Absolutismo (1823-1833)

Fernando VII suprimió todas las reformas del Trienio Liberal, Riego fue ahorcado y el rey volvió a gobernar de manera absolutista.

El problema sucesorio se planteó cuando Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción, que derogaba la ley sálica (impuesta en el reinado de Felipe V y que impedía reinar a las mujeres en España).

Al nacer su hija Isabel fue reconocida como heredera del trono. Esto dio lugar a dos tendencias:

  • Los liberales, partidarios de Isabel.
  • Los absolutistas partidarios del hermano del rey, don Carlos María Isidro, que se oponían al sistema liberal.

Los partidarios de don Carlos no aceptaron a Isabel como reina, lo que provocó una serie de guerras (guerras carlistas) que asolaron España no solo durante el reinado de Isabel II, sino también en épocas posteriores.

Sociedad

  • En el mundo rural, la escasez de productos agrícolas y la subida de los precios repercutieron negativamente en los arrendatarios que tuvieron que hacer frente al aumento del precio de las rentas, y en los jornaleros que se empobrecieron aún más.
  • En el ámbito urbano la aparición de algunas industrias capitalistas hizo aumentar el número de obreros industriales, en perjuicio de los artesanos. La crisis del Estado empeoró la situación de los funcionarios.

La Independencia de la América Española

Las Causas

  • La situación conflictiva y de debilidad internacional de España, que concentraba sus esfuerzos en luchar en la Guerra de Independencia.
  • Los ingleses derrotaron a la flota Española en el cabo de San Vicente (1796) y pusieron fin al poderío naval Español. Esto decidió a los ingleses a intervenir más directamente en América: financiando los intentos emancipadores o enviando expediciones militares.

Los Protagonistas

El precursor de la independencia de la América española fue el venezolano Francisco de Miranda, el primero que se enfrentó al Gobierno de España (1805). En México, el cura Hidalgo levantó en 1810 a grandes masas de indios y mestizos contra las autoridades españolas. En 1815 comenzó la fase decisiva de la emancipación, en la que destacaron los generales Simón Bolívar y José de San Martín.

Los Hechos

Entre 1817 y 1824 se produjeron las victorias del general San Martín en Chacabuco (Chile, 1817), del general Bolívar en Carabobo (Venezuela, 1821) y del general Sucre en Ayacucho (Perú, 1824) que supusieron la independencia de la mayor parte de la América española.

Las Consecuencias

Solo Cuba y Puerto Rico permanecieron bajo soberanía española hasta 1898.

  • La burguesía criolla consiguió sus objetivos: el poder político, y la independencia respecto a España.
  • Los antiguos virreinatos dieron lugar a nuevas repúblicas.
  • El dominio español fue sustituido por la influencia británica y estadounidense.

Vocabulario

Sufragio universal: sistema electoral en el que todos los ciudadanos pueden votar, sin ningún tipo de selección o discriminación. En esta época solo se contemplaba la posibilidad del voto masculino (sufragio universal masculino).

Afrancesados: españoles que admiraban las ideas de los ilustrados franceses. Apoyaban a José I porque pensaban que con este rey se implantarían reformas ilustradas en España.

Guerras carlistas: conflictos entre liberales y carlistas. Estos últimos eran partidarios del absolutismo y se oponían al sistema liberal. La primera Guerra Carlista se produjo entre 1833 y 1839, durante la minoría de edad de Isabel II. En 1846 estalló la Segunda Guerra Carlista, que finalizó en 1849. La Tercera Guerra Carlista se desarrolló durante el Sexenio revolucionario y el reinado de Alfonso XII (1872-1876).

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