La Revolución Americana
Es el conflicto entre los colonos de Nueva Inglaterra y Gran Bretaña.
El origen del problema tiene una base económica.
Las colonias desarrollaron un sistema económico propio y empezaron a ver a la metrópoli como una barrera para su desarrollo.
En las colonias regía el Pacto Colonial, que concedía bastante libertad a los colonos; así, existían unas asambleas que recogían parte de los impuestos.
Esto acabó generando el conflicto de los impuestos.
El gobierno inglés pretendía monopolizar el comercio del té, lo que podía arruinar a los comerciantes americanos. Estos atacaron, disfrazados de indígenas, unos barcos ingleses que había en el puerto de Boston (Motín del Té de Boston).
La Guerra de la Independencia
En 1774, los representantes de las 13 colonias se reunieron en el Primer Congreso de Filadelfia, donde se redactó una declaración de derechos.
Thomas Jefferson redactó la Declaración de Derechos de Virginia, que fue la base de la Declaración de Independencia de Estados Unidos el 4 de julio de 1776.
Los colonos vencieron en Saratoga y Yorktown, y se firmó la Paz de Versalles, donde se reconoció la Independencia de Estados Unidos.
El Legado de la Revolución Americana
La Constitución de 1787 organizó el nuevo orden político. El nuevo estado tenía una estructura federal.
El presidente controlaba el poder ejecutivo y era elegido cada 4 años. George Washington fue el primer presidente de Estados Unidos.
El poder legislativo también era elegido por los ciudadanos y recaía en el Congreso, compuesto por dos cámaras: la Cámara de Representantes y el Senado.
El poder judicial recaía en los tribunales.
El Tribunal Supremo controlaba que las leyes y los actos del gobierno no vulneraran la Constitución.
Francia antes de la Revolución
En 1789, Francia era una gran potencia que vivía según las normas del Antiguo Régimen. Enfrentaba graves problemas:
- Pervivía una sociedad estamental donde se mantenían los privilegios de la nobleza y el clero.
- Se agudizó la situación de crisis económica. La crisis afectaba especialmente a los precios de los productos básicos, como el pan.
- Déficit de la Hacienda que aumentó por los gastos de la guerra americana. La causa del déficit estaba en que los privilegiados no pagaban impuestos.
- Crisis política: El rey Luis XVI fue perdiendo apoyos porque se veía que las reformas no avanzaban. Los privilegiados temían perder poder ante el avance de las ideas de la Ilustración. La imagen de los reyes era cada vez peor, pues se achacaba el déficit a sus despilfarros y su vida lujosa.
Reunión de los Estados Generales
Entre 1783 y 1788, los ministros de Hacienda de Luis XVI (Turgot, Necker, Calonne, Brienne) intentaron frenar la crisis económica y decidieron hacer una reforma para que los privilegiados pagaran impuestos.
El rey intentó convencerlos. Para conseguirlo, convocó una Asamblea de Notables, pero los privilegiados se negaron a pagar impuestos.
En 1788 se declaró la bancarrota. Al rey solo le quedaba convocar los Estados Generales. Su ministro Necker consiguió doblar el número de representantes del Tercer Estado en los Estados Generales.
Cada estamento redactaba unos cuadernos de quejas (cahiers de doléances) en los que se reflejaban sus propuestas y problemas.
La burguesía se fue organizando en clubes políticos, donde discutían nuevas ideas políticas y cómo pensaban conquistar el poder. También fundaron periódicos para difundir sus ideas.
Comienzo de la Revolución Francesa
En los Estados Generales, la nobleza y el clero pretendían que se votara por estamento. Los miembros del Tercer Estado defendieron el voto por persona.
En julio, los representantes del Tercer Estado pasaron a denominarse Asamblea Nacional.
El rey y los privilegiados intentaron expulsarles de la sala, pero los diputados se reunieron en el Juego de la Pelota, donde juraron que permanecerían reunidos hasta redactar una Constitución. La Asamblea Nacional pasó a llamarse Asamblea Constituyente.
El 14 de julio de 1789, ante el aumento del precio del pan y los rumores de que el rey concentraba tropas en París, los ciudadanos parisienses se manifestaron y asaltaron la Bastilla.
La Asamblea Constituyente
Tenía como objetivos desmontar el Antiguo Régimen en Francia y redactar una Constitución.
Para acabar con el Antiguo Régimen, el 4 de agosto de 1789 se aprobó el Decreto de Abolición de los Derechos Feudales, por el que se suprimía el diezmo, la jurisdicción de los privilegiados y se permitía a todo el mundo el acceso a cualquier cargo.
El 26 de agosto se redactó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, en la que se reconocían y garantizaban las libertades personales, la igualdad ante la ley y la propiedad.
En septiembre se promulgó la Constitución de 1791, culminación del proceso revolucionario. La Constitución diseñó un sistema con las siguientes características:
- El régimen político era la monarquía parlamentaria. Se reconocía la soberanía nacional y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
- División de poderes: El poder legislativo estaba en manos de la Asamblea Nacional, el ejecutivo lo tenía el rey y el judicial lo controlaban los tribunales.
- La Asamblea se elegiría por sufragio censitario: los votantes debían tener 25 años y poseer una determinada renta o propiedades.
- Centralización de la administración: Se dividió Francia en 83 departamentos.
La Guerra en el Exterior y el Final de la Monarquía
Asustados ante la posibilidad de que la revolución se extendiera a sus países, Austria y Prusia declararon la guerra a Francia en abril de 1792.
La familia real también intentó huir, pero fue detenida en Varennes y conducida presa a París.
Los aliados llegaron cerca de París y amenazaron al pueblo si tocaban a los reyes.
La respuesta popular fue asaltar el Palacio de las Tullerías, residencia de los reyes. Esto supuso el final de la monarquía y el establecimiento de la República.